1.3 Al-Andalus y sus etapas: Llegada de los mulsumanes; los mulsumanes conquistaron fácilmente casi todo el territorio hispano. Las franjas pirenaica y cantábrica se produjo con la batalla de Covadonga en 722, que se considera el comienzo de la reconquista. Las causas de tan rápido avance fueron las divisiones políticas, el descontento de la población hispanorromana y el respeto. Etapas de la España musulmana: Emirato dependiente (715-756), Al-Andalus dependía políticamente y religiosamente del Califato Omeya de Damasco. Los francos frenaron el avance musulmán y se repliegan a la península. Emirato independiente (756-929), tras la violenta desaparición del Califato Omeya de Damasco a manos de los abasidas, obtienen el poder ejecutivo de Al-Andalus y se convierte en el primer emir independiente. Califato (929-1031), es la etapa de mayor esplendor. Abd al-Rahman III se autoproclamó califa e independizándose así definitivamente de Bagdad. Su sucesor, Al-Hakam II, promovió la cultura y el arte. Las cosas cambiaron con el tercero de los califas, el cual vio cómo el poder efectivo fue ocupado por el hachib Ibn, conocido como Almanzor por los cristianos. Almanzor dirigió una serie de campañas contra los núcleos cristianos del norte, entre las que destacan la de Santiago de Compostela. A su muerte, comenzó la crisis del Califato de Córdoba. Primeros reinos taifas (1031-1086), la unidad política del estado hispanomusulmán de la península se fragmentará en unos veinte pequeños reinos independientes llamados taifas. Los reyes cristianos aprovecharon la debilidad de los reinos hispanomusulmanes para avanzar en la reconquista y cobrarles fuertes tributos. El predominio militar de los reinos cristianos se hizo patente con la conquista por Alfonso VI del reino taifa de Toledo, uno de los más poderosos. Los Almorávides (1086-1144), procedentes del Sahara, crearon un gran imperio que abarcaba desde Senegal hasta Argelia. Llamados por los reyes taifas peninsulares, el sultán Almorávide Yusuf ben derrotó a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas. Conscientes de la debilidad de los reinos de taifas, deciden volver en 1090 no para ayudar, sino para conquistar los diferentes taifas y conseguir la unidad de Al-Andalus bajo dominio almorávide.
Los almohades
1146-1232, procedentes del Atlas, llegaron a España y tras un breve periodo de luchas con los nuevos reinos taifas, consiguieron unificar todo el territorio de Al-Andalus. Fueron derrotados en la batalla de Navas de Tolosa en 1212. Terceros reinos de taifas (1232-1246), nueva fragmentación política de Al-Andalus, pero estos taifas van a ir cayendo en manos cristianas. Reino nazarí de Granada (1246-1492), abarcaba territorios de las provincias de Almería, Granada y Málaga. Los siglos XIV y XV fueron de gran esplendor cultural y artístico, pero las luchas nobiliarias provocaron su debilidad. Esta circunstancia fue aprovechada por los Reyes Católicos. Desarrollo económico, Al-Andalus se basó en una estructura económica muy sólida de carácter agrícola, comercial y urbano. Los musulmanes introdujeron sistemas de riego, y el comercio se desarrolló tanto en el interior como en el exterior en los zocos andalusíes. Sociedad, la sociedad andalusí era muy heterogénea. La minoría de origen árabe formaba la élite social y ocupaba cargos destacados en la administración califal. El grupo de origen bereber tenía una posición inferior, muchos eran miembros del ejército y de la administración, otros eran artesanos, agricultores y comerciantes. La población hispanovisigoda, dividida en muladíes y mozarabes, ocupaba el escalón social inferior. Los judíos pagaban un impuesto por mantener su religión y fueron una minoría destacada en Al-Andalus, viviendo en barrios separados. Los esclavos no formaban parte de la sociedad. Esplendor cultural, desde el punto de vista cultural, la civilización andalusí alcanzó un desarrollo sin parangón en el resto de Europa. La Córdoba califal solo puede compararse a ciudades como Constantinopla o Damasco. Buena muestra de todo ello es el patrimonio artístico que aún conservamos, como la Mezquita de Córdoba o la Alhambra. El pensamiento y la ciencia hicieron de Al-Andalus una de las regiones más avanzadas del mundo. Importancia del legado histórico andalusí, este periodo histórico ha dejado una profunda huella en nuestra identidad como nación, visible en nuestro léxico y nuestra toponimia.
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