Causas del Imperialismo en el Siglo XIX

Introducción

La Segunda Revolución Industrial y su característica aceleración del proceso histórico, la cual es irregular en el tiempo y el espacio, abriría un abismo en todos los aspectos entre las potencias que “se subieron al tren de la industrialización” y las que no. Es decir, dividió el mundo. Serían estas potencias industrializadas las que hiciesen muestra de su supremacía dominando a los inferiores, consiguiendo una hegemonía que aún sigue presente en la actualidad, de ahí la importancia de este tema.

Se explicarán las causas que propiciaron la “fase monopolista del capitalismo” (Lenin) en estas potencias industrializadas siguiendo el siguiente esquema: causas demográficas, económicas, políticas, científicas e ideológicas.

Causas Demográficas

Demográficas: La natalidad y la esperanza de vida aumentaron mientras la mortalidad disminuía, esto era debido a las mejoras técnicas e higiénicas producidas por la Segunda Revolución Industrial y al establecimiento de ciertos derechos de los trabajadores que había impulsado el movimiento obrero. Este “excedente” de población implicaba la necesidad de más territorios por parte de las naciones para seguir creando empleo y frenar el paro.

Causas Económicas

Económicas:

  • La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (Canal de Suez, Canal de Panamá, etc.). Esto era para seguir creciendo económicamente y no estancarse, teniendo como objetivo final convertirse en las primeras potencias mundiales.
  • La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas y esto hizo que las primeras quedasen todavía más empobrecidas debido a que el capital invertido en ellas, una vez había sido aprovechado, se retiraba.
  • El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos industriales, y el control de zonas estratégicas como Madagascar o Gibraltar, para así imponer aduanas y dirigir el comercio internacional. Obviamente esto causaba conflictos entre diversas naciones, como el incidente de Fashoda entre Inglaterra y Francia, de donde nacería el característico revanchismo francés debido a su humillación ante Inglaterra.
  • La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación, convirtiéndose todo este conjunto en la situación ideal para el empresario capitalista.

Causas Políticas

Políticas:

  • Nacionalismo, dado como consecuencia de un degenerado liberalismo junto a una política de prestigio con actitud chovinista, comandada por fuertes personalidades como Bismarck.
  • Ambición de alcanzar la hegemonía colonial por cualquier método, cuya consecuencia directa es la creación de conflictos y tensiones. Un intento de organización para “repartir el pastel” fue la Conferencia de Berlín, que aumentó el prestigio alemán y solucionó conflictos como el que se estaba produciendo en el Congo.

Causas Científicas

Científicas: Se produjo un fomento de los estudios, más curiosidad, ambición aventurera y expediciones científicas, junto a la aplicación de tesis darwinistas al campo social para justificar el dominio de los más aptos (blancos) sobre los menos aptos. Además, la superioridad técnica militar palia la inferioridad numérica. Debe explicarse que todo esto fue gracias a los avances producidos por el capitalismo y las revoluciones industriales.

Causas Ideológicas

Ideológicas: Desde posiciones nacionalistas y chovinistas se desarrollaron teorías racistas que justificaban e impulsaban la expansión territorial, con o sin el consentimiento de los pueblos autóctonos. Este racismo se disfrazaba de paternalismo en sus formas más moderadas, que sostenía la necesidad del hombre blanco de “rescatar del atraso” a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación. En esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la occidental.

Sin embargo, la realidad era que todas estas posiciones se sustentaban en una misma ideología de carácter etnocentrista que ensalzaba la cultura europea y occidental y descalificaba al resto, considerado bárbaro, salvaje y primitivo.

Conclusión

El imperialismo, como fase final de un degenerado capitalismo, hace mella en la historia mundial dando la hegemonía a Europa, en especial a Inglaterra seguida de Francia y una sorprendente Alemania que se empezaba a abrir paso entre los grandes. Sin embargo lo que para unos fue una suerte para otros fue la ruina, siendo este el caso de las colonias que, una vez habían cubierto su función abastecedora, eran cruelmente abandonadas en un estado paupérrimo.

El imperialismo desembocaría en la Primera Guerra Mundial debido a su carácter conflictivo, chocando unos nacionalismos con otros y haciendo inevitable la unión en diferentes grupos de naciones que se enzarzarían en un encuentro armado.

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