Carlos I de España y V de Alemania: Reinado y Conflictos

Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556)

Ascenso al Poder y Herencia

A los 16 años, Carlos heredó un vasto imperio:

  • De su madre Juana: Castilla, Navarra y las posesiones americanas.
  • De su abuelo Fernando: la Corona de Aragón, Cerdeña, Sicilia y Nápoles.
  • De su padre Felipe el Hermoso: Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado.
  • De los Habsburgo (Maximiliano): Austria.

En 1519, fue elegido emperador por los electores alemanes.

Problemas Internos

Conflictos con la Nobleza

  • 1517: Carlos llega a la península para ser reconocido como rey, con el apoyo de nobles flamencos y borgoñones, lo que genera descontento entre castellanos y aragoneses.
  • 1520: Guerra de las Comunidades. El descontento surge por el envío de dinero al extranjero para financiar la elección imperial de Carlos.
  • 1521: Batalla de Villalar. Carlos V prescinde de los extranjeros y ofrece cargos a la nobleza castellana, quienes abandonan a los comuneros, que son derrotados. Los líderes Padilla, Bravo y Maldonado son ejecutados.
  • La Revuelta de las Germanías (Valencia y Mallorca). Enfrentamientos entre la burguesía y la alta nobleza, que termina con el triunfo de la nobleza y el emperador.

Problemas Externos

Guerras con Francia

Francisco I de Francia, rodeado por los dominios de los Habsburgo y rival de Carlos I, se opuso a la cruzada contra los turcos propuesta por el emperador. Hubo seis guerras entre Francia y Carlos I. Carlos venció en la Batalla de Pavía (1525) y aseguró su dominio sobre Milán. Francia buscó aliados en el Papa, los príncipes alemanes y el Imperio Otomano. La solución llegó en el reinado de Felipe II, quien venció a los franceses en la Batalla de San Quintín (1557).

Expansión del Imperio Otomano

Los turcos amenazaban las posesiones de Carlos V en el Danubio y en el Mediterráneo. En el Danubio, ocuparon Hungría y sitiaron Viena (1529). Se evitó la conquista, pero la presión turca no disminuyó en la frontera. En el Mediterráneo, los turcos contaban con el apoyo de los piratas berberiscos de Argelia; Carlos V decidió apoderarse de Túnez en 1535.

El Problema Protestante – La Reforma

Contexto

El humanismo propició un nuevo interés por las Sagradas Escrituras y favoreció su lectura libre y crítica. Existía un deseo de reformar la Iglesia, que había perdido prestigio.

Martín Lutero y la Reforma Protestante

En 1517, el monje alemán Martín Lutero predicó en contra de la venta de indulgencias en las puertas de la capilla de la Universidad de Wittenberg. Su doctrina, llamada justificación por la fe, se basaba en:

  • La salvación se obtiene solo por la fe en Cristo.
  • Solo son necesarios dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía.
  • El purgatorio no existe.
  • Los templos deben ser sencillos y sin imágenes.
  • Los actos litúrgicos deben consistir en la lectura y comentarios de la Biblia, que debe estar en lengua materna para su libre interpretación.
  • Se debe cantar salmos.
  • No son necesarios el culto a los santos ni a la Virgen.
  • Se rechaza la autoridad del Papa.

Su doctrina ganó adeptos en Alemania, entre sus alumnos, los nobles y el pueblo. Lutero fue declarado hereje y excomulgado por León X en 1520 y tuvo que vivir escondido en el castillo de Wartburg.

Juan Calvino

  • Defendía la predestinación: el destino del hombre está definido desde la creación, sin libre albedrío para la salvación o condena. Dios, omnisciente, conoce el pasado, presente y futuro.
  • Sus ideas triunfaron en Ginebra, desde donde se impulsó y financió la expansión del protestantismo.
  • A sus seguidores en Francia se les llamó hugonotes y en Inglaterra puritanos.

Enrique VIII y la Iglesia Anglicana

En Inglaterra, Enrique VIII se proclamó jefe de la Iglesia por el Acta de Supremacía en 1534. Rechazó la autoridad del Papa, creando la Iglesia Anglicana. Suprimió el clero y se apoderó de los bienes de la Iglesia, que puso en subasta pública, pero mantuvo los principios religiosos del cristianismo.

División Religiosa en el Imperio

Algunos príncipes y ciudades se unieron a la reforma y rechazaron al Papa y al emperador. Disolvieron monasterios, confiscaron las propiedades de la Iglesia e implantaron iglesias reformadas. El emperador intentó evitar la división religiosa y presionó al Papa para que convocara un concilio. El Papa aplazó la decisión varias veces. Carlos V convocó varias Dietas (reuniones de representantes del Imperio). Estalló un conflicto y Carlos V derrotó a los príncipes protestantes en Mühlberg. Con la Paz de Augsburgo (1555) se reconoció la división religiosa: cada príncipe, católico o protestante, podía elegir su religión e imponerla a sus súbditos.

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