Análisis de Estrategias Económicas y Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Estrategias Económicas y sus Impactos

La Propuesta Keynesiana

La propuesta keynesiana es una estrategia económica diseñada para combatir la crisis y reducir el desempleo mediante el estímulo de la demanda global, que incluye bienes de consumo, bienes de inversión, el sector público y los mercados internacionales. Para lograrlo, se aplican cuatro medidas principales:

  1. Estimular el consumo (familias) reduciendo los impuestos directos, lo que incrementa el consumo y, a su vez, los ingresos fiscales.
  2. Estimular la inversión (empresas) bajando los tipos de interés, incentivando la actividad productiva y el crecimiento económico.
  3. Estimular el gasto público en infraestructuras y prestaciones sociales, aunque eleva el déficit público, con el objetivo de lograr un equilibrio presupuestario a largo plazo.
  4. Estimular las exportaciones mediante la reducción de los tipos de cambio, lo que mejora la competitividad internacional.

Estas medidas buscan reactivar la economía mediante el intervencionismo estatal, generando empleo y promoviendo un ciclo de crecimiento económico sostenible.

El New Deal: Un Programa para Superar la Crisis

Entre 1933 y 1938, el presidente Franklin D. Roosevelt impulsó el New Deal, un plan basado en ideas keynesianas para recuperar la economía y ayudar a los más afectados por la crisis. Para ello, se implementaron medidas a corto y medio plazo:

  • Regulación de la bolsa mediante una comisión de valores para evitar nuevas burbujas especulativas.
  • Control estatal de la banca, protegiendo depósitos, regulando hipotecas y devaluando el dólar un 40% para favorecer exportaciones.
  • Rescate industrial y estímulo al empleo con obra pública y salario mínimo.
  • Ajustes en la agricultura, reduciendo la producción para elevar precios y mejorar las condiciones en el campo.

A partir de 1935, se añadieron reformas sociales:

  • Seguro de desempleo, pensiones y ayudas para ancianos y dependientes.
  • Derechos laborales, incluyendo la afiliación sindical y la negociación colectiva.
  • Programas de empleo para trabajadores de baja cualificación.

El New Deal logró mejoras sociales, pero no una recuperación económica total: la renta seguía por debajo del nivel previo al crac, el desempleo era alto y la deuda pública aumentó.

Conceptos Económicos Clave

Hiperinflación

La hiperinflación es un aumento extremadamente rápido y descontrolado de los precios, donde la tasa de inflación supera el 50% mensual. Se produce principalmente por la emisión excesiva de dinero, la pérdida de confianza en la moneda y la escasez de bienes. Sus efectos son devastadores, como la pérdida de poder adquisitivo, la pobreza y la inestabilidad económica y social.

IPC (Índice de Precios al Consumidor)

El IPC (Índice de Precios al Consumidor) es un indicador que mide el cambio en los precios de una canasta de bienes y servicios que consumen los hogares, reflejando así la variación del costo de vida.

Inflación

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo, lo que reduce el poder adquisitivo de la moneda.

Las Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Demográficas y Sociales

La Primera Guerra Mundial dejó entre 9 y 10 millones de muertos, producto de la combinación de tácticas militares obsoletas con un armamento letal y la concepción de “guerra total”, que afectó tanto a soldados como a civiles.

Al finalizar el conflicto, Europa contaba con 3 millones de viudas, 10 millones de huérfanos y alrededor de 20 millones de heridos, muchos de ellos mutilados o con graves secuelas psicológicas.

El hambre y las enfermedades se extendieron durante y después de la guerra, facilitando la propagación de la gripe de 1918, que causó millones de muertes adicionales.

También se produjeron desplazamientos masivos de población y persecuciones étnicas, como el genocidio armenio (1915-1923) perpetrado por el Imperio otomano.

A nivel social, la guerra aceleró el cambio en el rol de la mujer. Aunque muchas perdieron los empleos que habían asumido en la industria tras la guerra, lograron acceder a trabajos mejor remunerados en el sector servicios y en la administración. Además, entre 1918 y 1929, varios países reconocieron el derecho al voto femenino.

Económicas

La guerra devastó las economías nacionales debido a la destrucción de ciudades, fábricas e infraestructuras. Francia perdió el 30% de su riqueza y Alemania el 22%.

Durante el conflicto, Estados Unidos se consolidó como la principal potencia económica, al convertirse en el mayor prestamista de los aliados. Su Producto Nacional Bruto (PNB) se duplicó y el dólar se estableció como moneda de referencia. Con ello, el orden económico del s.XIX colapsó, marcando el fin de la hegemonía europea y el ascenso de Estados Unidos como potencia mundial.

Territoriales

En 1918, el presidente Woodrow Wilson formuló los Catorce Puntos, en los que abogaba por el fin de la diplomacia secreta, el respeto a las nacionalidades de los imperios derrotados y la creación de una Sociedad de Naciones para la resolución pacífica de los conflictos.

Tras la guerra, la Conferencia de Paz de París (1919-1920) reorganizó el mapa europeo. Las decisiones claves fueron tomadas por el Consejo de los Cuatro (Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia), mientras que los países derrotados solo participaron para ratificar los tratados de Saint Germain (Austria), Trianon (Hungría), Neuilly (Bulgaria), Sèvres (Turquía) y Versalles (Alemania). Estos tratados provocaron la disolución de los cuatro grandes imperios del s.XIX (alemán, austrohúngaro, ruso y otomano), dando lugar a nuevos Estados: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia.

Políticas

La posguerra trajo un auge de los regímenes liberales y la desaparición de las monarquías absolutas en Europa. Sin embargo, la inestabilidad social y la polarización ideológica debilitaron muchas de estas democracias parlamentarias. En Alemania, la caída del imperio dio paso a la República de Weimar, pero el creciente malestar social cristalizó en 1919 en la revuelta espartaquista. Ambos levantamientos fueron sofocados de forma violenta y los líderes espartaquistas fueron asesinados.

La Crisis de 1929 y la Gran Depresión

La Revolución de los Consumidores

La revolución de los consumidores estuvo impulsada por la publicidad y nuevas formas de compraventa como la venta a plazos y los créditos personales que permitieron un mayor acceso a los bienes de consumo. Los grandes almacenes se generalizaron, pero sectores tradicionales como la agricultura, el carbón o el textil no se beneficiaron. En el campo, la llegada de productos extranjeros hundió los precios y llevó a muchos agricultores a la ruina, generando el éxodo hacia las ciudades. Aunque la construcción creció, no siempre fue acompañada de servicios básicos. Estas desigualdades entre sectores y países pronto generarían importantes desequilibrios.

Auge de la Bolsa y Especulación Financiera

El Plan Dawes impulsó el crecimiento económico mediante dos medidas clave:

  1. Concesión de créditos a bajo interés que incentivaron la producción industrial y agrícola, así como la especulación en la construcción y la bolsa.
  2. Mejora de la competitividad del proceso productivo, reduciendo costos y precios, pero llevó a una sobreproducción que desaceleró las ventas y redujo beneficios.

Desde 1926, las empresas dejaron de invertir en mejorar su producción y dirigieron su capital hacia la bolsa, comprando sus propias acciones para inflar su valor. La especulación creció con la llegada de pequeños inversores que pedían créditos para comprar acciones creyendo en ganancias rápidas y seguras.

El Crac de la Bolsa de Nueva York

La burbuja especulativa estalló cuando algunos inversores empezaron a vender sus acciones, provocando una caída en su precio. El 24 de octubre de 1929 (Jueves Negro), la venta masiva de acciones hizo colapsar la bolsa. El 29 de octubre de 1929 (Martes Negro), los bancos exigieron el pago de préstamos, forzando aún más ventas y hundiendo los valores bursátiles un 90%. La ruina financiera llevó a suicidios de empresarios y accionistas.

De la Crisis Financiera a la Depresión Generalizada

La quiebra de la bolsa afectó a empresas, bancos y pequeños inversores, generando una crisis de liquidez que incluso debilitó las finanzas estatales. El desempleo se disparó, alcanzando los 13 millones en 1933. La caída de precios provocó la deflación, lo que redujo aún más el consumo y agravó la crisis. En pocos meses, la crisis bursátil se expandió a toda la economía, dando inicio a la Gran Depresión.

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