Ascenso y Expansión de Cataluña: Del Condado de Barcelona a la Corona de Aragón

1. La Hegemonía del Condado de Barcelona durante el Siglo XI

El conde Ramón Berenguer I impuso su autoridad sobre los demás condados catalanes y sometió la nobleza feudal a su autoridad.

1.1. El Sometimiento de la Nobleza Feudal

Entre 1041 y 1059, Ramón Berenguer I derrotó a los nobles rebeldes de sus condados. Después les ofreció un pacto: los nobles se convirtieron en vasallos suyos y, a cambio, él aceptó la sumisión de los campesinos a la autoridad de los señores feudales. Cataluña se convirtió en un país plenamente feudal. Los únicos condados que no fueron vasallos del conde de Barcelona fueron el Pallars y el Rosellón.

1.2. Las Relaciones con Al-Ándalus

En el año 1031, el califato de Córdoba se dividió en pequeños reinos de taifas. Como estos reinos eran débiles, los condes de Barcelona y de Urgell les exigieron el pago de un tributo anual en oro, llamado paria, a cambio de no ser atacados. El oro obtenido de las parias reforzó la autoridad de los condes de Barcelona, que pudieron contratar soldados para poder controlar la nobleza feudal. La violencia de los señores feudales se limitó de dos maneras:

  • Mediante el derecho de la sagrera, que prohibió cualquier violencia en el espacio situado alrededor de las iglesias, que se convirtieron en refugio de los campesinos.
  • Con las asambleas de paz y tregua que estableció el abad Oliba. En estas asambleas se acordaba la prohibición de cometer actos violentos determinados días de la semana.

2. La Conquista y Repoblación de la Cataluña Nueva

2.1. La Conquista de la Cataluña Nueva

La conquista de la Cataluña Nueva supuso la ruptura de la frontera que se había marcado en el siglo X. Fue rápida, se hizo entre 1118 y 1153. Se ocuparon Tarragona, Tortosa, Lérida y la sierra de Prades. La nueva frontera se fijó en los puertos de Beceite y el río de La Sénia. La expansión hizo que el condado de Barcelona y el de Urgell aumentaran mucho su territorio.

2.2. La Repoblación de la Cataluña Nueva

Todos los grupos sociales salieron beneficiados de la expansión. Los nobles fueron recompensados con grandes extensiones de tierras. Se fundaron nuevos monasterios, como el de Poblet y el de Santes Creus, que también recibieron muchas tierras.

Para repoblar el territorio conquistado, los condes concedieron cartas de población en muchas villas y ciudades. Así nacieron las villas nuevas o villas francas, que fueron repobladas por campesinos de la Cataluña Vieja que huían de sus señores feudales.

La presencia musulmana se mantuvo tras la conquista de la Cataluña Nueva. Fue particularmente intensa en las zonas del Bajo Segre y alrededor del Ebro, en poblaciones como Tortosa, Móra d’Ebre, Flix, etc.

3. La Unión con Aragón y la Expansión en Occitania

En el año 1137, Cataluña y el reino de Aragón se unieron. A continuación, se inició un proceso de expansión territorial hacia Occitania.

3.1. La Unión con Aragón

En el año 1134, murió sin descendencia el rey de Aragón Alfonso I el Batallador. Su sucesor fue su hermano, Ramiro II, que dejó el sacerdocio, se casó y tuvo una hija: Petronila. En 1137 se pactó el matrimonio de Petronila, heredera de Aragón, con el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV.

Con este matrimonio nació la Corona catalano-aragonesa o Corona de Aragón. Tanto el reino de Aragón como el condado de Barcelona mantuvieron sus propias leyes e instituciones, si bien compartían el monarca: el conde de Barcelona y el rey de Aragón eran la misma persona. El primer monarca fue Alfonso I de Cataluña y II de Aragón, llamado el Casto.

3.2. El Sueño de Occitania

Desde el siglo XII, los condes de Barcelona ampliaron sus dominios hacia Occitania y hacia Provenza. Hacia el año 1200, buena parte de Occitania estaba integrada dentro de la Corona de Aragón, que se había convertido en un Estado poderoso. Esta fuerza provocó el recelo de los reyes franceses. Aprovechando la propagación de la herejía cátara o catarismo por tierras occitanas, el rey de Francia, aliado con el papa, invadió estos territorios con el pretexto de luchar contra los herejes. Ante la agresión a sus vasallos, Pedro I, rey de la Corona de Aragón, los defendió, pero en 1213 fue derrotado y murió en la batalla de Muret. La derrota catalana significó la pérdida de Occitania. Al norte de los Pirineos, los catalanes sólo mantuvieron el dominio sobre los territorios del Rosellón y la Cerdaña.

4. La Expansión de la Corona de Aragón

El hijo de Pedro I, Jaime I, comenzó la expansión de la Corona de Aragón hacia los reinos musulmanes del sur de Cataluña y Aragón y los territorios situados en el Mediterráneo.

4.1. La Conquista de Mallorca

Los mercaderes de Barcelona, la nobleza y la Iglesia catalanas pagaron la conquista de Mallorca, que se hizo en el año 1229. Ibiza y Formentera fueron ocupadas en 1235 y Menorca, en 1287. Los musulmanes mallorquines fueron expulsados de la isla, y sus propiedades fueron repartidas entre el rey, la nobleza y la Iglesia catalanas. La isla fue repoblada con catalanes procedentes de zonas costeras de la Cataluña Vieja. Con la conquista de las islas Baleares, la Corona de Aragón pudo iniciar la expansión en el Mediterráneo.

4.2. La Conquista de Valencia

La conquista de Valencia fue una iniciativa de la nobleza aragonesa, que quería ampliar sus dominios feudales, si bien también participaron catalanes. La conquista la inició Jaume I en el año 1232 y no finalizó hasta 1245. El País Valenciano se incorporó a la Corona de Aragón como un nuevo reino y dispuso de sus propias leyes e instituciones.

Gracias a pactos o capitulaciones de los musulmanes con los conquistadores, aquellos se pudieron quedar en sus tierras tras la conquista cristiana. Los musulmanes continuaron siendo mayoritarios en el reino de Valencia. Así, en 1272 vivían unos 200 000 musulmanes y sólo unos 30 000 cristianos. La repoblación cristiana del territorio fue lenta y no empezó a ser importante hasta finales del siglo XIII. El litoral fue repoblado con catalanes y el interior, con aragoneses.

5. El Camino del Mediterráneo: Sicilia, Cerdeña y la Compañía Catalana de Oriente

Para asegurarse el control del comercio por el Mediterráneo, los sucesores de Jaime I conquistaron las islas de Sicilia y Cerdeña.

5.1. La Conquista de Sicilia

La isla de Sicilia interesaba mucho a los catalanes por dos razones:

  • Porque era un gran centro de producción de cereales.
  • Porque les permitía controlar las rutas que unían el Mediterráneo occidental con la oriental.

El control de la isla llevó a una guerra entre la Corona de Aragón y Francia, que con la ayuda del papa invadió el territorio catalán. La guerra finalizó con la victoria de Aragón (1285) y con la autorización papal para que la Corona de Aragón ocupara Cerdeña y Córcega.

5.2. La Conquista de Cerdeña

La isla de Cerdeña resultaba atractiva para el comercio de los mercaderes catalanes. Fue conquistada en el año 1323, durante el reinado de Jaime II. La invasión catalana topó con la resistencia de los sardos, sobre todo los habitantes de la ciudad de Alguer, que fueron expulsados de la ciudad, que fue repoblada con catalanes. Es por ello que en Alguer se habla, todavía hoy, un dialecto del catalán.

5.3. Los Almogávares y la Compañía de Oriente

A principios del siglo XIV se conquistaron dos territorios situados en la actual Grecia: los ducados de Atenas (1311) y de Neopatria (1319). La conquista fue una iniciativa privada de los almogávares, guerreros que habían participado en campañas militares pagados por los reyes catalanes. Algunos caudillos almogávares, como Roger de Flor, fueron los organizadores de la Compañía Catalana de Oriente, nombre que recibió la expedición que conquistó los dos ducados. Con la conquista de los territorios del Mediterráneo, Barcelona se convirtió en el centro de un gran imperio comercial.

6. Las Instituciones de Gobierno de la Cataluña Medieval

Desde el siglo XIII se forjaron dos instituciones de gobierno: Les Corts (precedente del Parlamento) y la Diputación del General o Generalitat.

6.1. Les Corts

El origen de las Cortes son las pequeñas asambleas formadas por nobles, obispos, abades y jueces que los condes catalanes crearon en el siglo X. Estas asambleas recibían el nombre de curia real o corte y su función era asesorarles. Durante el siglo XIII, estas asambleas se conocieron con el nombre de Cort general o, simplemente, Corts. Les Corts eran asambleas de carácter legislativo. Eran convocadas por el rey e integradas por tres brazos, que representaban los tres estamentos. Las leyes elaboradas las tenía que cumplir todos, incluso el rey. Este equilibrio entre los representantes de los estamentos y el rey se conoce con el nombre de pactismo.

El reino de Aragón y el reino de Valencia tenían Cortes propias. Sólo excepcionalmente se convocaban unas únicas Cortes para toda la Corona de Aragón.

6.2. La Diputación del General

Desde 1289, las Cortes delegaron sus funciones a una comisión de seis personas que se encargaba de cobrar los impuestos que se habían pactado en las Cortes, era la Diputación del General. Más tarde, se llamó Generalitat. Desde 1362, la Generalitat pasó a ser una institución permanente, que incluso llegó a tener un palacio en Barcelona. La Generalitat representaba los tres estamentos y estaba presidida por un miembro del estamento eclesiástico. Con el tiempo, la Generalitat tendió a ampliar sus funciones. En la práctica, fue un verdadero contrapoder del rey y una institución desde donde se defendía permanentemente el pactismo.

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