Transición Política y Presidencia de Illia (1962-1966)
Después de la caída de Frondizi, asume José María Guido (quien, aunque civil, gobernó bajo tutela militar) por unos meses y le pasa el mandato a Arturo Illia. Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) estaban divididas en dos tendencias: los Antiperonistas (Colorados) y los que aceptaban al peronismo como movimiento y consideraban que debía tener un lugar en la política argentina (Azules). Esto demuestra que el peronismo era el eje de la política argentina.
Proyecto Económico de Illia
El gobierno de Illia se caracterizó por una mayor intervención del Estado en la regulación de la economía, alejándose de las políticas de libre mercado:
- Se sancionó una ley que facultaba por un año al Poder Ejecutivo a fijar precios mínimos y máximos, y márgenes de ganancias.
- Se creó el Consejo Nacional de Abastecimientos.
- El Congreso sancionó el régimen de salario mínimo, vital y móvil.
Estas medidas formaban parte de una serie de acciones tomadas para la reactivación de la producción del campo y del sector industrial, que no estaban dando los resultados esperados. Como consecuencia, aumentaban los conflictos sociales entre sindicatos y gobierno. Los empresarios, temiendo por el normal funcionamiento del capitalismo, dejaron de preocuparse por las ganancias a largo plazo, buscando obtener mayores beneficios a corto plazo. Esto incrementó la desocupación en el sector industrial y agudizó todavía más los conflictos sociales y políticos.
Organismos Empresariales Enfrentados
Existían dos organismos empresariales opuestos:
- CGE (Confederación General Económica): Creada durante el gobierno de Perón, era una corporación que nucleaba principalmente a empresarios nacionales, en contraposición a la UIA.
- ACIEL (Acción Coordinadora de las Instituciones Empresarias Libres): Agrupación que defendía el libre mercado.
Agudización del Conflicto Social y Plan de Lucha de la CGT
El enfrentamiento entre los sindicatos y el gobierno agudizó los conflictos sociales.
En 1964, la CGT (Confederación General del Trabajo) aprobó un Plan de Lucha. Este fue producto de un pedido al gobierno para que tomara las medidas económicas reclamadas por la central obrera, con el fin de solucionar los problemas más urgentes de los trabajadores. Existieron campañas periodísticas en contra del Plan de Lucha.
Etapas del Plan de Lucha:
- Primera etapa: Campaña de difusión, organización y agitación.
- Segunda etapa: Efectivización de acciones de lucha directa y ocupación de los centros de producción. Los trabajadores tomaron pacíficamente más de 11.000 establecimientos.
Todo esto debilitó la autoridad del gobierno, que sólo se limitó a pedir que imperara el orden. Los universitarios se sumaron a la agitación. Los empresarios recurrieron a la curia metropolitana (la Iglesia), que salió en defensa del “derecho romano a la propiedad privada”. Frente a la ausencia de acciones contundentes por parte del gobierno, se instaló la idea de vacío de poder, entendida por muchos como inoperancia que profundizaba los enfrentamientos. Se profundizaba el déficit en la balanza de pagos; el gobierno establecía control de las tarifas públicas, mientras el pueblo se levantaba, lo que obligó a aumentar las tarifas del transporte. Los atentados se volvían cada vez más frecuentes.
Hacia el Golpe de Estado
En 1965, la elección de gobernadores agudizó los enfrentamientos políticos entre los partidos y entre los civiles y los militares.
Resumiendo: Illia tomó medidas económicas interventoras frente al cuello de botella económico de 1963. El Estado se hizo cargo de algunas cuestiones de la economía, aunque sin resultados visibles debido a la crítica situación social. Por eso, durante su gobierno se desarrolló un movimiento muy fuerte de la clase obrera y del pueblo en general.
A pesar de cierto avance económico, la percepción general de la sociedad era que la economía funcionaba mal. Se multiplicaron las huelgas y los sabotajes, y comenzaron a generalizarse rumores sobre conspiraciones militares para derrocar al gobierno de Illia.
En 1966 se produce el golpe militar conocido como Revolución Argentina.
La Revolución Argentina: Una Nueva Dictadura (1966-1973)
El Golpe de Estado de 1966
Las FF. AA. toman el poder mediante un golpe de Estado y derrocan a Illia. Se impone como presidente de facto a Juan Carlos Onganía.
Características del Golpe:
- Unidad de las Fuerzas Armadas: Se unen las tres fuerzas (Marina, Aeronáutica y Ejército). Estaban totalmente de acuerdo en ejecutar el golpe de Estado. Consideraban necesario imponer un nuevo orden económico en Argentina.
- Intenciones: Cambiar la matriz y la estructura del orden existente. Terminar con la intervención del Estado en la economía. Querían crear un orden económico basado en los principios liberales, donde el Estado se desentendiera del gasto social.
- Objetivo Principal: Organizar económicamente al país. Esta «Revolución Argentina» daría prioridad al orden económico por sobre el orden social y político.
El Problema de la Inflación y el Diagnóstico Militar
Un problema central que preocupaba a la burguesía (en todos sus sectores) era la inflación, que venía desde la época de Perón. Inicialmente, se planteaba que el problema era la circulación excesiva de dinero. Sin embargo, los intentos de congelar precios para disminuir la inflación habían fracasado. El problema estructural residía en que muchos insumos para la industria eran importados; la industria argentina no era autosuficiente. Se necesitaba desarrollar sectores de la economía para dejar de depender de insumos extranjeros y lograr el autoabastecimiento. Para esto, la dictadura planteó la necesidad de atraer capitales extranjeros.
¿Quién era el culpable según la dictadura? La «Revolución Argentina» señalaría como culpables de que la economía argentina hubiera entrado en este ciclo de inflación a quienes crearon el sistema de intervención estatal (principalmente, el peronismo). Sostenían que el mercado debía regularse por sí mismo.
Un Golpe con Pretensiones Fundacionales
A diferencia de golpes anteriores, las Fuerzas Armadas no plantearon este golpe como transitorio hasta reorganizar el Estado. Tenía un objetivo fundacional y de largo plazo.
Se culpaba a la política y al sistema de partidos por el desorden económico del país. Las FF. AA. criticaban duramente el funcionamiento del sistema político y planteaban una sociedad organizada en corporaciones. Curiosamente, muchos partidos políticos (especialmente los antiperonistas) compartían parte de esta crítica, generada por la gran disputa interna del sistema político, sobre todo tras el surgimiento del peronismo, que había significado la intervención del Estado en materia económica y social.
Los Tecnócratas y el Estado Burocrático Autoritario
El nuevo orden económico se desarrollaría a través de políticas elaboradas por tecnócratas: profesionales técnicos que trabajarían para el Estado. Eran funcionarios con formación técnica y profesional encargados de elaborar planes y proyectos para el gobierno, considerados (en teoría) apolíticos y no militares, aunque vinculados a los intereses de la burguesía transnacional y a organismos internacionales.
(Burocracia: Empleados del Estado)
El régimen instaurado se conoce como Estado Burocrático Autoritario, caracterizado por una fuerte presencia de tecnócratas en la toma de decisiones.
Plan de Estabilización Económica (Plan Krieger Vasena)
Se implementó un plan con las siguientes características principales:
- Congelamiento de precios, tarifas públicas y salarios.
- Fuerte devaluación del peso (una moneda más débil se aleja del valor del dólar).
- Establecimiento de retenciones a las exportaciones de bienes primarios (un porcentaje de las ganancias por exportación de materia prima quedaba para el Estado, destinado a cubrir deudas, financiar obras, etc.).
- Apertura a los capitales extranjeros.
El autoritarismo político no se consideraba contradictorio con el liberalismo económico.
Ideales y Consecuencias del Plan
Los ideales eran modernizar la economía y volverla competitiva, aumentando la productividad y reduciendo las «cargas sociales» (costos laborales asociados a los derechos del trabajador).
El aumento de la productividad benefició principalmente a la burguesía con mayor tecnología e inversión de capital extranjero, perjudicando a los productores nacionales. Inicialmente, este plan económico pareció viable y logró cierta estabilización. Sin embargo, pronto algunos sectores comenzaron a verse perjudicados, especialmente los trabajadores (por el autoritarismo, el congelamiento de salarios y la suspensión de las negociaciones colectivas).
Del Tiempo Económico al Tiempo Social (1969)
En 1969, Onganía planteó que había terminado el «tiempo económico» y que era necesario concentrarse en el «tiempo social», es decir, tomar medidas para mejorar la situación general de la población. Esto implicó el restablecimiento parcial de los convenios colectivos de trabajo y un aumento de salarios, aunque tanto la CGT de los Argentinos como la CGT Azopardo (vandorista) se opusieron por considerar el aumento muy bajo.
División de la CGT
- CGT Azopardo: Representaba al sindicalismo más tradicional, proveniente de la época del peronismo, liderado por Augusto Vandor.
- CGT de los Argentinos: Surgida en 1968, representaba a nuevos sectores de trabajadores (a menudo de industrias más modernas) y se oponía a la burocracia sindical tradicional y a la dictadura. Liderada por Raimundo Ongaro.
Balance del Plan y Contexto Autoritario
El plan económico funcionó a corto plazo, estabilizando la crisis y la inflación. Sin embargo, esta estabilidad económica se desarrolló en un contexto de fuerte autoritarismo político y se logró a costa de los trabajadores, reduciendo el costo de la mano de obra y las cargas sociales. Fue una dictadura con un enfoque desarrollista, pero profundamente represiva.
A pesar de la aparente estabilidad económica, la resistencia social hacia la dictadura creció, desatándose en 1969 la mayor conflictividad social que había experimentado el país hasta entonces. La estabilización benefició a ciertos «sectores medios» a través de créditos e infraestructura financiados en parte por las retenciones al campo, pero el autoritarismo generó un amplio rechazo.
Represión y Censura
El régimen autoritario se manifestó en:
- Prohibición total de los partidos políticos.
- Represión en las universidades (culminando en la «Noche de los Bastones Largos» en 1966).
- Clausura y censura de medios de comunicación.
- Censura de prácticas y manifestaciones artísticas.
- Censura en cuestiones morales y éticas (control de costumbres).
Estas medidas implicaron encarcelamientos, represión, asesinatos y tortura.
La Resistencia Social y la Radicalización (1969)
La falta de canales de expresión política llevó a la reorganización y radicalización de diversos sectores:
Sindicalismo
La división de la CGT reflejaba diferentes estrategias frente a la dictadura y modelos sindicales (burocrático vs. clasista/basista).
Iglesia
Sectores de la Iglesia, influenciados por la Teología de la Liberación, comenzaron a ejercer una «política social» crítica. Aparece la corriente tercermundista (Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo).
Partidos Políticos y la Nueva Izquierda
Ante la proscripción, los partidos buscaron nuevas formas de acción. Surge una «Nueva Izquierda» que critica la capacidad de los partidos tradicionales para imponer un proyecto de país.
Dentro de esta nueva izquierda había sectores que optaban por la lucha armada y otros que no. Se dividía principalmente en:
- Izquierda Peronista: Con grupos como Montoneros.
- Izquierda Marxista/No Peronista: Con grupos como el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), que en 1970 crearía el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo).
El objetivo común era un «cambio social» profundo, planteando un nuevo proyecto de país sustentado en ideas socialistas/revolucionarias. El peronismo, como movimiento, mostró una enorme amplitud ideológica.
La lucha armada fue adoptada como estrategia por varias organizaciones guerrilleras con funcionamiento paramilitar, creyendo que permitiría el cambio social necesario. Esto marcó el inicio de una escalada de violencia sin precedentes en el país.
Clase Media
Privada de sus canales de expresión política tradicionales y afectada por la represión (especialmente en las universidades), una parte significativa de la clase media, sobre todo la juventud, cambió su visión respecto del peronismo. Algunos incluso se unieron a Montoneros. La rigidez de la dictadura de Onganía llevó a asociar a Perón (en el exilio) con la justicia social y una alternativa al autoritarismo.
La Explosión Social: Cordobazo y Rosariazo (1969)
El descontento acumulado estalló en 1969 con grandes puebladas:
El Cordobazo
En Córdoba, donde se habían implantado las nuevas industrias del desarrollismo (ej. automotrices), surgió un nuevo tipo de sindicalismo (clasista y basista), con funcionamiento más horizontal y contrario a la burocracia sindical tradicional. Estas condiciones, sumadas a una fuerte presencia estudiantil, hicieron posible el Cordobazo.
El movimiento se desató en mayo de 1969. Si bien el salario de los trabajadores industriales en Córdoba era relativamente alto, su mayor organización e ideas radicalizadas los llevaban a exigir más. El Cordobazo se caracterizó por la unión masiva entre obreros y estudiantes en las calles, enfrentando a las fuerzas de seguridad y tomando control de parte de la ciudad por horas. Marcó un punto de inflexión, debilitando a la dictadura y mostrando la fuerza de la movilización popular.
El Rosariazo
Fue un movimiento similar que se desató en Rosario en dos momentos (mayo y septiembre de 1969). El segundo Rosariazo (septiembre) se originó por un conflicto con la Unión Ferroviaria Rosarina (UFR) tras los paros de mayo. Se desencadenó cuando un delegado se negó a firmar un apercibimiento por los paros y la empresa lo sancionó.
El 16 y 17 de septiembre, la ciudad se sacudió: el gremio ferroviario declaró huelga por tiempo indeterminado, y los estudiantes realizaron actos y movilizaciones recordando a Santiago Pampillón (estudiante asesinado por la policía en 1966). Ante las amenazas de represión del gobierno, el gremio llamó a estudiantes, obreros y a toda la población a acatar el paro y la movilización. La comunidad respondió de forma contundente, con enfrentamientos y barricadas, similar al Cordobazo.