Ascenso de Inglaterra y la Primera Revolución Industrial: Factores Clave y Consecuencias

Primera Revolución Industrial: El Ascenso de Inglaterra

Hubo ciertas características que otorgaron a Inglaterra una posición distintiva. Aunque Europa tenía una ligera ventaja en el PIB, los niveles de vida en regiones como China y Japón eran comparables o incluso superiores. Los historiadores Pomeranz y Marks señalan dos factores clave que explican el ascenso de Inglaterra: la **economía atlántica a nivel global** y los abundantes **recursos de carbón mineral a nivel local**.

En resumen, la **economía orgánica** se basa en fuentes de energía naturales y renovables como la biomasa, el viento y el agua, utilizadas para la producción y el transporte. Asia lideraba en esta producción gracias a su excedente agrícola, que permitía la producción de seda y algodón. En contraste, Europa enfrentaba limitaciones en su agricultura debido a rendimientos decrecientes por la explotación excesiva de la tierra. Aunque otros pueblos podrían haber resuelto estos problemas de manera similar a Europa, la falta de acceso a recursos como el carbón mineral limitaba sus capacidades. Como resultado, se da un agotamiento de la base energética. La hegemonía británica sobre el comercio con Asia se consolidó en el siglo XVIII, aunque Asia ya era conocida por ser la región del mundo con la red comercial más densa. Durante este período, Europa pagaba por productos manufacturados asiáticos como tejidos de seda y algodón. Gran Bretaña emergió como la principal potencia en esta región en el siglo XVIII, gracias al desarrollo de herramientas comerciales innovadoras y al fortalecimiento de instituciones financieras clave.

La **Compañía Británica de las Indias Orientales**, establecida en 1600, fue un ejemplo destacado de este modelo comercial. Además, se implementó un proteccionismo riguroso para promover las manufacturas locales, especialmente en áreas rurales, lo que condujo al surgimiento de la **protoindustria**. La Compañía Británica de las Indias Orientales también desempeñó un papel crucial como reexportadora hacia Europa y América, facilitando el comercio y la distribución de productos manufacturados británicos en estos mercados.

En los bosques subterráneos, la minería de carbón y la máquina de vapor se complementaron en el desarrollo industrial. El uso de balsas de agua facilitó la minería de carbón, mientras que mejoras en la máquina de vapor la hicieron más eficiente. Esto impulsó la producción en hilanderías y telares. Además, mejoras en la siderurgia, como el uso de carbón de coque y técnicas de laminado, aumentaron la producción de hierro de calidad. La invención del convertidor Bessemer permitió la producción de acero a gran escala y menor costo. La introducción del ferrocarril revolucionó el transporte, con primeros viajes exitosos en las décadas de 1820 y 1830. Esto impulsó la siderurgia y la fabricación de acero, generando oportunidades de inversión y facilitando el crecimiento económico.

La Revolución Agrícola y la Protoindustria

La **Revolución agrícola** en Gran Bretaña, combinada con el desarrollo de la **protoindustria**, tuvo varios efectos importantes:

  • Creación de un mercado integrado, fortaleciendo la economía nacional e internacional.
  • Establecimiento de infraestructuras de transporte sólidas para facilitar el movimiento eficiente de bienes y personas.
  • Aplicación creciente del conocimiento científico y la innovación técnica, evidenciada por el registro de patentes y cambios en el uso de la energía.

El paso de una economía preindustrial a una industrial en Gran Bretaña se caracterizó por:

  • Introducción de maquinaria automatizada, aumentando la eficiencia y la productividad.
  • Uso de nuevas fuentes de energía como el carbón, petróleo y electricidad.
  • Aparición de las fábricas como centros de producción.
  • Desarrollo del mundo financiero para respaldar la expansión industrial.

Dos grandes consecuencias fueron el surgimiento del **capitalismo** como sistema económico dominante y la aparición del **proletariado** en una sociedad de clases, donde la mayoría de la población trabajadora enfrentaba condiciones precarias en las fábricas mientras que una élite controlaba los medios de producción y acumulaba riqueza.

Proletarización y Transformación del Trabajo

La **proletarización** implica el predominio del trabajo asalariado, caracterizando la transición hacia una economía capitalista. Esto se evidenció en la agricultura con la abolición del feudalismo, convirtiendo a los campesinos en asalariados. Se observó una separación progresiva entre producción y reproducción, con el hogar dejando de ser un espacio de trabajo directo, lo que llevó a una «especialización femenina» en el trabajo doméstico. El trabajo militar pasó de ser voluntario a forzado con la implementación del servicio militar obligatorio. Aunque hubo una progresiva abolición de la esclavitud, surgieron otras formas de trabajo forzado en su lugar.

En el campo inglés, las privatizaciones y cambios en la rotación de cultivos aumentaron la productividad agrícola, especialmente con una nueva rotación cuatrienal que reemplazó al barbecho. Los cercamientos entre los siglos XVII y XIX privatizaron tierras comunales, lo que provocó la disolución de la comunidad y la proletarización campesina, pero liberó mano de obra para el crecimiento urbano. La protoindustria, una forma de producción artesanal en áreas rurales, se caracterizaba por la organización familiar del trabajo y redes comerciales para distribuir materias primas y vender productos. Fue crucial para la expansión de la industria textil de algodón en el siglo XVIII, diferenciándose de los gremios urbanos por la falta de regulaciones y la flexibilidad en las condiciones laborales, lo que permitió una expansión ilimitada.

El Triunfo del Sistema Fabril

La industria textil algodonera en Inglaterra experimentó un rápido crecimiento entre 1780 y 1820, con una concentración en ciudades como Manchester y una temprana adopción de la mecanización en el hilado, mientras que el tejido resistió más a la mecanización. Hubo complementariedad entre el trabajo protoindustrial y fabril, beneficiándose de la maquinaria y la energía del vapor. El triunfo de la fábrica ha sido interpretado de diversas maneras: David Landes destacó las economías de escala y el ahorro en costos de transporte y energía; Adam Smith resaltó el aumento de la productividad gracias a la nueva tecnología y la división del trabajo; J. Williamson mencionó el descenso de los costos de transacción y una mayor eficiencia en la organización. Además, el triunfo de la fábrica se interpretó desde una perspectiva disciplinaria, donde el reloj se convirtió en un símbolo del nuevo ordenamiento laboral, representando el control sobre el tiempo y el ritmo del trabajo.

Según Marglin, las familias protoindustriales tenían un mayor control sobre los tiempos y ritmos de trabajo en comparación con el modelo fabril.

Consecuencias de la Revolución Industrial y Reparto de la Riqueza

El debate historiográfico sobre las consecuencias de la Revolución Industrial y el reparto de la riqueza incluye varios aspectos:

  • Los optimistas resaltan mejoras en los salarios reales y la reducción de la desigualdad, mientras que los pesimistas enfatizan la persistencia de la desigualdad y la explotación laboral.
  • Se discute si hubo una verdadera revolución en el consumo o simplemente una evolución gradual.
  • La esperanza de vida es un punto de contención, con argumentos sobre aumentos significativos y limitaciones en el acceso a la atención médica.
  • Las condiciones laborales, incluyendo la jornada laboral y la peligrosidad del trabajo, son foco de debate.

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