Claves del Comportamiento Electoral y los Sistemas de Votación en Democracia

Elecciones y Comportamiento Electoral

La participación electoral es una parte importante de la participación política. Además, la democracia, como la entendemos, se caracteriza por unas elecciones libres. La teoría de la democracia liberal defiende las elecciones como un proceso agregador de preferencias que expresan el pluralismo; en base a estas preferencias se componen las principales instituciones políticas.

Los cargos públicos se obtienen de diferentes formas, como la herencia, la antigüedad, el concurso de méritos o la designación. También se encuentran las elecciones como forma de designación de cargos públicos, que se pueden utilizar en varios ámbitos más allá del estatal, como en sindicatos, asociaciones y, de alguna forma, en los partidos políticos.

Formas de Influencia Ciudadana según Rokkan

Según Rokkan, las formas de los ciudadanos para influir en la política son tres:

Tradicional: Únicamente disponible para una minoría privilegiada de la población. A través de vínculos personales se busca obtener una decisión política moviendo influencias. El caciquismo es una expresión de esto, donde lo conseguido es un privilegio y no un derecho ciudadano.
Organizativa: Asociarse entre individuos para constituirse como grupo de presión e influir en la decisión política. Esta forma es bastante antigua; ya se utilizaba como intermediario entre el ciudadano y el Estado en los Estados Unidos del siglo XVIII.
Electoral: Constituye, en la teoría (y solo en la teoría), la modalidad más importante en los sistemas democráticos. La participación en la misma se extiende a todos los que sean mayores de edad y cumplan con unos requisitos de nacionalidad o, en algunos lugares, de inscribirse o no tener antecedentes penales. Su origen data del parlamentarismo inglés. Al principio se trataba de un sufragio censitario, que no se convirtió en universal (masculino y femenino) y secreto hasta el siglo pasado, creando así un marco en el que, mediante el voto, toda la población puede ver representados sus intereses en el parlamento. También existieron modalidades de voto como el voto indirecto, por estamentos, el voto plural o ponderado, etc.

Requisitos para Elecciones Democráticas

Otros requisitos para que las elecciones se consideren democráticas son:

Convocatoria periódica regular.
Neutralidad del gobierno durante el proceso electoral.
Libertad de expresión, oposición y asociación.
Libertad de sufragio activo y pasivo.
Sufragio universal, libre, igual y secreto.
Igualdad en el acceso de los candidatos a recursos.
Información plural e independiente.
Ausencia de fraude, manipulación y coacción.
Instancia independiente y neutral que dirima los conflictos.

Funciones de las Elecciones

Las elecciones sirven como instrumento a un régimen político, del cual obtienen principalmente:

Representación

Los ciudadanos eligen representantes con sus preferencias de voto. La representación consiste en hacer presente a quien está ausente, actuando de acuerdo a las directrices (implícitas o explícitas) de los votantes.

Con la participación de las masas en la vida política se altera la idea de representación política. Inicialmente, en el parlamento estaba representado el interés nacional, entendido como la extensión de los intereses de la burguesía como clase. En el parlamento aparecen los partidos políticos, que son canales de participación política y se vinculan con los representantes. Pues el partido avala candidatos y decide sobre los mismos, también establece disciplinas de voto que se respetan generalmente. La idea de representación nacional se ve trastocada, y los partidos son quienes representan la pluralidad nacional y del interés (entendido como una construcción).

Los sistemas electorales mayoritarios acercan a la idea de representación, entendiendo el parlamento como un reflejo de la sociedad. No existe el mandato imperativo ante el elector, pero en la práctica sí lo están ante el partido. La disciplina de voto otorga estabilidad a un sistema parlamentario.

Formación de Gobiernos

Un programa electoral no es vinculante en términos jurídicos y hay cuestiones políticas que no se prevén. Los pactos pueden modificar los programas si ningún partido tiene suficiente representación parlamentaria como para formar gobierno. En un sistema bipartidista no suele haber coalición, pero aun así no hay un compromiso férreo con el programa.

Los resultados electorales determinan quién gobierna, aunque no sea directamente. Sin embargo, no determinan cómo debe hacerlo el gobierno, aunque existe la oposición y los rivales políticos que pueden salir elegidos en los siguientes comicios en caso de una mala percepción del gobierno.

Producción de Legitimidad

La participación legitima al régimen político de la democracia liberal y a los gobernantes. Cuanta mayor participación en elecciones, mayor legitimación al sistema. Partiendo de la legitimidad del voto, el gobierno adopta decisiones y obliga a aceptar leyes a los ciudadanos mediante la coacción legítima del Estado.

La legitimidad suele contar con tres componentes:

Legal: Una decisión es legítima si respeta el ordenamiento jurídico. La adopta una autoridad con capacidad para ello y no contradice una fuente del derecho superior. Un gobierno es legítimo si en su actuación respeta la legalidad; legalidad y legitimidad aquí coinciden.
Moral: Se entiende que hay principios que, aunque no se encuentren en el ordenamiento jurídico, hay que tenerlos en cuenta para tomar una decisión legítima.
Social o Sociológico: Weber hablaba de que una decisión es legítima si es aceptada por la población de manera mayoritaria y sostenida en el tiempo (no fruto de un impulso momentáneo).

En los países con democracias consolidadas se observa una tendencia a la indiferencia de parte del electorado hacia la política, bajando los índices de participación.

Participación Electoral en España y Europa

En los países desarrollados se puede medir la participación electoral de forma muy precisa. El censo electoral proporciona un indicador muy fiable (si se actualiza correctamente) para ver la participación en elecciones, mirando cuántos de los inscritos participan.

También pueden distinguirse varios tipos de votos: entre los electores están los votantes y los abstencionistas. Entre los votos emitidos, hay votos válidos y votos nulos. Y entre los válidos, hay votos en blanco y votos a candidaturas.

Existen diferencias entre la participación real y la estimada al medirla de diferentes formas. Por ejemplo, las encuestas sociológicas no alcanzan un 100% de fiabilidad al preguntar si la gente va a votar o no. Los abstencionistas tienden a estar subrepresentados en las encuestas.

En Europa, la participación electoral media fue de alrededor del 80% entre 1945 y 2010. Se produce un descenso de la participación en los últimos años. Los países con más participación histórica son Austria y Bélgica (donde el voto es obligatorio). España se encuentra generalmente por debajo del 75% y Suiza apenas tiene un 50% de participación.

En EEUU, que se considera una democracia consolidada, los índices reales de participación son relativamente bajos. Esto obedece, en parte, a la necesidad de los ciudadanos de inscribirse activamente en el censo para votar, y de los aproximadamente 2/3 que se inscriben, no todos votan. También se argumenta que la frecuencia de los comicios influye.

La Participación Electoral en España

Ha habido elecciones generales donde la participación ha rondado el 80%, pero generalmente se sitúa en torno al 70%. Esta es más alta si las elecciones no parecen decididas de antemano y hay un resultado incierto. Existe un cierto cleavage centro-periferia en la participación electoral, produciéndose menores índices relativos en algunas zonas periféricas (aunque esto varía). También influye el tipo de elección en la participación: es mayor en las generales y menor en las municipales, autonómicas y europeas.

El Sistema Electoral y sus Funciones

Las elecciones legitiman un orden político y le otorgan una representación de la ciudadanía a la que gobiernan. El elector desempeña roles como actor político, eligiendo en los comicios a su opción preferida. El sistema electoral tiene mucha importancia dentro de esto, otorgando la representación e influyendo en el tipo de partidos y la relación con sus electores. También hay autores que hablan de la dependencia histórica y política del sistema electoral y lo que lleva a la adopción de uno u otro. El sistema electoral son las reglas y procedimientos por los que se asignan escaños en las elecciones en relación con los votos obtenidos.

En los sistemas electorales convergen tres ideas fundamentales:

Participación ciudadana: Los ciudadanos eligen mediante el voto sus preferencias; el sistema electoral hace el recuento y transforma votos en escaños.
Elección de dirigentes.
Representación política.

Los sistemas electorales obedecen a muchos factores: los tipos de elecciones, el tipo de sufragio (directo o indirecto), la dependencia histórica, el número de escaños a repartir, el tipo de candidatura o la fórmula electoral.

La normativa electoral cuenta con exigencias a candidatos y electores en temas de edad, nacionalidad o domicilio. También pueden existir umbrales electorales (barreras legales), primas de mayoría o quórums de participación.

Funciones Detalladas de las Elecciones Democráticas

Además de producir un gobierno en un marco democrático liberal y legitimar este régimen político, las elecciones cumplen otras funciones:

1. Generar Participación

Expresar en votos las preferencias políticas del electorado.
Elegir entre diferentes programas políticos.
Ejercer influencia política.

2. Producir Representación

Seleccionar y elegir a élites políticas y sus líderes.
Otorgar un mandato representativo fundado sobre una base electiva.
Reflejar el pluralismo de la sociedad en el seno de las instituciones políticas.

3. Proporcionar Gobierno

Crear un apoyo político que sustente el gobierno.
Crear una oposición parlamentaria que controle al gobierno.
Establecer la orientación general de las políticas públicas.

4. Ofrecer Legitimación

Contribuir a la socialización política y la formación de la cultura política del electorado.
Establecer comunicación política mediante la interacción entre la opinión pública y la élite política.
Legitimar el sistema político, el sistema de partidos y el gobierno.

Evolución y Características del Sufragio Democrático

La democracia presupone la celebración de elecciones mediante el sufragio universal, libre, igual, directo y secreto. Estas características son fruto de una larga evolución histórica.

Universal: El conjunto de la ciudadanía adulta debe tener derecho a voto sin exclusiones arbitrarias (por razón de sexo, raza, renta, nivel educativo, etc.). La definición del electorado y la extensión del sufragio han evolucionado históricamente. Inicialmente, las elecciones surgieron con la burguesía buscando controlar el poder del Estado y legitimar un nuevo orden acorde a sus intereses, limitando el voto (sufragio censitario). La lucha por la ampliación del sufragio fue clave en los siglos XIX y XX.
Libre: Debe existir pluralismo político y el acceso al proceso electoral debe estar abierto a todo aquel que cumpla los requisitos legales para presentarse. Además, el elector debe tener la posibilidad directa de influir sin coacciones en el poder mediante el voto. La competición electoral suele indicar la existencia de democracia. Relaciones mutuas y plurales se originan en los sistemas multipartidistas y bipartidistas, mientras que en los sistemas de partido único no existen tales relaciones de reciprocidad. Las elecciones deben ser recurrentes y periódicas.
Igual: Cada elector cuenta con el mismo poder de voto; para ello, cada elector suele contar con un voto por comicio. Vulnerarlo es conceder varios votos a determinados electores (voto plural) o dar un valor distinto a los votos en función de criterios no territoriales justificados, algo que ocurría con otros tipos de sufragio históricos.
Directo: No deben existir intermediarios en la votación entre el elector y el cargo elegido. Cada miembro de la sociedad debe elegir sus propias preferencias y puede tomar sus decisiones. El derecho a voto no es transferible. Las elecciones indirectas (donde se elegía a unos compromisarios que a su vez elegían a los gobernantes) tenían como objetivo filtrar los designios de la ciudadanía, como en la Constitución de 1812 en España.
Secreto: Se garantiza la libre decisión del votante. El elector debe depositar el voto con total libertad y garantizando la privacidad del mismo; si fuera público, podría estar sujeto a influencias externas o coacciones. El voto a mano alzada es potencialmente coercitivo. No obstante, el elector debe poder dar a conocer su voto si así lo desea. Australia fue el primer país en utilizar sistemáticamente el voto secreto en 1856.

Condiciones para Ejercer el Derecho de Voto

El cuerpo electoral es el conjunto de la ciudadanía que puede votar por reunir unos requisitos. En algunos sistemas, pueden tener que inscribirse activamente. Por ello, el electorado no es lo mismo que la población total de un país. Hay requisitos de carácter técnico (edad, nacionalidad, residencia) y otros que, si son discriminatorios, vulneran el principio de universalidad.

Un elector es la persona con capacidad legal para votar, pero puede no hacerlo (abstenerse). Si lo hace, se llama votante. Hay lugares donde el voto es obligatorio y pueden existir sanciones si no se acude a votar. El sufragio activo es el derecho a ser elector (votar) y el sufragio pasivo es el derecho a ser elegido (ser votado).

Entre los requisitos generales para votar los hay positivos (como la edad mínima, la ciudadanía/nacionalidad y el domicilio/residencia – estos deben estar claramente definidos y no ser discriminatorios) y negativos (causas de exclusión). Estos últimos suelen afectar a personas privadas de derechos civiles por sentencia judicial firme o a aquellas declaradas legalmente incapaces para ejercer el voto (aunque la tendencia es a restringir estas exclusiones). Históricamente, han afectado a otros colectivos como militares en algunos países o colaboradores de regímenes totalitarios tras su caída.

Las listas electorales o censo electoral son el registro público de los electores. Su elaboración suele ser automática en muchos países (basada en registros civiles o padrones), aunque hay países donde es voluntaria y requiere inscripción activa por parte del ciudadano. Esto último puede debilitar la participación democrática si genera barreras. Para ser elegible (sufragio pasivo) se exigen, al menos, los mismos requisitos que para ser elector, y a veces algunos adicionales (edad mínima superior, etc.).

Etapas del Proceso Electoral

El proceso electoral formalmente empieza con la convocatoria electoral. Sin embargo, la ciencia política a menudo lo inicia desde la precampaña o campaña electoral. Una vez existe una fecha para los comicios, se abre un plazo para la presentación de candidaturas. Después se produce la campaña electoral propiamente dicha, además de la designación de los miembros de las mesas electorales y los representantes de las candidaturas.

El día previo a los comicios puede haber una jornada de reflexión (prohibición de actos de campaña) o no, según la legislación. El día fijado se produce la votación. Tras el cierre de los colegios electorales, se realiza el escrutinio o recuento de los votos en las mesas. Estos resultados provisionales serán computados oficialmente según el sistema electoral y otorgarán una determinada representación según la ley electoral. Se distinguen votos en blanco, nulos y válidos a candidaturas. Existe un proceso establecido para la resolución de impugnaciones o reclamaciones sobre los resultados. Lo último es la proclamación y nombramiento de los candidatos elegidos en su cargo.

Componentes del Sistema Electoral

Son los métodos que se usan para traducir votos en escaños de representantes. El input son los votos y el output los escaños. Sus componentes básicos son:

Circunscripción Electoral

Es el conjunto de electores, generalmente agrupados territorialmente, a partir de cuyos votos se produce una determinada repartición de escaños. El tamaño o magnitud de la circunscripción es la cantidad de escaños que se asignan en ella. Pueden ser uninominales (se elige 1 escaño) o plurinominales (se eligen varios escaños). Puede existir también la circunscripción única, donde todo el electorado del territorio es considerado como una sola circunscripción (ej. Israel, Países Bajos para algunas elecciones). A mayor número de escaños elegidos por circunscripción, mayor tiende a ser la proporcionalidad del sistema electoral. El tamaño de la circunscripción también influye en el número efectivo de partidos. Pueden influir criterios partidistas (gerrymandering) a la hora de delimitar las circunscripciones para favorecer a una o unas candidaturas concretas.

Forma de la Candidatura

Puede ser unipersonal (se vota a un único candidato, típico en fórmulas mayoritarias y circunscripciones uninominales) o de lista (se vota a una lista presentada por un partido o coalición, en la que hay varios candidatos, típico de sistemas proporcionales y circunscripciones plurinominales).

Los tipos de listas son principalmente tres:

Cerradas y bloqueadas: El elector vota la lista que presenta un partido sin poder alterar el orden ni elegir candidatos individuales (ej. Congreso español). Los escaños se atribuyen según el orden preestablecido en la lista. No expresan preferencias individuales de los electores por candidatos específicos dentro del partido.
Listas desbloqueadas (o cerradas y no bloqueadas / preferenciales): El votante puede modificar el orden de los candidatos dentro de la lista de un partido, o indicar preferencias por algunos de ellos (ej. Finlandia, Austria, Suecia).
Listas abiertas: Permiten escoger candidatos de diferentes partidos (panachage) y/o elegir el orden de preferencia entre los candidatos de una o varias listas (ej. Senado español, Suiza).

Las listas abiertas y las desbloqueadas favorecen la competición interna dentro del partido y pueden disminuir el poder de la dirección del partido sobre quién resulta elegido. Pueden aumentar la transparencia y el control del elector sobre el representante, pero también pueden acentuar los personalismos y, según algunos, la corrupción.

Estructura del Voto

Se refiere a cómo el elector expresa su preferencia:

Voto categórico: El elector puede votar a candidatos o lista de un solo partido. Es el más usual.
Voto ordinal: El elector puede ordenar por preferencia a candidatos de más de un partido o varios candidatos de una misma lista.
Voto único: El elector emite un solo voto. Puede ser en circunscripciones uninominales o plurinominales con listas cerradas y bloqueadas.
Voto múltiple: Se pueden emitir tantos votos como escaños tiene una circunscripción, dando un voto a cada candidato como máximo. Se aplica en circunscripciones plurinominales con listas abiertas o desbloqueadas.
Voto alternativo (o preferencial): El elector establece un orden de preferencia entre candidatos. Si su primera opción no alcanza los votos necesarios o es eliminada, su voto puede transferirse a su segunda preferencia, etc.
Voto limitado: Es un tipo de voto múltiple donde el elector tiene un número de votos menor a los escaños que se eligen en su circunscripción. Se aplica en circunscripciones plurinominales, a menudo con listas abiertas. Busca dar alguna representación a minorías.
Voto acumulativo: Es como el voto múltiple, pero con la posibilidad de conceder varios votos (o todos sus votos) a un solo candidato. Pudiendo limitarse esto o no. Favorece la representación de minorías concentradas.
Voto preferencial: El elector establece un orden de preferencias al elegir candidatos, puede ser poniendo un número a los candidatos que elija. Se asocia a listas desbloqueadas.
Voto combinado o panachage: Es un voto múltiple en el que se pueden escoger candidatos de diferentes partidos y, a veces, ordenarlos por preferencia. Se asocia a listas abiertas.
Voto doble: Une el voto de lista (proporcional) y el voto unipersonal (mayoritario). El elector emite un voto a un partido (para la distribución proporcional de escaños) y otro a un candidato individual (en distrito uninominal). Usado en sistemas mixtos como el alemán.

Barrera Legal (Umbral Electoral)

Es la cantidad mínima de votos (generalmente un porcentaje sobre el total de votos válidos en la circunscripción o a nivel nacional) que necesita superar cada partido para poder aspirar a la asignación de escaños. Se aplica principalmente en sistemas con fórmulas proporcionales. Los sistemas mayoritarios puros no suelen necesitarla formalmente, ya que la propia mecánica del sistema actúa como barrera. La barrera puede ser un porcentaje (ej. 3% en España para el Congreso a nivel provincial, 5% en Alemania a nivel federal) o un número fijo de votos. Si hay un sistema a doble nivel (nacional y regional), puede haber distintas barreras combinadas o requisitos de elección directa en distritos. Su objetivo es reducir la fragmentación del sistema de partidos, favoreciendo la gobernabilidad. Sin embargo, limita la proporcionalidad estricta de la representación al excluir a partidos pequeños.

Fórmula Electoral

Es el procedimiento matemático o algoritmo por el cual se reparten los escaños entre los partidos en función de los votos obtenidos. Las dos grandes familias son las fórmulas mayoritarias (el partido o candidato más votado se lleva el escaño o todos los escaños de la circunscripción) y las fórmulas proporcionales (buscan asignar escaños de forma aproximadamente proporcional a los votos recibidos, como la fórmula D’Hondt o la de Sainte-Laguë).

Análisis del Comportamiento Electoral

El principio democrático básico es «una persona, un voto». Esto sugiere que el individuo es la unidad fundamental de análisis.

Aspectos Metodológicos

La unidad de análisis que debemos tener en cuenta en los análisis electorales puede ser el elector individual o agregados (como circunscripciones, municipios, etc.). Si cada persona emite un voto, idealmente tomaríamos como unidad de medida a los ciudadanos. Sin embargo, el voto es secreto, y aunque las encuestas preguntan por el voto, el objeto de estudio (el elector) a veces no responde con sinceridad (por deseabilidad social, olvido, etc.), por lo que los datos individuales de encuesta no son infalibles. A pesar de ello, son cruciales para relacionar las características de los votantes con la orientación del voto.

La utilidad política reside a menudo en el resultado electoral agregado. Antes de la popularización de las encuestas, el análisis de resultados agregados era la única forma de estudiar el comportamiento electoral. Es esencial tener en cuenta las características individuales, pero también las del contexto (sistema electoral, coyuntura política, etc.). Algunos factores que explican el comportamiento electoral operan a nivel del individuo (valores, ideología, identificación partidista), mientras que otros se relacionan con el sistema en el que viven y actúan los individuos. Por ello, el análisis que use sólo una de estas facetas (individual o agregada/contextual) puede quedarse corto en variables relevantes. Las encuestas son muy útiles para análisis individuales, mientras que los datos agregados (resultados electorales por secciones censales, municipios, etc.) permiten otro tipo de estudios, como los ecológicos (aunque con limitaciones como la falacia ecológica).

Fuentes para el Estudio del Comportamiento Electoral

Hay que distinguir principalmente entre resultados electorales y datos de encuesta.

Resultados Electorales: Se pueden encontrar en fuentes oficiales, como el Ministerio del Interior en España y su web, que ofrece los resultados detallados de todas las convocatorias electorales. Estos datos son la fuente primaria para el análisis agregado de los comicios. Los resultados de las elecciones europeas se recogen también en la web del Parlamento Europeo.
Encuestas y Sondeos: El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en España es el banco de datos sociopolíticos más importante, con una vasta colección de encuestas sobre temas sociales y políticos, incluyendo estudios preelectorales, postelectorales e intenciones de voto. También existen otros organismos públicos y privados, a nivel nacional, europeo o internacional (como el Eurobarómetro, World Values Survey, etc.), que realizan y publican estudios sobre diversos temas que pueden utilizarse como fuentes para analizar el comportamiento electoral y las actitudes políticas.

Las encuestas y sondeos electorales, especialmente los preelectorales, no deben considerarse una herramienta infalible para la predicción, aunque pueden ayudar a dibujar tendencias. Tienen problemas inherentes a la proyección de resultados a partir de muestras, como los márgenes de error (que dependen del tamaño muestral y el nivel de confianza) y posibles sesgos.

Las predicciones electorales basadas en encuestas no pueden alcanzar una exactitud total; dibujan una proyección del voto probable, pero no es algo del todo fiable. La predicción exacta es imposible, entre otras cosas, porque las propias encuestas pueden influir marginalmente en el voto de los electores (efecto bandwagon o underdog) y porque siempre hay indecisos o cambios de última hora.

Problemas Metodológicos de las Encuestas

Error Muestral: La muestra de una encuesta es una representación del universo estudiado. Para que sea representativa, idealmente se utiliza una selección aleatoria. Las encuestas siempre tienen un margen de error asociado a un nivel de confianza (ej. +/- 3% con un 95% de confianza). El error muestral depende sobre todo del tamaño de la muestra (a mayor tamaño, menor error, pero con rendimientos decrecientes).
No Respuesta Total: Puede introducir sesgos si los grupos que no responden (porque no se les localiza, se niegan a participar, etc.) tienen características u opiniones diferentes a los que sí responden. Se intenta corregir mediante ponderaciones.
No Respuesta Parcial: Ocurre cuando el encuestado se niega a contestar alguna pregunta concreta (ej. sobre ingresos, o sobre el voto). Esto puede dificultar el análisis y la proyección de datos si la no respuesta no es aleatoria. Hay discusión sobre si esto introduce un sesgo significativo o no y cómo tratarlo.

Análisis de Resultados Electorales

Para analizar unos resultados electorales hay que definir el objetivo: ¿describimos o explicamos? A menudo se hacen ambas cosas. La descripción se realiza sobre los propios resultados (participación, distribución de votos y escaños) y puede incluir comparaciones con otros comicios anteriores o de distinto nivel. La explicación busca identificar factores que influyeron en el resultado, como el tipo de elecciones, los candidatos, la campaña, el contexto económico o social, etc.

También hay que definir el alcance: ¿estudiamos una elección o varias? ¿A qué nivel de análisis nos situamos (nacional, regional, local)? No es lo mismo analizar unas elecciones municipales que unas generales o autonómicas, ya que los factores influyentes pueden diferir (voto dual).

Tema IV: Posición Social, Cleavages y Voto

La posición en la estructura social es un elemento que tradicionalmente se ha considerado determinante en la dirección del voto. Cada estrato social puede tener una socialización política, unos intereses y unas perspectivas diferentes. No se expresa igual ni tiene los mismos intereses un votante con gran patrimonio que un votante de clase obrera.

Tradicionalmente, el voto tenía una fuerte polarización en torno al clivaje de clase, en el cual la posición social marcaba fuertemente la dirección del voto (partidos obreros vs. partidos burgueses).

Desde los años 70 aproximadamente, parece resentirse la fuerza explicativa de los clivajes tradicionales como el de clase, perdiendo importancia relativa frente a otros de tipo étnico, lingüístico, religioso, territorial o los relacionados con nuevos valores (ecologismo, feminismo, pacifismo). Estos fenómenos pueden estar asociados a una menor participación electoral coyuntural y a una mayor inestabilidad en el voto, produciendo que el voto volátil (cambio de partido entre elecciones) se incremente en detrimento del votante leal a un partido.

Concepto de Cleavage (Clivaje)

Es complicado ofrecer una definición única de cleavage (clivaje o fractura social). La literatura suele unir aspectos que se complementan o son diferentes, y presenta problemas en su construcción teórica. Debemos tener claro que la naturaleza de los cleavages es sociopolítica: se refieren a divisiones sociales profundas y duraderas (basadas en rasgos socioeconómicos, religiosos, étnicos, territoriales, etc.) que se expresan políticamente a través de organizaciones (como los partidos) y generan comportamientos políticos (como el voto) relativamente estables en el tiempo entre los grupos definidos por esa división. Pueden tener una influencia histórica, habiéndose construido desde los inicios del Estado-nación moderno.

Una definición podría ser: «Rasgo social o conjunto de rasgos sociales que posee el individuo y que, vinculándolo orgánicamente con su grupo social natural de referencia y con los partidos políticos que expresan su identidad, condiciona su comportamiento político global y le opone a los individuos, grupos y partidos cuyas actuaciones políticas se sustentan en rasgos distintos y/o antagónicos».

Tipología de Cleavages: Lipset y Rokkan

Seymour Martin Lipset y Stein Rokkan buscaron explicar cómo los clivajes sociales se traducen en alianzas políticas y sistemas de partidos estables, entendiendo que esto no es un alineamiento automático. Intentaron responder a cómo se iniciaron estos sistemas de clivajes, cuáles son más antiguos y consiguieron perdurar, y cuáles no. Buscaron las condiciones para el desarrollo de estos sistemas y, finalmente, los comportamientos de las bases electorales en relación con los partidos que encarnan esos clivajes.

Identificaron cuatro grandes clivajes que se conformaron a lo largo de la historia europea, coincidiendo con dos grandes procesos revolucionarios: la Revolución Nacional (construcción del Estado-nación) y la Revolución Industrial.

Centro vs. Periferia: Conflicto territorial entre la cultura centralizadora del Estado-nación en construcción y las comunidades locales/regionales con su idiosincrasia, lengua o cultura propias que resisten la homogeneización. (Producto de la Revolución Nacional)
Estado vs. Iglesia: Conflicto cultural y de poder entre el Estado-nación secular y la Iglesia (especialmente la Católica) por el control de la educación, la moral y la lealtad de los ciudadanos. (Producto de la Revolución Nacional)
Campo vs. Ciudad (Agrario vs. Industrial): Conflicto económico entre los intereses de la aristocracia rural terrateniente y la burguesía comercial e industrial emergente por las políticas sobre el mercado de bienes (proteccionismo vs. librecambismo). (Producto de la Revolución Industrial)
Trabajadores vs. Propietarios (Capital vs. Trabajo): Conflicto socioeconómico fundamental entre los empresarios/propietarios de los medios de producción y los trabajadores asalariados por las condiciones del mercado de trabajo (salarios, jornada laboral, derechos sindicales). (Producto de la Revolución Industrial)

Estos clivajes generaron alineamientos partidistas que, según Lipset y Rokkan, se «congelaron» en gran medida en muchos países europeos durante la primera mitad del siglo XX, explicando la estructura básica de sus sistemas de partidos durante décadas.

Origen y Orientación del Voto

La orientación del voto es lo primero que se puede analizar en un resultado electoral. Se puede expresar en términos absolutos (número de votos por candidatura o partido) o en términos relativos (como porcentaje sobre los votos válidos, sobre los emitidos o sobre el total del electorado censado). Se pueden agrupar las candidaturas o partidos en bloques ideológicos (ej. izquierda vs. derecha) para analizar transferencias o equilibrios. Estos bloques suelen definirse, implícita o explícitamente, por los clivajes dominantes en el sistema de partidos.

Validez Actual de los Cleavages para Explicar el Voto

Existe un debate académico sobre si los clivajes clásicos identificados por Lipset y Rokkan (especialmente el de clase) siguen siendo tan determinantes para explicar el voto en las sociedades contemporáneas (tesis del desalineamiento), o si han surgido nuevos clivajes (postmaterialistas, identitarios, etc.) o si la explicación del voto se basa más en factores de corto plazo (economía, candidatos, temas de campaña) o en la ideología individual (realineamiento o simplemente mayor volatilidad).

Tema II: Cultura Política, Socialización y Opinión Pública

Cultura Política

Abarca las actitudes, creencias, valores y conocimientos que presenta una población (o subgrupos dentro de ella) en relación con diferentes aspectos de la vida política y el sistema político. Dentro de ella entra la interacción con las instituciones y el régimen político existente, pero también las ideologías y los símbolos políticos. Su explicación requiere mirar hacia atrás (análisis histórico), ya que tiene una dependencia de la historia precedente que ha influido en estas orientaciones. No es un término que hable de una mayor o menor sapiencia sobre los procesos políticos; todo el mundo tiene una determinada cultura política. Se atribuye a grupos que comparten ciertas actitudes, evaluaciones y entendimientos de la vida y el sistema políticos. Se habla de subculturas políticas para referirse a los diversos grupos sociales (definidos por clase, religión, etnia, región, etc.) que presentan rasgos diferenciados dentro de la cultura política general. La cultura política de la élite y la del conjunto social también pueden diferir y su interacción tiene mucha influencia en el desarrollo del sistema político.

Socialización Política: Concepto y Procesos

La socialización política es el proceso mediante el cual los individuos adquieren sus orientaciones políticas (conocimientos, actitudes, valores). La personalidad del individuo es influida por su entorno en diferentes ámbitos de la sociabilidad, y la cultura política predominante moldea las aptitudes fruto de las interacciones con el medio. Los miembros de una sociedad aprenden de esta forma principios, normas, valores y modelos de comportamiento que tienen relevancia directa o indirecta con los fenómenos políticos. Entre estas orientaciones hacia la política se establecen elementos como la percepción de la posición del sujeto en el sistema político, la identificación con grupos que forman un «nosotros» y un «ellos», etc.

Tipos y Procesos de Socialización

Socialización Política Primaria: Son los procesos de aprendizaje que ocurren en las primeras etapas de la vida, principalmente en la infancia y adolescencia, a través de agentes como la familia, la escuela y el grupo de pares. Estos aprendizajes tempranos sientan las bases de las orientaciones políticas futuras: se adquiere conciencia de la autoridad, se empiezan a entender diferencias ideológicas, se toma posición frente a líderes políticos, se desarrolla un sentido de identidad nacional o grupal, etc.
Socialización Política Secundaria (o Resocialización): Se produce en la edad adulta, cuando experiencias personales o colectivas (cambios laborales, matrimonio, migración, eventos históricos significativos, crisis económicas, etc.) reafirman o rectifican los elementos e inclinaciones adquiridos en la socialización primaria. Puede influir en el individuo a través de experiencias familiares o personales, momentos históricos que marcan la conciencia colectiva, la influencia de los medios de comunicación, el lugar de trabajo, etc.

Opinión Pública

Es el conjunto de opiniones o preferencias que una sociedad o un sector de ella expresa hacia los hechos sociales o políticos que suscitan interés en un determinado momento. No es necesariamente la suma de opiniones individuales, sino un fenómeno más complejo que emerge de la interacción social y la comunicación. Estas preferencias pueden ser fuertemente moldeadas por los medios de comunicación y los actores políticos, que contribuyen a fijar la agenda (qué temas son importantes) y el marco (cómo se deben interpretar esos temas), centrando la atención en ciertos elementos y tratándolos de una forma determinada.

Participación Política e Internet

Internet y las redes sociales han abierto nuevos espacios y formas para la participación política. Facilitan el acceso a la información, la movilización ciudadana, el debate público y la interacción directa con representantes políticos, aunque también presentan desafíos como la desinformación, la polarización y la creación de burbujas informativas. Han surgido nuevas formas de activismo digital (clicktivism, ciberactivismo) cuya efectividad y relación con la participación tradicional son objeto de estudio.

Tema X: El Sistema Electoral Español

El sistema electoral español para las elecciones generales (Congreso de los Diputados y Senado) fue diseñado principalmente en 1977, durante la Transición, en un contexto determinado y con unas presiones políticas concretas. No tiene una continuidad directa con el de la Segunda República. Desde su aprobación e inclusión parcial en la Constitución de 1978, no ha sufrido reformas considerables en sus elementos esenciales. La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), aprobada en 1985, desarrolla y consolida estos elementos, siendo, junto con la Constitución, uno de los pilares del régimen político español. Se diseñó buscando un equilibrio entre representatividad y gobernabilidad y ha mostrado desde su inicio una tendencia a favorecer un bipartidismo imperfecto y la sobrerrepresentación de los partidos mayoritarios y de algunos partidos de ámbito no estatal con fuerte implantación territorial.

Elementos Básicos del Sistema Electoral del Congreso

Número de Diputados: 350 (la Constitución establece entre 300 y 400).
Fórmula Electoral: Sistema D’Hondt (fórmula proporcional de media mayor).
Circunscripción: La provincia. Hay 50 circunscripciones provinciales. Ceuta y Melilla eligen 1 diputado cada una (circunscripciones uninominales de facto).
Asignación Mínima Inicial: Dos escaños a cada provincia (excepto Ceuta y Melilla, con 1). Los 248 escaños restantes se distribuyen entre las provincias en proporción a su población.
Barrera Legal: 3% de los votos válidos emitidos en la circunscripción provincial para que una candidatura pueda participar en el reparto de escaños.
Tipo de Lista: Cerrada y bloqueada.

Magnitud de las Circunscripciones

La magnitud media de las circunscripciones provinciales es baja (350 diputados / 50 provincias = 7, menos Ceuta y Melilla), aunque la mediana es aún menor (5). Esto se debe a la gran variación en el número de escaños por provincia, que va desde los 2 del mínimo constitucional (más Ceuta y Melilla con 1) hasta más de 30 en Madrid y Barcelona. La mayoría de las provincias eligen pocos diputados.

Prorrateo Electoral y Desigualdad del Voto

En la práctica, el valor del voto (cuántos votos cuesta elegir un diputado) varía enormemente entre circunscripciones debido a la combinación de la asignación mínima inicial de 2 escaños por provincia y las grandes diferencias de población. En provincias poco pobladas como Soria, se necesitan muchos menos votos para obtener un escaño que en provincias muy pobladas como Madrid o Barcelona. Esto produce una significativa sobrerrepresentación de las provincias menos pobladas (generalmente rurales) y una infrarrepresentación de las más pobladas (generalmente urbanas), generando un sesgo territorial (campo-ciudad) en la composición del Congreso.

La Fórmula Electoral D’Hondt

Es un procedimiento matemático de división que se utiliza para repartir los escaños de forma proporcional a los votos obtenidos por cada candidatura que ha superado la barrera legal. Tiende a ser menos proporcional que otras fórmulas (como Sainte-Laguë) en circunscripciones pequeñas, beneficiando ligeramente a los partidos más votados dentro de cada circunscripción.

Efectos del Sistema Electoral Español (Congreso)

La combinación de circunscripciones provinciales de tamaño pequeño y mediano, la fórmula D’Hondt y la barrera legal del 3% tiene varios efectos políticos:

Favorece a los partidos grandes: Los dos partidos más votados a nivel nacional suelen obtener un porcentaje de escaños superior a su porcentaje de votos (prima a las mayorías).
Beneficia a partidos de ámbito no estatal con voto concentrado: Partidos nacionalistas o regionalistas fuertes en determinadas provincias pueden obtener escaños con menos votos totales que partidos de ámbito estatal dispersos.
Dificulta la entrada de nuevos partidos o partidos pequeños de ámbito estatal: Necesitan superar el 3% en cada provincia donde quieran obtener escaños y competir en circunscripciones a menudo pequeñas.
Genera Gobiernos Monocolores o Coaliciones Reducidas: Tiende a reducir la fragmentación parlamentaria en comparación con sistemas más proporcionales.
Produce Desproporcionalidad Territorial: Como se mencionó, sobrerrepresenta a las provincias menos pobladas.

Nota: El sistema electoral del Senado es diferente, mayoritario (listas abiertas, se eligen 4 senadores por provincia peninsular, con voto limitado a 3 candidatos), lo que genera resultados muy distintos y a menudo poco representativos de la pluralidad.

Tema V: Valores Políticos y Voto

Origen de los Valores Políticos

Los valores políticos de un individuo se forman a través de diversos procesos:

Socialización Política Primaria: Aprendizajes tempranos en familia, escuela, etc., que sientan las bases de la identidad y las actitudes políticas.
Valores Prepolíticos: Orientaciones más básicas como el grado de integración en una comunidad, la integridad social percibida, la identidad nacional (sentimiento de pertenencia a una nación), la religiosidad (pertenencia, creencias, práctica) y la clase social subjetiva (sentimiento del individuo de pertenecer a una determinada clase social). Estos valores influyen en la recepción de mensajes políticos.
Socialización Política Secundaria: Experiencias adultas (trabajo, eventos históricos, medios de comunicación) que pueden reforzar o modificar las orientaciones primarias.
Movilidad Geográfica y Social: Cambios de residencia o de posición social pueden exponer al individuo a nuevos entornos y valores, influyendo en sus actitudes políticas.

El Modelo de Michigan (Enfoque Psicosocial)

Nacido en la Universidad de Michigan en los años 50-60 (Campbell, Converse, Miller, Stokes), este modelo reafirma el peso de las actitudes políticas del individuo, formadas a largo plazo, por encima de las variables sociológicas tradicionales (como la clase social) para explicar el voto inmediato. Identifica tres variables psicológicas críticas:

Identificación Partidista: Es la variable clave. Se concibe como un vínculo afectivo o psicológico duradero que el ciudadano desarrolla hacia un partido político, independientemente de su voto en una elección concreta. Actúa como un «atajo informativo» o filtro para procesar la información política.
Actitud hacia los Temas Políticos (Issues): La posición del elector sobre los temas relevantes de la agenda política en un momento dado.
Actitud hacia los Candidatos: El grado de simpatía o antipatía que generan los líderes o candidatos que compiten en la elección.

Según el modelo, la identificación partidista es el factor más estable y con mayor peso, influyendo en la percepción de los temas y los candidatos. El voto sería una consecuencia de estas tres actitudes.

Tipos de Voto según el Modelo Michigan

Voto Normal (o Reiterado): Si un individuo se identifica fuertemente con un partido, lo más probable es que le vote de forma estable elección tras elección. Se considera un comportamiento más emotivo (expresión de lealtad) que instrumental (cálculo racional). El voto es un acto de afirmación de la identidad.
Voto Desviado: Ocurre cuando factores de corto plazo (un candidato muy atractivo o muy rechazable del propio partido, un tema muy relevante donde el partido propio tiene una mala posición) llevan al elector a votar en contra de su identificación partidista habitual. Se considera una desviación temporal; se espera que el elector vuelva a su voto «normal» en futuras elecciones.
Voto Ideológico: Aunque el modelo original se centró en la identificación partidista, se puede entender que el elector vota al partido que percibe como más cercano a su propia ideología (izquierda-derecha, conservador-liberal, etc.), siendo la ideología otro tipo de orientación a largo plazo.

Críticas al Modelo Michigan

Crítica de la Tautología: Se argumenta que medir la identificación partidista preguntando «¿Con qué partido se identifica Ud.?» y luego usar eso para predecir el voto a ese mismo partido es casi circular o tautológico, especialmente si la identificación es poco estable.
Crítica del Bipartidismo: El modelo se desarrolló en el contexto bipartidista estadounidense y puede tener dificultades para adaptarse a sistemas multipartidistas complejos, donde las identificaciones pueden ser múltiples, más débiles o inexistentes.
Crítica del Desalineamiento y la Volatilidad: La crítica más fuerte proviene de la observación de que, en muchas democracias occidentales desde los años 70, la identificación partidista parece haberse debilitado. Un número creciente de electores no se identifica con ningún partido o cambia su voto entre elecciones con más facilidad (mayor volatilidad electoral). Esta situación se conoce como desalineamiento.

Desalineamiento y Volatilidad

El desalineamiento se refiere a la pérdida de influencia de la identificación con un partido (y, por extensión, de otros valores políticos estables como la ideología izquierda-derecha o la clase social) sobre la decisión de voto. Implica que los factores a largo plazo pesan menos y los factores a corto plazo (campaña, candidatos, economía, temas puntuales) ganan importancia, lo que conduce a una mayor volatilidad electoral (cambios en el voto de los electores entre elecciones consecutivas).

Índice Temático (Resumen)

Tema 1: Concepto de comportamiento político. Actitudes hacia la política. Enfoques interpretativos del comportamiento político: a) el enfoque racional; b) el enfoque conductista c) El enfoque emocional.

Tema 7 (Agrupa 3, 4 y 5 del original): Sistemas electorales. Funciones de las elecciones. Evolución y características del sufragio. Electorado y proceso electoral. Componentes del sistema electoral (Circunscripción, Candidatura, Voto, Barrera, Fórmula). Fórmulas mayoritarias, proporcionales y mixtas. Efectos políticos de los sistemas electorales. Participación política y abstención.

Tema 3 (6 del original): El análisis del comportamiento electoral. Aspectos metodológicos. Fuentes para el estudio del comportamiento electoral: los resultados electorales y las encuestas electorales.

Tema 4 (7 del original): La Participación electoral. Posición Social y voto. Concepto de clivaje. Tipología de clivajes (Lipset y Rokkan). Clase social y voto. Origen y orientación del voto. Valoración de los clivajes como explicación del voto.

Tema 2 (8 del original): Otros factores que explican el comportamiento político. La cultura política. La socialización política: concepto y procesos. La opinión pública. Nuevos espacios para la participación política: participación política e internet.

Tema 10 (9 del original): El sistema electoral español. Elementos básicos (Congreso y Senado). Efectos principales. Elecciones en España.

Tema 5 (10 del original): Valores políticos y voto. La socialización primaria y secundaria. Valores prepolíticos. Identificación con un partido y voto: El modelo Michigan. El voto normal y desviado. Nacionalismo y voto. Ideología Izquierda y Derecha. El Alineamiento y Desalineamiento electoral. Volatilidad.