La Sucesión de Sancho III el Mayor y la Fragmentación del Reino
La sucesión de Sancho III el Mayor (992-1035), rey de Pamplona, marca un hito crucial en la historia medieval española. Sancho III, el monarca cristiano más poderoso de la Península Ibérica en su época, distribuyó sus vastos territorios entre sus hijos. Su reino, que había alcanzado su máxima expansión con la anexión de los condados de Sobrarbe, Ribagorza, Aragón y Castilla, se dividió tras su muerte.
Esta división tuvo consecuencias trascendentales: Ramiro I se proclamó rey de Aragón, Fernando I, rey de Castilla, y García Sánchez III se convirtió en rey de Navarra. Los reinos emergentes de Aragón y Castilla, con el tiempo, reconfigurarían el mapa político de España.
La Unión Dinástica de Castilla y Aragón bajo los Reyes Católicos
La unión de los reinos de Castilla y Aragón, un acontecimiento histórico clave, se consolidó durante el reinado de los Reyes Católicos (1479-1504). El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469 y su posterior ascenso al trono de sus respectivos reinos originó la Monarquía Hispánica.
Es crucial destacar que, aunque se trató de una unión personal o dinástica, cada reino conservó sus leyes, instituciones, costumbres y fronteras. No obstante, ambos monarcas actuaron conjuntamente, sentando las bases de un Estado moderno y fortaleciendo el poder real. Su política exterior se enfocó en la defensa de los intereses aragoneses en el Mediterráneo y el norte de África, mientras que en la Península Ibérica lograron la conquista de Granada. Además, durante su reinado se produjo el descubrimiento de América.
El Vasto Imperio de Carlos I: Una Herencia Heterogénea
Carlos I, nacido en Gante en 1500, hijo de Felipe el Hermoso y Juana de Castilla, heredó un vasto y diverso conjunto de territorios. De sus abuelos paternos, Maximiliano de Austria y María de Borgoña, recibió Austria, los derechos al título imperial del Sacro Imperio Romano Germánico, los Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado.
De sus abuelos maternos, los Reyes Católicos, heredó la Corona de Aragón (con Cerdeña, Sicilia y Nápoles) y la Corona de Castilla (con Navarra, Canarias, algunas ciudades norteafricanas y los territorios americanos recién descubiertos). Este heterogéneo imperio, gobernado por Carlos I con un apoyo especial de Castilla, marcó una época en la historia europea.
La Diputación del Reino de Navarra: Un Órgano Foral Clave
La Diputación del Reino de Navarra fue una institución pública fundamental que actuó como órgano delegado de las Cortes de Navarra entre 1501 y 1839. Su función principal era vigilar la ejecución de las disposiciones de las Cortes en los períodos en que no estaban reunidas y preservar las leyes y fueros del Reino. Su carácter permanente se estableció en 1576.
A lo largo de la Edad Moderna, la Diputación ganó importancia y amplió sus competencias, especialmente debido a la creciente centralización del poder monárquico, sobre todo con los Borbones en el siglo XVIII, que redujeron la frecuencia de convocatoria de las Cortes. La Diputación estaba compuesta por siete miembros nombrados por los tres brazos de las Cortes. Fue suprimida por la Ley Paccionada de 1841, siendo sustituida por la Diputación Provincial, posteriormente denominada Diputación Foral de Navarra.
La Guerra de Sucesión Española: Un Conflicto Dinástico con Consecuencias Europeas
La Guerra de Sucesión Española (1701-1713) fue un conflicto dinástico desencadenado por la muerte de Carlos II sin descendencia directa. La entronización de Felipe V de Borbón provocó la oposición de Gran Bretaña, Holanda y Austria, así como de la Corona de Aragón, que temía la política centralizadora de los Borbones. Estos apoyaron militarmente al archiduque Carlos de Austria.
Felipe V, respaldado por Francia, Castilla y Navarra, logró ser reconocido rey tras renunciar a sus derechos al trono francés y a las posesiones españolas en Europa mediante la Paz de Utrecht en 1713. Esta guerra tuvo como consecuencia principal la instauración de la casa Borbón en España. La guerra continuó como guerra civil en Cataluña y Baleares hasta 1715.
La Reconquista: Un Proceso de Siglos para la Configuración de España
La Reconquista, un proceso histórico que se extendió desde el siglo VIII (722, batalla de Covadonga) hasta el siglo XV, consistió en la conquista y repoblación de los territorios musulmanes de Al-Ándalus por parte de los núcleos cristianos del norte peninsular. Este proceso dio lugar a la formación de los reinos de Castilla, Navarra, Aragón y Portugal.
Se pueden distinguir tres etapas principales: una primera de supremacía musulmana (siglos VIII-XI) con la colonización del valle del Duero; una segunda fase (siglos XI-XII) de conquista de los valles del Tajo y del Ebro; y una última fase (siglos XIII-XV) de hegemonía cristiana tras la batalla de las Navas de Tolosa. La Reconquista concluyó en 1492 con la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos.