Ascenso y Consolidación del Peronismo: Claves de su Impacto en Argentina

Ascenso y Consolidación del Peronismo: Claves de su Impacto en Argentina

Primeros Años y Contexto Político

Perón participó en el golpe de 1930, pero no se alineó con Uriburu; promovió el regreso a la legalidad bajo el gobierno de Justo. Desempeñó roles como secretario del Ministerio de Guerra. Tras la llegada de Ramírez al poder en 1943, fue nombrado jefe de la Secretaría del Ministerio de Guerra, pero prefirió asumir un puesto en el Parlamento Nacional del Trabajo, que transformó en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Perón vio la pobreza y la falta de un sistema de asistencia social, y notó la mala salud de los jóvenes reclutados. Tanto el ejército como la iglesia se preocupaban por la justicia social, temiendo disturbios provocados por los comunistas, y buscaban soluciones a través de la caridad y políticas sociales inspiradas en el modelo fascista italiano.

Tras la crisis de 1929-1930 y la influencia de las ideas keynesianas, Perón se centró en mejorar las condiciones de las clases trabajadoras, a diferencia del ministro Pinedo, que favorecía a los agroexportadores. Inspirado en el fascismo, implementó reformas laborales desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, fortaleciendo los sindicatos y mejorando las condiciones laborales en 1943. Aunque el movimiento laboral estaba fragmentado, Perón buscó integrarlo en un proyecto más inclusivo, dándoles un rol clave en la redistribución del poder político. Pedro Paz explicaba que el crecimiento de la industria ayudó a la burguesía a ampliar el mercado interno, sumando más consumidores. Tras la posguerra, el proteccionismo estatal permitió una alianza entre empresarios, obreros y sectores medios, que dio forma al peronismo. Perón propuso un plan para industrializar el país desde el Estado.

El 17 de Octubre y la Consolidación del Movimiento

Durante el gobierno de Perón, hubo tensiones con los terratenientes. Políticas como el Estatuto del Peón mejoraron los derechos laborales, pero aumentaron los costos de producción, lo que generó rechazo. También se congelaron los arrendamientos, permitiendo a muchos arrendatarios comprar tierras, lo que incomodó a los grandes propietarios. Además, el IAPI controló el comercio exterior, reduciendo las ganancias de los exportadores, lo que intensificó su oposición al peronismo. Evita fue una figura clave para Perón; se convirtió en una figura entre el gobierno y el pueblo. Aunque fue muy criticada, jugó un papel importante en la construcción del mito peronista.

Perón enfrentó oposición desde varios frentes. Sindicatos comunistas y socialistas desconfiaban de sus medidas, mientras que empresarios y la Corte Suprema rechazaban sus políticas laborales. Fue acusado de autoritario y vinculado con el nazismo tras la Segunda Guerra Mundial. La oposición, que incluía conservadores, comunistas y estudiantes, organizó protestas y exigió que el gobierno pasara a la Corte Suprema. Bajo presión de marchas opositoras, el fin de la Segunda Guerra Mundial y un movimiento militar, Perón renunció a sus cargos y pidió calma a los trabajadores, asegurando que los derechos sociales se mantendrían. Poco después fue arrestado; pensó que era el fin de su carrera política, pero la represión que siguió aumentó el apoyo popular hacia él. La CGT discutió entre hacer una huelga general para exigir la liberación de Perón o seguir negociando con el gobierno de Farrell. Optaron por la huelga, mencionando a Perón en su declaración.

Sin embargo, el 17 de octubre, los trabajadores se movilizaron espontáneamente hacia Plaza de Mayo, exigiendo su liberación. Esta presión obligó a Farrell a presentar a Perón ante la multitud desde el balcón de la Casa de Gobierno, lo que marcó el inicio del movimiento peronista. Hubo controversia sobre el papel de Eva en los hechos del 17 de octubre. Aunque no se mencionó su participación, luego la propaganda oficial le dio un rol clave. Algunos sindicalistas y medios no la vieron organizando la movilización, mientras que otros creen que sí jugó un papel importante. Los medios antiperonistas criticaron los eventos como desordenados y ajenos al pueblo trabajador. La CGT no reconoció la movilización como suya, destacando el paro del 18. Sin embargo, Perón lo convirtió en un día de celebración, resaltando el protagonismo del pueblo.

Campaña Electoral y Primer Gobierno

Después del 17 de octubre, Perón comenzó su campaña electoral sin un partido propio. Intentó unirse al radicalismo de Sabatini, pero fue rechazado. Recibió apoyo de sectores radicales y de la Junta Renovadora. Finalmente, formó una alianza con el nuevo Partido Laborista, que incluía sindicalistas y radicales, y contó con el respaldo de la Iglesia Católica, que aconsejó a sus fieles no votar a candidatos que propusieran reformas como la separación Iglesia-Estado, perjudicando a los vinculados al socialismo y comunismo.

La campaña contó con el apoyo de Braden, quien denunció las intenciones nazi-fascistas de Perón. Pero Perón usó esta oposición para fortalecerse, argumentando que votar en su contra era apoyar al imperialismo yanqui. En las elecciones, ganó Perón. Parte de la clase media votó por él, aunque no lo admitía. Las clases medias y altas veían a Perón como fascista, mientras que él y sus seguidores promovían una democracia real con justicia social, frente a la democracia formal. Tras su fracaso, la sociedad se dividió entre el pueblo y la oligarquía. La oposición se apropiaba del concepto de democracia, mientras que el peronismo se identificaba con el pueblo. Perón intentó crear la impresión de que todo el país era peronista. Los opositores eran reprimidos. Buscó inculcar las doctrinas peronistas en los jóvenes y reforzar su imagen con símbolos y mitos.

Políticas Económicas y Sociales

Perón ganó el apoyo de los trabajadores gracias a su política social, destacando el 17 de octubre. No pudo controlar al movimiento sindical. Los obreros luchaban por sus derechos y el gobierno cedía a sus demandas para evitar huelgas. Aunque fortaleció el sindicalismo para desafiar a las élites, no quería que lo controlaran. En 1946, el Partido Laborista se convirtió en el único partido de la Revolución Nacional, y en 1947 pasó a ser el Partido Peronista. Además, intentó controlar la CGT, reemplazando a sus líderes por peronistas y convirtiéndola en parte del movimiento.

Perón nacionalizó el Banco Central para que los fondos se usaran para la economía nacional en lugar de depender de capitales privados, muchos de ellos extranjeros, lo que permitió al Estado regular estos servicios y ajustarlos según sus necesidades. Se creó el IAPI, que tomó el control del comercio exterior. Perón implementó planes quinquenales para organizar la economía, como la Ley de Fomento de la Industria Nacional y cambios en leyes de aduanas, construcción y vivienda. La industria que empleaba obreros creció, pero se criticó que el crecimiento se centró en la industria liviana, mientras que la pesada no avanzó por falta de apoyo estatal. Con la crisis económica, tuvo que reducir los gastos.

Conflicto con la Iglesia y Caída

Inicialmente, la Iglesia apoyó a Perón, pero las tensiones aumentaron cuando el gobierno empezó a mezclar el peronismo con el cristianismo, diciendo que ser antiperonista era ser anticristiano. Se usó simbología religiosa para promover el peronismo. Esto hizo que pareciera que la doctrina peronista estaba por encima de la cristiana. La Iglesia se opuso a las políticas de Perón. El golpe de Estado fue causado por el conflicto con la Iglesia, la división entre peronistas y antiperonistas, y la oposición de los terratenientes agroexportadores. También influyó la crítica de los nacionalistas, que veían a Perón alejarse de su política al invitar a capitales extranjeros. Los industriales se sentían presionados por los sindicatos, las malas cosechas redujeron los ingresos, y la presión de Estados Unidos y Gran Bretaña contra un gobierno nacionalista se intensificó. El Partido Peronista no tomaba decisiones, solo recibía información. Perón subestimó un levantamiento en la Marina, pero prefirió evitar un conflicto armado. Aunque algunos militantes pidieron armas para defender al gobierno, Perón decidió no dárselas.

Post-Peronismo y Desarrollismo

La CEPAL y el Desarrollismo

La CEPAL identificó como principal problema el deterioro de los términos de intercambio, la pérdida de valor de las materias primas frente a productos industrializados. Propuso programas para impulsar la industrialización, reducir la dependencia de importaciones y modernizar la agricultura. El desarrollismo fue una corriente de gestión inspirada en la CEPAL que promovía la industria pesada y grandes inversiones para superar el subdesarrollo, a menudo con empresas extranjeras. Se implementó en varios países.

Inestabilidad Política y la Revolución Libertadora

Después del derrocamiento de Perón, Argentina vivió un período de inestabilidad política con cambios de gobiernos civiles y militares, y luchas internas por el control del poder. Tras la Revolución Libertadora de 1955, el gobierno de Aramburu buscó eliminar el peronismo, prohibiéndolo, persiguiendo a sus líderes e interviniendo los sindicatos, lo que afectó a la clase trabajadora.

Frondizi, Guido e Illia

Tras las divisiones internas en la Revolución Libertadora, Frondizi ganó las elecciones de 1958 con apoyo del peronismo exiliado. Su gobierno promovió la industrialización y atrajo inversiones extranjeras, aunque enfrentó conflictos sociales y económicos. En 1962, el gobierno de Frondizi fue derrocado tras permitir que el peronismo participara en las elecciones, lo que preocupó a las Fuerzas Armadas. Fue reemplazado por José María Guido. Tras la caída de Frondizi, el ejército argentino se dividió entre los Colorados, que querían una dictadura, y los Azules, que buscaban elecciones. Los Azules ganaron y mantuvieron la proscripción del peronismo. En 1963, Arturo Illia asumió la presidencia, pero su gobierno enfrentó desafíos debido a la proscripción del peronismo, la falta de apoyo en el Congreso y las presiones de distintos sectores.

La «Revolución Argentina» y el Regreso de Perón

El Gobierno de Onganía

Durante el gobierno de Illia, el país vivió tensiones políticas y sociales, con protestas obreras y estudiantiles, y un creciente descontento por la falta de soluciones. En 1966, las Fuerzas Armadas dieron un golpe de Estado que dio inicio a la «Revolución Argentina«, liderada por Onganía. Buscaba modernizar el país bajo una dictadura militar. Onganía implementó un régimen autoritario, disolviendo el Congreso y los partidos políticos, mientras trataba de promover el desarrollo económico y social bajo una estricta censura y represión.

Las medidas económicas de Onganía favorecieron a las grandes empresas y redujeron el poder de los sindicatos, lo que generó fuertes protestas y huelgas en el país. La CGT se dividió entre sectores alineados con el gobierno y otros opositores, lo que llevó a protestas y represión. Ambos sectores lucharon contra las políticas del régimen.

El Cordobazo y la Caída de Onganía

La oposición al gobierno de Onganía aumentó, con protestas de estudiantes y trabajadores que culminaron en el «Cordobazo» de 1969, una gran huelga y rebelión popular contra la dictadura. Tras el Cordobazo, la oposición creció y los sectores militares más conservadores derrocaron a Onganía en 1970, nombrando a Levingston como su sucesor.

Levingston y Lanusse

Con el crecimiento de la protesta social, surgieron grupos guerrilleros que lucharon contra la dictadura, inspirados por la Revolución Cubana y la ideología de izquierda. Levingston implementó políticas proteccionistas para la industria nacional, pero enfrentó una creciente oposición social, lo que llevó a su destitución en 1971. El gobierno de Lanusse buscó una salida institucional a la crisis, negociando con Perón para su regreso. En 1972, se implementó una reforma constitucional y se convocaron elecciones.

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