Análisis del Manifiesto Fundacional del PSOE (1879)

El principal objetivo es la abolición de las clases sociales.

El texto es de una fuente primaria, de naturaleza política y social. Es un fragmento del manifiesto fundacional del PSOE, uno de los partidos básicos para entender la historia contemporánea de España. La autoría es colectiva; el texto se redacta en mayo de 1879 en pleno proceso de restauración política de España. Sus principales autores, 25 en total, fueron una serie de tipógrafos y personas relacionadas con la prensa de Madrid, entre los que destacan Pablo Iglesias (líder histórico del socialismo español, fundador de la AIT en España, primer diputado socialista del PSOE en 1907, y fundador del periódico El Socialista).

Destinatario: el pueblo español, pero va dirigido sobre todo a los trabajadores (al proletariado).

ANÁLISIS

La idea principal gira alrededor de la ideología y de los propósitos de quienes están creando y formando el PSOE. Este fragmento se dividiría en dos partes claramente diferenciadas:

Primera Parte

Se limita a una afirmación: el planteamiento del que parte es que la sociedad es injusta y justifica esa afirmación desde dos puntos de vista:

  1. Divide a la población en dos grandes grupos diferenciados y enfrentados por motivos económicos: uno por ser dueño de los instrumentos de producción y otro por solo tener su fuerza de trabajo, lo que provoca la esclavitud social.
  2. La misma clase dominante utiliza en su propio beneficio el poder político para mantener la dominación sobre la clase proletaria: la burguesía y el proletariado.

Segunda Parte

Nos describe el ideal socialista y con qué medios creen poder conseguir dicho ideal. El ideal es emancipar a los trabajadores de la esclavitud y llegar a la sociedad sin clases. Para llegar a ese ideal se plantean dos medios:

  1. Conquistando el poder político.
  2. Acabando con la propiedad privada y estableciendo una propiedad colectiva.

Partimos de un planteamiento: la sociedad es injusta, por lo que se divide a las personas en clases diferenciadas, muy distintas por la realidad económica, que crea una sociedad dominante que manda sobre la esclavizada. Por lo que se crea el Partido Socialista, que quiere acabar con la propiedad privada, con la sociedad económica, estableciendo un sistema en el que también tenga participación el proletariado, con lo que se quiere llegar a una sociedad sin clases, en la que no haya ni dominantes ni dominados, donde todos sean libres e iguales.

CONTEXTO HISTÓRICO

Para comprender mejor el texto, conviene situarlo en su contexto histórico, que es el origen y desarrollo de los movimientos obreros. El movimiento obrero español tiene sus orígenes en la segunda parte del reinado de Isabel II, aunque no empieza a tener cierta importancia hasta el Sexenio Democrático.

En los últimos años del reinado de Isabel II volvieron las movilizaciones de la clase obrera, abiertamente politizadas. Los dirigentes participaron en sucesivas conspiraciones que se organizaron contra el régimen de Isabel II. La actuación de los obreros sería decisiva en la revolución que en 1868 puso fin al reinado.

Esta revolución despertó las esperanzas de obreros y campesinos. Una serie de sucesos provocaron la separación del movimiento obrero respecto de los partidos demócrata y republicano, y la rápida implantación en España de la Primera Internacional.

COMENTARIO

El movimiento obrero español tiene sus orígenes en el reinado de Isabel II, que coincide en España con el paso de una sociedad feudal a una sociedad de clases y de un sistema agrario y señorial a un sistema capitalista. Quien tiene propiedad, pertenece a la clase dirigente; quien no, es un trabajador y queda relegado en la escala social.

Los cambios legales se encaminan a reforzar la plena propiedad privada. En torno a ella se agruparán la alta burguesía y la vieja aristocracia, para formar una clase capitalista moderna.

A partir de mediados de siglo, se produce un crecimiento económico, el cual es paralelo al inicio del desarrollo del movimiento obrero, pero el crecimiento económico no se verá acompañado por un progreso social equivalente. A lo largo del siglo, se acentúan las diferencias sociales y la sociedad española se hace más clasista, con una oligarquía que incrementa cada vez más su riqueza y unas clases populares campesinas y urbanas que ven acentuarse la miseria y la injusticia.

Esa discriminación explica la toma de conciencia de los trabajadores y el surgimiento y expansión del movimiento obrero.

El movimiento obrero en España se desarrolla en los últimos años del reinado de Isabel II.

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