Cambios en la Composición de la Fuerza Laboral y los Grandes Procesos Migratorios
La crisis agraria a finales del siglo XIX y la demanda de los sectores industriales emergentes provocaron profundos cambios en la estructura del empleo en muchos países, lo que produjo un aumento de la movilidad de los trabajadores de un sector a otro y de un lugar a otro. El flujo principal de mano de obra se produjo entre el campo y la ciudad. La movilidad de la población no conoció fronteras.
La corriente migratoria más importante se produjo en Europa, en menor medida en Asia, y en el continente americano. Hasta mediados del siglo XIX, solo el traslado forzoso de africanos al nuevo continente servía para dotar a las haciendas americanas de abundante mano de obra. A medida que se fue acortando el tiempo del viaje y se mejoró la seguridad del transporte, la migración voluntaria se incrementó, igualando a la forzosa en 1850 y superándola con creces en 1880. Por su parte, entre 50 y 60 millones de personas dejaron Europa rumbo a América entre la era napoleónica y la Primera Guerra Mundial.
El principal país receptor de esos emigrantes fue Estados Unidos.
La Primera Guerra Mundial cambió el curso de los acontecimientos. A partir de esos momentos, en Estados Unidos ya no hubo argumentos para seguir oponiéndose a la solicitud de cierre de fronteras que habían hecho desde 1897 sindicatos y colonos. En 1917, el presidente Wilson aceptó un mecanismo de restricción exigiendo a los emigrantes superar un test de analfabetismo. La medida era dura porque el 33% de los llegados del este de Europa y el 45% de los llegados del sur de Europa eran analfabetos. La dureza frente a los extranjeros se incrementó tras la guerra mundial. Todos los países del Nuevo Mundo cerraron sus fronteras a los emigrantes en 1930, cuando las elevadas tasas de desempleo y los bajos salarios aconsejaron a las autoridades acceder a las presiones sindicales en este sentido.
El perfil personal y profesional del emigrante europeo cambió a lo largo del siglo XIX. Hasta la mitad del siglo, los emigrantes habían sido preferentemente granjeros y artesanos de zonas rurales que se movían con su familia en busca de tierras.
4.1.1. Causas y Consecuencias de los Movimientos Migratorios
Las explicaciones se han abordado desde varias perspectivas. Una razón sencilla se expresa con una ecuación del gusto de los economistas deductivos: el factor trabajo se mueve desde los lugares donde es más abundante que los factores tierra o capital hacia aquellos otros donde es relativamente más escaso; o, también: los que emigran son aquellas personas que tienen mejores expectativas de futuro en el lugar de destino que en sus países de origen, deducidos los costos del viaje y los salarios perdidos mientras encuentran el primer empleo.
No obstante, debieron operar otras motivaciones económicas, culturales y familiares que influyeran finalmente sobre la decisión de emigrar o no. La principal razón que empujaba a emigrar era la pobreza, el desempleo, los bajos salarios; una pobreza relacionada con el exceso de población, los cambios en la propiedad de la tierra, la crisis de las economías agrarias y de las economías artesanales ligadas a ella.
Sin embargo, la pobreza no fue necesariamente la única razón para emigrar. Una consecuencia del trasvase de trabajadores entre los mercados de distintos países fue la convergencia entre sus salarios reales.
Finalmente, los inmigrantes infligieron un notable impacto en la estructura de la ocupación en los países huéspedes.
El caso de Argentina, el gran país huésped del sur, parece distinto. En Argentina, el asentamiento de los mismos se produjo tanto en el medio fabril como en el agrario, coincidiendo con la eclosión de la economía exportadora agraria en este país.
4.2. Las Nuevas Tecnologías y la Organización Científica del Trabajo
Para Sidney Pollard, la empresa a gran escala no es privativa del capitalismo moderno. El paso del sistema doméstico a la manufactura fabril se produjo cuando, al aumentar el tamaño de las empresas, la tarea de controlar la producción, y particularmente su velocidad, regularidad y calidad, así como la de prevenir los hurtos, llegó a ser poco menos que imposible dentro del putting-out system. El proceso se aceleró con la introducción de maquinaria costosa que exigirá una centralización de labores productivas.
Otro enfoque de la evolución empresarial hacia la empresa moderna y gerencial procede de la «escuela tecnológica». Hicks señala que fue el cambio en la composición del capital, donde gana peso el capital fijo a expensas del capital circulante, el hecho fundamental.
El concepto de empresa moderna ha sido acuñado por Alfred D. Chandler, quien la identifica con «la empresa multiunitaria dirigida por un conjunto de mando medios y de altos directivos». Durante la revolución industrial, todas las industrias tuvieron que enfrentarse, por primera vez, a los mismos problemas de dirección:
- Reclutamiento y formación de la mano de obra.
- Disciplina y control de la producción.
- Cálculo y contabilidad de proceso.
Según el principal teórico de la historia económica de la empresa, Chandler, ésta se caracteriza por dos condiciones:
- Consta de muchas unidades de operación distintas (multiunitaria).
- La dirige una jerarquía de ejecutivos asalariados.
Proceso:
- La empresa multiunitaria moderna reemplazó a la pequeña empresa tradicional.
- La empresa moderna surgió por primera vez en la historia cuando el volumen de las actividades económicas alcanzó un nivel que hizo que la coordinación administrativa fuera más eficiente y rentable que la coordinación de mercado.
- Constituida la jerarquía administrativa.
- Las carreras de los directivos asalariados se volvieron cada vez más técnicas y profesionales.
- A medida que las grandes empresas crecían y controlaban sectores fundamentales de la economía.
Antes de 1840 no existían empresas modernas en ninguna parte del mundo.
Estamos en los años de la consolidación del gran capitalismo y de la concentración empresarial.
4.4. Nuevas Formas de Control del Trabajo, Taylor y Ford: Una Propuesta Productivista
La empresa gigantesca que emplea miles de trabajadores básicamente no cualificados y máquinas especializadas para producir enormes cantidades de un único producto es una creación relativamente tardía de la sociedad industrial. La mayoría de los productos industriales se hacían en fábricas que empleaban menos de cien trabajadores. El sistema de producción en serie podría llamarse también taylorismo, creador de la organización científica del trabajo.
Según él, los empresarios debían conseguir el uso más eficiente posible del trabajo codificando los conocimientos artesanales y decidiendo por medios científicos la forma correcta en que debía hacerse un determinado trabajo. En el fondo del análisis tayloriano hay un doble descubrimiento:
- Lo que determina la eficacia del oficio como modo de resistencia a la intensificación del trabajo es esta simple evidencia.
- Esta exclusividad de los modos operatorios es lo que hace posible.
El último obstáculo importante que se alza todavía ante el desarrollo de la acumulación del capital sigue siendo esa holganza obrera sistemática, con la que Taylor contrapone el modo científico de producción.