Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración
Los Partidos Dinásticos y las Fuerzas Políticas de Oposición
Alfonso XIII fue declarado mayor de edad en 1902, en un contexto de permanente crisis política en España. Esta crisis se caracterizó por:
- Relevo generacional en el liderazgo de los partidos dinásticos: La muerte de Cánovas y Sagasta propició la aparición de nuevos líderes y facciones dentro de los partidos Conservador y Liberal.
- Aumento de la conflictividad social: Las tensiones entre las clases sociales se intensificaron, con huelgas y protestas obreras.
- Incremento de la oposición política: Los partidos republicanos, nacionalistas, socialistas y anarcosindicalistas ganaron fuerza y apoyo popular.
- Intervencionismo de Alfonso XIII en la vida política: El rey se involucró activamente en la política, lo que contribuyó a su desprestigio.
- Intervencionismo del ejército en la vida política: El ejército volvió a intervenir en la política, como en épocas anteriores.
El Regeneracionismo
Los primeros años del reinado de Alfonso XIII estuvieron marcados por el regeneracionismo, un movimiento que buscaba reformar y modernizar el sistema político y social de España. Se pueden diferenciar varias tendencias dentro del regeneracionismo:
- Regeneracionismo conservador: Criticaba los aspectos más negativos del sistema de la Restauración, como el fraude electoral y la corrupción. Sus principales representantes fueron Silvela, Maura y Canalejas.
- Regeneracionismo de los partidos marginados: Pretendía movilizar a la opinión pública para lograr cambios políticos y sociales.
- Regeneracionismo intelectual: Representado por figuras como Unamuno, criticaba la situación de España y proponía soluciones desde el ámbito cultural e intelectual.
El Fracaso del Regeneracionismo Conservador
Silvela, sucesor de Cánovas, intentó llevar a cabo reformas, pero fracasó y abandonó la política. Le sucedió Antonio Maura, quien también intentó regenerar el sistema a partir de la formación de las «masas neutras», con el objetivo de configurar un Estado fuerte y eficaz y desbancar a la vieja casta caciquil. Su reforma electoral fue superficial y estableció el voto obligatorio y controles. También intentó integrar el catalanismo concediendo autonomía a ayuntamientos y diputaciones. Se mejoró la legislación laboral con la Ley sobre las condiciones de trabajo de mujeres y niños y se creó el Instituto Nacional de Previsión.
El estallido de la Semana Trágica de Barcelona en 1909 aceleró el proceso de crisis del sistema de la Restauración.
Las Fuerzas Políticas de Oposición
El Republicanismo
El republicanismo era el principal grupo de oposición política, con una notable fuerza en las zonas urbanas. Se caracterizó por ser un amplio movimiento social, de carácter reformista. En 1903 nació la Unión Republicana alrededor de Nicolás Salmerón. El acercamiento con el catalanismo dio lugar a la fundación del Partido Republicano Radical liderado por Lerroux, un partido anticlerical y revolucionario.
Tras la Semana Trágica se constituyó la Conjunción Republicano-Socialista, que integraba a grupos republicanos y al PSOE. En 1912 se fundó el Partido Reformista, que se declaraba republicano y tenía en sus filas a Ortega y Gasset. Fue un partido basado en la democratización de la vida política.
El Carlismo
A principios del siglo XX, el carlismo mantuvo su presencia y sus bases, aunque se produjeron disputas y disidencias en el seno del partido, especialmente tras la Primera Guerra Mundial. Las bases militantes se concentraban en el Norte y en Andalucía.
El Nacionalismo Catalán
En Cataluña, el catalanismo moderado, representado por la Lliga Regionalista, controló la Mancomunidad, un organismo administrativo que coordinaba el funcionamiento de los municipios. La Lliga impulsó políticas de desarrollo económico y cultural, pero su moderación provocó la radicalización de sectores catalanistas.
El Nacionalismo Vasco
En el País Vasco, el PNV incrementó su presencia electoral y su influencia en la sociedad. En 1916, el PNV se denominó Comunión Nacionalista Vasca para atraer a la burguesía al ámbito nacionalista, presentándose como un partido defensor de la riqueza nacional. Con la muerte de Sabino Arana, convivieron dos tendencias dentro del nacionalismo vasco: una independentista y otra moderada y autonomista. En 1930 se reagruparon bajo el PNV.
Otros Nacionalismos
También surgieron movimientos nacionalistas en Galicia, Valencia, Aragón y Andalucía, aunque con menor fuerza que el catalanismo y el nacionalismo vasco.
El Movimiento Obrero
El movimiento obrero tuvo una creciente importancia, aunque no tuvo suficiente capacidad para imponer cambios sociales. El socialismo, representado por el PSOE, buscaba tomar el poder para transformar la sociedad y abolir las clases sociales. Solo contó con el escaño parlamentario de Pablo Iglesias en 1910. Su rama sindical, la UGT, tuvo una gran implantación e influencia entre los trabajadores, sobre todo en Asturias, Madrid y País Vasco.
El anarquismo fue estrechando lazos con el sindicalismo y creó la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). La CNT extendió la idea de que la huelga general era el método para transformar la sociedad, especialmente la lucha por la reducción de la jornada de trabajo y el aumento salarial. Tuvo mayor arraigo en Cataluña, Andalucía y Levante.