1) Causas del Surgimiento del Imperialismo y sus Transformaciones en la Producción
El imperialismo es la doctrina política que soporta la dominación de un Estado o comunidades sobre otros. Se ha dado a lo largo de toda la historia y actualmente suele referirse a la actitud de algunas potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial. Hay que mencionar que imperialismo y colonización son términos parecidos pero no iguales, ya que pueden ser confundidos y tomarse como sinónimos. Desde una perspectiva marxista, el imperialismo no es un periodo acabado de la historia, ni tampoco una forma extinguida de dominación política, sino la forma por la cual la propiedad del capital se concentra en unos países «centrales». Los países «periféricos» sufren de este modo la explotación de los primeros.
Existen imperialismos desde que han existido imperios desde la antigüedad, pero hay una tendencia actual a limitar como «imperialismo» al proceso de expansión económica que tuvo lugar en Europa a mediados del siglo XIX, sobre todo a partir de 1870, y este fue conocido como imperialismo librecambista. Durante este periodo, muchos países europeos, especialmente Gran Bretaña, se extendieron, primero de forma no oficial y más tarde anexaron territorios y formaron colonias en África, Asia y el Pacífico. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de mercados y materias primas para la revolución industrial y se dio hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914, y permanecieron sus vestigios hasta la descolonización, en los años 70.
A partir de finales del siglo XIX, el imperialismo se caracterizó sobre todo por la dominación económica impuesta por las potencias sobre naciones inferiores a éstas, ya que la dominación política cada vez fue más puesta en duda.
Causas del Imperialismo
Una causa económica del imperialismo es que la crisis de 1873 provocó el descenso de los precios, y con ello el proteccionismo, es decir, la protección de los productos propios de cada país prohibiendo la entrada de artículos extranjeros o gravándolos con impuestos. Esto dio lugar a la necesidad de encontrar nuevos mercados que no estuvieran controlados por dicho sistema. Por otra parte, potencias capitalistas europeas como Inglaterra, Países Bajos y Francia necesitan dar salida a su excedente de capital y lo hacen invirtiéndolo en países de otros continentes estableciendo préstamos, implantando ferrocarriles, instalando puertos, etc. Además, estos países necesitan buscar materias primas para sus industrias ya que empiezan a agotarse o a escasear en Europa. La Segunda Revolución Industrial, por otra parte, necesita de nuevas materias primas de las que Europa no dispone o escasean, como plata, petróleo, caucho, oro, cobre, etc. Las causas económicas fueron el fruto de la expansión del capital industrial y se vieron obligados a buscar territorios nuevos donde pudieran invertir el exceso de capitales acumulados. Estos capitales encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a la minoría de los indígenas que colaboraban con la metrópoli, y principalmente a la inversión de infraestructuras, también la apropiación de territorios para obtener materias primas y para dominar espacios donde colocar sus mercados para fines del régimen del monopolio.
Consecuencias del Imperialismo
Económico
La explotación económica de los territorios adquiridos hizo necesario el establecimiento de unas mínimas condiciones para su desarrollo. Se crearon infraestructuras (puertos, ferrocarriles) destinados a dar salida a las materias primas y agrícolas que iban destinadas a la metrópolis. Las colonias se convirtieron en abastecedoras de lo necesario para el funcionamiento de las industrias metropolitanas, mientras éstas colocaban sus productos manufacturados en los dominios. La economía tradicional, basada en una agricultura autosuficiente y de policultivo, fue sustituida por otra de exportación, en régimen de monocultivo, que provocó, en gran medida, la desaparición de las formas ancestrales de producir y la extensión de cultivos tales como el café, el cacao, el caucho o el té, que alteraron el paisaje.
Político
Los territorios dominados sufrieron un mayor o menor grado de dependencia respecto a la metrópoli, en función del tipo de organización administrativa que les fue impuesto. Sin embargo, esta dependencia no estuvo exenta de conflictos, que fueron el germen de un antiimperialismo protagonizado generalmente por las clases medias nativas occidentalizadas, que reclamaban la toma en consideración de las tradiciones autóctonas. Ello se canalizó a través de las premisas del juego democrático que las metrópolis defendían para sí mismas pero que negaban a sus colonias: libertad, igualdad, soberanía nacional, etc. Un ejemplo temprano donde se plasma el espíritu de estos movimientos es el nacimiento del Partido del Congreso en la India, liderado por Mohandas K. Gandhi, que extendió su base entre los miembros más humildes de la sociedad colonial.
2) Principales Causas y Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, también llamada la Gran Guerra, se desarrolló entre el 28 de julio de 1914 y el 11 de noviembre de 1918. Involucró a todas las grandes potencias del mundo, que se alinearon en dos bandos enfrentados: por un lado, los Aliados de la Triple Entente, y, por otro, las Potencias Centrales de la Triple Alianza. En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares, incluidos 60 millones de europeos, lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia. Murieron más de 9 millones de combatientes.
La causa principal de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo. Este fue el detonante inmediato de la guerra, pero las causas subyacentes jugaron un papel decisivo, esencialmente el imperialismo de las políticas exteriores de grandes potencias europeas como el Imperio Alemán, el Imperio austro-húngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Ruso, el Imperio Británico, Francia e Italia. El asesinato de Francisco Fernando por el nacionalista yugoslavo Gavrilo Princip dio como resultado un ultimátum de los Habsburgo al Reino de Serbia. Las potencias europeas invocaron diversas alianzas formadas años y décadas atrás, por lo que sólo unas semanas después del magnicidio las grandes potencias estaban en guerra. A través de sus colonias, el conflicto pronto prendió por el mundo. El conflicto dio comienzo con la invasión de Serbia por Austria-Hungría, seguida de la invasión de Bélgica, Luxemburgo y Francia por el Imperio Alemán, y el ataque de Rusia contra Alemania.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
A consecuencia de esta guerra cayeron cuatro imperios: el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano, y tres grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov, habían sido derrotados militar y políticamente y desaparecieron. Los dos primeros, el alemán y el ruso, perdieron una gran cantidad de territorios, y los otros dos, el austro-húngaro y el otomano, fueron completamente disueltos. El mapa de Europa Central fue redibujado con nuevos y pequeños estados, y se creó la Sociedad de Naciones con la esperanza de prevenir otro conflicto similar. Los nacionalismos europeos espoleados por la guerra y la disolución de los imperios, las repercusiones de la derrota alemana y los problemas con el Tratado de Versalles se consideran generalmente como factores del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
Nuevo Equilibrio Político Mundial
Aunque las colonias suministraron víveres, materias primas y combatientes a sus metrópolis, tras la guerra los pueblos coloniales empezaron a cuestionar sus lazos con la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación.
Transformación Social
Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas.
Consecuencias Tecnológicas
La contienda reveló la maquinaria de terror paradójicamente surgida de los avances y progreso de la ciencia y la tecnología. El intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra modificaría la ciencia militar cuyas prácticas datan de varios siglos atrás de conflictos humanos.
Consecuencias Políticas en Alemania
Los cinco tratados tras la guerra, principalmente el suscrito en Versalles, ocasionaron un ambiente de opresión hacia los vencidos. La nueva Alemania republicana sufrió las consecuencias del Imperio Alemán y su economía fue explotada por los vencedores. Así surgieron tesis tanto izquierdistas como derechistas para acabar con esta situación.
3) La Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, mediante la creación de dos alianzas militares opuestas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor guerra de la Historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo de guerra, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso por primera y última vez de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el más mortífero conflicto en la historia de la humanidad, con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.
Se acepta de manera general que el conflicto comenzó el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia y la consiguiente declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio Británico y la Commonwealth al Tercer Reich. La Alemania nazi pretendía crear un gran imperio en Europa. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En base a acuerdos entre los Nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o anexionó territorios de sus seis naciones vecinas en Europa. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941, las potencias europeas del Eje comenzaron una invasión de la Unión Soviética, dando así inicio al más extenso teatro de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941, el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 1937 y pretendía dominar una parte de Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el Océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.
Consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
La segunda guerra trajo consecuencias históricas y demográficas. Entre las demográficas, tenemos que Rusia anexionó el este de Polonia, Estonia, Letonia, Lituania y partes de Finlandia y Rumanía. Polonia recibió territorios de Alemania (Pomerania, Silesia y la mitad de Prusia Oriental). Alemania y Austria quedaron divididas en cuatro zonas de influencia; posteriormente, Austria recuperó su independencia en 1955 y, en el caso de Alemania, Estados Unidos, Francia y Reino Unido unificaron sus respectivas zonas de influencia en la República Federal Alemana y la URSS hizo lo mismo con su zona de influencia y la convirtió en la República Democrática Alemana.
La guerra dejó al descubierto la debilidad de los países europeos y los movimientos de independencia de las colonias se generalizaron con el apoyo de las dos superpotencias. Los ejércitos de las potencias coloniales no tenían ya capacidad para controlar dichos movimientos, por lo que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se produjo la llamada descolonización.
La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los Estados Unidos y la invasión del Archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945 cuando Japón aceptó la rendición incondicional.
La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo, declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.
4) La Crisis del 29
Gran Depresión
¿En qué consistió la Gran Depresión?
La Gran Depresión de 1929 fue la mayor crisis económica en la historia de Estados Unidos en la cual se vio afectado prácticamente todo el mundo industrializado. Ésta comenzó en 1929 y duró alrededor de una década.
Ésta fue precipitada por la crisis de la economía norteamericana, que comenzó en 1928 con la caída de los precios agrícolas y estalló cuando el 29 de octubre de 1929 se hundió la Bolsa de Nueva York. Ese día bajaron rápidamente los índices de cotización de numerosos valores, al derrumbarse las esperanzas de los inversores, después de que la producción y los precios de numerosos productos cayeran por espacio de tres meses consecutivos, y se vendieron precipitadamente unos 16 millones de acciones. No solo se trataba de una semana crítica; las cotizaciones continuaron bajando los años siguientes. En principio, no se pensó que fuera una crisis auténtica, sin embargo, se extendió entonces a la industria y el comercio. Los bancos no tenían dinero y las industrias no obtenían créditos, por lo que no podían producir, debiendo despedir a miles de trabajadores. Esta situación se extendió a Europa, que estaba inundada de capitales estadounidenses y donde causó una gran devastación.
Es dentro de este marco histórico y geopolítico que en los países de occidente y particularmente en los Estados Unidos se comienza a implementar una política en la que el Estado interviene activa y directamente en la economía. Se trataba del “New Deal” o el Nuevo Trato, lo que en Europa se conoció como el Estado de Bienestar, “Welfare State”. Este proceso fue temporalmente interrumpido por la Segunda Guerra Mundial.
Causas de la Gran Depresión
Muchos factores jugaron un papel en el desencadenamiento de la crisis; no obstante, la causa básica de este desastre financiero, conocido también como jueves negro o crash, fue una especulación exagerada, debida a la sobreproducción y a la inflación del crédito, además de la mala distribución de la riqueza en los años veinte y la extensa especulación en el mercado que se llevó a cabo durante la última parte de esa década. La mala distribución de la riqueza existió de varias maneras. El dinero estaba desigualmente distribuido entre la clase alta y la clase media, dentro de los Estados Unidos había desigualdad entre la industria y la agricultura, y también la había entre Estados Unidos y Europa.
Este desbalance de riqueza creó una economía inestable. Por esto, la prosperidad económica estadounidense comenzó a declinar a partir de 1927.
Extensión de la Crisis al Mundo
Se extendió al mundo dado el lugar ocupado por los Estados Unidos en la economía mundial. Así, los efectos de la crisis bursátil de Wall Street, la Bolsa de Nueva York, de octubre de 1929, se transmitieron rápidamente por los cinco continentes. Existían conexiones con la economía internacional, aunque con mayor intensidad con la economía europea.
También se extendió a Latinoamérica, ya que al ser una zona especializada en exportación, la inestabilidad de los mercados de esos productos que se vivía en el mundo solo era solucionable con una adecuada financiación exterior, pero la interrupción en el flujo de capitales norteamericanos a la región y la caída en las importaciones de algunos productos de América Latina acentuaron todavía más las consecuencias para este lado del mundo.
Asimismo, Europa ayudó indirectamente a que Latinoamérica fuese afectada por la crisis. Dada su compleja interacción internacional en el terreno comercial y financiero con Estados Unidos, involucró a importantes mercados estrechamente vinculados a las economías latinoamericanas. Para las economías abiertas de América Latina, que dependían de su capacidad exportadora para importar los productos necesarios para su crecimiento, las consecuencias no pudieron ser más desastrosas, aunque la intensidad del impacto varió de país a país.
Consecuencias a Nivel Mundial
Son muchas las consecuencias que provocó esta gran depresión, en todo tipo de aspectos, no solamente el económico.
La caída de los precios en América afectó a las industrias de otras partes del mundo que tenían precios superiores a los estadounidenses y que al no poder competir, vieron drásticamente reducidas sus exportaciones. Al mismo tiempo, la disminución de la demanda norteamericana (y por ende, de sus importaciones), frenó las exportaciones de muchos países, con lo que disminuyó el comercio mundial.
Los Estados Unidos también trataron de repatriar capitales que habían invertido en diferentes países. Esto tuvo una especial repercusión en Alemania, que tenía cuantiosos créditos tomados a Norteamérica, pues ese país había sido prácticamente obligado a endeudarse para hacer frente a las reparaciones de guerra estipuladas en el Tratado de Versalles, las que debían ser pagadas en efectivo.
En la vida política internacional se acentuaron los nacionalismos. La vuelta al proteccionismo, al nacionalismo, como el fascismo italiano o el nazismo alemán. Comprobada la imposibilidad de instaurar una era de entendimiento, cada potencia se desentenderá del resto. Aquí comienza, en gran medida, el camino hacia la guerra.
En orden de política interior se produce un descrédito de la democracia parlamentaria. Al demostrarse la necesidad de la intervención estatal, se refuerzan los gobiernos autoritarios y los poderes ejecutivos toman las riendas por encima de los otros dos poderes del Estado.
La crisis repercute también en la demografía, que se detiene, e incluso se produce una regresión. En países totalitarios, temerosos de la repercusión que un descenso de la natalidad puede tener en su potencial militar, estimulan los nacimientos. Los movimientos de población también son afectados por la crisis y se detiene la concentración urbana, así como también se paraliza la emigración internacional. Sin embargo, hay algunos sectores que se benefician, sobre todo por el descenso de precios, que aumenta la capacidad adquisitiva de aquellos que mantienen sus ingresos. En casi todos los países se fortalecen los sindicatos y los partidos políticos obreros, algo que ocurrió también en Chile. También en el orden intelectual se produce una crisis de valores.