Carlos I y Felipe II: Reyes, Imperios y Conflictos en la España del Siglo XVI

Carlos I: El Inicio de un Imperio

Carlos I, nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana y Felipe el Hermoso, heredó un vasto imperio que lo convirtió en el monarca más poderoso de su tiempo. Su reinado, sin embargo, estuvo marcado por desafíos tanto internos como externos.

Política Interior de Carlos I

La llegada de Carlos I al trono español no fue sencilla. Su herencia, que combinaba los reinos y territorios de los Reyes Católicos con las posesiones de la Casa de Austria, requería una política integradora, centrada en la unidad religiosa y la idea de una monarquía universal. Sin embargo, enfrentó varias dificultades:

  • Rechazo de las Cortes: Tanto las Cortes de Castilla como las de Aragón mostraron su descontento por la presencia de consejeros extranjeros y la distribución de prebendas entre ellos.
  • Ambición Imperial: La muerte de su abuelo Maximiliano I lo convirtió en candidato al trono imperial. Carlos I, valorando más este título que la corona española, partió a Aquisgrán para ser coronado emperador, generando malestar en España.
  • Revuelta de las Comunidades (Castilla): El descontento acumulado, sumado a la ausencia del rey, desembocó en la Revuelta de las Comunidades en Castilla.
  • Revuelta de las Germanías: Simultáneamente, en Valencia y Mallorca, estalló la Revuelta de las Germanías, un conflicto social que enfrentó a la burguesía urbana y la nobleza por el control de las ciudades, y a señores y campesinos en el ámbito rural.

Política Exterior de Carlos I

Carlos I, también conocido como Carlos V de Alemania, dedicó gran parte de su reinado a defender los intereses de la Casa de Austria. Su ideal de monarquía universal, con una vertiente espiritual (el Papado) y otra terrenal (el Emperador), lo llevó a enfrentar numerosos conflictos:

  • Conflictos con Francia: La rivalidad con Francia se manifestó principalmente en el norte de Italia, Flandes y Borgoña. La Batalla de Pavía y el saqueo de Roma por las tropas de Carlos V fueron episodios clave en la lucha por la hegemonía en Italia. Aunque la Paz de Cambrai (1529) estableció un acuerdo temporal, el conflicto se prolongó hasta el reinado de Felipe II.
  • Enfrentamiento con los Turcos Otomanos: La expansión otomana en el Mediterráneo y Europa Central representó una amenaza constante durante todo su reinado.
  • Expansión del Protestantismo: La difusión de la doctrina de Lutero en Alemania y los Países Bajos se convirtió en una preocupación central para Carlos V. A pesar de sus esfuerzos, la lucha contra el protestantismo culminó con la concesión de libertad religiosa a los príncipes protestantes.

El fracaso de su política religiosa ante los protestantes llevó a Carlos I a abdicar en favor de su hijo, Felipe II.

Felipe II: Defensa del Catolicismo y Hegemonía Hispánica

Desde su ascenso al trono en 1556, Felipe II se propuso dos objetivos fundamentales: la defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía española en Europa y ultramar. Para lograrlo, implementó las siguientes medidas:

  • Creación de un ejército permanente.
  • Organización de una compleja administración, dirigida personalmente por el rey.
  • Establecimiento de la capital en Madrid, gobernando desde España.
  • Priorización de los intereses dinásticos sobre los estrictamente hispánicos.

Política Interior de Felipe II

Felipe II enfrentó diversas rebeliones internas:

  • Sublevación de los Moriscos en las Alpujarras: Los moriscos, a pesar de su conversión al cristianismo, conservaban sus costumbres y lengua islámicas, lo que generó tensiones y finalmente una rebelión.
  • Alteraciones en Aragón (1591): Las políticas centralizadoras del monarca chocaron con los privilegios forales aragoneses, provocando conflictos y tensiones.
  • Bandolerismo: El bandolerismo se convirtió en un problema crónico en diversas regiones del reino.
  • Crisis de la Hacienda: La primera bancarrota se declaró en 1557, y las dificultades financieras, con sucesivas bancarrotas, se convirtieron en una constante del reinado.

Política Exterior de Felipe II

  • «Unión Ibérica»: En 1580, Felipe II reivindicó sus derechos al trono portugués, uniendo Portugal a la Corona española y creando la «Unión Ibérica».
  • Enfrentamiento con los Otomanos: La amenaza otomana en el Mediterráneo persistía. La formación de la Santa Liga (monarquía hispánica, Venecia y el Papado) culminó con la victoria en la Batalla de Lepanto (1571), frenando la expansión turca.
  • Rebelión de Flandes: Los intentos de Felipe II por aumentar su poder en Flandes y la introducción de la Inquisición para frenar el calvinismo provocaron una rebelión generalizada en 1566, conocida como la Guerra de los Ochenta Años. La dura represión del Duque de Alba no hizo sino intensificar la sublevación.
  • Conflicto con Inglaterra: La rivalidad con Inglaterra, que había sido aliada durante el reinado de Carlos I, se intensificó tras la muerte de María Tudor y el ascenso al trono de Isabel I. Inglaterra desafió el monopolio español en América con ataques corsarios y apoyó a los rebeldes flamencos. En 1588, Felipe II intentó invadir Inglaterra con la Armada Invencible, pero la expedición terminó en un rotundo fracaso.
  • Paz con Francia: En 1598, se firmó la Paz con Francia, poniendo fin a un largo período de hostilidades.

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