Causas y Consecuencias del Golpe de Estado de Primo de Rivera y la Segunda República Española

Causas del Golpe de Estado de Primo de Rivera

El golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, con el beneplácito del rey Alfonso XIII, fue el resultado de una serie de factores que convergieron en una profunda crisis del sistema político y social de la Restauración:

  • La crisis del sistema canovista.
  • El desastre del 98 y la pérdida de las últimas colonias.
  • La Semana Trágica de Barcelona (1909).
  • La derrota militar en Annual (1921) en la Guerra de Marruecos.

Primo de Rivera instauró una dictadura, suspendiendo la Constitución y el régimen parlamentario. Durante su mandato, se enfocó en mejorar la economía y restablecer el orden público. Inicialmente, amplió sus apoyos, buscando establecer un régimen dictatorial estable. Sustituyó el Directorio Militar por un Directorio Civil e intentó crear una nueva Constitución a través de una Asamblea Nacional Consultiva.

Causas de la Dimisión de Primo de Rivera

A pesar de los éxitos iniciales, varios factores llevaron a la caída de Primo de Rivera:

  • La crisis económica de 1929, que afectó gravemente a España.
  • La creciente oposición de los partidos políticos, tanto monárquicos como republicanos.
  • La pérdida de apoyo del ejército y del propio rey Alfonso XIII.

Ante esta situación, Primo de Rivera presentó su dimisión en enero de 1930.

Las Elecciones de 1931 y la Proclamación de la Segunda República

Tras la dimisión de Primo de Rivera, se sucedieron las manifestaciones antimonárquicas. Un pronunciamiento militar en Jaca en diciembre de 1930, aunque sofocado, evidenció el descontento. El general Berenguer dimitió, y Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales.

Estas elecciones se interpretaron como un plebiscito sobre la monarquía. Las candidaturas republicano-socialistas obtuvieron una victoria contundente en las principales ciudades. El Gobierno dimitió y Alfonso XIII, sin apoyos, abandonó el país. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República Española.

Se formó un Gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora y se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, que dieron la victoria a una coalición de izquierdas. Estas Cortes redactaron la Constitución de 1931, de carácter progresista y democrático.

El Bienio Reformista (1931-1933)

El primer bienio de la Segunda República, conocido como Bienio Reformista, se caracterizó por la implementación de un ambicioso programa de reformas:

  • Reforma del ejército: Se buscaba profesionalizar el ejército y asegurar la lealtad de los oficiales a la República.
  • Reforma religiosa: Se estableció la separación entre Iglesia y Estado, se aprobaron el matrimonio civil y el divorcio, y se secularizaron los cementerios. Se promovió una educación laica.
  • Reforma educativa: Se impulsó una ambiciosa reforma para reducir el analfabetismo y establecer un sistema educativo público, obligatorio, laico y mixto.
  • Reforma territorial: La Constitución de 1931 reconoció el derecho a la autonomía de las regiones. Cataluña aprobó su Estatuto de Autonomía, mientras que en el País Vasco y Galicia el proceso se vio interrumpido por la Guerra Civil.
  • Reforma agraria: Se buscaba modernizar el campo, reducir los latifundios, mecanizar la agricultura y mejorar las condiciones de vida de los campesinos. La Ley de Reforma Agraria permitía la expropiación de tierras no explotadas.

Problemas del Bienio Reformista

El Bienio Reformista se enfrentó a una gran conflictividad social y política. Las reformas provocaron la oposición de sectores conservadores, incluyendo la Iglesia y parte del ejército. El golpe de Estado fallido de Sanjurjo en 1932 fue un claro ejemplo de esta oposición. Por otro lado, la lentitud de la reforma agraria y el alto desempleo generaron descontento entre los sectores más radicales de la izquierda, como comunistas y anarquistas, que protagonizaron huelgas y ocupaciones de tierras, como los sucesos de Casas Viejas (Cádiz). La represión de estos movimientos desestabilizó al gobierno, que convocó elecciones en noviembre de 1933.

La Revolución de 1934

En 1934, tras la entrada de ministros de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) en el gobierno, el PSOE, el PCE y los principales sindicatos (UGT y CNT) convocaron una huelga general en octubre, que derivó en una insurrección en Cataluña y Asturias.

  • En Cataluña, el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española.
  • En Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social, proclamando un gobierno revolucionario.

La revolución fue duramente reprimida por el ejército, especialmente en Asturias.

El Frente Popular (1936)

En las elecciones de febrero de 1936, las fuerzas políticas se agruparon en dos grandes bloques:

  • Las derechas, unidas en torno a la CEDA.
  • Las izquierdas, unidas en el Frente Popular (republicanos, socialistas, comunistas y otros grupos de izquierda). La CNT, aunque no formó parte del Frente Popular, apoyó indirectamente a esta coalición.

El Frente Popular ganó las elecciones y Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República.

El Gobierno del Frente Popular retomó las reformas del Bienio Reformista, pero se enfrentó a un clima de creciente violencia y polarización política. Se produjeron huelgas, protestas y enfrentamientos entre grupos de extrema izquierda y extrema derecha (falangistas, requetés y carlistas). Los asesinatos del teniente Castillo (socialista) y del diputado José Calvo Sotelo (monárquico) marcaron el punto álgido de la tensión y sirvieron de pretexto para el golpe de Estado que daría inicio a la Guerra Civil.

Fases de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil Española (1936-1939) se desarrolló en varias fases:

  1. Marcha hacia Madrid: Las tropas sublevadas, procedentes de Marruecos, avanzaron rápidamente hacia Madrid, pero fueron detenidas en las batallas del Jarama y Guadalajara.
  2. Campañas del norte: Franco concentró sus esfuerzos en la conquista del norte industrial (Asturias y País Vasco). En esta fase se produjo el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor alemana. Las ofensivas republicanas de Brunete y Belchite intentaron, sin éxito, dividir el territorio sublevado.
  3. Avance hacia el Mediterráneo: En 1938, los sublevados llegaron a Teruel y, tras una dura batalla, alcanzaron el Mediterráneo, dividiendo en dos la zona republicana. La batalla del Ebro, la más larga y sangrienta de la guerra, fue el último gran esfuerzo republicano por frenar el avance franquista.
  4. Final de la guerra: Las tropas franquistas entraron en Barcelona en enero de 1939. Madrid y la zona centro resistieron hasta el 1 de abril de 1939, fecha en que se proclamó el final de la guerra.

Evolución Política en Ambos Bandos

Zona Republicana

En la zona republicana, el Gobierno se vio desbordado por la situación. Se disolvió el ejército y se entregaron armas a las milicias de partidos y sindicatos. Surgió una división interna entre quienes priorizaban ganar la guerra y quienes, como anarquistas y algunos comunistas, pretendían llevar a cabo una revolución social. Las milicias obreras crearon comités revolucionarios, lo que provocó un colapso económico.

Juan Negrín, socialista, formó un nuevo Gobierno con el objetivo de resistir hasta el final. Sin embargo, el coronel Segismundo Casado dio un golpe de Estado en marzo de 1939, buscando una salida negociada a la guerra, que no se produjo.

Zona Sublevada

El bando sublevado se mantuvo cohesionado desde el principio. En el territorio controlado por los sublevados, se llevó a cabo una brutal represión contra los simpatizantes de la República, con encarcelamientos y fusilamientos masivos.

Tras el alzamiento, se estableció la Junta de Defensa Nacional, que nombró a Franco Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Franco unificó a todas las fuerzas políticas en un partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS). Se promulgó el Fuero del Trabajo, que prohibía las huelgas, y se derogaron las leyes republicanas sobre el matrimonio civil y el divorcio, restableciendo el culto religioso en la enseñanza.

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