Las alianzas que Congreso de Viena había creado contra sus oponentes los liberales y los nacionalistas, se vio pronto resquebrajada ante los constantes ataques de estos.
La ideología liberal lo inundaba todo, los periódicos, pensamiento filosófico, etc.
Esta doctrina se basaba en salvaguardar la libertad individual, lo que limitaba el poder monárquico.
Thiers expuso claramente estas ideas en el artículo “El rey reina pero no gobierna”
La ideología liberal transformó la sociedad del Antiguo Régimen y se convirtió en el baluarte de un grupo social, la burguesía. No obstante, el concepto de soberanía nacional quedó restringido al negarse el sufragio universal.
La burguesía que se hizo con el poder con la experiencia revolucionaria de 1789 propuso una monarquía limitada por una Constitución escrita y gobernada por medio de partidos políticos elegidos por sufragio censitario.
El descontento popular provocado por los problemas sociales derivados de la revolución industrial fue canalizado hacia intereses políticos.
Las revoluciones de 1820
Las revoluciones de 1820 se produjeron principalmente en la zona mediterránea europea: España, Nápoles, Grecia… a través de los pronunciamientos militares y liderados por revolucionarios organizados clandestinamente en sociedades secretas.
En España, Fernando VII tuvo sofocar los levantamientos de las colonias americanas y luchar contra los liberales. Las tropas del coronel Rafael del Riego, preparadas para embarcar hacia América, se sublevaron en Cabezas de San Juan (Cádiz). El rey se vio obligado a restablecer la Constitución de 1812.
La política del Congreso de Viena provocó la intervención de los Cien mil hijos de San Luis, que aplastó los movimientos revolucionarios y restauró en el trono a Fernando VII.
Estallaron las revueltas en Nápoles, Portugal y Piamonte.
Grecia se encontraba bajo el dominio del Imperio Otomano. Las sociedades secretas, el germen de la lucha por la Independencia, apoyada por las potencias europeas, que presionaron a Turquía para que firmara el Tratado de Adrianópolis (1829), primer pasó para la independencia de Grecia (1830)
La independencia de las COLONIAS ESPAÑOLAS AMERICANAS
Cuando las tropas napoleónicas invadieron la Península Ibérica (1808), se formaron en varios lugares de América hispana, Juntas que proclamaron su lealtad a Fernando VII.
Factores que contribuyeron a la emancipación de las colonias americanas:
Las ideas ilustradas.
La confusa situación en la metrópoli después de la Guerra de la Independencia.
La debilidad política y militar de España y Portugal.
Las aspiraciones de los criollos, grupo social rico y culto, a controlar y transformar un poder político y económico que consideraban injusto.
El monopolio comercial español, que abastecía mal a las colonias por la escasa industrialización de la metrópoli.
El ejemplo independentista norteamericano.
La doctrina Monroe, “América para los americanos”, proclamada por los Estados Unidos.
La independencia de las colonias españolas se produjo en dos fases.
Primera fase (1808-1816), se caracterizó por el fracaso de los movimientos independentistas, únicamente Argentina logró la independencia. El movimiento secesionista argentino constituyó la primera Junta de Gobierno 1810. El Congreso Nacional se reunió en Tucumán y en 1816 se dio la independencia de Argentina, España logró controlar la situación del resto de los virreinatos. El principal caudillo de la independencia de Nueva Granada, Simón Bolívar, se vio obligado a refugiarse en Tahití. En México, el cura Hidalgo inició el movimiento independentista al “Grito de Dolores”, que fue fusilado, fue continuado por Morelos y también fue fusilado.
Segunda fase (1817-1824), se caracteriza por el triunfo de los independentistas. La revolución de 1820 en España favoreció la situación de los sublevados.
San Martín, general argentino, se trasladó a Chile y derrotó a las tropas españolas en Chacabuco (1817), al año siguiente se proclamó la independencia de Chile.
Simón Bolívar, en Colombia, venció a los realistas de Boyacá, lo que provocó la independencia de Colombia. Se trasladó a Venezuela, dos años más tarde derrotó a las tropas españolas en Carabobo. Su lugarteniente, Sucre, logró la independencia de Ecuador (1822). Una serie de acuerdos políticos, como el Plan de Iguala (1821), llevaron a la proclamación de la independencia de México.
En el año 1824, la batalla de Ayacucho confirmó la independencia americana. Perú y Bolivia en 1825 lograron su independencia.
Las revoluciones burguesas de 1830
Fueron más graves y de mayor alcance que las de 1820. se produjeron en Francia, Bélgica, Alemania, Polonia e Italia.
Francia, Carlos X, llevó a cabo reformas que autoritarias e impopulares. Eliminó la Carta Otorgada, puso mayores restricciones al voto censitario, suspendió la libertad de prensa y disolvió la Cámara de Diputados.
Ante estas medidas se revelaron obreros, estudiantes e intelectuales, derrotaron al ejército y provocó la abdicación del rey. Lafayette propuso a Luis Felipe de Orleans como rey y el nuevo monarca restauró la Carta Otorgada, restableció la libertad de prensa, amplió el voto electoral e introdujo la bandera tricolor, (símbolo revolucionario).
Bélgica, el estallido revolucionario significo la separación del dominio holandés y la proclamación de la independencia. Los Países Bajos se crearon en el año 1815, para servir de tapón de Francia (Congreso de Viena), era una unión artificial, su economía, la religión, el idioma y las costumbres eran totalmente diferentes. Su primer Congreso eligió como rey a Leopoldo de Sajonia-Coburgo.
Polonia, no existía como nación, estaba repartida entre Prusia, Austria y Rusia. Los levantamientos liberales y nacionalistas fueron duramente reprimidos por las tropas rusas.
En los Estado Pontificios, Módena, Parma y Bolonia, la represión austriaca ahogó las esperanzas liberales. Lo mismo ocurrió en los Estados Alemanes, que sufrieron una dura represión.
Las revoluciones democráticas de 1848
Los movimientos revolucionarios que azotaron Europa a mitad del siglo XIX fueron los primeros que basaron sus reivindicaciones en las ideas socialistas y democráticas.
No solo reclamaban los derechos políticos sino también mejoras laborales.
Francia, Luis Felipe de Orleáns, decantado hacia el autoritarismo. El primer ministro había prohibido una reunión política organizada por los republicanos. Un banquete al que seguiría una manifestación, dio lugar a una dura represión, fue el detonante de una revuelta popular provocó la caída del gobierno y la proclamación de la II República. La burguesía y los proletarios se enfrentaron en el reparto de la materialización de las conquistas. Luis Napoleón gana las elecciones a la presidencia de la II República, las primeras con sufragio universal masculino. El 2 de diciembre de 1851, Luis Napoleón dio un Golpe de Estado. En enero de 1852 promulga una nueva Constitución que le permitirá estar el poder durante diez años. El Poder Legislativo lo dividió en tres cámaras: Asamblea, Senado y Consejo de Estado. El 2 diciembre de 1852 se instauró el Segundo Imperio.
Alemania, el rey prometió la Constitución en Berlín. En Prusia y otros Estados alemanes se produjeron revueltas. Se le ofreció la corona Guillermo de Prusia, que la rechazó por no querer ser rey constitucional. El primer intento unificador de los Estados alemanes resultó un fracaso.
Italia, en un principio triunfo la revolución y los austriacos fueron expulsados. El rey del Piamonte declaró la guerra a Austria, pero los triunfos de los austriacos les llevaron a ocupar de nuevo Milán. Con la derrota del Piamonte se abandonó la idea de la unificación de Italia, de momento.
El Imperio austriaco, el imperio era un complejo mosaico de nacionalidades, etnias y religiones. La monarquía autoritaria se apoyaba en la Iglesia Católica, la policía y la burocracia. Francisco José I, fue nombrado emperador en 1848 y dirigió los destinos del Imperio hasta 1916. Los deseos de liberalismo y las reivindicaciones nacionalistas cristalizaron en el cambio que se da en 1867 con el Compromiso o Ausgleich, por el que el Imperio se transformaba en una monarquía dual austro – húngara. La estabilidad política generó en la parte occidental del Imperio un gran desarrollo económico, mientras que la oriental seguía dependiendo de unas tradicionales estructuras agrarias.
A pesar de que la mayoría de los levantamientos fracasaron, se consiguieron algunas conquistas:
La desaparición del feudalismo.
La consecución de los regimenes parlamentarios.
La participación proletaria en algunas revoluciones.
el segundo imperio francés
La revolución de 1848 instauró en Francia la II República, Luis Napoleón Bonaparte (Napoleón III), fue elegido, por sufragio universal masculino, presidente de la República. La Constitución obligaba a que pasasen cuatro años para poder ser reelegido presidente, la solución era reformar la Constitución, pero ante el temor de que la votación no fuese favorable a sus intereses, Luis Napoleón dio un Golpe de Estado, disolvió la Asamblea y legitimo la medida convocando un referéndum, que los ciudadanos apoyaron el Golpe de Estado de 1851.
Promulgó una Constitución, parecida a la napoleónica e instauró el II Imperio.
la política interior de napoleón iii
La acción Napoleón III se basó en una política interior autoritaria y una política exterior intervencionista.
La política se sustentó en tres sectores:
El ejército, no tan moderno y poderoso como la propaganda decía, este apoyó la idea imperialista por el protagonismo que le concedía.
La burguesía, vio con buenos ojos porque se impuso el orden y se impulsó la industrialización.
La Iglesia Católica, al principio receló, pero luego cambió de opinión cuando las leyes favorecieron la enseñanza religiosa y se reconocieron sus privilegios.
Las estrategias políticas, atraerse a la oposición de partidos de izquierda y republicanos, reconoció la libertad de prensa y de reunión, pero no consiguió su apoyo. La oposición creció y Napoleón III se vio obligado a dar más importancia a las Cámaras para frenar a la oposición. Durante la Guerra franco-prusiana (abril 1870) los poderes del emperador se recortaron y se produjo su derrocamiento.
La política económica, fortaleció la industria del tejido del algodón y de la seda, la construcción de redes ferroviarias y grandes arterias de comunicación, que culminó con la construcción de canales interoceánicos, como el Canal de Suez.
Para embellecer París, Napoleón III, promovió junto con Prefecto de la ciudad, Georges Haussmann, la construcción del nuevo París, con grandes avenidas iluminadas, espacios verdes, agua potable y estaciones de ferrocarril, lo que la convirtió en la capital de Europa. Todos estos proyectos quedaron paralizados con el triunfo de la Comuna en 1870.
La política exterior de Napoleón III
Se desarrollo en tres direcciones:
El fomento del colonialismo, no solo quería establecer nuevos mercados y asegurarse materias primas para la industria, sino con fines imperialistas. Efectuaron expediciones hasta el interior de Argelia y del Senegal. Su máximo interés estuvo en Asia, tras la Guerra con China, abrió puertos chinos para el comercio francés y anexionó la Cochinchina y el territorio camboyano.
Apoyo al nacionalismo italiano, Cavour sabía que el primer paso de la unidad italiana era expulsar a los austriacos de Italia. Buscó el apoyo de Napoleón III, a de cambio de la ayuda para liberar Italia, Cavour, prometió a Francia los territorios de Niza y Saboya. El ejército de Piamonte obtuvo importantes victorias, Napoleón III, temiendo una guerra generalizada, traicionó a Italia firmando la paz por separado con Austria.
La política intervencionista, Gran Bretaña y Francia, por sus intereses comerciales, decidieron apoyar a los turcos en la Guerra de Crimea (1854-1856) frente a los rusos, que querían dominar los dos estrechos, que comunicaban el mar Negro y el mar Mediterráneo. La presencia francesa en América se produjo desde que México obtuvo su independencia 1821. El país se debatía en una guerra civil entre los conservadores y los reformistas de Juárez. El triunfo de este hizo que entrasen a parte de Francia, Gran Bretaña y España. Francia puso Maximiliano de Habsburgo (1864) como emperador de México, Juárez tuvo el apoyo de Estados Unidos, la aventura francesa acabó cuando fusilaron Maximiliano y la total retirada de ejército francés. Napoleón III buscó recuperar el prestigió enfrentándose a Prusia. La derrota de Sedán marcó el fin del Segundo Imperio francés, para dar paso a la III República.
El liberalismo inglés
Los principios básicos del liberalismo solo se habían implantado en Estado Unidos y Gran Bretaña. La estabilidad del sistema político británico y su evolución hacia la democracia se basaron en el reformismo más que en actos revolucionarios. El reformismo hizo posible el protagonismo político de la aristocracia, desplazando a las clases medias.
El Partido Conservador, opuesto a cualquier pretensión aperturista, fue convencido por Disraeli, de que el cambio era inevitable y que ellos deberían liderarlo. La Reform Act se aprobó 1867, aumentó el número de votantes masculinos. Esta reforma también fue beneficiosa para gran parte de los obreros cualificados, se les abrió la puerta a la participación política y no utilizar la fuerza para acceder al poder.
En 1884, Gladstone, líder del Partido Liberal, concedió el voto a los campesinos. A pesar de todo no se estableció el sufragio universal.
La alternancia en el poder de los partidos políticos se convirtió en la práctica política habitual, con los dos partidos políticos tradicionales: los conservadores (Tories) y los liberales (Whigs). Lograron para el Reino Unido una etapa de equilibrio, prestigio y paz, conocida como la “era victoriana”.
La democratización de la sociedad inglesa se produjo durante la segunda mitad del siglo XIX, la burguesía se hizo con el poder y la clase media creció en la influencia social y política, pero la nota más importante de la sociedad inglesa era el puritanismo, abarcaba a toda la actividad humana, mantenía su orgullo por su cultura, sus costumbres, se economía y su imperio.
Uno de los mayores problemas de Reino Unido era la cuestión de Irlanda, tenía diversas causas:
Sociales. Desde la época de Cromwell, Irlanda se repartió en lotes, quienes arrendaron las tierras y permitieron el subarriendo en cadena que condujo a la explotación de pequeñas parcelas y a la aparición de precios abusivos. Estos reaccionaron de forma violenta.
Religiosos. La mayoría de los irlandeses eran católicos y los protestantes se concentraron en la zona norte (Ulster). La Iglesia oficial a la que tenían que pagar el diezmo era a la anglicana.
Políticas. En 1800, la promulgación del Acta de Unión, los irlandeses se vieron privados de Parlamento propio, sustituido por una representación de diputados y lores en el Parlamento inglés.
En 1840, surgieron los primeros movimientos nacionalistas. La autonomía de Irlanda se consiguió en el año 1914.
El peso de los nacionalismo
Las ideas nacionalistas fueron recogidas por la Revolución Francesa y puestas en práctica por las revoluciones liberales burguesas. El nacionalismo tenía una clara relación con el Romanticismo, que valoraba lo tradicional, la lengua como vínculo de unión y la literatura como expresión.
El sentimiento nacionalista se manifestó de dos formas diferentes:
La disgregadora, separarse del Estado-Nación del que forma parte para formar otro nuevo Estado, como Irlanda, Bélgica, Grecia…
Una acción unificadora o constructivista, trató de aglutinar a varios pueblos o Estado pequeños en una gran nación. Los ejemplos clásicos del siglo XIX fueron Italia y Alemania.
La unificación de Italia
La Joven Italia, apoyada por Garibaldi, quería una república centralista y unitaria presidida por Mazzini.
El nacionalismo católico moderado de Gioberti, defendía una confederación de Estados presididos por el Papa.
La monarquía parlamentaria del Piamonte. El periódico Il Risorgimento y la Sociedad Nacional Italiana, dirigida por Cavour, pretendía una unificación mediante una monarquía parlamentaria regida por el rey del Piamonte Víctor Manuel II. Cavour modernizó el ejército, aumentó la flota, realizó la separación de Iglesia y Estado, para atraerse a los liberales y reformo la agricultura y la industria.
Cavour consiguió la colaboración de Mazzini. Para alcanzar la unidad era preciso expulsar primero a los austriacos. Cavour inició una campaña diplomática con el fin de atraerse a Francia y Gran Bretaña. Napoleón III veía con simpatía la causa italiana y Gran Bretaña compartía la idea liberal de los nacionalistas.
Para participar en la política europea llevó sus ejércitos a la Guerra de Crimea. Cavour provocó revueltas contra los austriacos en toda Italia. Austria invadió el Piamonte, la alianza franco-italiana cosechó sus primeras victorias, Magenta y Solferino, Prusia estaba dispuesta a ayudar a Austria para contrarrestar el poder de Napoleón III, éste ante el temor el temor de guerra generalizada, firmó los acuerdos de Villafranca con los austriacos, en los que Piamonte recibió Lombardía y los austriacos el Véneto.
La traición de Napoleón III exasperó a los patriotas como Garibaldi, con el consentimiento del Gobierno de Saboya, organizó la expedición de los “Mil” o los “Camisas Rojas”. En mayo de 1860, controlaron la isla de Sicilia y pasaron al continente, en Nápoles, Garibaldi se proclamó dictador de las Dos Sicilias. Cavour mandó un ejército y Garibaldi reconoció a Víctor Manuel II como rey de toda Italia.
En el año 1861, el Parlamento de Turín concedió a Víctor Manuel el título de rey de Italia, aunque los Estados Vaticanos y Venecia no pertenecían al nuevo Estado.
Venecia fue anexionada en 1866 tras el apoyo de Italia a Prusia en la guerra que enfrentó a Austria con Prusia. Los Estados Vaticanos se incorporaron 1870
Roma era la residencia del Papa, Francia le protegía con una guarnición. El estallido de la guerra franco – prusiana, Napoleón III retiró las tropas que protegían los Estados Pontificios, tan pronto como se conoció la derrota francesa en Sedán, el Gobierno italiano ocupó Roma y la declaró, oficialmente, capital de reino italiano.
La unificación de Alemania
La unidad de Alemania se consiguió mediante la conjunción de dos esfuerzos paralelos, de índole diferente: la difusión del concepto de patria alemana de los intelectuales y la política de Bismarck.
La Unión aduanera. Tras en Congreso de Viena, los 34 principados y las cuatro ciudades libres convirtieron a Alemania en una red aduanera ya que dificultaba los intercambios.
La Unión política; los 34 principados y las cuatro ciudades libres formaron parte de la Confederación de Estado Alemanes, presidida por Austria, con una Dieta Federal en la ciudad de Francfort. Los nacionalistas se apoyaron en los intelectuales liberales y burgueses que deseaban un régimen constitucional.
La Unión territorial, para conseguir la unidad faltaban por incorporarse los Estados del Sur. Los emperadores austriacos y franceses no estaban dispuestos en permitir está unión, por lo que Bismarck tendría que luchar contra estos dos imperios.
En el proceso de unificación se dieron dos posturas enfrentadas: la Gran Alemania, en la se incluía a Austria y la Pequeña Alemania, excluida Austria y articulada en torno a Prusia. En 1859 triunfó la Pequeña Alemania, abierta a posteriores adhesiones.
En el año 1861, subió al poder Guillermo I, que encontró a Bismarck, el “Canciller de Hierro”, capaz de unificar Alemania, elevarla a primera potencia y crear el II Reich.
Etapas de la unidad de Alemania
La primera etapa (Guerra de los Ducados, 1863-1865), a la muerte de Federico VII de Dinamarca los ducados de Holstein y Schleswig se debían incorporar a Dinamarca, los alemanes de estos territorios reclamó la ayuda de Prusia. Bismarck encontró la ocasión propicia para intervenir, arrastrando a Austria, con la que se repartió los ducados. Holstein para Austria y Schleswig para Alemania.
La segunda etapa (la Guerra austro-prusiana), se inicía cuando Prusia y sus tropas invadieron Holstein, acusando a Austria abuso de poder. El ejército prusiano ganará en Sadowa (1866), esta victoria permitió a Prusia forjar la primera unión con los Estados protestantes del Norte. Se suprimió la Confederación Germánica en el año 1867, el tratado entre Prusia y 21 Estados alemanes dio lugar a la Confederación de Alemania del Norte. Se aprobó una Constitución, se establecieron dos Cámaras: un Bundesrat, con los representantes de los Estados Federados y un Reichstag, constituido por los diputados elegidos por sufragio universal.
La tercera etapa (Guerra franco-prusiana, 1870), se inicia como consecuencia de la búsqueda de un candidato al trono español vacante tras la destitución de la reina Isabel II. Napoleón III se opone a la elección de un alemán al trono de España, tras un incidente diplomático, Francia declaró la guerra a Alemania, iniciándose un breve pero desastroso conflicto para Francia.
Las batallas de Sedán y Metz dieron el triunfo al ejército prusiano, y Francia tuvo que ceder la Alsacia y la Lorena. Bismarck consiguió que los Estados del Sur reconociesen a Guillermo I como emperador de Alemania y se declaró la Constitución del II Reich en el año 1871, en el Salón de los Espejos del palacio de Versalles.
La alemania bismarckiana
Entre la Unificación de Alemania y la Primera Guerra Mundial transcurren dos fases: la época de Bismarck (1871-1890) y la paz armada (1890-1914).
La época de Bismarck (1871-1890), estuvo presidida en la idea de consolidar el Imperio.
En el interior tuvo que resolver los problemas derivados por los intereses contrapuestos (católicos y protestantes, federales y unitarios, republicanos y monárquicos…).
Políticamente, defendió el parlamentarismo y el constitucionalismo.
Económicamente, favoreció el desarrollo de la industria y la agricultura convirtiendo a Alemania en potencia mundial.
Socialmente, propició una legislación social muy avanzada.
De la diplomacia a la guerra
La política exterior de Bismarck tuvo como objetivo neutralizar a Francia y promover un equilibrio europeo basado en dos pilares: Alemania se reserva el dominio del continente europeo y permitía a Gran Bretaña el domino exterior. Bismarck intento hacer realidad sus objetivos:
El primer sistema (1873-1878) materializó la Entente de los Tres Emperadores, era un acuerdo defensivo ente Alemania, Austria y Rusia.
El segundo sistema (1879-1882) se basó en el tratado austro-alemán o Dúplice, al que se añadió la Triple Alianza (1882) Alemania, Austria-Hungría e Italia.
El tercer sistema (1887-1890) se planteó la renovación en un tono más ofensivo el de la Triple Alianza (1887). Gran Bretaña se incorporó a la misma tras el Acuerdo del Mediterráneo. Bismarck dimitió y sus sistemas se extinguieron y se abrió la segunda fase.
La paz armada (1891-1914), las relaciones internacionales cambiaron. Francia y Rusia concertaron una alianza la Entente franco-rusa.
Europa quedó dividida en dos bloques la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria e Italia. La Triple Entente, formada por Francia, Rusia y Gran Bretaña
La primera crisis de Marruecos (1905) fue un conflicto colonial que enfrentó a alemanes, ingleses y franceses, con una pequeña participación española. La Conferencia de Algeciras (1906) se estableció la supremacía francesa sobre la zona. La segunda crisis de Marruecos (1911), Francia obtiene el protectorado de Marruecos, aunque cedió el Congo a Alemania.
La primera crisis de los Balcanes se inició en Bosnia (1903), Serbia intentó formar un Estado formado con todos los pueblos eslavos. Serbia apoyó a los nacionalistas de Bosnia-Herzegovina, provocó la reacción de Austria, que invadió Bosnia-Herzegovina y la incorporó al Imperio Austro-Húngaro. En 1912-1913, estallaron la Guerra Balcánicas contra el Imperio Otomano, que acabó con su dominio otomano sobre los territorios balcánicos.
DEFINICIÓN
El liberalismo, ideología política basada en el respeto de los derechos humanos y civiles, en defensa del individuo y en la no injerencia del Estado en la vida social y en la conducta de los individuos.