Durante el periodo de entreguerras —en los años veinte y treinta— los sistemas democráticos de algunos países europeos entraron en declive y fueron reemplazados por gobiernos de tipo dictatorial y autoritario. Italia fue el primer país donde cae el régimen democrático liberal y se impuso una dictadura totalitaria de tipo fascista con Benito Mussolini (1922). Pocos meses después, en 1923, el general
Miguel Primo de Rivera dio un Golpe de Estado y establecíó una dictadura autoritaria en España. El 13 de Septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera (Capitán general de Cataluña) sacó sus tropas a la calle, ocupó los principales edificios oficiales de Barcelona e hizo público un manifiesto donde expónía los motivos e intenciones de su rebelión. Algunos jefes militares van a permanecer a la expectativa y a las disposiciones que tomara el rey (Alfonso XIII). Por consiguiente, el éxito de la acción de Primo de Rivera pasó a depender enteramente de la postura que decidiera adoptar el monarca ante la rebelión militar.
El rey aceptó los hechos y optó por entregar el poder al general rebelde que, de inmediato, se encargó de formar un nuevo gobierno.
Gracias al consentimiento del monarca, la sublevación anticonstitucional quedó legalizada y triunfó sin encontrar ninguna resistencia. Los motivos expuestos por el general Primo de Rivera para justificar el establecimiento de su régimen dictatorial fueron el fracaso del sistema parlamentario de la Restauración, las derrotas en Marruecos y la generalización de los desórdenes públicos, cuya violencia iba en aumento. Desde el primer momento, los sectores patronales, la burguésía y las clases medias católicas y derechistas recibieron la dictadura con enorme entusiasmo y satisfacción. Las primeras medidas tornadas por Primo de Rivera desde el poder fueron la suspensión de la Constitución, la disolución de las Cortes, la prohibición de las actividades de todos los partidos políticos y la instauración de una dictadura con la creación de un Directorio militar para gobernar el país. Como presidente del Directorio, el general Primo de Rivera pasó a concentrar en sus manos todos los poderes y asumíó personalmente la dirección del Estado. La administración del Estado quedó completamente militarizada, ya que el dictador procedíó al nombramiento de oficiales del Ejército para cubrir todos los puestos y cargos de mayor responsabilidad. En Diciembre de 1925 Primo de Rivera modificó la composición del Directorio y sustituyó a casi todos los militares por civiles (Directorio Civil).
Los tres momentos principales de esta tentativa de organización fueron la formación de un partido único (la Uníón Patriótica en 1924), la creación de la Asamblea Nacional Consultiva en 1927(que carecía de capacidad legislativa y su única misión era asesoramiento e información al servicio del dictador) y la elaboración de un anteproyecto constitucional en 1929(con carácter ilegitímo ya que no venía precedido de elecciones Constituyentes). En cuanto al orden público Primo de Rivera adoptó enérgicas medidas represivas y declaró el estado de guerra, que significó la suspensión de las libertades constitucionales en todo el país. También puso en práctica una política económica caracterizada por una fuerte intervención del Estado en todos los ámbitos de la economía del país. Hubo un control gubernamental de todos los sectores productivos y la supervisión de las actividades económicas y se practicó un reforzamiento del proteccionismo arancelario para salvaguardar los productos agrarios e industriales nacionales de la competencia exterior. También se llevó a cabo la creación de monopolios en los sectores energético y de telecomunicaciones., se fundó en 1927 la compañía CAMPSA, que pasó a controlar en exclusiva la importación, refinado, distribución y venta de petróleo en nuestro país. D) El incremento de las inversiones públicas para financiar la construcción de redes de carreteras, grandes obras hidráulicas y sistemas de regadío.Los principales beneficiados fueron los grandes grupos empresariales, muchos de ellos vascos y catalanes, que resultaron muy favorecidos. Es importante señalar que la dictadura se aprovechó de la coyuntura internacional de recuperación económica general que experimentó toda Europa durante los años veinte.Respecto al problema marroquí, El general Primo de Rivera aprovechó un ataque de las tropas de Abd-el-Krim contra los franceses para concertar una colaboración con el gobierno de Francia y emprender una acción militar conjunta. Según el plan trazado, el ejército francés debía encargarse de atacar por el flanco sur, mientras las tropas españolas efectuaban un desembarco en la bahía de la costa de Alhucemas . Esta operación, que se llevó a cabo en Septiembre de 1925, fue un completo éxito. Abd-el-Krim se rindió y en poco tiempo se completó la ocupación total del territorio marroquí. Este final victorioso de la guerra de supuso el éxito más evidente de la dictadura. Pero a mediados de 1928, el régimen entró en un imparable proceso de declive. La pérdida de popularidad del dictador, el deterioro de su posición política y la fragilidad del poder personal del general Primo de Rivera fueron haciéndose cada vez más evidentes a medida que pasaban los meses. Algunos de los factores que contribuyeron en mayor medida a acelerar esta decadencia del régimen dictatorial fue el creciente distanciamiento entre Alfonso XIII y Primo de Rivera, cuyas relaciones empeoraron y se fueron haciendo más tensas y difíciles y la pérdida del apoyo de una parte de los mandos del Ejército .En Enero de 1930, el general Miguel Primo de Rivera presentó su dimisión y marchó a París, donde murió dos meses más tarde
Después de la renuncia de Primo de Rivera, el rey decidíó nombrar como nuevo Jefe de Gobierno al general Dámaso Berenguer. Este militar, se propuso restablecer el sistema parlamentario liberal y reponer la Constitución de 1876, sin tener en cuenta que esta maniobra supónía una vuelta al pasado e inaceptable para muchos ciudadanos y la mayoría de la opinión pública asociaba al monarca con el régimen y Alfonso XIII era cada vez más impopular. Berenguer actuó durante los trece meses en que se mantuvo al frente del gobierno con gran lentitud e indecisión, ralentizó el proceso de recuperación de las libertades políticas y fue posponiendo la convocatoria de elecciones por temor a perder el control de la situación. Como la gestión y los planes de Berenguer no parecían tener ningún éxito, fue sustituido en Febrero de 1931 por otro militar, el almirante Juan Bautista Aznar, que se encargó de presidir un nuevo gobierno. El almirante Aznar redobló los esfuerzos por impulsar la normalización de la situación política y convocó la celebración de elecciones municipales el 12 de Abril. En estas elecciones los candidatos republicanos y socialistas lograron un rotundo triunfo en todas las grandes ciudades y consiguieron también muchos votos en las zonas rurales. Sus resultados demostraban de forma concluyente que la mayoría de los ciudadanos rechazaba el sistema monárquico. El rey decidíó aceptar la voluntad de la ciudadanía, suspender el ejercicio del poder real y abandonar España para evitar enfrentamientos sangrientos. Finalmente, el 14 de Abril de 1931 fue proclamada la II República en medio del pacífico y bullicioso entusiasmo colectivo