Monarquía Visigoda
Régimen político establecido por los visigodos entre el 507 y el 711, que fue el primer estado unificado e independiente de la Península. Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos dominaron el territorio peninsular y establecieron su capital en Toledo. El rey era elegido entre la aristocracia guerrera y gobernaba con el apoyo de dos instituciones: el Aula Regia (Asamblea consultiva formada por la aristocracia visigoda) y los Concilios de Toledo (reunión de obispos, nobles y el rey con funciones políticas y legislativas). La época de máximo esplendor fueron los reinados de Leovigildo y Recaredo, en la segunda mitad del siglo VI, cuando tiene lugar un proceso de unificación territorial, política, religiosa y jurídica. Las divisiones internas y los conflictos sucesivos facilitaron la llegada de los musulmanes en el 711.
Mozárabes
Grupo social minoritario de religión cristiana que vivía en territorio musulmán (Al-Ándalus) a partir de 711. Era una población predominantemente urbana, que vivía en barrios separados, no pudiendo desempeñar cargos públicos. En el plano artístico y cultural, crearon una original cultura entre la cristiana hispanovisigoda y la musulmana, que se manifiesta tanto en construcciones religiosas como en las obras copiadas en los monasterios cristianos («Beatos»). Conservaron sus tradiciones, leyes, religión y propiedades, debiendo pagar un tributo anual y contribuir a la defensa. Las conversiones al Islam y las migraciones hacia territorio cristiano fueron reduciendo su importancia numérica. Los almohades decretaron su expulsión a comienzos del siglo XIII.
Provincias Romanas
Divisiones administrativas del territorio conquistado por Roma, cada una de ellas era dirigida por un gobernador del que dependían una serie de funcionarios encargados de las cuestiones administrativas, militares, judiciales y fiscales. Cada provincia se subdividía a su vez en circunscripciones jurídicas inferiores, denominadas conventos. Las más romanizadas y pacíficas estaban bajo control del Senado, mientras que las fronterizas y conflictivas dependían del emperador. En el siglo II a.C. se crearon dos provincias: Citerior y Ulterior. En el siglo I a.C., con Augusto, se da por finalizada la conquista peninsular y se divide el territorio en tres provincias: Bética, Lusitania y Tarraconense. En el siglo IV habría finalmente seis: Tarraconense, Cartaginense, Bética, Lusitania, Galicia y Baleárica.
Pueblos Prerromanos
Conjunto de sociedades indígenas que hallaron los romanos al iniciar la conquista de la Península Ibérica en el siglo II a.C. (218 a.C.). En función del grado de desarrollo cultural se distinguen tres grandes áreas culturales: la ibérica, la indoeuropea o celta y la del norte peninsular.
- Ibérica: Se localizaba en la costa mediterránea y el sur; presentaba influencias fenicias, griegas y cartaginesas; su economía se basaba en la agricultura, aunque también practicaban la minería, la metalurgia y el comercio; desarrollaron una escritura propia.
- Indoeuropea o Celta: Localizada en la Meseta y el Norte, tuvo un menor grado de desarrollo: agricultura elemental o ganadería, dominan la metalurgia del hierro, estructura social tribal en la que comenzaba a aparecer una aristocracia.
- Norte Peninsular: Los pueblos del norte presentaban un mayor grado de primitivismo: ganadería que combinan con la depredación. Entre ellos estaban los vascones.
Reconquista
Proceso histórico de expansión territorial que tuvo lugar entre los siglos VIII y XV por el que los núcleos cristianos del norte peninsular llevaron a cabo la conquista y repoblación de los territorios musulmanes de Al-Ándalus, dando lugar a la formación de los reinos de Castilla, Navarra, Aragón y Portugal. Se trata de un largo y discontinuo periodo en el que se pueden distinguir tres fases:
- Aparición de los reinos cristianos (siglos VIII-X) con frontera en el río Duero y Prepirineos.
- Fase de recuperación cristiana (siglo XI) llevando la frontera al río Tajo y el Valle del Ebro.
- Fase de las grandes conquistas del siglo XIII (Batalla de las Navas de Tolosa 1212) en el que los cristianos ocupan Extremadura, Valle del Guadalquivir, Baleares y Valencia.
Concluyó en 1492 tras la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos.
Romanización
Proceso histórico que experimentaron los pueblos conquistados por Roma entre el siglo III a.C. y el siglo V. Estos pueblos fueron asimilando los rasgos propios de la cultura romana: el latín, el derecho, las instituciones, las costumbres, la cultura, el arte y las creencias religiosas, como el cristianismo. Los factores que favorecieron este proceso fueron la integración de los jefes indígenas en la administración, el asentamiento de colonos latinos, la urbanización del territorio y la concesión del derecho de ciudadanía romana. Las sociedades indígenas hispanas alcanzaron un grado de romanización intenso, salvo en el caso de los pueblos del norte.
Reino de Pamplona
Entidad política cristiana surgida a mediados del siglo IX en el Pirineo occidental cuando la aristocracia local encabezada por Íñigo Arista logró expulsar a los francos. En 905, Sancho Garcés I instaura una nueva dinastía, la Jimena, e inicia la expansión territorial hacia La Rioja y Aragón. La máxima expansión territorial e influencia política sobre los demás reinos cristianos corresponde al reino de Sancho III el Mayor (1004-1035). En 1162 Sancho VI el Sabio pasó a denominar el territorio como Reino de Navarra.
Unión entre el Reino de Castilla y la Corona de Aragón
Acontecimiento histórico ocurrido en 1479, durante el reinado de los Reyes Católicos (1479-1504). El matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469, y el posterior ascenso al trono de sus respectivos reinos, dio origen a la unión dinástica de ambos territorios: cada reino conservó sus leyes, instituciones, costumbres y fronteras, aunque ambos monarcas actuaron conjuntamente en el gobierno de los territorios.
Reinos de Taifas
Entidades políticas independientes en las que se dividió Al-Ándalus tras la disolución del Califato de Córdoba (1031). Eran 24 y, según la procedencia de sus dominadores se distinguen taifas árabes, bereberes y eslavas. Débiles desde un punto de vista militar, desunidos y rivales entre sí, se vieron sometidos a la superioridad de los reinos cristianos, cuya protección intentaron comprar mediante el pago de tributos (parias). Los almorávides y almohades las unificaron temporalmente y a partir de 1248 solo se mantuvo independiente el Reino de Granada hasta 1492.
Vascones
Sociedades indígenas no indoeuropeas que vivían en torno al Pirineo occidental antes de la llegada de los romanos, en el siglo III a.C. (las referencias de Estrabón y Plinio los sitúan en un hábitat algo más amplio que la actual Navarra: por el oeste hasta el Cantábrico, por el sur hasta la Rioja Baja y por el este hasta Jaca). Participaban de los rasgos de primitivismo propios de los pueblos del norte. En la montaña (saltus vasconum) practicaban una agricultura trashumante y vivían muy aislados; por ello, su romanización fue débil y lograron mantener su propio idioma. En la zona llana del sur (ager vasconum), practicaban la agricultura y vivían en poblados, llegando a colaborar con Roma frente a otros pueblos indígenas. Su origen y el de su lengua siguen siendo una incógnita.
Validos
Ministro, generalmente miembro de la alta nobleza, que adquiría plenos poderes en los asuntos de Estado. Ejercen el mando como si fuesen los reyes. Fueron figuras habituales en la política española del siglo XVII, casos del Duque de Lerma y el Duque de Uceda con Felipe III, el Conde-Duque de Olivares o el Duque de Haro con Felipe IV; y del XVIII, como Godoy con Carlos IV. Los validos sustituyeron a los secretarios de los monarcas anteriores, pero con poderes muy superiores. Algunos historiadores han querido ver en ellos una de las causas de la decadencia del Imperio español. Algunos de ellos accedieron al poder por el mero capricho del rey o de la familia real, sin méritos de ningún tipo en el orden político o administrativo.