Conflicto y Repercusiones de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil Española: Causas, Desarrollo y Consecuencias (1936-1939)

Causas y Contexto Político

La Guerra Civil representó una confrontación dramática y sangrienta de ideologías e intereses sociales, con profundas consecuencias políticas, económicas y sociales. Claramente opuestos a la situación política y social del Frente Popular republicano, los militares sublevados contaban con el respaldo de elementos políticos de la derecha española y hombres de negocios. El general Emilio Mola, director del golpe, deseó la acción militar inmediata sobre Madrid y montó un dispositivo militar de sublevación en diferentes guarniciones del territorio español. Pretendía un golpe rápido, que se afianzara en pocos días, pero no lo logró, dando lugar a una larga Guerra Civil.

Inicio de la Sublevación

La sublevación se inició el 17 de julio de 1936 por medio del general Francisco Franco Bahamonde, que se encontraba en Canarias. El 18 de julio, el golpe se extendió por toda España. Pronto, las regiones de ideología mayoritariamente conservadora, como Castilla y León, Navarra y Galicia, apoyaron la sublevación, mientras que las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, junto con las regiones industriales y más desarrolladas, se mantuvieron fieles a la República.

Fases de la Guerra

Durante el transcurso de los tres años de contienda, se pueden distinguir varias fases:

  • Primera Fase (Julio – Noviembre 1936): Avance hacia Madrid. Al principio, los generales sublevados intentaron la toma de Madrid, para lo que el ejército operó mediante pequeñas columnas que avanzaron a pie o en camiones en un avance rapidísimo, favorecido por la desorganización republicana, la cual estaba carente de un verdadero ejército regular por el importante papel de las milicias populares en la República. Sin embargo, el ejército rebelde tuvo que vencer varias dificultades: la escasez de recursos del general Mola en el norte y que el grueso de la tropa se encontrase en el norte de África, por lo que se necesitaba la ayuda de los aviones y barcos italianos y alemanes para transportarlos hasta la península. Los sublevados llegaron finalmente hasta las puertas de Madrid, pero los republicanos consiguieron reorganizarse y detener las columnas rebeldes, ante el grito de la población de «¡No pasarán!».
  • Segunda Fase (Noviembre 1936 – 1937): Guerra Total y Desgaste. Desde noviembre de 1936, la guerra fue tomando envergadura hasta llegar a ser una guerra total y moderna: de las pequeñas y rápidas columnas se pasó a las grandes ofensivas y contraofensivas, la aviación pasó a ser un arma fundamental, la caballería fue sustituida por carros de combate y se inició el bombardeo de ciudades. Mientras tanto, Franco intentará ocupar Madrid, pero las tropas enviadas por Mussolini fueron derrotadas por las Brigadas Internacionales en batallas como la del Jarama. Franco inició entonces una nueva estrategia: la del desgaste. Se dirigió hacia el norte para cortar los recursos energéticos e industriales y terminó controlando toda esa zona, mientras que Málaga era tomada por tropas italianas.
  • Tercera Fase (1938 – 1939): Ofensiva Final y Fin de la Guerra. Tras la toma del norte, Franco se dispuso a dividir la zona republicana en dos para así aislar a Cataluña. Para evitar esto, el ejército republicano inició la Batalla del Ebro, pero en una costosa contraofensiva, los sublevados consiguieron vencer a los republicanos. Tras esto, Barcelona es tomada por el ejército franquista en enero de 1939. Tras la pérdida de Cataluña, el ejército franquista se dispone a hacer una última ofensiva con el objetivo de tomar Madrid, consiguiéndolo el 28 de marzo de 1939 e imponiendo la rendición incondicional al gobierno republicano. Tras esto, fueron cayendo el resto de los territorios todavía republicanos. Franco anunció el final de la guerra el 1 de abril de 1939.

La Guerra en el Bando Republicano

En cuanto a la guerra en territorio republicano, durante los primeros meses de la contienda, el gobierno se vio desbordado por el popular y el estado dejó prácticamente de existir, llegando incluso a entregar armas a organizaciones radicales indisciplinadas, lo cual conllevó una cruel represión que causó muchas víctimas. Tras un breve gobierno de Largo Caballero, Juan Negrín ocupó el poder, volviendo a Madrid tras la caída de Barcelona para organizar la resistencia, pero se vio desbordado por una junta de defensa que se encargó de gestionar la rendición.

Entre los apoyos recibidos por la República, la ayuda francesa fue intermitente y reducida hasta cesar por completo tras su adhesión al Comité de No Intervención creado por Gran Bretaña, pero que pocos países cumplieron. EEUU no participó en la guerra por razones políticas y México mantuvo una actitud de simpatía hacia el gobierno republicano. Aunque fue la Unión Soviética el principal apoyo del bando republicano, llegando a enviar más de 1.000 aviones y numerosos carros de combate, aunque fue una ayuda interesada. Por último, cabe destacar la actuación de las Brigadas Internacionales, compuestas por 60.000 hombres de diferentes países cuyo fin era luchar contra el fascismo.

La Guerra en el Bando Franquista

En el bando franquista, también se produjo una fuerte represión contra todas aquellas personas sospechosas de izquierdismo o separatismo. Desde el principio, la Junta de Defensa franquista decidió concentrar el poder en un mando único, por lo que se nombró en Burgos Jefe de Gobierno del Estado Español y «Generalísimo» de los ejércitos al general Franco. Muy pronto acabó este con las divisiones tradicionalistas y falangistas, creando un partido único: Falange Española y de las JONS. En esta línea de acumulación de poder, fue proclamado «Caudillo», en la misma línea del *Duce* (Mussolini) o del *Führer* (Hitler). Contó, además, con el apoyo de la Iglesia Católica. Muy pronto se inició un proceso de reacción que pararía todas las medidas reformistas de la República.

Apoyos Internacionales al Bando Franquista

Los apoyos exteriores recibidos por Franco fueron mucho más eficaces que los de la República, y en parte gracias a eso se debió su éxito final. La Italia de Mussolini ayudó a Franco por simpatías ideológicas e intereses estratégicos, y su ayuda fue muy abundante. La ayuda alemana se debió más a causas estratégicas que ideológicas, ya que la España republicana era una aliada natural de Francia, y se limitó al envío de cuadros técnicos y a la Legión Cóndor. Franco también contó con la ayuda de voluntarios de Irlanda y Portugal; además, esta última le ofreció apoyo territorial.

Consecuencias de la Guerra

Los tres años de Guerra Civil dejaron una terrible huella de destrucción humana y material de muy difícil recuperación. Al elevado número de muertos durante la guerra por diferentes motivos, hay que sumar el gran número de exiliados y de heridos. En cuanto a las pérdidas materiales, la agricultura y la ganadería, sectores económicos más importantes de la España de la época, se vieron fuertemente afectadas. Además, la situación económica era desastrosa, debido a las pérdidas de divisas y a las deudas contraídas con otros países por ayudas militares, quedando una España arruinada y desolada. Además de todas estas consecuencias, hay que tener en cuenta una muy importante: las secuelas y heridas morales producidas por las diferencias ideológicas y por las represiones llevadas a cabo por ambos bandos.

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