Causas de la Revolución de 1789 en Francia
Las causas de la revolución de 1789 en Francia son una combinación de elementos ideológicos, sociales, económicos y políticos. Las críticas de los ilustrados a las instituciones del Antiguo Régimen proporcionaron las ideas en las que se iba a apoyar la revolución: la libertad, **separación de los poderes** de Montesquieu, el principio de la soberanía nacional, el rechazo a una sociedad dividida en estamentos y la defensa de la igualdad propuesta por Rousseau. Estas críticas habían quebrantado el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen y facilitaron su derrumbe.
Crisis económica y social
La crisis económica y social agudizó las tensiones sociales y políticas. En 1778 se producen dos hechos fundamentales: la ayuda desinteresada de Francia a la revolución americana y el descenso generalizado de los precios agrícolas. Esto supone el aumento de los gastos del Estado y la disminución de los beneficios de los terratenientes y campesinos. Por otro lado, entre 1788 y 1789 se produjo una grave crisis de subsistencia a raíz de las malas cosechas provocadas por el riguroso invierno. Los precios de los cereales experimentaron un alza del 50%. La crisis provocó el hambre, el paro rural, y los campesinos afluyeron a las ciudades en busca de trabajo. La crisis financiera de la monarquía absoluta desata la crisis política.
Convocatoria de los Estados Generales
Para sanear la maltrecha hacienda pública los ministros del rey Luis XVI quisieron establecer un impuesto que pagasen todos los propietarios: fue un fracaso por la oposición inicial de los privilegiados a pagar. Finalmente nobleza y clero exigieron que la aprobación de los nuevos impuestos se hiciera en una reunión de los Estados Generales, que no habían sido convocados desde 1614. Se reunieron en enero de 1789 con la esperanza de solucionar los problemas financieros de la monarquía.
Cahiers de dolèances
Desde ese momento se inicia la redacción de los cahiers de dolèances o ‘cuadernos de quejas’ que venían a recoger el estado de opinión de cada uno de los tres estamentos para que el rey los conociese y tomase medidas para resolver los problemas.
Reclamos del Tercer Estado
Los cuadernos de quejas de la nobleza y el clero defienden, lógicamente, el mantenimiento de sus privilegios. Los del Tercer Estado, redactados casi siempre por la burguesía, reclamaban **libertad de expresión**, de reunión, comercio, el freno al arresto arbitrario y la supresión del régimen feudal y sus abusos. También insistían en la total igualdad civil de los tres Estados, solicitando que se doblara el número de representantes del Tercer Estado y que el voto fuera por cabeza, no por estamento.
La guerra de la Independencia (1776-1783)
La guerra entre la metrópoli y las colonias se convirtió en un conflicto internacional cuando Francia y España declararon la guerra al Reino Unido y apoyaron el proceso de independencia norteamericana. La ayuda fue decisiva, ya que abasteció de armas y vituallas a los colonos americanos y bloqueó los suministros que desde la metrópoli llegaban a las tropas británicas. El ejército de los colonos, capitaneado por George Washington, derrotó al enemigo en las batallas de Saratoga y Yorktown y los británicos tuvieron que rendirse. Firmada la paz, el Reino Unido reconocía la independencia de los Estados Unidos de América.
El nacimiento de una nueva nación
Cada Estado del nuevo país tenía su propia Constitución. Por esta razón, en la Convención de Filadelfia se elaboró una nueva Constitución común para todos los Estados. Esta primera constitución escrita (1787) aporta como novedad histórica la creación de una República como forma de Estado. En dicha Constitución triunfa la idea de Locke y Montesquieu acerca de la separación de los tres poderes y la tesis de la soberanía popular de Rousseau.