Análisis Comparativo: Manifiestos de Alfonso XIII y Primo de Rivera

Manifiesto de Alfonso XIII

Se trata de una fuente primaria de carácter histórico-político, al tratarse de un manifiesto publicado en 1931. Fue redactado por Alfonso XIII, hijo de Alfonso XII y su sucesor al trono, quien accedió a este con tan solo 16 años en 1902. Su reinado perduró hasta la instauración de la Segunda República Española en el mismo año de publicación de este documento, cuando se vio obligado a exiliarse a Francia.

Fue publicado en el diario ABC el 17 de abril de 1931, año en el que se produjeron las elecciones municipales que trajeron consigo la instauración de la Segunda República y su constitución. Va destinado al país en general, donde expone el motivo de su exilio y pide perdón por no haber abordado conflictos pasados de una forma más eficiente.

En el primer párrafo, el rey hace referencia a las elecciones municipales del 12 de abril, donde la victoria de los republicanos en las principales ciudades españolas pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la política de la nación. A continuación, Alfonso XIII pide disculpas por los errores cometidos en el pasado, tales como:

  • La mala dirección en la guerra de Marruecos.
  • Las numerosas crisis producidas durante su reinado.
  • El apoyo a la instauración de la dictadura de Primo de Rivera.

En el tercer párrafo, el autor expone cómo decide retirarse, puesto que no desea desencadenar una guerra civil en España fruto de la confrontación de intereses contrapuestos, aunque reivindica los derechos que le confiere su estatus y la historia.

En los dos párrafos con los que concluye el documento, explica cómo la solución para evitar tal conflicto ha sido su retiro al exilio, reivindicando su amor a la nación.

Contexto Histórico del Reinado de Alfonso XIII

El reinado de Alfonso XIII comienza en un período marcado por una gran crisis moral causada por el desastre del 98. Además, sus primeros años en la corona española se corresponden con un espacio temporal en el cual hay un descontento generalizado, causado por la inestabilidad política y la ruptura del sistema basado en el turnismo de la Restauración.

Además, debe hacer frente al empuje constante de los nacionalismos y los movimientos obreros, que guardan una estrecha relación con las crisis que tuvo que afrontar su reinado, como la de 1909 y la de 1917, que debilitaron gravemente el sistema monárquico de la Restauración.

A todo esto hay que sumarle la Guerra de Marruecos, cuyo desarrollo no fue propicio durante los últimos años de la Restauración, produciéndose el conocido desastre de Annual.

La acumulación de todos estos conflictos impulsó al rey a apoyar la sublevación militar de 1923, que trajo consigo la instauración de la dictadura de Primo de Rivera. Este cambio supuso una mejora de la situación del país en los primeros años, acabando con la Guerra de Marruecos y propiciando un crecimiento económico del país gracias a la política de Calvo Sotelo, ministro de Hacienda durante el período dictatorial. La decadencia del sistema empieza a partir de 1928 y culmina con la dimisión del dictador en 1930.

Tras esto, el rey trató de solucionar la situación confiando el poder al general Berenguer, pero ni él ni su sucesor en enero de 1931, Juan Bautista Aznar, fueron capaces de evitar la caída definitiva de la monarquía. Este hecho se hizo notar tras la victoria de los republicanos en las elecciones municipales de abril de 1931. Para evitar una guerra civil, Alfonso XIII optó por partir al exilio, dejando vía libre para la proclamación de la Segunda República Española.

Importancia del Manifiesto

El documento fue de una importancia vital para el desarrollo de los acontecimientos posteriores a su publicación, puesto que el exilio del monarca evitó el posible estallido de una guerra civil, propiciando de este modo el acceso de los republicanos al poder e instaurándose la Segunda República española.

Comparación con la Dictadura Franquista

El desarrollo de los acontecimientos en torno al fin de la dictadura de Primo de Rivera puede compararse de manera antagónica con respecto al desarrollo del fin de la dictadura franquista. El fin de la primera causa el exilio del rey, mientras que la caída del franquismo trae consigo la vuelta de los Borbones al país con la figura de Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII.

El régimen dictatorial de Primo de Rivera no causó gran impacto en la población (salvo en parte de las zonas rurales), mientras que la dictadura del general Franco tuvo grandes repercusiones en el pensamiento de los españoles de los años posteriores al régimen, llegando incluso a intentar un nuevo golpe de Estado llevado a cabo por el teniente coronel Antonio Tejero el 23 de febrero de 1981, cuyo fracaso solo propició un afianzamiento de la democracia.

Manifiesto de Primo de Rivera

Se trata de un texto histórico-político de carácter primario, al tratarse de un manifiesto presentado por uno de los personajes más relevantes de 1923, el general Primo de Rivera, un gran militar, político y dictador español, que ocupó el puesto de presidente del gobierno militar que gobernó el país tras el golpe de Estado.

Fue publicado y repartido a la población española el 14 de septiembre de 1923, un día más tarde de la declaración del estado de guerra establecido por Primo de Rivera con el fin de acceder al poder político. Como su nombre indica, va dirigido a los españoles y al ejército, a los que trata de convencer de cómo acabará con aspectos trágicos de la época anterior al golpe, marcadas por el terrorismo, el desorden político y las ideas regeneracionistas.

El texto comienza haciendo referencia al periodo de decadencia que precede al golpe de Estado, el cual tiene su inicio con la crisis del 98, donde España perdió sus colonias latinoamericanas. Ataca al turnismo, que marca la política del régimen de la Restauración, y a la inestabilidad política y social de este período, marcado por el terrorismo, las ideas separatistas de los nacionalismos, las crisis acaecidas en 1909 y 1917, así como la Guerra de Marruecos. Todo esto es usado por el autor para justificar la necesidad de la sublevación militar, viéndose obligado a una subida al poder por medio de la fuerza, fuera de la legalidad.

En el párrafo siguiente se explica cómo este nuevo gobierno que trata de establecer estará compuesto por militares o, en su defecto, por civiles que mantengan sus mismos ideales. Además, se hace hincapié en que se erradicarán las rebeliones que puedan dañar su dictadura, dirigida hacia el bien de la nación y el rey.

Por último, el autor defiende que el golpe de Estado no es más que algo que el pueblo ansía, citándose una serie de conductas que su régimen promete erradicar, tales como el terrorismo, el vandalismo, la inestabilidad política, la poca preparación laboral, los movimientos nacionalistas y la actual situación de la guerra de Marruecos tras el desastre de Annual.

Contexto Histórico del Régimen de Primo de Rivera

La situación que desembocó en el régimen dictatorial tiene su inicio con el desastre del 98, que causó la pérdida de las colonias españolas en Latinoamérica. Esto supuso un gran descontento en la población, desembocando en una gran crisis moral, la cual se manifestó en numerosos intelectuales que trataron este tema en sus obras.

Otra de las repercusiones de este conflicto fue la aparición de un nuevo movimiento intelectual, conocido como regeneracionismo, que trataba de buscar las causas de la decadencia del país. Este movimiento inspiró a toda una generación de políticos de distintas tendencias, de entre los cuales algunos llegaron a alcanzar el gobierno de la nación durante este período, entre los que cabe destacar algunos como Maura o Canalejas.

Constituye a su vez un período marcado por su inestabilidad, donde destacan dos importantes crisis: la Semana Trágica de Barcelona de 1909, unos violentos acontecimientos que crearon una situación de pánico y tensión que desembocó en la dimisión de Maura; así como también la crisis de 1917, una situación de inestabilidad que desembocó en conflictos por el descontento social y en una gran huelga general organizada por la colaboración conjunta de la UGT y la CNT.

También es un período de desarrollo de

los nacionalismos, entre los que destaca el catalán y el vasco, así como el movimiento obrero, constituido principalmente por el socialismo y el anarquismo, entre los cuales, las vertientes más extremistas, recurrían a métodos ilegales como el uso del terrorismo para lograr sus fines.Otro de los últimos conflictos que tuvo que afrontar la monarquía fue la Guerra de Marruecos, un conflicto armado desarrollado en torno al Rif, en la región costera de Marruecos, que empeoró con el desastre de Annual, un asedio llevado a cabo por los rifeños que acabaron con un gran pelotón español que se aventuró demasiado en territorio enemigo.Todas estas causas desembocaron en la caída de la monarquía, estableciéndose la dictadura de Primo de Rivera. Este régimen dictatorial perduró hasta 1930, el cual se dividió en dos partes: el directorio militar, que duró hasta 1925, durante el cual el mando perteneció a los militares, y el directorio civil, que perduró hasta el fin de la dictadura, durante el cual se formó un gobierno formado por civiles de extrema derecha. En general supuso un período de estabilidad, marcado por el fin de la guerra de Marruecos, el intento de solucionar la conflictividad social, para lo cual se creó la Organización Corporativa Nacional, que representaba tanto a trabajadores como a patronales, y un período de desarrollo económico impulsado por los gastos estatales dedicados a las obras públicas.Sin embargo, a partir de 1928 empezó a ser visible la decadencia del régimen, que además contaba con una fuerte oposición, lo que llevó al dictador a dimitir en 1930. Este hecho supondría una puerta abierta para los republicanos, que instauraron la Segunda República Española. Sin embargo este régimen tampoco duró demasiado, pues en 1936 tuvo su fin con una sublevación militar que daría lugar a la guerra civil española. El manifiesto fue de gran relevancia en el momento de su publicación, pues fue de vital importancia para la propagación de los ideales del dictador, que fueron aceptados por la mayoría de la nación, instaurando el régimen dictatorial casi sin oposición. La dictadura de Primo de Rivera puede compararse con la dictadura franquista establecida desde 1939 hasta 1975, puesto que ambos régimen dictatoriales se ven como una solución a un período de inestabilidad y desorden, tal como el que se daba en los últimos años de la Restauración y en la Segunda República Española. A su vez, las dos supusieron un período de estabilidad tanto política como económica y social. Sin embargo difieren en varios aspectos, como puesto que la dictadura de Primo de Rivera se produjo a causa de un golpe de Estado que no tuvo casi oposición, mientras que el establecimiento de la dictadura franquista fue precedido por una dura e intensa guerra civil que dividió al país, mostrando una gran oposición al régimen dictatorial. Otra gran diferenciación entre ambas es la sucesión de formas de gobierno anterior y posterior a cada una de las dictaduras: La de Primo de Rivera supuso el fin del régimen monárquico de la Restauración, mientras que tras este régimen se establece la República como sistema de gobierno. Sin embargo, contrariamente al anterior, la dictadura del general Franco supone el fin del la república con su instauración, mientras que su fin da pie, nuevamente, a la Restauración de la monarquía borbónica. Cabe destacar, además, que el período franquista es mucho más duradero que el de Primo de Rivera, estableciéndose este último durante un espacio temporal de 7 años, mientras que el franquismo tuvo una larga vida de nada más y nada menos que 36 años, dejando una gran huella en la moral española durante los años posteriores.

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