Consecuencias de la Autarquía en la Economía Española (1936-1959)

La Autarquía en España (1936-1959): Un Análisis de sus Consecuencias Económicas y Sociales

Contexto Político y Económico

La política autárquica, implementada en España tras la Guerra Civil, se caracterizó por la búsqueda de la autosuficiencia económica. Los medios de comunicación de la época retrasaron la información sobre la verdadera situación del transporte. La producción de equipos era muy pobre, y muchos cultivos y ganado fueron destruidos. Además, el Banco de España tuvo que pagar el material de guerra, y 150 toneladas de oro que se utilizaron para estimular la economía tuvieron un impacto negativo en las decisiones tomadas. Sin embargo, después de 15 años del fin de la guerra, estas no son razones suficientes para explicar el retraso de la economía española.

La Autarquía como Factor Clave del Retraso Económico

El objetivo más importante de la actividad económica en un país autárquico es la autosuficiencia: todo debe ser producido internamente, limitando al máximo las importaciones. Se implementó un plan ultranacionalista, con características propias del fascismo, que incluía:

  • Intervencionismo estatal.
  • Aislamiento de la política exterior.
  • Sustitución de importaciones.
  • Especulación.

Las relaciones económicas exteriores eran prácticamente nulas, lo que dificultó la modernización de la producción. Esto tuvo dos consecuencias principales:

  • Dificultad para la innovación tecnológica.
  • Pérdida de competitividad.

Efectos de la Autarquía en el Sistema Económico y Social

Entre 1936 y 1959, España se mantuvo bajo un régimen autárquico. Se organizó un enorme sistema burocrático para regular la economía en su conjunto, con intervención en la producción, el comercio exterior, los precios, etc.

Se instauró el corporativismo, con exenciones fiscales y asignaciones de obras públicas que favorecieron a grupos oligárquicos y al sector financiero. El sistema de relaciones laborales también se basó en el corporativismo, ignorando el sindicalismo de clase y controlando completamente la situación de los grupos profesionales.

La Guerra Civil, las políticas autárquicas, la sequía y las malas cosechas condujeron a una lenta producción industrial. Como resultado, muchos tuvieron que regresar a la agricultura. La autarquía económica llevó a la creación de empresas reguladas por el Estado en los principales sectores a desarrollar, bloqueando la llegada de capital extranjero. Esto generó un déficit en el suministro.

Dada la baja inversión privada, se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) con capital público (los bancos también tuvieron una alta participación).

La Política Agrícola durante la Autarquía

Después de la Guerra Civil, la agricultura española se hundió en una profunda crisis. El hambre se generalizó y se estableció el racionamiento de productos básicos. Se devolvieron grandes parcelas de tierra a los terratenientes que habían sido expropiadas durante la República. En 1939, se creó el Instituto Nacional de Colonización, con el objetivo de organizar a los colonos afectados por los cultivos de regadío, pero la campaña tuvo resultados extremadamente pobres.

Se creó el Servicio Nacional del Trigo (SNT) para proteger los intereses de los agricultores. Esta entidad fijaba el precio de compra de los productos agrícolas básicos para asegurar el consumo y, al mismo tiempo, mantener los salarios industriales a un nivel modesto.

Se creó la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT) para facilitar la comercialización de productos agrícolas. Sin embargo, los resultados fueron negativos, ya que la mayor parte de la tierra cultivable estaba en manos de pequeños productores que se veían obligados a vender rápidamente sus productos a un precio fijado, mientras que los grandes terratenientes escondían los cultivos de cereales del mercado y los utilizaban para enriquecerse en momentos de escasez.

El Fracaso de la Autarquía y sus Consecuencias Sociales

La autarquía resultó en un completo fracaso. La economía española dependía de la economía internacional, y la falta de capacidad para promover el comercio exterior, entre otros factores, lastró su desarrollo.

La falta de recursos llevó al racionamiento, la especulación y la acumulación de productos, dando lugar al estraperlo. Como resultado, las condiciones de vida fueron peores que antes de la guerra, y la falta de poder adquisitivo de los trabajadores impidió la recuperación económica. La dictadura mantuvo a España aislada de la expansión económica internacional y de la reconstrucción de Europa.

Características Principales de la Autarquía

  • Políticas proteccionistas.
  • Fuerte intervencionismo estatal en la economía.
  • Gran peso de la burocracia.
  • Década de recesión económica.

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