Causas de la Sublevación Militar
En España, en 1936, se gestó una sublevación militar con el apoyo de sectores conservadores del ejército, entre los que destacaron figuras como Emilio Mola y Calvo Sotelo.
Varias causas confluyeron para favorecer esta sublevación:
- Radicalización política: Por un lado, los republicanos, también conocidos como «rojos», se identificaban con la izquierda radical y, junto con la CNT y la UGT, protagonizaron actos violentos, incluyendo la quema de iglesias. Por otro lado, los «nacionales», de derecha radical, agrupaban a partidos como la CEDA y la Falange Española, liderada por José Antonio Primo de Rivera.
- Desconexión del Frente Popular: La falta de conexión del Frente Popular con las clases populares generó descontento y la percepción de ausencia de soluciones a los problemas sociales.
- Asesinatos políticos: El asesinato del teniente Castillo el 12 de julio de 1936, seguido por el de Calvo Sotelo, exacerbó la rivalidad entre los bandos y precipitó los acontecimientos.
Desarrollo de la Guerra Civil
Inicio y Expansión del Conflicto
La sublevación militar se inició el 17 de julio en Melilla y se extendió rápidamente al resto del Protectorado español en Marruecos. Franco asumió el mando de las tropas en Marruecos y se trasladó a la Península.
El alzamiento triunfó en regiones como Andalucía, Aragón, Castilla y León, Galicia, Mallorca y parte de Extremadura. Sin embargo, fracasó en Madrid, Barcelona, Valencia y la zona norte y este del país.
Tras el alzamiento, España quedó dividida en dos zonas, dando inicio a una cruenta Guerra Civil.
Bandos Enfrentados
Bando Republicano
Los republicanos, también llamados «rojos», controlaban las principales ciudades y zonas industriales. Contaban con parte del ejército, la marina, la aviación, las fuerzas de seguridad y la Guardia Civil. No obstante, al inicio carecieron de unidad en la dirección político-militar, lo que generó caos y el poder recayó en las milicias.
Defendían una república democrática y recibieron apoyo de sectores radicales, anarquistas y comunistas.
Bando Nacional
Los sublevados, conocidos como «nacionales», dominaban las zonas agrarias. Controlaban el ejército de tierra, las tropas del Protectorado de Marruecos y contaban con oficiales jóvenes. Recibieron apoyo militar de Alemania e Italia, con aviones más modernos.
Defendían el orden y buscaban eliminar a los «rojos», considerados enemigos de la patria, incluyendo anarquistas, comunistas, socialistas y separatistas.
Recibieron apoyo de las oligarquías tradicionales (terratenientes, banqueros, empresarios), pequeños propietarios agrarios, clases medias, partidos de derecha (CEDA) y extrema derecha (Falange, carlistas) y la Iglesia católica.
Contexto Internacional y Apoyos
La Guerra Civil Española estalló en un momento de tensión internacional entre democracias (Francia, Reino Unido) y fascismos (Italia, Alemania). Se firmó un Acuerdo de No Intervención, pero fue en gran medida ignorado, especialmente por Alemania e Italia, que apoyaron abiertamente al bando nacional.
Los republicanos recibieron ayuda de la URSS (material bélico, aviones, combustible), así como de brigadistas internacionales y apoyo limitado de Francia y México.
El bando nacional recibió material bélico y créditos de Italia y Alemania, además de apoyo de Portugal y ayuda financiera y de transporte de Estados Unidos.
Etapas de la Guerra
Primera Etapa: La Lucha por Madrid (Julio 1936 – Marzo 1937)
El objetivo inicial de los nacionales era conquistar Madrid. Los intentos de Mola desde el norte y de Franco desde el sur fracasaron debido a la resistencia republicana y la llegada de las Brigadas Internacionales.
Ante la imposibilidad de tomar Madrid, Franco optó por conquistar Málaga.
Segunda Etapa: La Campaña del Norte (Abril – Octubre 1937)
Franco cambió de estrategia y optó por una guerra de desgaste, buscando ocupar sistemáticamente el territorio y aniquilar al ejército republicano. Se dirigió al norte industrial y minero, conquistando Santander y Asturias.
Tercera Etapa: De Teruel al Ebro (Diciembre 1937 – Noviembre 1938)
Los republicanos intentaron una ofensiva en Teruel para salvar Madrid, pero fracasaron. Franco contraatacó y reconquistó Teruel, avanzando luego hacia Aragón y dividiendo la zona republicana en dos al alcanzar el Mediterráneo.
La Batalla del Ebro, la más sangrienta de la guerra, supuso un gran desgaste para el ejército republicano y la retirada de las Brigadas Internacionales.
Cuarta Etapa: La Ofensiva sobre Cataluña y el Fin de la Guerra (Diciembre 1938 – Abril 1939)
Franco lanzó una ofensiva sobre Cataluña, conquistando Barcelona, Gerona y Lérida. Finalmente, las tropas franquistas entraron en Madrid y ocuparon el resto del país.
El 1 de abril de 1939, Franco firmó en Burgos el último parte de guerra, dando por finalizada la Guerra Civil Española.