Carlos III y el Despotismo Ilustrado
Tras la muerte de Felipe VI, Carlos III accede al trono en 1769, siguiendo las ideas ilustradas del momento, bajo el despotismo ilustrado (“todo para el pueblo, pero sin el pueblo”). En la idea de progreso económico y social surge una generación de ilustrados reformistas. Carlos III fue un monarca defensor de la felicidad, la sociedad y la educación, siempre que no fueran una amenaza para el rey, la nobleza o el clero.
Al iniciar su reinado, nombró al ministro italiano Marqués de Esquilache. Este marqués puso en marcha reformas, aunque hubo oposiciones y como consecuencia surge el Motín de Esquilache. Como consecuencia del motín, se expulsaron a los jesuitas en 1767, acusados de instigar las revueltas. Fue una medida de la política regalista, propia del absolutismo que defiende la intervención y supremacía del poder político. En 1766 hubo un giro de la orientación política, que adoptó un carácter más moderado y contó con colaboraciones de ministros españoles como el Conde de Aranda o el de Floridablanca, también ilustrados como Campomanes o Jovellanos. Se declaran honestas todas las profesiones y se reforma la educación. Un papel importante fue el de las sociedades económicas del país, con el objetivo de analizar la situación económica y fomentar la modernización de la agricultura, el comercio y la industria, y se creó el Banco Nacional de San Carlos en 1782.
Reformas Implementadas
- Agricultura: Se realizó el informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos, pero no tuvo éxito. Se tomaron medidas reformistas y Olavide impulsó la repoblación en Sierra Morena.
- Comercio: Se hicieron obras públicas y se suprimieron las aduanas interiores. Las medidas más importantes fueron las del comercio con América, y la Casa de Contratación pasa de Sevilla a Cádiz. En 1778 comenzó la libertad de los puertos españoles para comerciar con América.
- Artesanía y Manufacturas: Se tomaron medidas mercantilistas para superar las limitaciones de los gremios y aumentar la producción y la rentabilidad, dando lugar a talleres privados.
- Educación: Tras la expulsión de los jesuitas, se llevaron a cabo mejoras en la educación, se crearon los Reales Estudios de San Isidro y la Escuela de Artes y Oficios de Madrid.
Instituciones Clave Durante el Reinado
- La Santa Hermandad: Creada en 1476 para mantener el orden en las zonas rurales y recaudar impuestos en las ciudades sin convocar a las Cortes.
- El Consejo Real o de Castilla: Principal órgano de gobierno que aconsejaba al rey. Posteriormente, se crearon otros consejos especializados: Aragón, Navarra, Inquisición y órdenes militares.
- Los Corregidores: Representantes del poder real en las ciudades.
- Las Cortes: Se convocaban para asuntos económicos, pero dejaron de hacerlo por cuestiones protocolarias, ya que tenían otras fuentes de ingresos.
- La Chancillería: Administraba la justicia en Valladolid y Granada.
- El Ejército Permanente: Para no depender de la ayuda militar.
- Los Virreyes: Representantes de los reyes más allá de la península.
- La Hacienda: Recaudaba impuestos, los más importantes eran la alcabala y el servicio de montazgo, pagado por los ganaderos de la Mesta.
La Primera República (Febrero 1873 – Enero 1874)
La proclamación de la República fue fácil tras la renuncia de Amadeo I, el 11 de febrero de 1873. Las Cortes aprueban la implantación del régimen, presidido por un republicano federal, Estanislao Figueras.
La República tenía un escaso apoyo, y mientras los carlistas avanzaban hacia el norte, los republicanos se dividieron en Federalistas, partidarios de que el Estado se organice según el modelo federal, y los Unitarios, partidarios de un Estado único y centralizado. Tras las elecciones se proclama la República y surgen en las ciudades las Juntas Revolucionarias, ya que los campesinos confiaban en una revolución social.
Los dirigentes republicanos disuelven las Juntas y convocaron las Cortes Constituyentes, las cuales eran mayoritariamente Federalistas. Con poco apoyo a la República, las Cortes definen el Estado como una República Federal, siendo Pi i Margall el presidente.
La propuesta de la Constitución Republicana Federal de 1873 supuso la implantación de la Democracia y el reconocimiento de derechos y libertades.
La República tenía un presidente con amplios poderes, el estado adopta un carácter federal, la nación española compuesta por 17 estados, incluida Cuba, la cual tendría la autoridad política, administrativa y económica.
Recogía tradiciones regionalistas, las Cortes contaban con 2 cámaras, el congreso y el senado, y se haría por el sufragio universal masculino. Se declara la libertad de culto y la separación de la Iglesia y del Estado, el cual tuvo grandes problemas que paralizaron el gobierno: la 3ª Guerra Carlista, con grandes levantamientos, y la Guerra en Cuba, que era incapaz de afrontar. El problema más grave fue la sublevación cantonal en julio de 1873, que acabó con la República, siendo un fenómeno complejo.
A mediados de julio surgen cantones, pequeños estados proclamados independientes que se federarían hasta abarcar todo el territorio nacional. Se inicia en Cartagena, con sublevados bajo el control de la flota y el arsenal. La Junta revolucionaria actuó independiente y los cantones se extienden.
Algunos cantones elaboraron su propia constitución y acuñaron moneda. La Insurrección mantenía sus posturas radicales anarquistas y socialistas, con levantamientos de cantones por artesanos, pequeños comerciantes y asalariados decepcionados con la nueva república.
Los carlistas aprovechan la situación y avanzan hacia Cuenca y Albacete, consolidando su control en País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón. La república federal se mostró incapaz de asegurar el orden y, como consecuencia, Pi i Margall dimite y elige a un nuevo presidente, Nicolás Salmerón. Este nuevo presidente era unitario y dio poderes al ejército dirigido por Martínez Campos y Pavía para abandonar los focos de la sublevación.
Salmerón dimite por negarse a firmar dos sentencias de muerte y es sustituido por Emilio Castelar, el cual tiene un carácter autoritario en el gobierno y cuenta con el apoyo del ejército. Logró poderes de las cortes y suspendió sus sucesiones hasta enero.
Se logró controlar las sublevaciones cantonales, solo se mantuvieron en Cartagena. Se reabren las Cortes en enero de 1874, en los que los grupos conservadores recurren al ejército para evitar la vuelta de los federalistas. El general Pavía entra al congreso y da un golpe de Estado, Castelar se negó a seguir así.
Se nombra un gobierno militar presidido por Serrano que mantuvo todo el poder durante 1874. El 12 de enero cae el cantón de Cartagena, pero continúa la Guerra Carlista y a finales de 1874 se produce la Restauración borbónica en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II.
El sexenio fracasó en su intento de modernizar el país. La burguesía sufre un gran giro conservador ante el desorden de la etapa. Se impulsa una nueva solución monárquica y hay un periodo de la Restauración borbónica con la vuelta al liberalismo.
El Turnismo
Un elemento clave es la alternancia en el poder entre las dos opciones dinásticas, así aseguraban una estabilidad institucional y alejaban el riesgo de pronunciamientos y sublevaciones.
Cuando había un desgaste político, el monarca llamaba al jefe del otro partido para formar un gobierno, convocaba elecciones con el objetivo de una mayoría parlamentaria. Pero el fraude de los resultados aseguraba la favorabilidad al gobierno que convocaba a las Cortes.
Consecuencias de las Desamortizaciones
Las consecuencias fueron políticas, económicas y sociales.
Consecuencias Políticas
La desamortización de Mendizábal contribuyó al triunfo de la guerra carlista. Se logró el apoyo de la nobleza y la burguesía terrateniente a Isabel II y el régimen liberal. Los campesinos fueron perjudicados.
Consecuencias Sociales
El clero pierde poder económico y se distanció del régimen liberal, pasando a depender de la economía. La nobleza y la burguesía son los más beneficiados: la nobleza mantuvo propiedades y en la burguesía apareció la burguesía terrateniente que invirtió en la compra de tierras, convirtiéndose en absentistas.
Consecuencias Económicas
Se consolidó una estructura de la propiedad de la tierra en manos de grandes propietarios. Las diferencias entre estos y los jornaleros contribuyeron a la emigración a América y a grandes enfrentamientos. Los ayuntamientos perdieron ingresos que recibían por arrendamientos.
Se produjo un aumento de la superficie cultivada, pero la agricultura siguió sin modernizarse. Los cereales son la principal producción agrícola. Los nuevos propietarios no introdujeron nuevas innovaciones técnicas, lo que impidió la acumulación del capital necesario para la Revolución Industrial. El poder adquisitivo del campesino no mejoró.
Las desamortizaciones de 1836 y 1855 intentaron reformar la estructura de la propiedad de la tierra en España, pero no lograron cambios ni una modernización. La nobleza mantuvo sus propiedades, se consolidó una burguesía terrateniente que apoyaba al régimen liberal y los campesinos empeoraron su situación. El problema de la tierra continuó en los siglos XIX y XX.
En conclusión, las desamortizaciones fueron la primera intervención para solucionar el problema de la propiedad de la tierra, pero no tuvo éxito.