Conquista Romana y Legado en Hispania, Economía de Al-Ándalus y Reconquista Cristiana

Conquista y Romanización: La Pervivencia del Legado Cultural Romano en la Cultura Hispánica

La conquista de Roma se inició en el siglo III a.C. como consecuencia del enfrentamiento entre Roma y Cartago en las Guerras Púnicas. En el 226 a.C. firmaron el Tratado del Ebro. A finales de los siglos III, II y I a.C., los romanos llegaron a dominar el territorio peninsular. Se trató de una conquista paulatina que terminó hacia los años 40-30 a.C. con las campañas de César.

Se pueden distinguir tres etapas importantes:

  • A finales del siglo III a.C., la conquista del litoral y del Mediterráneo.
  • En el siglo II a.C., se conquistan los pueblos del centro.
  • A finales del siglo I a.C. y principios del siglo I d.C., conquista de la cornisa cantábrica (Augusto la completó).

Roma impuso su cultura en la península, la romanización, que es el proceso de asimilación de las costumbres, leyes, instituciones y forma de vida romana, que acaban con las costumbres anteriores y que uniformizan el territorio. Debido a esto, todas las tribus desaparecen.

Conforme avanza la conquista, se forman zonas administrativas:

  1. Ulterior y Citerior
  2. Cartaginense (Tarraco), Bética (Hispalis)
  3. Lusitania

Su economía estaba basada en el cultivo de cereal. Utilizaron la península como zona de extracción de recursos (metales preciosos y mercurio) y, a cambio, aportaban todo tipo de manufacturas (tejidos, cerámica). Roma controlaba todas las tribus peninsulares, poniéndolas a su servicio. Los jefes tribales fueron expulsados, como Viriato. Otros hechos importantes son Numancia (133 a.C.) y Sagunto.

A partir del siglo I d.C., se otorgan tierras a legionarios y aparece una población romana estable en la península. Desde el punto de vista cultural, dejaron obras arquitectónicas como el Acueducto de Segovia, el Anfiteatro y Teatro de Mérida y el Arco de Bará. Las obras civiles como calzadas y construcción de ciudades también fueron importantes. Introdujeron el latín como lengua de difusión y la moneda. La ciudad más famosa fue Complutum y entre los personajes destacados se encuentran los emperadores Teodosio, Teodoro, Trajano y el escritor Séneca.

Al-Ándalus: Organización Económica y Social

La principal actividad económica de los musulmanes era la agricultura, que desarrollaron con la aportación de nuevos cultivos como el arroz, dátiles, cítricos, lino y algodón. Asimismo, desarrollaron nuevas técnicas de regadío con nuevas herramientas, siendo la más destacada la noria, y otras como las acequias y canales. Su agricultura era de tipo intensiva.

La ganadería no la practicaron mucho, aunque sí la lanar y la caprina. La artesanía también estaba muy presente, desde productos de cuero, cerámica y metal hasta tejidos de seda, siempre presentes en las ciudades.

Practicaron el comercio de dos tipos: interior, dentro de la ciudad en espacios como el zoco; y exterior, muy importante en Al-Ándalus debido a su situación fronteriza entre Europa y el mundo musulmán. Exportaban a Europa productos elaborados y especias, e importaban pieles y cuero. Tenían dos tipos de moneda: el dírhem y el dinar.

La sociedad musulmana estaba marcada por la religión. La élite la ocupaban los árabes, seguidos por los sirios que ocupaban tierras importantes, luego los bereberes, hispanorromanos y muladíes (cristianos convertidos al islam). Entre los no musulmanes, destacan los mozárabes, cristianos no convertidos al islam, aunque más tarde se les obligó. Otra minoría importante eran los judíos, que debían pagar la yizia para poder practicar su religión.

Reinos Cristianos en la Edad Media: Principales Etapas de la Reconquista

La Reconquista fue el proceso por el cual los reinos cristianos retomaron el control de la Península Ibérica, que culminó tras un periodo comprendido entre los siglos VIII y XV y que pasó por distintas fases.

Primera etapa (siglos VIII-X): Se caracterizó por la consolidación de los reinos cristianos. Los reinos occidentales avanzaron hasta la cuenca del Duero y los orientales hacia el Prepirineo y el valle alto del Ebro.

Segunda etapa (siglos XI-XIII): Se consolida el reino de Castilla. Fernando I se une a León, dependiendo del periodo. A su muerte, divide el reino entre sus hijos y surgen rivalidades entre Sancho III de León y Alfonso VI de Castilla. El primero muere asesinado, por lo que Alfonso VI se queda con León. Este conquista Toledo en 1085 y traslada la línea de conquista hacia el valle del Tajo.

Tercera etapa (siglos XIII-XIV): Castilla y León avanzan con la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Las grandes ciudades del valle del Guadalquivir se conquistan en la primera mitad del siglo XIII: Jaén, Córdoba y Sevilla por Fernando III, y su hijo Alfonso X conquistó Murcia (en el Tratado de Cazorla y Tudillén se decide que Murcia es de Castilla).

Cuarta etapa (siglo XV): En el último tercio del siglo XV, Jaime I el Conquistador conquista Mallorca y el País Valenciano. En 1236 se produce un parón debido a la crisis que azotaba a los reinos peninsulares en el siglo XIV, que culmina con la toma de Granada.

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