TEMA 10: EL REINADO DE Fernando VII INTRODUCCIÓN
Fernando VII llamado el Deseado, recupera el trono en 1814 entre muestras de calor popular y prestigio. Era el símbolo de los seis años de resistencia y encarnaba grandes expectativas de cambio. El monarca buscó acercarse a los círculos más reaccionarios del país, y los absolutistas aceptaron volver a la situación anterior de 1808.
DESARROLLO
Sexenio absolutista: la restauración del antiguo régimen (1814-1820)
A las pocas semanas de la proclamación de la Constitución de Cádiz comenzó a producirse el derrumbe de las posiciones francesas en toda Europa. En esas circunstancias, Napoleón negoció con Fernando VII el Tratado de Valençay por el que el primero devolvíó el trono al segundo. El 22 de Marzo de 1814 regresaba Fernando VII llegando hasta Valencia. Encontró el apoyo de Elio y un grupo de diputados absolutistas que le animaban a volver al Antiguo Régimen mediante el manifiesto de los persas. Fernando VII anuló la obra legislativa surgida en Cádiz por el Real Decreto, y así se volvíó al ideario absolutista.
Al restaurarse el absolutismo, todos los partidos del modelo constitucional fueron declarados traídos de la monarquía. No obstante, algunos oficiales de ideología liberal intentaron obligar al monarca, a asumir la Constitución de 1812. A parte del malestar político y social, se unía la grabe situación económica que atravesaba el país, empobrecido después de dos décadas de guerra. Cada vez fue siendo más evidente que el sistema absolutista era inviable.
Trienio liberal (1820-1823)
Esta situación se vio empeorada por el echo de que las colonias americanas decidieron iniciar su propia guerra de independencia. Fue ahí, cuando un cuerpo del ejército dirigido por el teniente coronel Riego que iba a ser embarcado para sofocar la insurrección de las colonias, se sublevó en 1820 y proclamó la Constitución de Cádiz. Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución por la fuerza. La discusión sobre las reformas que debían emprender las nuevas cortes provocó la ruptura del bloque liberal: los doceañistas o moderados, de realizar reformas moderadas; y los exaltados, más radicales. A pesar de los obstáculos, se pudieron aprobar medidas dentro del liberalismo como depresión de la inquisición, libertad de imprenta… El régimen constitucional tuvo que enfrentarse con grandes dificultades: los absolutistas, que trató de boicotear cualquier tipo de reforma. Las tensiones se iban agravando y en 1823, un ejército enviado por Francia a las órdenes del duque de Angulema, los llamados Cien Mil Hijos de Juan Luis, se entregan en España surgiendo las premisas de la Santa y Fernando VII retorno de nuevo al absolutismo y comenzaron con la ejecución de los liberales capturados ( Riego, Torrijos y Mariana Pineda).
Década ominosa: vuelta al absolutismo (1823-1833)
Los diez últimos años del reinado de Fernando VII iban a ser recordados por la brutal acción del rey. La inquisición no fue restablecida, pero el viejo sistema de privilegios si, pero la situación económica de España era difícil, y se hacía precisa una política de reformas. Frente al absolutismo intransigente y al odio liberado, Fernando VII optó por una “vía intermedia”, que solo llevaría a cabo intentos reformadores en el plano económico. Pero el estado carecía de fondos para financiar estas reformas. Quedaba patente la incapacidad de remediar los problemas de la nacíón con los instrumentos del Antiguo Régimen. Además, dos graves amenazas agobiaron sobre su reinado: de un lado, los liberales exaltados, siempre a preparar levantamientos; y por otro lado los realistas puros o ultras, que acusaban de transigir demasiado con los liberales. El descontento de estos se identificó con la figura del hermano del rey, Carlos María Isidro, su supuesto heredero por falta de descendencia real.
Final del reinado: la cuestión dinástica
La cierta mujer de Fernando VII, María Cristina, le dio una heredera, la princesa Isabel. Antes de que naciera, su padre publicó una Pragmática Sanción por la que se abolía la Ley Sálica y se restablecía la sucesión tradicional de la monarquía hispana prometiendo reinar a las mujeres. La exclusión del trono Carlos María Isidro significaba un triunfo de los liberales. Los partidos de Carlos no se resignaba, y aprovechando la grave enfermedad del Rey, obtuvieron, en 1832, un nuevo documento en el que se derogaba la Pragmática Sanción. Sin embargo, recuperando Fernando VII, confirmó los derechos sucesorios de su hija Isabel. En Septiembre de 1833, Fernando VII se murió y su viuda, María Cristina heredaba en nombre de su hija la corona de España, que también reclamaba para su Carlos María Isidro, apoyado por los últimos defensores del Antiguo Régimen, los Carlistas.
CONCLUSIÓN
El reinado de Fernando VII fue el último intento por mantener las reformas del Antiguo Régimen , esta política supuso enfrentarse a aquellos que desde el liberalismo habían luchado contra los franceses y por la vuelta del rey. De ahí viene la tragedia de un reinado que traiciónó a parte de los españoles, no supo retener las colonias americanas, y al final, terminó dando el poder a aquellos contra los que habían luchado.