El Ascenso del Fascismo en Italia

Causas del Auge del Fascismo

Tras la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y el Crack del 29, se generó una profunda desconfianza hacia el sistema liberal. Esto favoreció el desarrollo de movimientos autoritarios en países con democracias recientes, como Italia. La nación italiana atravesaba una fuerte crisis, agravada por el endeudamiento para financiar la guerra, lo que provocó una subida de precios y un aumento del paro. Esta situación incrementó la tensión social y el temor a una posible revolución comunista.

Diferencias entre Fascismo y Nazismo

Mientras que el fascismo empleaba la violencia política para eliminar a sus opositores, el nazismo promovía un racismo antisemita. El rechazo del concepto de raza y el antisemitismo son las principales diferencias entre ambas ideologías. El fascismo no rechazaba otras nacionalidades, siempre que aceptaran la cultura y el idioma de la «nación superior».

Consolidación del Fascismo

Los partidos políticos tradicionales no lograron aportar soluciones, lo que llevó al apoyo de partidos extremistas: el Partido Comunista y el Fasci Italiani di Combattimento. Este último, un partido fascista dirigido y creado en 1921 por Benito Mussolini, no obtuvo suficientes escaños inicialmente. Para contrarrestar esto, Mussolini organizó una masiva concentración de miembros de su partido en varias poblaciones de Italia.

En 1922, abortaron un intento de huelga general y, en octubre del mismo año, se llevó a cabo un golpe de Estado conocido como la «Marcha sobre Roma«. Como resultado, el rey Víctor Manuel III le pidió a Mussolini que formara un nuevo gobierno. Se propuso una nueva ley electoral que otorgaba la mayoría absoluta al partido más votado. En 1925, Mussolini instauró una dictadura que suprimió las libertades y la democracia, concentró todos los poderes y creó un Estado corporativo. Además, se establecieron relaciones con el Vaticano, firmándose el Convenio de Letrán en 1929. Finalmente, se implementó una política exterior expansionista que culminó con la conquista de Abisinia (Etiopía) en 1936.

Fin del Fascismo

El fascismo italiano llegó a su fin con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. El expansionismo alemán, italiano y japonés, frente a la política de no intervención de las democracias consolidadas (Conferencia de Múnich, 1938), provocó el estallido de la Segunda Guerra Mundial con la ocupación de Polonia en septiembre de 1939.

El Ascenso del Nazismo en Alemania

Causas del Auge del Nazismo

Al igual que en Italia, tras la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y el Crack del 29, se generó una desconfianza hacia el sistema liberal en Alemania. Esto favoreció el desarrollo de movimientos autoritarios en un país con una democracia reciente. La tensión social aumentó y se temía una posible revolución comunista.

La República de Weimar

El emperador alemán abdicó, dando paso a una nueva constitución y un régimen democrático. Esta etapa, conocida como la República de Weimar, se caracterizó por problemas como el ascenso de los extremos (izquierda y derecha) y una situación económica catastrófica.

El Partido Nacionalsocialista y Hitler

En 1919, surgió el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores de Alemania (NSDAP). En 1921, Adolf Hitler asumió el liderazgo y creó las «camisas pardas», la S.A., adoptando emblemas fascistas. En 1923, se produjo el Putsch de Múnich, un golpe de Estado fallido que llevó a Hitler a prisión, donde escribió «Mi Lucha».

Consolidación del Nazismo

Después del Crack de 1929, en 1932, Alemania tenía más de 6 millones de parados, lo que incrementó el extremismo. En las elecciones de 1932, ni comunistas ni nazis obtuvieron mayoría. En 1933, Hitler fue nombrado canciller. A lo largo de febrero de 1933, se emitió un decreto contra el derecho de reunión y la libertad de prensa. A finales de ese mes, se produjo el incendio del Reichstag, atribuido a los comunistas, que fueron encarcelados. Los nazis aprovecharon para prohibir todos los partidos políticos y sindicatos.

Un mes después, se convocaron nuevas elecciones. Hitler ganó con mayoría absoluta y obtuvo plenos poderes. En 1934, ordenó asesinar a sus adversarios en la «Noche de los cuchillos largos«, disolviendo la S.A. en la S.S. y la Gestapo. En agosto, murió el presidente Hindenburg, y Hitler fue declarado Führer y se proclamó el III Reich.

Control Social y Propaganda

Hitler controlaba a la población y propagaba el terror a través de la S.S. y la Gestapo, dirigida por Himmler. La propaganda, la prensa, la radio y el cine estaban bajo el control de Goebbels. Con su ideología racista, se crearon los primeros campos de concentración, como el de Dachau, y se prohibieron las relaciones y matrimonios entre arios y judíos. En 1938, durante la «Noche de los cristales rotos«, decenas de judíos fueron asesinados, sus propiedades saqueadas y muchos fueron encerrados en campos de concentración.

Expansionismo Nazi

La ideología nazi era expansionista. Hitler se basaba en el pangermanismo, que buscaba unir a todas las poblaciones alemanas de Europa en un solo Estado, y en la teoría del espacio vital, que justificaba la conquista de territorios de otras razas consideradas inferiores. Se implementó un plan de rearme y se restableció el servicio militar obligatorio.

Fin del Nazismo

El nazismo terminó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, provocado por la Conferencia de Múnich, donde Gran Bretaña, Francia e Italia aceptaron las exigencias de Hitler y le entregaron Checoslovaquia, y por la ocupación y reparto de Polonia entre soviéticos y nazis en septiembre de 1939.

El Inicio de la Segunda Guerra Mundial

Causas de la Guerra

Tras la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y el Crack del 29, se generó desconfianza hacia el sistema liberal, lo que favoreció el desarrollo de movimientos autoritarios en países con democracias recientes. La Segunda Guerra Mundial fue causada principalmente por el revanchismo alemán. Alemania abandonó la Sociedad de Naciones, recuperó el Sarre y remilitarizó la región de Renania, vulnerando el Tratado de Versalles. La crisis del 29 favoreció el totalitarismo, que se oponía al sistema liberal. El expansionismo de Alemania, Italia y Japón, y la política de apaciguamiento de Estados Unidos, Francia e Inglaterra, que se mantuvieron al margen, fueron factores clave.

Camino hacia la Guerra

Varios eventos marcaron el camino hacia la guerra:

• 1920: Italia establece su imperio colonial en Libia y Somalia.
• 1931: Japón ocupa Manchuria.
• 1933: Japón es expulsado de la Sociedad de Naciones y Alemania la abandona.
• 1935: Italia invade Etiopía.
• 1936: Alemania remilitariza Renania, nace el Eje Roma-Berlín y se firma el Pacto Antikomintern.
• 1937: Japón inicia la invasión de China (inicio de la Segunda Guerra Mundial en Asia).
• 1938: Alemania invade Austria, se produce la cesión de los Sudetes y la Conferencia de Múnich (Alemania, Reino Unido, Italia y Francia aceptan las exigencias de Hitler).
• 1939: Alemania anexiona Checoslovaquia y se firma el pacto nazi-soviético, que reparte Polonia entre la URSS y Alemania. En septiembre, se invade Polonia, desencadenando la Segunda Guerra Mundial.

Desarrollo Inicial de la Guerra

La Segunda Guerra Mundial duró desde 1939 hasta 1945. Los principales contendientes fueron las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) y los Aliados (Francia, Reino Unido, Estados Unidos y la URSS). La guerra estalló cuando Alemania invadió Polonia usando la «blitzkrieg» o guerra relámpago, con rápidos movimientos de blindados y un uso masivo de la potencia de fuego. Inglaterra y Francia lanzaron un ultimátum a Alemania exigiendo su retirada de Polonia, pero los alemanes continuaron avanzando y tomaron el país. Esto provocó que se le declarara la guerra a Alemania. Mientras tanto, en 1939, la Unión Soviética invadió la parte oriental de Polonia, cumpliendo con el pacto nazi-soviético.

La guerra se puede dividir en tres fases: la ofensiva alemana (1939-1941), la estabilización (1942) y la ofensiva aliada (1943-1945).