Conferencias de La Haya de 1899 y 1907
Las Conferencias de La Haya de 1899 y 1907 fueron dos conferencias internacionales celebradas por diversos Estados con el objetivo de reglamentar la guerra y buscar mecanismos para la solución pacífica de controversias. Se inspiraron en los trabajos de la Conferencia de Bruselas de 1874 sobre limitación de armamentos, propuesta por el Zar Alejandro II. La primera conferencia fue propuesta por el Conde Mouravieff, en nombre del Zar Nicolás II, en un documento conocido como la circular Mouravieff.
Primera Conferencia de La Haya (1899)
Aunque se logró avanzar en la reglamentación de la guerra y la creación de un tribunal internacional de arbitraje, no se alcanzó el objetivo principal: la limitación de los armamentos.
En 1904, la Unión Interparlamentaria, reunida en San Luis, Missouri, sugirió al presidente Theodore Roosevelt iniciar los contactos para una segunda conferencia que resolviera los temas pendientes de la conferencia de 1899. La Guerra Ruso-Japonesa de 1905 retrasó la celebración de la segunda Conferencia. El gobierno ruso cabildeó la realización de esta segunda conferencia, y el Zar Nicolás II envió a su consejero privado, el profesor Feodor Fedorovich Martens, a recorrer las capitales europeas durante el otoño de 1906 para convencer a las potencias de la necesidad de una nueva conferencia.
Temas de la Conferencia (1899)
Esta conferencia se celebró en La Haya del 18 de mayo al 29 de julio de 1899. Los puntos principales, según la circular del Conde Mouravieff, fueron:
- Un acuerdo para no incrementar, por un período, los efectivos de las fuerzas armadas y navales, y los gastos militares; y examinar los medios para lograrlo.
- Prohibir el uso de nuevas armas y explosivos más poderosos de los utilizados en ese momento.
- Restringir el uso de explosivos existentes y prohibir el lanzamiento de proyectiles desde globos o dispositivos similares.
- Prohibir el uso de buques y submarinos con torpedos, y no construir buques con esta tecnología.
- Aplicar las estipulaciones sobre guerra naval de la Conferencia de Ginebra de 1864, con base en los artículos adicionados en 1868.
- Neutralizar las embarcaciones de rescate en combates navales.
- Revisar la Declaración de Bruselas de 1874 sobre leyes y costumbres de guerra.
- Aceptar el principio del uso de buenos oficios, mediación y arbitraje para prevenir conflictos armados y establecer una práctica uniforme para su uso.
Participantes (1899)
Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, Bulgaria, China, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Imperio otomano, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Montenegro, Países Bajos, Persia, Portugal, Reino Unido, Rumania, Rusia, Serbia, Siam, Suecia y Noruega, Suiza.
Segunda Conferencia de La Haya (1907)
Esta conferencia tuvo lugar en La Haya, del 15 de junio al 18 de octubre de 1907.
Temas de la Conferencia (1907)
Los derechos y deberes de los países neutrales, el bombardeo naval, la colocación de minas submarinas de contacto automático, las costumbres y las condiciones para la conversión de navíos mercantes en barcos de guerra.
Participantes (1907)
Alemania, Argentina, Estados Unidos, Bélgica, Bosnia, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Colombia, Cuba, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, España, Francia, Grecia, Guatemala, Haití, Imperio Otomano, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Montenegro, Noruega, Panamá, Paraguay, Países Bajos, Perú, Persia, Portugal, Reino Unido, Rumania, Rusia, El Salvador, Serbia, Siam, Suecia, Suiza, Uruguay, Venezuela.
Participación Latinoamericana
En la Conferencia de 1907, participaron 17 delegaciones de países latinoamericanos, un contraste significativo con la única participación de México en 1899. Además, las delegaciones incluyeron a destacadas figuras del derecho y la diplomacia de estos países.
Convenio de Ginebra (1864)
El Convenio de Ginebra del 22 de agosto de 1864, titulado «Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos en los ejércitos en campaña», fue un hito fundamental en el desarrollo del Derecho Internacional Humanitario.
El origen de este convenio se remonta a la experiencia de Henry Dunant, un filántropo ginebrino que, tras presenciar los horrores de la batalla de Solferino en 1859, escribió el libro «Un souvenir de Solferino». En él, denunciaba el abandono de los heridos y proponía la creación de una organización internacional para prestarles asistencia. Junto a Gustave Moynier, Dunant impulsó la Conferencia de Ginebra de 1863. Aunque esta conferencia no produjo resultados inmediatos debido a la falta de plenipotenciarios, sí sentó las bases para la creación de Comisiones Nacionales Privadas y la adopción de la bandera de la Cruz Roja (los colores de la bandera suiza invertidos).
En 1864, se celebró una nueva Conferencia en Ginebra con representantes plenipotenciarios, de la cual surgió el Convenio de la Cruz Roja. Este convenio establecía la neutralidad de hospitales, ambulancias y personal sanitario. También se otorgaban exenciones al personal civil que colaborara en el cuidado de los heridos.
Aunque el convenio tuvo gran éxito y fue ratificado por muchos países, también presentó deficiencias: se aplicaba solo a la guerra terrestre, no contemplaba el trato a los prisioneros y utilizaba el término impreciso «neutral» para referirse a hospitales y personal sanitario (que en realidad debían ser considerados «protegidos»).
España ratificó los acuerdos de 1949 en 1952. Se complementaron en 1977 con dos protocolos adicionales: el primero sobre la protección de víctimas en conflictos armados internacionales y el segundo sobre la protección de víctimas de conflictos armados no internacionales.
Puntos Clave del Convenio de 1864
- Reconocimiento de la neutralidad (protección) de ambulancias y hospitales militares mientras hubiera enfermos o heridos.
- Protección del personal de hospitales y ambulancias.
- Respeto y libertad para los habitantes del país que socorrieran a los heridos.
- Recogida y cuidado de los militares heridos o enfermos, independientemente de su nacionalidad.
- Adopción de una bandera distintiva y uniforme para hospitales, ambulancias y evacuaciones, acompañada de la bandera nacional.
- Apertura del protocolo para la adhesión de los gobiernos que no enviaron plenipotenciarios a la Conferencia.
- Ratificación y canje de ratificaciones en Berna en un plazo de cuatro meses.
Los fallos del Convenio de 1864 se subsanaron en el siglo XX mediante varios convenios posteriores: 1906, 1929 y 1949. En 1949, una nueva conferencia en Ginebra, con la participación de 63 estados, dio lugar a cuatro convenios vigentes:
- Trato de prisioneros de guerra.
- Protección de civiles en las guerras.
- Mejoramiento de la suerte de los heridos y enfermos en campañas terrestres.
- Protección de heridos, enfermos y náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar.
Estos nuevos acuerdos fueron ratificados por España en 1952 (los anteriores a 1939 ya lo habían sido en 1930). Se han completado en 1977 con dos protocolos adicionales:
- Protección de víctimas en conflictos armados internacionales.
- Protección de víctimas en conflictos armados no internacionales.