Colonización Europea en América: Un Recorrido Histórico

Colonización Española en América

La Corona de Castilla se interesó por controlar los nuevos territorios descubiertos que, al parecer, eran ricos en oro y plata. Después de la conquista de los estados Azteca e Inca y el sometimiento de otros pueblos originarios, se organizaron los territorios dominados en dos grandes virreinatos: el de Nueva España, con su núcleo central en México, y el del Perú, gobernado desde Lima. Por la misma época, comienza la sujeción de los aborígenes a sistemas de trabajo obligatorio, la explotación económica de las regiones, la fundación de nuevas ciudades, la llegada de pobladores españoles y la introducción de esclavos procedentes del África subsahariana.

En algunos casos, los pueblos aborígenes plantearon una dura resistencia al invasor, entre ellos cabe destacar a los Mapuches del centro de Chile, que fueron declarados como nación independiente después de la sangrienta Guerra de Arauco, que costó la mayor cantidad de vidas españolas en el Nuevo Mundo.1 Numerosas regiones, como la Patagonia, el Chaco, la Amazonia y los desiertos del norte de Mesoamérica, nunca fueron controladas totalmente por el Imperio Español.

Colonización Portuguesa en América

La colonización portuguesa en América comenzó en el año 1415 motivada por razones económicas y estratégicas. Las económicas, a causa de las ganancias en el comercio con el Oriente y las posibilidades mercantiles del árbol de Brasil, de cuya corteza se producía un tinte rojo usado para teñir textiles. Por otro lado, estratégicas, por el temor a una invasión española o francesa a su territorio.

En 1533, el rey de Portugal dividió el territorio de Brasil en 15 «franjas» de 241 km de ancho cada una. Estas «franjas» fueron repartidas u otorgadas a nobles portugueses de forma vitalicia y hereditaria a fin de obtener el mayor rendimiento con el mínimo de costos para la metrópoli. Los nobles que recibieron las mismas se comprometieron a evangelizar a los aborígenes, reclutar colonos y desarrollar económicamente la capitanía.

Durante 19 años, la administración de las capitanías estuvo a cargo de los nobles, pero en 1549, el rey nombró un gobernador general o «Capitán mayor», representante del rey que administraría toda la colonia. El propósito de este gobierno era que el rey de Portugal gobernara Brasil con el asesoramiento del Consejo Ultramarino, además de unificar el gobierno colonial. Sin embargo, aunque se pretendió quitar poderes a los capitanes generales, realmente continuaron dominando la colonia. Ellos perdieron solamente facultades políticas, pero mantuvieron sus privilegios económicos y continuaron con la esclavitud indígena. Aun así, los indígenas no fueron suficientes para la mano de obra, por lo que recurrieron al uso de esclavos africanos a partir de 1530.

Colonización Francesa en América

La colonización francesa se inició a principios del siglo XVII, siendo la primera colonia viable la de Quebec en 1608. Durante el siglo anterior, los franceses habían intentado infructuosamente posesionarse en territorio norteamericano y, a pesar de las dificultades, durante el siglo XVI los barcos pesqueros franceses visitaban con regularidad la costa atlántica del norte del continente. Esto venía motivado principalmente por la demanda de pieles en los mercados europeos.

A principios del siglo XVII, Francia fundó puestos comerciales en Nueva Escocia, Annapolis y Quebec (primera colonia francesa, fundada como parte de una factoría peletera) en la actual Canadá, y no dudó en apoyar a sus aliados comerciales en sus guerras con otros pueblos indígenas del este de Norteamérica. Otra colonia francesa fue fundada en Montreal, desde donde comenzó la exploración de la zona de los Grandes Lagos y del río Misisipi.

A diferencia de los primeros colonos ingleses, que se quedaron en las costas y utilizaron intermediarios para comerciar con los indígenas, los franceses se adentraron en los bosques con la intención de ampliar las fronteras comerciales y religiosas con los nativos. Por ello, para la primera mitad del siglo XVIII había establecimientos franceses en Detroit, Niágara, Illinois y Nueva Orleans. Estos puestos le proporcionaron a Francia el control de un territorio que se extendía desde Canadá hasta Luisiana.

El gobierno francés también fomentó el establecimiento de colonias en el Caribe en el transcurso del siglo XVII.

La importancia de las colonias francesas fue básicamente económica y militar. Se encontraban cerca de las principales rutas de navegación españolas, lo que permitía interceptar sus barcos y establecer comercio. Las islas francesas tenían una economía basada en la producción y exportación de azúcar, algodón, cacao y tabaco. Por otro lado, la mano de obra esclava también generaba grandes ganancias. Eventualmente, las colonias francesas tuvieron mayor población esclava negra que población libre blanca, uno de los factores que favorecieron su prosperidad económica.

Colonización Holandesa en América

Desde mediados del siglo XVI, comerciantes holandeses incursionaron en las colonias españolas de las Antillas, siendo el primer asentamiento la ciudad de Nueva Ámsterdam (actual Nueva York), fundada en 1625. Aunque permanecieron en Surinam y parte de las Guyanas, donde desarrollaron durante los siglos XVII y XVIII una economía de plantación para abastecer de productos tropicales a Holanda. El desarrollo del sistema de plantación en estas colonias fue tan grande, que condujo a una de las mayores concentraciones de esclavos en el siglo XVII y a una feroz lucha de los esclavos por su libertad.

En América del Norte comenzaron su entrada para el 1609, cuando un navegante inglés al servicio de una colonia en las Guayanas.

En cuanto al régimen administrativo implantado por los holandeses durante la época colonial, se puede mencionar que en sus orígenes fue similar al inglés y al portugués, dado el carácter de factorías o establecimientos comerciales que tuvieron sus efímeras colonias. Sin embargo, la colonia que durante varios años lograron establecer en Brasil fue gobernada por un miembro de la familia real. En las islas que conservó se estableció, años después, un gobierno más subordinado a la Corona holandesa.

Al fin, las colonias holandesas en América fueron pasajeras, ya que sus intentos fueron frustrados por ingleses y portugueses, de ahí que solo permanecieran con algunas posesiones del Caribe, aunque existe hasta nuestros días el Principado de Laitec en el archipiélago chileno de Chiloé, y cuya Princesa Regente es Elisa Amelia I. Holanda fundó pequeñas colonias estratégicas para su comercio, pero no fueron duraderas.

En su intento por apoderarse de Brasil, logró establecerse en Recife y otros puntos de la costa norte; sin embargo, los portugueses mantuvieron su límite. En Norteamérica, la compañía Holandesa de las Indias Occidentales fundó Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York.

Colonización Inglesa en América

En 1497, la corona inglesa llevó a cabo una expedición que intentó establecer colonias en la llanura oriental en América del Norte y fundó rápidamente Virginia, en 1585, en homenaje a la reina Isabel.

Había trece colonias: eran un puñado de pueblos fundados por oleadas de inmigrantes ingleses entre los siglos XVII y XVIII, no poseían los rasgos del rígido sistema feudal europeo. Las colonias del noreste, estaban formadas inicialmente por puritanos que fundaron Massachusetts. En las colonias del sureste (Virginia, Carolina y Georgia), donde la población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos, se había organizado un sistema de esclavitud, según el que unos 500.000 esclavos negros explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar.

Al estallar la guerra colonial, los colonos tomaron conciencia de su poder, el que usaron para oponerse al alza de impuestos decretada desde Inglaterra. La reyerta degeneró en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1776-1783).

Al principio, los ejércitos ingleses parecían superiores, pero en 1779 se produjo una escalada en el conflicto: Francia y España decidieron entrar directamente en la guerra, convirtiéndose así la guerra de independencia en un conflicto internacional.

Más tarde, Holanda también se une a la coalición formada por España y Francia, con ambiciones de ganar posiciones por el dominio de los mares. En 1783, Gran Bretaña reconocía la independencia.

La Conquista del Perú

La conquista del imperio comenzó por las riquezas. En 1523, Francisco Pizarro y Diego de Almagro partieron de Panamá y exploraron el territorio hasta el norte de Perú.

Se enteraron del imperio Inca, por lo cual Pizarro volvió a España y firmó una capitulación con el rey para conquistar Perú.

En 1531, los conquistadores se enteraron de que había una guerra entre los herederos del trono, Huáscar y Atahualpa (el hermano). Atahualpa derrotó a su hermano y asumió como emperador.

Pizarro convenció a Atahualpa de encontrarse en la ciudad sagrada (Cajamarca). Sorpresivamente, los españoles atacaron a los indígenas y tomaron prisionero al emperador, que tuvo que pagar con oro para ser liberado.

En 1533, Pizarro mandó a matar a Atahualpa. Su asesinato paralizó a la población y facilitó la ocupación de Cuzco. Dos años después, fundó Lima.

La Conquista de México

En 1517, una expedición llegó a Cuba desde Yucatán con noticias sobre la civilización maya. Los españoles organizaron una expedición interesados en sus riquezas.

Al llegar a Yucatán en 1519, Hernán Cortés, que estaba al mando, recibió información sobre el imperio azteca, entonces decidió conquistarlo.

Ante el avance español, el emperador envió embajadores. Mediante valiosos regalos de oro, intentaron impedir la toma de su capital, Tenochtitlán. No lo lograron. Los españoles siguieron su conquista hacia el imperio.

A fines de 1519, entraron a Tenochtitlán, donde fueron recibidos como huéspedes.

El pueblo se rebeló contra los españoles, que huyeron de la capital. Allí murieron muchos hombres, algunos, entre ellos Cortés, lograron escapar.

El Impacto de las Enfermedades en la Colonización

En las zonas colonizadas por los españoles y portugueses, se produjo una gran catástrofe demográfica de los indígenas de las zonas en las que se asentaron. La mayor parte de los indígenas murieron por el efecto de varias enfermedades (sobre todo la viruela y, en menor medida, el sarampión y las paperas, entre otras) contra las cuales no estaban protegidos. Otra vez, en las zonas colonizadas por ingleses y franceses, se afirman las enfermedades que inicialmente también exterminaron a la mayor parte de los pueblos originarios. Pero esta vez, en cambio, más tarde, tras su independencia, las excolonias británicas y francesas utilizaron la guerra y las deportaciones masivas en los numerosos tratados con las poblaciones indígenas locales, que sistemáticamente fueron aislados por los gobiernos norteamericanos en las llamadas reservas indias para que no entorpecieran el desarrollo del país.

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