La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías
Contexto Histórico
La Constitución Española de 1978 fue aprobada en el Congreso de los Diputados con una gran mayoría. Tan solo la extrema izquierda, los nacionalistas vascos y algunos diputados de la derecha votaron en contra. En octubre, en la Ley de Reforma Política, las Cortes votaron el texto constitucional. El 6 de diciembre fue sometido a referéndum, con un número de votos positivos mayor que los negativos.
Principios Fundamentales y Organización del Estado
La Constitución define el modelo de Estado y los principios fundamentales. El Título Preliminar (artículos 1-9) regula los principales órganos e instituciones del Estado.
- El Rey ocupa la Jefatura del Estado, un cargo vitalicio y con Corona hereditaria.
- Las Cortes Generales tienen encomendada la elaboración de las leyes, el control de la acción gubernamental, la aprobación de los presupuestos económicos y la autorización de los tratados internacionales.
- El Gobierno, compuesto por el presidente y los ministros, ejerce la función ejecutiva y la dirección política interior y exterior.
- El Tribunal Constitucional controla la constitucionalidad de todas las normas y leyes y resuelve los posibles conflictos entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
El Estado de las Autonomías
El establecimiento de la autonomía política supuso el reconocimiento de las aspiraciones de autogobierno de los nacionalistas y el fin del rígido centralismo anterior. El Título VIII regula todo lo relativo a la organización territorial del Estado y con él se quiso satisfacer todas las aspiraciones regionalistas y nacionalistas del territorio español. La forma de satisfacer a Cataluña, País Vasco y Galicia fue utilizar la palabra «nacionalidad» para referirse a ellas. La derecha consideró esta expresión gravemente atentatoria a la unidad nacional. Con el nuevo modelo de ordenación del Estado aparecían múltiples centros de poder en el territorio español. Aunque encontramos antecedentes legislativos en la Segunda República, las Comunidades Autónomas aparecen como novedosas y originales. Las regiones autónomas disponen de recursos económicos propios, gestionándolos libremente. Se financian con impuestos cedidos por el Estado, los recargos sobre impuestos nacionales y tasas. Para salvaguardar el principio de solidaridad, la Constitución establece un Fondo de Compensación Económica destinado a intentar neutralizar los desequilibrios entre comunidades.
Análisis del Discurso de Proclamación del Rey Juan Carlos I (22 de noviembre de 1975)
Contexto Histórico
Este texto es un fragmento del discurso pronunciado por el Rey Juan Carlos I con motivo de su proclamación como monarca ante las Cortes franquistas, el día 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco. El príncipe Juan Carlos había sido designado por este dictador como su sucesor a título de Rey en virtud de la Ley de Sucesión de 1947, ratificada por las Cortes en 1969. Recordemos que la Ley de Sucesión de 1947 declaraba que España era un Estado constituido en reino, aunque formalmente sin una monarquía y sin un rey.
Autor y Tipo de Documento
- El autor de este discurso es el Rey Juan Carlos, perteneciente a la dinastía de origen francés Borbón, era nieto del rey Alfonso XIII e hijo de Don Juan, que nunca llegó a reinar. Nacido en Roma, buena parte de su infancia transcurrió en el exilio y con 10 años, vino a estudiar a Madrid. Anteriormente a su coronación, don Juan Carlos se había mantenido en un discretísimo segundo plano, a la sombra de Franco, y era un gran desconocido para los españoles.
- Este documento es de carácter político, siendo una fuente histórica de primer orden para poder conocer la etapa de transición de la dictadura de Franco a la democracia. Está destinado a todos los españoles sin excepción y especialmente a las Cortes franquistas.
Contexto y Factores de la Transición
Este texto cabe encuadrarlo en la etapa final de la Dictadura y los inicios de una nueva época: la transición a la democracia. En efecto, la transición hacia la democracia fue un proceso modélico pero lleno de dificultades. Otros países de nuestro entorno como Grecia o Portugal también experimentaron un cambio similar. Cronológicamente, esta etapa se extiende desde la proclamación del príncipe Juan Carlos como rey de España hasta 1978, fecha en la que entra en vigor la Constitución Española. Según otros historiadores, la transición se extiende hasta el año 1982, año en el que el PSOE de Felipe González triunfa en las elecciones generales.
Sintetizando mucho, hay varios factores esenciales que marcaron esta etapa:
- Transformación económica, cultural y social: Antes de la transición política se produjo en España una profunda transformación que no sólo fue económica sino que también afectó a las pautas de comportamiento cultural y social de los españoles (sociedad de consumo, influencia del turismo, etc.).
- Institución monárquica: La existencia de la institución monárquica fue un factor muy original a tener en cuenta. Desde hace mucho tiempo no es habitual en ninguna parte del mundo la restauración de monarquías y menos aún que éstas vengan acompañando al establecimiento de regímenes democráticos. Sólo en algunos países asiáticos se ha producido algo parecido a lo que tuvo lugar en España.
- Transición desde el interior del régimen: Un tercer rasgo que sirve para explicar la peculiaridad de la transición española consiste en que ésta se realizó desde el mismo interior del régimen. Esto no ha sido algo habitual en la historia. En España esa voluntad estuvo clara por parte del rey y también de aquellos dirigentes políticos que él nombró para ocupar los puestos políticos más decisivos. También por parte de las Cortes franquistas que aprobaron –salvo excepciones- la propuesta de Ley de Reforma política de Adolfo Suárez.
- Talante de la sociedad española: La transición fue acompañada, estimulada y servida por el propio talante de la sociedad española. Fue una tarea colectiva.
- Responsables de la transición: Los responsables de la transición fueron el Rey Juan Carlos I, el político Adolfo Suárez y por supuesto el pueblo español, quien en última instancia, fue el responsable máximo del advenimiento de la democracia.
- Recuerdo del pasado: Otro factor importante a tener en cuenta fue que en la transición española desempeñó un papel de extremada importancia el recuerdo del pasado. El fantasma de la guerra civil planeaba sobre la situación política: existían grupos muy radicales de extrema izquierda y extrema derecha. Los dirigentes políticos en muchas ocasiones moderaron sus apetencias de victoria sobre el adversario o procuraron encauzar hacia la convivencia a sus propios adversarios.
Análisis del Discurso de Juan Carlos I
Este texto nos da las claves para analizar la apuesta de Juan Carlos I por la democracia en su discurso de proclamación de rey ante las Cortes franquistas.
- Responsabilidad y nueva época: Este documento, profundamente emotivo, comienza con la declaración del rey de asumir su responsabilidad como monarca ante el pueblo español. Es consciente de que comienza una nueva época en la historia de España, marcada por el cambio, e invoca el “consenso” como medio para conseguir la concordia nacional entre todos los españoles. El término “consenso” que quiere decir pacto fue la palabra clave de toda la etapa de la transición. Gracias a los diversos acuerdos a los que llegaron las fuerzas políticas españolas de la época (izquierdas, derechas, centro) se pudo caminar con paso firme hacia la democracia.
- Guardián de la Constitución y rey de todos los españoles: En segundo lugar, tras pedir su ayuda a Dios, manifiesta su deseo de ser guardián del sistema constitucional, lo cual parece anticipar la idea de que en España se desarrollará una Constitución, como así será en 1978. Posteriormente considera que desea ser rey “de todos los españoles” y hace una llamada a las Fuerzas Armadas a las que considera patrióticas y disciplinadas. Esta idea es fundamental, y va a ser la base ideológica de su reinado: quiere ser el rey de todos, al margen de las inclinaciones políticas de los españoles. Es una clara incitación a la democracia. El rey intenta transmitir tranquilidad a la sociedad española ante un momento de clara incertidumbre política, de crisis económica y de tensiones sociales derivadas de las circunstancias por las que atraviesa el país. Los cambios vendrán impulsados desde la propia corona, que se convertirá en el motor que lleve a puerto los mismos.
- Derechos sociales, económicos y catolicismo: Para terminar, después de abogar por que se reconozcan los derechos sociales y económicos de todos los españoles, se declara profundamente católico.
Oposición Inicial y Apoyo Posterior
Efectivamente, en su discurso de proclamación como rey el día 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I se mostró abierto a iniciar la transformación del sistema político español. En un principio, el joven rey no contaba con el apoyo de la oposición política al franquismo, fundamentalmente de las izquierdas, que llegaron a denominarle “Juan Carlos I el breve”. Esta oposición era partidaria de una república y no veían con buenos ojos el advenimiento de un rey que, en principio, era considerado el sucesor de Franco. De ahí que su proclamación como monarca fuese contestada en las calles por parte de la oposición política con huelgas y manifestaciones que demandaban libertad y amnistía para los presos políticos. Andando el tiempo, don Juan Carlos se granjearía la aprobación de gran parte del pueblo español por su actitud partidaria de la democracia. Estaba claro para él que la monarquía sería democrática o no sería.
Crisis Económica, Política y Terrorismo
El mensaje de la Corona surge en un momento histórico complejo para el país. Desde 1973 España se enfrenta a dos crisis importantes, por un lado la crisis económica, derivada del aumento del precio del petróleo, y por otro, el asesinato del Almirante Carrero Blanco, lo que determinó una profunda crisis política en la etapa final del franquismo. Las actividades terroristas de la Eta y el Grapo marcaron también esta época así como la etapa democrática.
Conclusión
En conclusión, este documento viene a marcar un antes y un después de lo que será el Régimen de Franco y la Monarquía de Juan Carlos I que a pesar de ser heredera del Régimen, disolverá las viejas y anacrónicas estructuras políticas del franquismo, abriendo el camino a la integración de España en el marco occidental con una democracia abiertamente europeísta y avanzada, que tendrá su máxima expresión en la Constitución de 1978, nuestra Ley de Leyes.
Análisis del Discurso de Investidura de Felipe González (30 de noviembre de 1982)
Contexto Histórico
Este texto es un extracto del Discurso de investidura de Felipe González, candidato del partido socialista, celebrado ante el Congreso de los Diputados el 30 de noviembre de 1982. Fue publicado en los diarios de la época, como por ejemplo el ABC al día siguiente.
Autor y Tipo de Documento
- El autor del texto fue el carismático líder del PSOE Felipe González Márquez (1942-). Nacido en el seno de una modesta familia sevillana, estudió Derecho y durante la época final del Franquismo, era conocido en la clandestinidad socialista como «Isidoro». Ganó las elecciones de octubre de 1982 por mayoría absoluta y fue presidente del gobierno durante 14 años, hasta 1996 que fue desbancado del poder por el Partido Popular.
- Este documento es de carácter político, pues se trata de un discurso de investidura, en el que Felipe González presentó, de forma muy general, las bases de su programa de gobierno sobre diversos temas como la economía, la justicia o la política exterior. Es una fuente histórica de primer orden, interesante para conocer la etapa que analizamos.
Destinatario y Contexto
- El destinatario de este discurso es claramente el Parlamento, puesto que fue realizado ante los diputados de los partidos que habían conseguido representación parlamentaria en las elecciones generales de octubre de 1982 (socialistas, centristas de UCD, políticos de derecha de AP, comunistas, nacionalistas, etc.). Asimismo, el destinatario es el pueblo español.
- Este texto debe ser encuadrado en la etapa de la democracia española. Recordemos que después de la muerte de Franco acaecida en 1975, se puso en marcha el complejo proceso de Transición a la Democracia que fue modélico en muchos aspectos pero también cuajado de problemas de todo orden –especialmente preocupante fue la cuestión económica, dada la grave crisis acaecida a partir de la crisis económica de 1973-, el terrorismo etarra y el intento de golpe de Estado del 23-F de 1981. Los primeros gobiernos de la Transición y de la Democracia fueron protagonizados por el partido centrista UCD, capitaneado por Adolfo Suárez –hasta enero de 1981- y por su sucesor en el cargo Leopoldo Calvo Sotelo, quien estaría sólo unos meses, hasta la debacle del partido centrista en las elecciones de octubre de 1982 y el ascenso al poder del PSOE (Felipe González).
Ideario Político de Felipe González
Este texto nos da las claves para analizar el ideario político de Felipe González en tres aspectos esenciales: el respeto a la Ley, la entrada de España en la Comunidad Económica Europea y la cuestión de la OTAN.
- Respeto a la Ley: En primer lugar, González empieza subrayando tajantemente que su gobierno “cumplirá y hará cumplir la ley”. Esta encomiable declaración de intenciones que hace el candidato a presidente está acorde con los principios básicos que sustentan nuestra Constitución ya que nuestro país es considerada en ella como un “Estado de derecho”. Realiza además una clara advertencia ante los que no respeten nuestra Ley de Leyes utilizando términos como “terror”, “chantaje” o “intentos involucionistas”. Obviamente González tenía en mente y estaba haciendo referencia por un lado, a los grupos terroristas –la ETA, el GRAPO, algún grupúsculo de extrema derecha- y a las tendencias golpistas que habían sido felizmente superadas tras el 23-F de 1981. Conviene recordar que, aquel día, mientras se estaba produciendo la investidura como presidente del gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, un teniente general de la guardia civil, Antonio Tejero tomó, pistola en mano, el Congreso de los Diputados–afortunadamente sin causar víctimas-. Lo que pudo haber tenido gravísimas consecuencias en nuestra historia -¿otra dictadura?- finalmente quedó en un mero sainete rocambolesco y la detención de los golpistas. Se ha señalado que la postura del rey Juan Carlos fue vital para detener el golpe, aunque también su actuación ha suscitado numerosos interrogantes. Conviene recordar que, el general Alfonso Armada, uno de los cabecillas del golpe, había sido durante varios años Secretario General de la Casa Real.
- Entrada en la Comunidad Económica Europea: En segundo lugar, pone de relieve el interés que va a tener su futuro gobierno en que España ingrese en la Comunidad Económica Europea superando “con tesón” los obstáculos presentes para conseguir tal fin. Como sabemos, este hecho acaecerá después de años y años de negociaciones, empezadas con poco éxito y tímidamente ya en los años 60 –recordemos el Contubernio de Munich- y continuada por los gobiernos de la UCD con la omnipresente oposición de Francia. La entrada en la CEE será indudablemente uno de los grandes éxitos de la era González.
- Cuestión de la OTAN: Finalmente, aunque no menos importante, alude vagamente a la Alianza Atlántica, esto es, la OTAN. Asegura que mantendrá el “compromiso con el pueblo español”. A este respecto hemos de señalar que durante el gobierno centrista de Calvo Sotelo, España ingresó en la OTAN, organización de carácter defensivo militar que englobaba y engloba a países de la órbita occidental-capitalista. El PSOE no estuvo en absoluto de acuerdo con ese ingreso y en su programa electoral que le llevaría al poder en 1982 aseguró que si ganaba las elecciones España saldría de la OTAN. Sin embargo, una vez en el poder, se realizó un referéndum para que el pueblo español votara la adhesión a la Alianza Atlántica. Curiosamente, el PSOE cambió de opinión, siendo entonces partidario de que España siguiera en la OTAN. Se pasó de “OTAN DE ENTRADA NO” a “de salida tampoco” como apuntó el chascarrillo popular. Este cambio de opinión sería muy criticado.
Hito Histórico y Gobiernos Socialistas
Efectivamente, el discurso de investidura de Felipe González de 1982 supuso un hito en la historia de España. Este joven político de tan sólo 40 años, en la jornada siguiente de la lectura de su discurso, tras siete horas de debate, fue proclamado presidente del gobierno español. Votaron su candidatura afirmativamente la mayoría de la cámara -207- de 345 votos emitidos. Se superaba así con creces, la mayoría absoluta de su investidura, lo cual favorecería la gobernabilidad de España. Por primera vez desde 1936 un gobierno socialista, es decir, de izquierdas, asumía el poder en nuestra historia. Su discurso, lleno de ilusión y esperanza, fue “moderado” pero “radical” como el propio González confesó, pues deseaba con este oximorón poner de manifiesto que trataba de ir a la raíz de las cosas. Fue interpretado por la prensa de la época como una “declaración-marco” (ABC) pero con “ausencia de concreciones”.(El País). El lema con el que había ganado las elecciones había sido “por el cambio” y como señaló su mano derecha y vicepresidente de su primer gobierno Alfonso Guerra, a España no la iba a reconocer “ni la madre que la parió”. Efectivamente, así fue. Durante 14 largos años llevaría a cabo toda una serie de programas reformistas que abarcarían todos los aspectos de la vida de la época, a saber, la educación –LOGSE-, la sanidad, el ejército, la judicatura –“Montesquieu ha muerto” proclamó Guerra; y un largo etcétera. Económicamente, se aplicaron políticas socialdemócratas que propiciaron elevados gastos sociales y un fuerte endeudamiento y déficit. Hubo varias huelgas generales.
Fin de la Era Socialista: Corrupción y Terrorismo de Estado
Finalmente, fueron esenciales en el fin de esta etapa socialista, dos aspectos:
- Corrupción: Los casos generalizados de corrupción, que minaron la credibilidad de este gobierno y que fueron particularmente sonoros: FILESA, Roldán, Guerra, el escándalo de la Expo de Sevilla 1992 etc.
- Terrorismo de Estado: El terrorismo de Estado -los llamados GAL– grupo dedicado al secuestro y asesinato con cargo a los fondos reservados del Ministerio del Interior, para combatir a la sangrienta ETA que por aquellos años llevaba a cabo terribles atentados. Todos estos casos fueron destapados por la prensa, que con razón fue llamada “el cuarto poder”.
Conclusión
En conclusión, este representativo texto es un documento político de gran relevancia, pues señala el inicio de una etapa de España, la del gobierno socialista de Felipe González que se extenderá ininterrumpidamente desde 1982 hasta 1996.