Argentina 1955-1962: Revolución Libertadora, Proscripción Peronista y Gobierno de Frondizi

Contexto: El Golpe de Estado de 1955 en Argentina

Entre 1953 y 1955, se complejiza el enfrentamiento social en Argentina. Los sectores peronistas y antiperonistas se radicalizan. Ya en 1951 se había abierto la opción de un golpe de Estado. Durante esos años, la situación económica cambió: la economía dejó de ser expansiva y se volvió contractiva para hacer frente a la crisis económica, generando malestar en el sector agrícola-ganadero. En 1953, el gobierno disolvió la Unión Industrial Argentina (UIA) y exigió a los empresarios reunirse en la Confederación General Económica (CGE), causando malestar entre los grandes industriales. En 1954, hubo una ola de huelgas que reflejaba el malestar del sector trabajador.

A lo largo de estos años, la Iglesia Católica comenzó a oponerse al peronismo. Aunque el gobierno mantenía valores católicos, surgieron tensiones debido a:

  • La legalización del divorcio.
  • La decisión de no perseguir la prostitución.
  • El desplazamiento de la beneficencia de la Iglesia por la Fundación Eva Perón.
  • La mitificación y cuasi santificación de Eva Perón después de su muerte, vista como una adoración pagana.
  • La eliminación de la educación religiosa obligatoria en 1955.

La oposición comenzó a apropiarse de la religión católica como bandera. Además, Perón llamó a sus seguidores a armarse.

El Hecho: Bombardeo y Golpe

Los opositores limaron sus asperezas para “luchar contra las fuerzas peronistas”. Se formó una alianza antiperonista llamada Movimiento Revolucionario, integrada por:

  • La Iglesia Católica.
  • La ex UIA.
  • Estudiantes y universitarios.
  • Gran parte de las Fuerzas Armadas (FFAA).
  • Los partidos políticos (UCR, PS, Partido Comunista, liberales).
  • La Bolsa de Comercio.

En junio de 1955, bombardearon la Plaza de Mayo en pleno día con la intención de matar a Perón. No tuvieron éxito: los muertos y heridos resultaron ser en su mayoría civiles; ni Perón ni ninguno de sus ministros o simpatizantes cercanos fueron alcanzados. La respuesta de los peronistas fue quemar iglesias, incluyendo la Catedral Metropolitana, y el Jockey Club (lugar predilecto de los sectores liberales y conservadores).

El 16 de septiembre de 1955 se efectuó finalmente el golpe de Estado.

Se autoproclamaron la “Revolución Libertadora”, argumentando que su objetivo era liberar a la sociedad y poner fin a la “tiranía peronista”. Se consideraban los verdaderos representantes de la democracia y la libertad. El golpe fue llevado a cabo por las FFAA, destacándose los generales Eduardo Lonardi (Ejército, inicialmente), Isaac Rojas (Marina) y Pedro Eugenio Aramburu (Ejército). Fue apoyado por la Iglesia, los partidos políticos opositores, los sectores industriales (especialmente los grandes capitalistas), la clase media y la burguesía agraria.

Presidencia de Eduardo Lonardi (septiembre-noviembre 1955)

Vicepresidente: Isaac Rojas

Lonardi diferenciaba entre Perón y el movimiento peronista. Como nacionalista católico, interpretaba que el peronismo tenía aspectos saludables que reivindicaban el catolicismo y el nacionalismo. Por eso, creía que con el líder fuera de la escena política, gran parte del problema ya estaba resuelto: el poder discrecional de Perón había sido limitado. Por estas razones, tuvo un discurso más conciliador con el movimiento y, con el lema “ni vencedores ni vencidos”, trató de captar al movimiento obrero. Para evitar la conmoción social, no intervino la CGT inicialmente y nombró como ministro de Trabajo a Luis B. Cerruti Costa, abogado vinculado a la Unión Obrera Metalúrgica.

No obstante, esta posición frente al peronismo generó una fuerte oposición, con epicentro en la Marina (liderada por Rojas). Esta ala más antiperonista exigía un desmantelamiento total del aparato peronista y la abolición de la legislación justicialista. Como los sectores con más poder y otros jefes golpistas no estaban de acuerdo con la postura de Lonardi, este fue desplazado en noviembre de 1955 por Aramburu, mientras Rojas mantuvo la vicepresidencia.

Presidencia de Pedro Eugenio Aramburu (1955-1958)

Vicepresidente: Isaac Rojas

Desperonización

Con un paralelismo explícito con la desnazificación de Alemania en Europa, las FFAA se fijaron el objetivo de “desperonizar” la sociedad. Su idea era que su gobierno fuera provisional, administrando el país hasta que se dieran las condiciones para que asumiera un gobierno libremente elegido, es decir, cuando la sociedad estuviera plenamente “desperonizada”.

Se tomaron varias medidas:

  • Se emitió el Decreto Ley 4161 (05/03/1956) que establecía la prohibición de elementos de afirmación de la ideología peronista o que fueran considerados propaganda de la misma (símbolos, íconos, fechas significativas, terminología, discursos partidarios, composiciones musicales, los nombres de Perón y Eva Perón, etc.).
  • Mediante el Decreto Ley 3855/55 se proscribió al Partido Peronista, excluyendo así a un sector mayoritario de la sociedad de la vida política.
  • Se intervino la CGT.
  • Se derogó la Constitución de 1949 y se restableció la de 1853 (con las reformas de 1860, 1866 y 1898).

La Resistencia Peronista

Durante los primeros años post-golpe, se formaron los comandos de la resistencia peronista, que actuaban contra la proscripción y a favor de la participación política y la vuelta de Perón. Sus acciones incluían:

  • Actos relámpago en las calles.
  • Sabotajes.
  • Pintadas.
  • Huelgas.

Posteriormente, el movimiento buscó reorganizarse para disputarle la situación a las FFAA. La planificación fue conducida en gran medida por John William Cooke, delegado personal de Perón en Argentina. Cooke creía que el peronismo tenía la potencia de ser un movimiento de liberación nacional y social, y que debía dirigir una revolución social en Argentina. Consideraba que el movimiento debía reorganizarse para resurgir y tomar el poder. Criticó, entonces, a la burocracia sindical e intentó llevar a cabo una organización revolucionaria eficiente. A partir de su viaje a Cuba en 1960, fue partidario de que se profundizara el foquismo, es decir, la estrategia de convocar a las masas a armarse para luchar contra las clases dominantes y el imperialismo a través de focos guerrilleros.

Relaciones con los Empresarios

La UIA necesitaba y exigía del gobierno que controlara los efectos considerados negativos del peronismo: la alta tasa de afiliación a los sindicatos y su capacidad de acción colectiva. Amenazó incluso con desinvertir cuando el Estado avanzaba en negociaciones con los sindicatos.

Los capitalistas, por su parte, estaban interesados en profundizar el proceso de sustitución de importaciones, orientándolo hacia la producción de bienes de capital y el desarrollo de nuevas ramas de la industria.

Relaciones con los Trabajadores

En 1955, la CGT fue intervenida por las FFAA. Se formó un núcleo clandestino, la CGT Auténtica, que contaba con el apoyo de Perón. Paralelamente, la segunda línea sindical peronista comenzó a recuperar los sindicatos industriales, mientras que la izquierda ganó influencia en gremios como los de la madera, la prensa y la construcción. Se produjo una unión táctica de peronistas y comunistas en la Comisión Intersindical para preparar la normalización de la CGT y coordinar la lucha gremial.

En 1957, se intentó la normalización de la CGT. Sin embargo, las diferencias ideológicas con respecto al régimen dividieron al movimiento:

32 Sindicatos Democráticos62 Organizaciones
  • Considerados oficialistas o dialoguistas.
  • Dispuestos a negociar con gobiernos no peronistas.
  • Mayoría peronista.
  • No dispuestos a ceder respecto al regreso de la actividad política del peronismo ni a la vuelta de Perón a la Argentina.

Los militares orquestaron la normalización para que el control de la CGT quedara en manos de los 32 Sindicatos Democráticos, especialmente al ver que la mayoría de los delegados respondían al peronismo (las 62 Organizaciones).

Las 62 Organizaciones también sufrieron divisiones internas:

  • Sindicalistas duros: Representaban a la segunda línea sindical peronista, responsables de las comisiones internas y triunfadores en la normalización de los gremios industriales. Ej: Andrés Framini, José Ignacio Rucci (posteriormente), Augusto Vandor (con matices).
  • Sindicalistas blandos (o participacionistas): Abiertos a negociar con gobiernos no peronistas y a desarrollar acciones políticas por fuera de las directivas estrictas de Perón. Ej: Eleuterio Cardozo.
  • Sindicalistas combativos: Organizados desde Córdoba (Congreso de La Falda), incluían peronistas de izquierda y comunistas (con base teórica marxista).

Proceso de Regreso a la Democracia (Condicionada)

En un contexto de crisis económica y creciente presión social, el gobierno militar llamó a elecciones para una Convención Constituyente en 1957. Los objetivos eran:

  • Legalizar la derogación de la Constitución de 1949 (peronista) y el restablecimiento de la de 1853.
  • Medir el apoyo a cada partido político y la adhesión real del peronismo proscripto.

El resultado mostró una mayoría de votos en blanco (siguiendo la directiva de Perón de no votar a ningún candidato). Con el retiro de los representantes de la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente), la reforma constitucional (que incluyó el artículo 14 bis sobre derechos sociales) se aprobó con el quórum estrictamente necesario y tuvo muy poca legitimidad. Esta reforma constitucional reincorporó algunos derechos sociales ganados durante el peronismo que el decreto derogatorio de la Constitución del 49 había eliminado, pero eliminó totalmente la posibilidad de reelección presidencial.

La amplia mayoría de votos en blanco demostró la persistente fuerza electoral del peronismo.

Bajo la proscripción del peronismo, la democracia se encontraba debilitada, ya que la mayor parte de la población no se sentía representada políticamente. Esto les daba a los partidos políticos no proscriptos la oportunidad de ganar las elecciones si conseguían atraer a los votantes peronistas excluidos. Sin embargo, las reglas del juego las ponían las FFAA, quienes no permitirían que el peronismo se “legalizara” de nuevo. Por lo tanto, los partidos políticos tenían que prometer a la base electoral peronista algo que sabían que plausiblemente no podrían cumplir (su legalización). Ganar las elecciones significaba meterse en un “Juego Imposible”: enfrentar presiones parlamentarias por parte de los votantes propios para seguir el programa político prometido, y presiones extraparlamentarias por parte de los peronistas exigiendo el cumplimiento de las promesas, y por parte de las FFAA vigilando de cerca que no hubiera un intento de legalizar la actividad política peronista.

El Pacto Perón-Frondizi (Cooke-Frigerio)

Se sospecha (y hoy se da por hecho) que John William Cooke y Rogelio Frigerio, representantes de Perón y Arturo Frondizi (líder de la UCRI) respectivamente, se encontraron para negociar un acuerdo. Este pacto secreto establecía:

  • El compromiso de Perón de llamar clandestinamente a sus simpatizantes a votar por la UCRI en las elecciones presidenciales de 1958, en lugar de votar en blanco.
  • El compromiso de Frondizi, en caso de ganar, de ir legalizando gradualmente al peronismo: terminar con la represión, restaurar la actividad normal de la CGT, los sindicatos y la CGE, permitirle al partido participar en futuras elecciones y, eventualmente, facilitar la vuelta de Perón a la Argentina.

Resultados de las Elecciones de 1958

La fórmula Frondizi-Gómez de la UCRI venció con aproximadamente el 49% de los votos. La UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo, el otro sector radical) consiguió cerca del 29%, y los votos en blanco, aunque disminuyeron respecto a 1957, alcanzaron un significativo 8,5%.

Gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962)

A Frondizi le tocó enfrentar el “Juego Imposible”: en el contexto de la Guerra Fría, debía rendir cuentas con los peronistas y las FFAA, y al mismo tiempo intentar llevar a cabo su propio proyecto político desarrollista.

Primeras Medidas

  • Se otorgó un aumento general del 60% de los salarios para afrontar la inflación y calmar al sector obrero.
  • Se aprobó una Ley de Amnistía por el Congreso, que legalizaba el uso de símbolos y elementos peronistas y permitía la realización de actos, aunque no se legalizó el partido ni se permitió el regreso de Perón.

Política Económica

Plan Desarrollista

Impulsado por Rogelio Frigerio, secretario de Relaciones Económicas y Sociales. Se basaba en impulsar el desarrollo de la industria pesada (petroquímica, metalúrgica, siderúrgica) principalmente con inversiones extranjeras. El propósito era modernizar el campo para aumentar las exportaciones y equilibrar la balanza comercial. A su vez, la modernización del sector agropecuario conllevaría un aumento de la demanda de maquinarias y herramientas que ahora se producirían en el país. El plan consiguió un aumento significativo de la inversión extranjera y de la producción de petróleo refinado, automóviles y acero, pero no logró equilibrar la balanza comercial y la inflación se disparó.

Plan de Estabilización (1959)

Ante la crisis económica, Frigerio fue desplazado temporalmente y asumió como ministro de Economía Álvaro Alsogaray, un economista liberal ortodoxo. Su plan se basaba en frenar drásticamente la inflación. Para ello, facilitó los despidos y promovió la reducción de los ingresos reales de los trabajadores (al contraer la economía, generó desempleo), lo cual agudizó el conflicto social.

Petróleo

Frondizi pasó de criticar duramente a Perón en 1954 por intentar firmar contratos con empresas extranjeras para la explotación de hidrocarburos (acusándolo de»vender la soberanía sobre el petróle») a firmar él mismo acuerdos similares con petroleras norteamericanas en 1958. Si bien estos acuerdos permitieron alcanzar el autoabastecimiento petrolífero, el radical cambio de posición generó una gran pérdida de credibilidad. Se le criticó que el otorgamiento del derecho a explotar el hidrocarburo bajo esas condiciones resultaba oneroso para el país. Asimismo, se cuestionó al presidente por haberle negado la participación al Congreso en una decisión que implicaba la integridad del patrimonio nacional.

Ley 14.780 – de Inversiones Extranjeras Directas (IED) (1958)

El objetivo era fomentar el desarrollo con capitales extranjeros. Establecía:

  • Igualdad de derechos jurídicos y comerciales para empresas extranjeras y nacionales.
  • La inversión podía destinarse a la instalación de nuevas plantas o la ampliación de existentes.
  • Se podía incorporar capital en divisas, maquinaria, materia prima o insumos, o productos semielaborados.
  • Tipo de cambio libre, el vigente en el mercado al momento de la inversión.
  • Posibilidad de girar dividendos fuera del país (ej: a la casa matriz).
  • Repatriación de capitales sin limitaciones, más que las preestablecidas al momento de autorizar la inversión.
  • Trato preferencial (ej: prioridad para autorizar la inversión, franquicias impositivas y/o aduaneras) a aquellas empresas que requirieran insumos o materias primas de producción nacional o que promovieran el mercado regional.

Relaciones con los Empresarios

Frente a la gran apertura a los capitales extranjeros, los capitalistas locales se agruparon según sus intereses:

ACIEL (Acción Coordinadora de las Instituciones Empresariales Libres)

Agrupaba a la UIA, la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), entre otras.

  • Proponían desregular la economía.
  • Priorizaban el libre juego de la oferta y la demanda (liberales).
  • Buscaban evitar negociaciones directas con el sector sindical.
  • Favorecían la apertura a inversiones multinacionales (capitales, tecnología y management).
  • Apoyaban la política de Alsogaray.

CGE (Confederación General Económica)

Representaba principalmente a pequeñas y medianas empresas de capital nacional.

  • Defendían la regulación estatal.
  • Proponían negociaciones guiadas por el Estado entre las corporaciones nacionales (pequeñas y medianas) y las empresas extranjeras.
  • Buscaban estrategias socioeconómicas consensuadas con el Estado y los sindicatos (proponían un Consejo Económico y Social donde se sentaran a discutir los sectores del trabajo y del capital).
  • Querían reducir lo más posible las inversiones extranjeras en áreas consideradas estratégicas.
  • Se oponían a la política de Alsogaray.

Relaciones con los Trabajadores

El Plan de Estabilización y otras medidas económicas (como los contratos petroleros), junto con la no legalización plena del partido peronista y las intervenciones esporádicas a la CGT, provocaron la reacción del sector obrero. Se multiplicaron las huelgas, sabotajes y medidas de agitación social. Esta imagen de gobierno sin control social no dejaba bien parado a Frondizi frente a las FFAA.

En respuesta a la conflictividad, el gobierno implementó el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) en 1959. Este plan implicaba una fuerte represión:

  • Militarización de zonas industriales (ej: La Plata).
  • Autorización de allanamientos y detenciones sin orden judicial.
  • Intervención de algunos gremios combativos.
  • Aplicación de la justicia militar a civiles acusados de sabotaje o terrorismo.

Resultado: más huelgas y mayor descontento peronista. Un ejemplo notable fue la huelga de los bancarios, un sector tradicionalmente considerado de»cuello blanc» que adoptó conductas de lucha más ligadas a los sindicatos industriales peronistas.

Relaciones Internacionales

Frondizi trató de sacar el mayor provecho de la situación de la Guerra Fría para generar acuerdos y mantener una política exterior independiente, aunque esto le generó tensiones con los militares.

  • 1959 – Alianza para el Progreso: Argentina participó activamente en este programa de créditos blandos impulsado por EEUU para los países de América Latina, con el objetivo de mantener a la región bajo su órbita y luchar contra la influencia comunista.
  • 1959 – Visita de Fidel Castro: Recibió al líder cubano poco después del triunfo de la Revolución.
  • 1961 – Reunión secreta con Ernesto»Ch» Guevara: Se reunió en secreto con el ministro de Industria cubano en Punta del Este (Uruguay), buscando mediar para evitar la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante su declaración como país socialista. Argentina finalmente se abstuvo en la votación de la OEA que suspendió a Cuba.

Las relaciones con Cuba preocuparon enormemente a las FFAA, que ya estaban descontentas con las consideradas ineficientes formas de Frondizi para tratar la situación social y la»amenaza peronist».

El Golpe de Estado de 1962

Contexto: Elecciones a gobernadores en varias provincias en marzo de 1962. Frondizi había permitido que candidatos peronistas participaran bajo el nombre de otros partidos (neoperonistas o sindicales). El presidente estaba optimista de que la UCRI ganaría los primeros puestos, basándose en resultados de elecciones provinciales anteriores. Las FFAA estaban particularmente interesadas en los resultados de las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, por el significativo caudal de votos que representaba y el elevado porcentaje de obreros industriales que allí habitaban.

Secuencia del Golpe:

  1. Andrés Framini, candidato peronista (Unión Popular), ganó las elecciones a gobernador en la Provincia de Buenos Aires. El peronismo también triunfó en otras provincias importantes.
  2. Las FFAA presionaron inmediatamente al gobierno. Frondizi cedió y anuló las elecciones, interviniendo las provincias donde el “peronismo” había triunfado.
  3. Frondizi intentó una salida política llamando a los partidos de la oposición a formar un gabinete de unión nacional, pero estos rechazaron la invitación. Tampoco recibió un apoyo decidido de la CGT.
  4. Frondizi intentó remediar el debilitamiento extremo de su imagen frente a las FFAA llamando a un nuevo gabinete con hombres cercanos a los militares y le solicitó a Aramburu que mediara en la crisis.
  5. Aramburu terminó por anunciar públicamente que el presidente había renunciado, pero que eso no significaba que no se garantizara la continuidad institucional (sugiriendo una salida controlada por los militares).
  6. Frondizi desmintió enfáticamente haber renunciado: “No renunciaré, no me suicidaré ni me iré del país”.
  7. Las FFAA respondieron deponiendo formalmente al presidente el 29 de marzo de 1962.
  8. Ante el vacío de poder (el vicepresidente Gómez había renunciado en 1958 y no había sido reemplazado), y gracias a una maniobra legal apoyada por la Corte Suprema, asumió el presidente provisional del Senado, José María Guido, un hombre de la UCRI pero aceptado por los militares para mantener una fachada de institucionalidad.

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