Consecuencias de la desintegración de la gran Colombia

5.1 La Guerra de la Independencia. Antecedentes y causas. Bandos
en el conflicto y fases de la guerra
Para el estudio de este tema, debemos distinguir dos puntos de vista, por un lado los
hechos políticos (la revolución política que implicó la caída del Antiguo Régimen) y por otro,
los hechos fundamentales bélicos (la guerra de independencia). Por ello comenzaremos
hablando de los antecedentes y causas de la Guerra de la Independencia en una situación
de crisis que finaliza con el tratado de Fontainebleau continuando con la crisis de 1808 y los
tres sucesos que la marcaron. Será necesario desarrollar las fases de dicha Guerra
concluyendo con sus carácterísticas y consecuencias.
Partimos del Reinado de Carlos IV (hereda el trono en 1788) con la crisis de 1808
económica (de subsistencia), política (monarca débil quien deja el gobierno en manos de
Godoy) y social (surgen motines y disturbios). Siendo esta crisis uno de los antecedentes de
la Guerra, además de un reinado condicionado por la Revolución Francesa en un doble
sentido. Esta condiciona la política interior, frenando las reformas ilustradas realizadas por
su padre Carlos III y condiciona la política exterior iniciando un ciclo bélico que
desembocará en la guerra de independencia cuyos precedentes fueron los siguientes: Las
<guerras de coalición= en las que Francia derrota a España y finalizan con la firma de la
paz de Basilea (1795). La uníón de Francia y España en los tratados de San Ildefonso
(1796 y 1801) que acaba con la derrota fracoespañola por los ingleses (Trafalgar 1805). Y
es en 1807 cuando Godoy y Napoleón firman el tratado de Fontainebleau cuyo objetivo era
bloquear las costas europeas al comercio inglés, permitiendo la entrada de los francos en la
península para llegar a Portugal. Con estos precedentes, en 1808 se desarrollan una serie
de sucesos que desembocan en la crisis de la monarquía y la guerra de sucesión. Estos
sucesos son fundamentalmente tres: El primero consistíó en el motín de Aranjuez (17 de
Marzo de 1808), un asalto dirigido por los fernandinos que perseguían la destitución de
Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII consiguiendo la destitución de
Godoy el día 19 y la abdicación del rey en su hijo (antes de este motín hubo una
conspiración conocida como el proceso del escorial, en el que se mostraron las miserias de
la monarquía española a causa del intento de Fernando VII de derrocar a su padre ). El
segundo fueron las abdicaciones de Bayona por las que Napoleón intervino como árbitro
en los asuntos de la familia real española, y convocó al Rey y su hijo en Bayona (20 y 30 de
Abril) y el 6 de Mayo se produjeron las abdicaciones.
Y la tercera consistíó en los levantamientos del día 2 de Mayo donde se produce un
levantamiento popular de los madrileños contra las tropas francesas el cual es duramente
reprimido por el ejército francés (Murat). Goya refleja la crueldad de estos hechos en
cuadros como <los fusilamientos= o <la carga de los mamelucos=. La reacción popular causó
la expansión del movimiento (alcalde de Móstoles Andrés Torrejón).
La guerra de la independencia estuvo caracterizada por una amplia participación popular, el
deseo de la independencia y espacio propio además de un entusiasmo nacionalista y
rechazo emocional de <lo francés= la cual trajo nuevas técnicas como la guerrilla.
Esta estuvo dividida en tres etapas: En la primera (Mayo-Noviembre 1808) se dan los
primeros movimientos franceses encaminados a sofocar los levantamientos urbanos de
todo el país. Se crean las Juntas provinciales de Defensa en casi todas las capitales y en
Julio de 1808 se da la derrota francesa en la batalla de Bailén. El retroceso de las tropas
francesas obligó a José Bonaparte a abandonar Madrid y establecer su capital en Vitoria


6.1 Reinado de Isabel II (1833-1868) La primera Guerra
Carlista.Evolución política, partidos y conflictos. El Estatuto Real
1834. Las Constituciones de 1837 y 1845.
Para el estudio de este tema, partiremos de la muerte de Fernando VII y el comienzo de la
Primera Guerra Carlista profundizando en los apoyos de cada bando y sus fases.
Continuaremos dividiendo la evolución del Reinado de Isabel II en la Época de regencias
(Regencia de María Cristina y sus tres fases) (Regencia de Espartero) y El Reinado Efectivo
de Isabel II el cual también se encuentra dividido en tres fases siendo periodos donde se
intercalan etapas protagonizadas por progresistas y moderados.
Gracias a la Pragmática Sanción aprobada en 1830, Isabel podía reinar a la muerte de
Fernando VII, pero Carlos María de Isidro proclama sus derechos dinásticos con el apoyo
de un grupo absolutista llamado carlista, cuya ideología se basaba en Dios, la Patria, el Rey,
el mantenimiento de los fueros y defensa del foralismo y la oposición ante cualquier
reforma. Y es con la publicación del manifiesto de Abrantes que inicia la Primera Guerra
Carlista (1833-1840). Por un lado, el bando carlista fue apoyado por la pequeña nobleza, el
bajo clero y gran parte del campesinado, y por otro, los Isabelinos (partidarios de Isabel II),
recibieron el apoyo de los habitantes de ciudades, grupos dirigentes y los intelectuales.
Esta comenzó siendo una Guerra Civil, pero tuvo también una proyección exterior.
La guerra tuvo tres etapas: En la primera (1833-1835), los carlistas triunfan en zonas
donde cuentan con más apoyo, pero esta finaliza con la muerte del general carlista
Zumalacárregui en el asedio de Bilbao. En la segunda (1835-1837) los carlistas realizan
una serie de expediciones fuera de los núcleos que controlaban, pero a pesar de llegar
hasta Madrid no tienen consecuencias definitivas. Y en la tercera etapa (1837-1840)


campañas victoriosas del liberal Espartero, pero el agotamiento de los carlistas provocó su
división en los partidarios de continuar con la guerra (intransigentes) y aquellos partidarios
de llegar a un acuerdo honroso (moderados). Finalmente, estos últimos encabezados por el
general Maroto (moderado) firman tras la derrota de Luchana, el Convenio de Vergara
(1839) (Reinserción de los mandos carlistas en el ejército isabelino y ambigua promesa de mantenimiento de
los privilegios forales vascos y navarros) . Por último, en la cuarta etapa (1839-1840) el general
Cabrera y sus tropas se negaron a acatar el Convenio de Vergara y resistieron hasta la
caída de Morella.
Las consecuencias de esta guerra fueron la inclinación de la monarquía al liberalismo, el
protagonismo político de los militares y enormes gastos y pérdidas humanas y materiales.
El carlismo provocó dos guerras más, la segunda guerra carlista (1846-1849) ante el
matrimonio fracasado de Isabel y Carlos VI, y la tercera guerra carlista (1872-1876), en
oposición a Amadeo de Saboyá.
A pesar de los conflictos, en 1833 comienza el reinado de Isabel II caracterizado por la
alternancia de partidos liberales en el poder. Como Isabel II no podía gobernar debido a su
minoría de edad, su reinado comienza con la Regencia de su madre María Cristina
(1833-1840), quien implantó el liberalismo en España acabando definitivamente con el
Antiguo Régimen. Este liberalismo queda dividido en los moderados (defensores de una
soberanía compartida entre el rey y Cortes, el sufragio censitario, el recorte de los derechos
individuales y el centralismo del estado. Quienes serán encabezados por el General
Narváez) y los progresistas ( defensores de un liberalismo más radical diferenciados por


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5 La Guerra de la Independencia. Antecedentes y causas. Bandos

en el conflicto y fases de la guerra

Para el estudio de este tema, debemos distinguir dos puntos de vista, por un lado los hechos políticos (la revolución política que implicó la caída del Antiguo Régimen) y por otro, los hechos fundamentales bélicos (la guerra de independencia). Por ello comenzaremos hablando de los antecedentes y causas de la Guerra de la Independencia en una situación de crisis que finaliza con el tratado de Fontainebleau continuando con la crisis de 1808 y los tres sucesos que la marcaron. Será necesario desarrollar las fases de dicha Guerra concluyendo con sus carácterísticas y consecuencias. Partimos del Reinado de Carlos IV (hereda el trono en 1788) con la crisis de 1808 económica (de subsistencia), política (monarca débil quien deja el gobierno en manos de Godoy) y social (surgen motines y disturbios). Siendo esta crisis uno de los antecedentes de la Guerra, además de un reinado condicionado por la Revolución Francesa en un doble sentido. Esta condiciona la política interior, frenando las reformas ilustradas realizadas por su padre Carlos III y condiciona la política exterior iniciando un ciclo bélico que desembocará en la guerra de independencia cuyos precedentes fueron los siguientes: Las <guerras de coalición= en las que Francia derrota a España y finalizan con la firma de la paz de Basilea (1795).
La uníón de Francia y España en los tratados de San Ildefonso (1796 y 1801)
que acaba con la derrota fracoespañola por los ingleses (Trafalgar 1805).
Y es en 1807 cuando Godoy y Napoleón firman el tratado de Fontainebleau cuyo objetivo era bloquear las costas europeas al comercio inglés, permitiendo la entrada de los francos en la península para llegar a Portugal. Con estos precedentes, en 1808 se desarrollan una serie de sucesos que desembocan en la crisis de la monarquía y la guerra de sucesión. Estos sucesos son fundamentalmente tres: El primero consistíó en el motín de Aranjuez (17 de Marzo de 1808), un asalto dirigido por los fernandinos que perseguían la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII consiguiendo la destitución de Godoy el día 19 y la abdicación del rey en su hijo (antes de este motín hubo una conspiración conocida como el proceso del escorial, en el que se mostraron las miserias de la monarquía española a causa del intento de Fernando VII de derrocar a su padre ). El segundo fueron las abdicaciones de Bayona por las que Napoleón intervino como árbitro en los asuntos de la familia real española, y convocó al Rey y su hijo en Bayona (20 y 30 de Abril) y el 6 de Mayo se produjeron las abdicaciones. Y la tercera consistíó en los levantamientos del día 2 de Mayo donde se produce un levantamiento popular de los madrileños contra las tropas francesas el cual es duramente reprimido por el ejército francés (Murat). Goya refleja la crueldad de estos hechos en cuadros como <los fusilamientos= o <la carga de los mamelucos=. La reacción popular causó la expansión del movimiento (alcalde de Móstoles Andrés Torrejón). La guerra de la independencia estuvo caracterizada por una amplia participación popular, el deseo de la independencia y espacio propio además de un entusiasmo nacionalista y rechazo emocional de <lo francés= la cual trajo nuevas técnicas como la guerrilla. Esta estuvo dividida en tres etapas: En la primera (Mayo-Noviembre 1808)
se dan los primeros movimientos franceses encaminados a sofocar los levantamientos urbanos de todo el país. Se crean las Juntas provinciales de Defensa en casi todas las capitales y en Julio de 1808 se da la derrota francesa en la batalla de Bailén. El retroceso de las tropas francesas obligó a José Bonaparte a abandonar Madrid y establecer su capital en Vitoria.

En la segunda (Noviembre de 1808-1811)
Napoleón decidíó dirigir en persona las campañas militares en España, recuperando así terreno. Para la resistencia fueron importantes dos hechos: la ayuda militar de Inglaterra y el empleo de la táctica de guerrillas la cual consistíó en una guerra de desgaste puesto que no pretenden conquistar terreno, si no, hacer el máximo daño posible al enemigo. Siendo una estrategia decisiva puesto que obligó a Napoleón a fijar sus tropas en España además de la explicación de la crueldad de la guerra. Y en la tercera y última etapa (1812-1814)
consistíó en el declive francés, en Julio-Agosto de 1813 Wellington comandante en jefe de las tropas hispano-británicas emprendíó la ofensiva final, gana la batalla de Los Arapiles (Salamanca Julio de 1812), lo que le permite ocupar Madrid. Nuevas derrotas francesas (Vitoria y San Marcial,1813) consiguen la expulsión de España de los franceses y finalmente Napoleón firma el Tratado de Valençay, a finales de 1813, por el que devuelve la corona a Fernando VII. Y tras el último enfrentamiento en Toulouse, se firmó el armisticio poniendo fin a la Guerra. Las consecuencias de la Guerra de la Independencia fueron elevadas pérdidas humanas y económicas, la ruina definitiva de la hacienda española, el aceleramiento del desmoronamiento del Imperio español en las Indias , concreción del liberalismo con un programa (Constitución de 1812) y una táctica (pronunciamiento) provocando una transición desde la monarquía absoluta a un Estado liberal. Se dio el exilio de los afrancesados y además España salíó de esta guerra convertida en una potencia de segundo orden. Esta Guerra fue un hecho histórico que marcó la historia española debido a las nuevas técnicas y la crueldad empeñada que dejó numerosas pérdidas para ambos bandos además de que marcó el comienzo del liberalismo en España naciendo así el moderno nacionalismo español. Al mismo tiempo que se produce la guerra, se inicia un movimiento revolucionario que se inserta en el ciclo revolucionario burgués. Dicho movimiento se produce en los dos bandos, que establecen dos modelos diferentes: por un lado el modelo francés por el que José I promulga el Estatuto de Bayona , carta otorgada (redactada por notables ilustrados españoles dirigidos por Napoleón) de carácter reformista moderado pero que si se hubiera llevado a la práctica habría supuesto para España el fin del Antiguo Régimen. Y el modelo político nacional , que ante el vacío de poder se crea el Poder de Juntas formado por quienes no aceptaban la dominación francesa, asumiendo la regencia y regeneración política del país llevando a cabo ideas liberales. Estos acabaron siendo coordinados por la Junta Central , órgano que acumuló los poderes ejecutivo y legislativo de los españoles durante la ocupación napoleónica, que posteriormente acabará convertida en una Junta de Regencia la cual llevará a cabo la celebración de las Cortes de Cádiz que acabaron redactando la Constitución española de 1812.

5 Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Para el estudio de este tema comenzaremos hablando de Las Cortes de Cádiz, cuyo objetivo era dar a España una constitución y llevar a cabo una serie de reformas, en las cuales se encontraban dos corrientes ideológicas, y posteriormente continuaremos hablando de la Constitución de 1812 caracterizada por ser la primera en España, abriendo la historia del constitucionalismo español, su trascendencia, significación y carácterísticas. Tras la Guerra de Independencia (1808-1814) se dio una dualidad de poder. Por un lado José I Bonaparte quien era apoyado por los afrancesados y por otro el Poder de Juntas quienes no aceptaban la dominación francesa, asumiendo la regencia y regeneración política del país llevando a cabo ideas liberales. Estos acabaron siendo coordinados por la Junta Central , órgano que acumuló los poderes ejecutivo y legislativo de los españoles durante la ocupación napoleónica, que posteriormente acabará convertida en una Junta de Regencia la cual llevará a cabo la celebración de las Cortes de Cádiz que acabaron redactando la Constitución española de 1812. La primera sesíón de las Cortes de Cádiz tuvo lugar el 24 de Septiembre de 1810 siendo un programa reformista defensor de la soberanía nacional. Dentro de estas cortes se dieron dos corrientes ideológicas, los liberales quienes quieren acabar con el absolutismo (Agustín Argüelles, Muñoz Torrero, el conde de Toreno y Calatrava), y los serviles o absolutistas, enemigos de las reformas (obispo de Orense). Finalmente es el 19 de Marzo de 1912 cuando se aprueba la constitución y las Cortes de Cádiz se constituyen en Asamblea Nacional Constituyente asumiendo la Soberanía Nacional y teniendo como objetivo la primera Revolución Liberal en España. Los principales objetivos de las Cortes de Cádiz fueron los siguientes: Una reforma profunda y estructural de las instituciones políticas, económicas y jurídicas españolas. Entre estas medidas están -La supresión del régimen señorial, que impedía la modernización de la administración local y provincial. Fueron derogados los gremios para dar paso a las modernas relaciones de producción liberal-capitalista.

  • La nueva desamortización, aplicada a las propiedades de afrancesados, de las órdenes militares disueltas, de los conventos y monasterios destruidos por las guerras, y a la mitad de las tierras comunales. -Se suprimen las aduanas interiores y el Honrado Concejo de la Mesta. -Decretan la abolición de la Inquisición y supresión de conventos con menos de 12 miembros. -Se aprueba el Decreto de libertad de prensa, junto al de producción, contratación y comercio. -Se inició el debate sobre la reorganización territorial de España (con aportaciones de contenido regionalista), para conseguir la uniformidad territorial y centralización política.

Y el objetivo de redactar una constitución de carácter liberal caracterizado por su enorme extensión del texto y su meticulosidad basado en los siguientes principios: -Soberanía nacional. La soberanía residía en la nacíón, incluidos los habitantes de las colonias. -División de poderes. El poder legislativo residía en las Cortes unicamerales, el poder ejecutivo en el Rey y sus ministros y el poder judicial en los tribunales. El monarca no podía

disolver las Cortes y sólo poseía un derecho de veto suspensivo y transitorio durante dos años sobre las leyes aprobadas en las Cortes. -Establece como sistema de gobierno la monarquía constitucional. -Reconoce derechos individuales y colectivos: libertad de imprenta, propiedad, educación, sufragio, etc. -Igualdad de todos ante la ley, fuero único (mismas leyes para todos, excepto Ejército e Iglesia). Se suprimen los fueros y leyes que iban en contra de la Constitución, se establecen códigos y tribunales para todos, igualdad fiscal, burocracia centralizada y un ejército nacional, establecíéndose una Milicia Nacional para garantizar el orden constitucional. -Proclama el catolicismo como religión única y oficial del Estado (clara concesión al sector absolutista). -Sufragio universal masculino e indirecto como sistema electoral (varones, mayores de edad, excluidos los miembros del clero regular). La trascendencia histórica de esta constitución será grande, pero su vigencia real fue sin embargo corta. Esta fue muy avanzada para la época, además de su carácter ético e idealista. Fue realmente importante por ser la primera constitución española. Los ciudadanos, de acuerdo con la Constitución, reconocen a Fernando VII como rey constitucional. La Constitución refleja el influjo de Iglesia y nobleza, declara un Estado confesional y reconoce las propiedades de los privilegiados. Ni la Constitución de 1812, ni las leyes emanadas de las Cortes tuvieron una aplicación práctica por el estado de guerra que se vivía ,pero fueron, durante décadas, el programa de los liberales españoles. Fernando VII no tuvo dificultad en derogar la Constitución, pero fue el símbolo del liberalismo y sirvió de inspiración a textos posteriores.

5 El reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo. El

proceso de independencia de las colonias americanas.

Para el estudio de este tema, dividiremos el reinado de Fernando VII en tres etapas entre las que se intercalan periodos de absolutismo y liberalismo, y continuaremos hablando sobre el proceso de emancipación de la América española. El reinado de Fernando VII se corresponde en Europa con el periodo de la Restauración. Al igual que en el resto de Europa la vuelta de Fernando VII supuso la vuelta al viejo sistema. Durante su reinado se diferencian claramente tres etapas.

La primera, consistíó en una Restauración Absolutismo (El sexenio absolutista (1814-1820)).
Durante esta etapa, nada más arribar a las costas españolas (Valencia), el Rey recibe presiones por parte de los grupos conservadores para anular la Constitución y disolver las Cortes; la acción más relevante de estos grupos fue el llamado <Manifiesto de los Persas= , un documento firmado por varios diputados (69) en el que se solicitaba el restablecimiento del absolutismo. Este manifiesto justifica el Decreto de Valencia (Mayo de 1814) supuso un verdadero Golpe de Estado al anular todas las reformas de Cádiz. Consiguiendo una restauración del absolutismo al completo a excepción del mantenimiento de la abolición de los derechos jurisdiccionales en los señoríos. Este periodo es caracterizado por una crisis económica y demográfica como consecuencia de las pérdidas de guerra, una inestabilidad de gobierno derivada del personalismo del rey, y además también se vio influenciada por una permanente represión hacia los afrancesados causando que los liberales recurrieran a conspiraciones, pronunciamientos y exilios dándose ejemplos de intentos fallidos como los de Lacy y Porlier. En la segunda etapa, se da comienzo al Trienio Liberal (1820-23)
, tras el triunfo de un pronunciamiento liberal protagonizado por Rafael del Riego (Cabezas de San Juan) Fernando VII es obligado a jurar la constitución de 1812 restableciendo la legislación de Cádiz. Pero los políticos del Trienio Liberal se enfrentan a una serie de problemas como la actitud del rey, la oposición al régimen llevando a cabo intentos de golpes de estado, y consiguiendo en algunas zonas de Castilla un gobierno absolutista paralelo (Regencia de Urgel), además de una división de los propios liberales. Por un lado los moderados o doceañistas (antiguos diputados liberales de Cádiz e intelectuales ilustrados) como Argüelles y Martínez de la Rosa por otro los exaltados o veinteañistas (protagonistas de la revolución de 1820) como Mendizábal y Alcalá Galiano. Los moderados defendían el sufragio censitario, para limitar la soberanía nacional y Cortes bicamerales y los exaltados defendían el sufragio universal, la soberanía nacional y Cortes unicamerales. Hasta 1822 gobernaron los moderados, y después los exaltados. Finalmente, el régimen del Trienio será derrocado por la intervención extranjera, consecuencia del sistema de restauración en Europa. Francia será la encargada de organizar una expedición al mando del Duque de Angulema, conocida como los Cien Mil hijos de San Luís, que penetró en España en Abril de 1823 y ocupó el territorio nacional poniendo fin al régimen liberal.

En la última etapa, llamada La Década absolutista (ominosa) (1823-33)
, volvieron a restablecerse las medidas absolutistas pero de una forma más moderada, se produce una mejora de la situación económica, una fuerte represión política y una permanente oposición

al régimen, tanto por parte de los liberales que continúan protagonizando pronunciamientos (El Empecinado, Torrijos…), como por parte de los absolutistas más radicales. Y también se dio un problema sucesorio puesto que Fernando derogó la Ley Sálica tras publicar La Pragmática Sanción, lo que impide a las mujeres poder gobernar. Este hecho tendrá como consecuencia, a la muerte del rey en Mayo de 1833, el enfrentamiento entre carlistas (partidarios del hermano del rey) e isabelinos (partidarios de la hija), dando lugar a las llamadas guerras carlistas.

Al tiempo se produce el proceso de independencia de las colonias americanas protagonizado fundamentalmente por los criollos (descendientes de españoles, nacidos en América; ricos propietarios y comerciantes) a causa de su descontento por estar excluidos del poder político y sobretodo el monopolio comercial establecido por la metrópoli que privaba a sus productos a acceder al mercado europeo, una influencia ideológica de las corrientes liberales, así como el modelo de independencia de EEUU e incluso la debilidad española y los deseos ingleses. El conflicto fue largo y complejo, pues se prolongó desde 1808 hasta 1825, y estuvo dividido en dos fases: Una Primera fase(1808-1815)
en la que a burguésía criolla, enriquecida y animada por la experiencia norteamericana y las ideas liberales, pretendían liberarse de las restricciones y el monopolio impuesto por España; promoviendo varias Juntas de las cuales en Abril y Agosto de 1810, algunas consiguen su independencia. Y es la Restauración de Fernando VII la cual cierra esta etapa. En la segunda fase (1816-1824):
Se consuma el proceso de independencia en el que Simón Bolívar libera Ecuador, Venezuela y Colombia; San Martín logra la independencia de Chile (1818), Iturbide la de México (1822), y las tropas españolas serán finalmente derrotadas en la batalla de Ayacucho (1824). Las consecuencias de este proceso en España fueron graves, puesto que el comercio se redujo lo que afectó negativamente, y en América las quince nuevas repúblicas independientes mantendrán intactas sus estructuras a nivel social, mientras que a nivel político se impone la fragmentación y no se establece un sistema democrático liberal sino que se mantiene el caudillismo militar y autoritario que había dominado durante el conflicto. A nivel económico, se mantuvo la dependencia económica. La sumisión a España fue sustituida por el control comercial que ejercieron el Reino Unido y en menor medida, Francia y los EE.

Para concluir el tema, podemos concluir que el reinado de Fernando VII consistíó en una lucha entre el liberalismo y absolutismo permanente, además de que se sufrieron grandes pérdidas debido a la emancipación de las colonias americanas.

6 Reinado de Isabel II (1833-1868) La primera Guerra

Carlistaón política, partidos y conflictos. El Estatuto Real

1834. Las Constituciones de 1837 y 1845.

Para el estudio de este tema, partiremos de la muerte de Fernando VII y el comienzo de la Primera Guerra Carlista profundizando en los apoyos de cada bando y sus fases. Continuaremos dividiendo la evolución del Reinado de Isabel II en la Época de regencias (Regencia de María Cristina y sus tres fases) (Regencia de Espartero) y El Reinado Efectivo de Isabel II el cual también se encuentra dividido en tres fases siendo periodos donde se intercalan etapas protagonizadas por progresistas y moderados.

Gracias a la Pragmática Sanción aprobada en 1830, Isabel podía reinar a la muerte de Fernando VII, pero Carlos María de Isidro proclama sus derechos dinásticos con el apoyo de un grupo absolutista llamado carlista, cuya ideología se basaba en Dios, la Patria, el Rey, el mantenimiento de los fueros y defensa del foralismo y la oposición ante cualquier reforma. Y es con la publicación del manifiesto de Abrantes que inicia la Primera Guerra Carlista (1833-1840). Por un lado, el bando carlista fue apoyado por la pequeña nobleza, el bajo clero y gran parte del campesinado, y por otro, los Isabelinos (partidarios de Isabel II), recibieron el apoyo de los habitantes de ciudades, grupos dirigentes y los intelectuales. Esta comenzó siendo una Guerra Civil, pero tuvo también una proyección exterior. La guerra tuvo tres etapas: En la primera (1833-1835), los carlistas triunfan en zonas donde cuentan con más apoyo, pero esta finaliza con la muerte del general carlista Zumalacárregui en el asedio de Bilbao. En la segunda (1835-1837) los carlistas realizan una serie de expediciones fuera de los núcleos que controlaban, pero a pesar de llegar hasta Madrid no tienen consecuencias definitivas. Y en la tercera etapa (1837-1840) se dan campañas victoriosas del liberal Espartero, pero el agotamiento de los carlistas provocó su división en los partidarios de continuar con la guerra (intransigentes) y aquellos partidarios de llegar a un acuerdo honroso (moderados). Finalmente, estos últimos encabezados por el general Maroto (moderado) firman tras la derrota de Luchana, el Convenio de Vergara (1839)
(Reinserción de los mandos carlistas en el ejército isabelino y ambigua promesa de mantenimiento de los privilegios forales vascos y navarros). Por último, en la cuarta etapa (1839-1840) el general Cabrera y sus tropas se negaron a acatar el Convenio de Vergara y resistieron hasta la caída de Morella. Las consecuencias de esta guerra fueron la inclinación de la monarquía al liberalismo, el protagonismo político de los militares y enormes gastos y pérdidas humanas y materiales. El carlismo provocó dos guerras más, la segunda guerra carlista (1846-1849) ante el matrimonio fracasado de Isabel y Carlos VI, y la tercera guerra carlista (1872-1876), en oposición a Amadeo de Saboyá.

A pesar de los conflictos, en 1833 comienza el reinado de Isabel II caracterizado por la alternancia de partidos liberales en el poder. Como Isabel II no podía gobernar debido a su minoría de edad, su reinado comienza con la Regencia de su madre María Cristina (1833-1840), quien implantó el liberalismo en España acabando definitivamente con el Antiguo Régimen. Este liberalismo queda dividido en los moderados ( defensores de una soberanía compartida entre el rey y Cortes, el sufragio censitario, el recorte de los derechos individuales y el centralismo del estado. Quienes serán encabezados por el General Narváez) y los progresistas ( defensores de un liberalismo más radical diferenciados por

defender la soberanía nacional, y la ampliación política y de libertades quienes serán encabezados por Espartero). Este periodo de gran inestabilidad puede distinguirse en varias fases: Fase de transición entre un estado absolutista y liberal (33-35)
, será con Cea Bermudez (absolutista reformista) y con Martínez de la Rosa con quienes se sucedan los gobiernos. Este último promulgará el Estatuto Real De 1834 (carta otorgada) con la que las cortes quedarán divididas en dos cámaras (los próceres y los procuradores), no podrán redactar leyes y no se reconocerán los derechos individuales. Generando numerosas protestas que provocan la dimisión de de la Rosa. En la fase de ruptura (35-37) Mendizábal (progre) comienza una serie de reformas progresistas como la desamortización eclesiástica o la reforma del gobierno. Pero con el pronunciamiento de los sargentos de la granja de San Ildefonso se exige restaurar la constitución del 1812 y derogar el Estatuto Real de 1834, causando la creación de un nuevo gobierno dirigido por Mendizábal y José María Calatraba quienes elaborarán la Constitución de 1937 caracterizada por ser de carácter progresista, reconocer la soberanía nacional y derechos individuales(más amplios que la del 12)proponiendo cortes bicamerales (congreso y senado) y una nueva ley electoral con sufragio censitario. Por último en la fase del Trienio Moderado (37-40) se da una situación política inestable y en 1840 se aprueba la ley de ayuntamientos por los moderados, provocando altercados en Madrid y Barcelona. Posteriormente se da una insurrección militar encabezada por Espartero, que obliga a la reina regente a abdicar, ocupando este mismo la regencia.

Con estos hechos se da el comienzo de la regencia de Espartero (1840-1843) quien establece un gobierno autoritario con el apoyo de los ayacuchos. Este autoritarismo genera la oposición de los moderados y progresistas, además de que su política económica librecambista genera levantamientos en Barcelona que son fuertemente reprimidos. Fuerzas anti esparteristas lideradas por Narváez se levantan y derrotan a las tropas gubernamentales en Torrejón de Ardoz poniendo fin a la regencia.

Con la declaración de mayoría de edad de la reina con tan solo 13 años comienza el reinado efectivo de Isabel II (1843-1868) con el que se consolida definitivamente el Estado liberal. Este es protagonizado por los partidos políticos (moderados, progresistas, carlistas, uníón liberal (O ́Donnell) y demócratas), la Corona a favor de los moderados y el ejército el cual tendrá un papel muy activo en la implantación del liberalismo. Todo el reinado estuvo presidido por la constitución de 1845 de carácter plenamente moderado, en ella se introdujo el principio de la Soberanía compartida entre la Corona y la Cortes, un sistema de libertades muy restringidas y una división de poderes. La evolución política la dividimos en tres periodos. En primer lugar, la década moderada (44-55), protagonizada por Narváez quien lleva a cabo reformas legislativas como la constitución de 1945 y el concordato de la Santa Sede. También se crea la guardia civil por el Duque Ahumada, el establecimiento de la ley de Ayuntamientos desarrollando el centralismo administrativo, reformas en la Hacienda, se aprobó el código civil y penal y además un nuevo sistema educativo (Plan Pidal). Pero a pesar de la estabilidad política hay dos problemas fundamentales: el matrimonio de la reina que desemboca en la segunda guerra carlista y la crisis del final de la etapa moderada que finaliza con el triunfo de la llamada Vicalvarada (28 de Junio) donde O’Donnell pronuncia el manifiesto de manzanares y le otorga el poder a Espartero.

Lo que da comienzo al Bienio Progresista (54-56) siendo Espartero y O’Donnell jefes del ministerio de Guerra. Este periodo es caracterizado por una inestabilidad social, una serie de reformas económicas encaminadas a la industrialización y capitalismo, la constitución de 1856 Non Nata, la desamortización de Madoz, Ley general de ferrocarriles en 1855 y la Ley de bancos de Emisión y sociedades de crédito. En 1856 la situación se hizo insostenible para Espartero y aumenta la conflictividad social dando comienzo a la última fase. La descomposición del régimen (56-68) donde se da una alternancia política entre O’Donnell y Narváez y respecto a su política exterior se extenderán por Ifni, México y la Conchinchina. El final del reinado se da con el líder de los progresistas Prim, quien comienza una conspiración. Se dan manifestaciones en las universidades (Noche de San Daniel), el levantamiento de los sargentos del cuartel de San Gil y una uníón de los progresistas y demócratas en la firma del Pacto de Ostende. Tras la muerte de O’Donnell y Narváez se da el estallido de la Gloriosa por la que la reina exilia a París dando comienzo al Sexenio Revolucionario. Podemos concluir con que el reinado de Isabel II fue una continua lucha del liberalismo por asentarse en el país intercalando periodos de progresistas y liberales siendo años de gran inestabilidad política.

6 Reinado Isabel II (1833-1868): Desamortizaciones Mendizábal y

Madoz. Sociedad estamental

Para el estudio de este punto, partiremos del reinado de Isabel II y la abolición del antiguo régimen triunfando el modelo liberal burgués. Continuaremos hablando respecto a las desamortizaciones, profundizando en sus antecedentes. Continuaremos analizando las dos desamortizaciones que marcaron este reinado, por un lado la eclesiástica llevada a cabo por Mendizábal y por otro lado la de Madoz, finalizando por una recopilación de los cambios sociales que sucedieron, transformando una sociedad estamental en una de clases.

El reinado de Isabel II (1833-1868) supuso la liquidación del régimen señorial y a la sociedad estamental y la abolición del Antiguo Régimen, triunfando el modelo liberal burgués, configurándose un régimen político en el que las clases dominantes asumen la dirección de Estado y establecen una ordenamiento jurídico y económico que va a hacer posible el desarrollo capitalista y la estructuración social en clases. Una de las medidas que se tomaron para posibilitar este cambio fueron las desamortizaciones, que consistían en la expropiación de tierras y venta de estas mismas por parte del Estado. Sus antecedentes fueron los siguientes: Aquellas que llevó a cabo Godoy durante el reinado de Carlos IV fundamentalmente de bienes eclesiástico, las que impuso José I Bonaparte consistiendo en una confiscación de las rentas para los gastos de la guerra sin implicar una supresión de la propiedad. También la supresión de los señoríos jurisdiccionales que llevaron a cabo las Cortes de Cádiz, y durante el Trienio liberal llevando a cabo intentos deshechos.

Pero a pesar de estos antecedentes podemos decir que el verdadero proceso de desamortización se desarrolló a partir de 1837 en dos fases, a cada una de las cuales se las conoce por el nombre del ministro que la puso en marcha; la desamortización de Mendizábal y la desamortización de Madoz: Por un lado, la desamortización de Mendizábal se inició en una etapa de gobierno progresista y consistíó en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia por lo que se la conoce como <Desamortización eclesiástica=. Sus objetivos fueron los siguientes: sanear la hacienda, financiar la Guerra Civil contra los carlistas y convertir a los nuevos propietarios en apoyos para la causa liberal. Y por otro lado la desamortización de Madoz, aprobada por el Bienio Progresista que pretendía desamortizar todo tipo de tierras, tanto de la iglesia como de los municipios. Las consecuencias de ambas desamortizaciones fueron mayormente negativas puesto que la estructura social no cambió, no hubo una reforma social, los efectos sobre los campesinos y trabajadores fueron pésimos, se retrasó la industrialización , sin embargo se redujo la deuda pública.

Los cambios políticos y económicos provocaron cambios sociales en España, consolidándose una sociedad de clases. A pesar de que siguieron producíéndose crisis de subsistencia y hambrunas que explican la alta mortalidad junto con las epidemias (sarampión, tifus, tuberculosis…), se dio un crecimiento demográfico debido a mejoras como la alimentación, sanidad y medidas higiénicas y una mayor población urbana debido al desarrollo de los urbanismos entre los que se encontraban los barrios periféricos (malas

condiciones en los que habitaba la población obrera) y ensanches como en Madrid (Castro) y Barcelona (cerdá). La nueva estructura social se encontraba dividida en tres clases: Las clases altas o nuevas clases dirigentes, bastante minoritarias de grandes propiedades y poder político. Formada por la nobleza, la burguésía, miembros de la Iglesia y el ejército. La clase media urbana, la cual era escasa e integrada por pequeños comerciantes, funcionarios, profesionales libres… Y por último las clases populares conformando la mayor parte de la población, divididas en las clases populares rurales (grupo más numeroso) que en su mayoría no se beneficiaron de la desamortización y muchos de ellos emigraron o se convirtieron en jornaleros. Y las clases populares urbanas siendo una clase obrera industrial provocando un crecimiento de los barrios obreros carentes de unas situaciones adecuadas, debido al desarrollo de la industria. Estas míseras condiciones produjeron en algunas regiones la organización de los obreros para defender sus derechos frente a los abusos de los empresarios. Primero en <Asociaciones de ayuda mutua= que con el tiempo desembocaron en el llamado movimiento obrero. De las cuales surgieron ideologías socialistas y anarquistas, surgiendo partidos políticos como el PSOE, UGT o la CNT.

Para concluir el tema, podemos marcar la influencia negativa por parte de las desamortizaciones además de ese cambio estructural en la sociedad que supuso un gran avance para España.

6 El sexenio democrático (1868-1874); La constitución de 1869.

Evolución política; gobierno provisional, reinado de Amadeo de

Saboyá y primera República.

Para el estudio de este punto, comenzaremos hablando de la Revolución del 68, que dio lugar al exilio de Isabel II y la instauración de un gobierno provisional, en el que se promulgó la constitución de 1869, y el general Serrano apoyó la regencia hasta la llegada del Rey Amadeo de Saboyá, profundizando en la monarquía de este último. Continuaremos ,tras el exilio de Amadeo, con la instauración de la primera república (1873-74) siendo una etapa de gran inestabilidad y finalizamos con la dictadura del General Serrano (1874).

Durante el régimen de Isabel II se dió un declive debido a numerosas crisis en 1868 como fueron las siguientes: una crisis económica la cual tuvo tres manifestaciones, una crisis financiera (quiebra de compañías ferroviarias), crisis agraria (subida precios del trigo) y el aumento del paro. Una crisis social (incremento de protestas urbanas por la carestía de vida). Y una crisis política en la que progresistas, demócratas y republicanos firman en Agosto de 1866 el Pacto de Ostende , con el objetivo de derrocar a Isabel II y establecer un nuevo régimen, y es al año siguiente que se une la Uníón liberal (Serrano). El 17 de Septiembre de 1868 tras un Pronunciamiento militar en Cádiz (Topete) apoyado por los progresistas (Prim) y la Uníón Liberal (Serrano), comienza la <Revolución de la Gloriosa= , manifiesto conocido como <España con Honra=. Es en la batalla de Alcolea que Serrano vence y provoca el exilio a Francia de Isabel II.

Tras esta victoria comienza un gobierno provisional presidido por Serrano (1869-1870)
formado por progresistas y unionistas (quedando excluidos demócratas y las juntas revolucionarias). Se ampliaron las libertades y convocaron unas elecciones de Cortes Constituyentes. La coalición de Progresistas y la Uníón Liberal triunfó, y se promulgó el 6 de Junio la Constitución de 1869 , la primera democrática de la historia de España, en la que se establecía una Monarquía parlamentaria, reconocía el sufragio universal masculino, así como la ampliación de derechos y libertades (imprenta, luto…) y promulgaba la soberanía nacional, aconfesionalidad del estado y división de poderes. Aprobada la constitución, el general Serrano asumíó la regencia y Prim la jefatura del gobierno, pero pronto aparecerán problemas a la búsqueda de un rey que aceptara las circunstancias monárquicas y no fuera Borbón. Tras varias candidaturas, Prim apostó por Amadeo de Saboyá quien fue nombrado rey el 16 de Noviembre de 1870.

Esto dio comienzo a la monarquía de Amadeo de Saboyá (1871-1873) caracterizada por inestabilidad social y política, provocada por múltiples problemas: como fue la muerte de Prim (su principal apoyo), a agitación social (movimiento obrero), una falta de apoyos sociales, la tercera guerra carlista (Carlos VII) hasta 1876 además de la guerra de Cuba ya iniciada en 1868. El nuevo rey, falto de apoyos sociales y envuelto en problemas, abdica el 10 de Febrero de 1873 <mi partido es tan coherente y está tan unido que solo lo formo yo=.

Ante este vacío de poder es proclamada el 11 de Febrero de 1873 la primera República (1873-1874). La inestabilidad siguió durante la República, donde los republicanos quedaron

divididos en unionistas (quieren establecer una república unitaria) y federalistas (quieren establecer 17 estados federales con amplia autonomía), que a su vez, estos últimos, se dividían en legalistas (más moderados) y cantonalistas. Además se producía hostilidad del aparato del estado (tanto administración como el ejército ocultan sus tendencias monárquicas). Y también se produce la insurrección cantonalista ( movimiento político y social, corto, de violencia y desorden, cuya finalidad es una revolución social y declarar cantones independientes en zonas de Levante y Andalucía, triunfando en Cartagena), la cual será reprimida y constituirá la principal razón del fracaso de la I República. Durante este periodo de inestabilidad, existieron en tan solo un año cuatro presidentes ( Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar ). Sus principales medidas llevadas a cabo estaban inspiradas en el sentimiento humanitario, pero estas no se llegaron a llevar a cabo (Constitución non nata 1873). Finalmente se produce el Golpe de Estado del general Pavía, quien disolvíó la Asamblea y llegaría de nuevo al poder el general Serrano.

Tras este Golpe de Estado, el general Serrano mantuvo la República pero aplicando una política represiva con el protagonismo del ejército siendo un periodo de transición a la Restauración. Para terminar, otro pronunciamiento, el de Sagunto (Diciembre del 74) protagonizado por el General Martínez Campos acabó con el sexenio. Posteriormente fue declarado rey Alfonso XII , quien proclamó el 1 de Diciembre de 1874 el manifiesto de Sandhurst (donde se restablecía la monarquía parlamentaria). Y es el 31 de Diciembre cuando Canovas del Castillo asume la regencia a la espera del nuevo rey, el cual desembarca en BCN el 9 de Enero de 1875 llegando el día 14, iniciándose una nueva etapa histórica conocida como la Restauración.

En conclusión, el Sexenio Democrático fue una etapa caracterizada por la inestabilidad y los numerosos cambios en las formas de gobierno.

7 La Restauración Borbónica: implantación y afianzamiento de un

nuevo Sistema Político (1874-1902)

Para el estudio de este punto, comenzaremos hablando de la Restauración de la monarquía borbónica tras el inestable periodo del sexenio democrático (1868-1902) con la figura de Alfonso XII, continuaremos con la Constitución de 1876 y el sistema político introducido por Cánovas del Castillo basado en el bipartidismo, el turno de partidos y el fraude electoral, finalizando con la evolución política desde 1875 hasta 1898.

Finalizado el Sexenio Democrático (1868-1874), con el que se puso fin al reinado de Isabel II y se apostó por el reinado de Amadeo de Saboyá, cuya oposición desembarcó en la I República, la cual tampoco tuvo suficiente apoyo. La inestabilidad de este periodo hizo que el sector político moderado defendiese una restauración monárquica con Alfonso XII, hijo de Isabel II. Cánovas del Castillo (creador del Partido Conservador), consiguió el apoyo de unionistas y progresistas, convenciendoles de que la monarquía borbónica era la única garantía de estabilidad. Para ello redactó e hizo firmar a Alfonso XII el Manifiesto de Sandhurst (1874), donde Alfonso expónía sus propósitos conciliadores estableciendo una monarquía parlamentaria. Y fue el 29 de Diciembre de 1874 con el pronunciamiento militar del General Martínez Campos en Sagunto , que Alfonso XII fue proclamado rey de España. El reinado de Alfonso XII (1875-1885) se caracteriza por estabilidad y pacificación del país después del caótico periodo anterior: se puso fin a la guerra carlista en 1876 (lo que supuso la abolición de fueros e instituciones vascas) y se resolvíó la guerra de Cuba con la paz de Zanjón (1878) aplazándose hasta la guerra de independencia de Cuba.

Cánovas del Castillo aspiraba a construir un sistema político estable y sólido inspirado en el sistema inglés, basado en el bipartidismo, el turno pacífico del poder y fortaleza de la monarquía. El sistema canovista se basaba en tres elementos básicos: la Constitución de 1876, el bipartidismo y el turno de partidos y fraude electoral.

  • La Constitución de 1876 : Para poder establecer las bases de la nueva monarquía, se necesitaba una constitución, que fue promulgada en 1876 y permanecíó en vigor hasta
  1. La Constitución, de carácter moderado (inspirada en la del 45) estaba formada por 89 artículos y presentaba los siguientes rasgos: – Poseía una soberanía compartida entre el rey y las cortes, las cuales eran bicamerales (congreso de carácter electivo y el senado dirigido por el rey). – Concedía grandes poderes al rey. – Reconocía derechos y libertades individuales (imprenta, asociación, enseñanza..:). – Se llevó a cabo la división de poderes: ejecutivo (rey), legislativo (rey y cortes) y judicial ( tribunales de justicia). – Se establecíó el catolicismo como religión oficial del estado. – No se establecíó un tipo determinado de sufragio, se dejó su instauración a través de leyes posteriores( como la ley electoral de 1878 con un sufragio restringido o la de 1890 con un sufragio universal).
  • Bipartidismo : El sistema político de la Restauración se basó en la alternancia de dos grandes partidos: el Partido Conservador (Cánovas) y el Partido Liberal (Sagasta). Ambos defendían la monarquía , la constitución del 76, la propiedad privada y un estado liberal y centralista. El Partido Conservador estaba liderado por Cánovas hasta su muerte en 1897. Después por Silvela, estaba situado en la derecha moderada y aglutina a moderados, la Uníón Liberal y algunos progresistas. El Partido Liberal dirigido por Sagasta estaba situado en la izquierda moderada y aglutina progresistas, moderados, demócratas y republicanos moderados. En la práctica no había apenas diferencias puesto que existía un acuerdo de no promulgar una ley que forzase al otro a derogar cuando regresara al gobierno.

  • Turno de partidos y fraude electoral : el sistema canovista se basaba en una Monarquía Parlamentaria en la que liberales y conservadores se turnaran pacíficamente el poder, representando sólo los intereses de la burguésía (dejando apartados a republicanos, socialistas y nacionalistas) relevados de forma política mediante pactos. Se mantuvo la corrupción electoral. Desde Madrid los oligarcas daban instrucciones a los gobernadores civiles que elaboraban la lista de candidatos (los encasillados) y finalmente los caciques se encargaban de la manipulación directa de los resultados electorales mediante a,emazas, extorsiones o pucherazos (cambiando urnas, añadiendo votos, retirando las urnas antes del recuento…)

El reinado de Alfonso XII supuso la consolidación del sistema canovista. De 1875-1881 gobernará el Partido Conservador, y se ampliaron leyes como la ley de sufragio censitario. De 1881-1884 el Partido Liberal, ampliando derechos y libertades. En 1884 vuelve a gobernar el Partido Conservador, siendo una etapa corta pues con la muerte de Alfonso XII en 1885, se establece la Regencia de María Cristina (1885-1902) volviendo los liberales tras firmar con la reina el <Pacto de El Pardo= (acuerdo firmado por Cánovas y Sagasta donde se establecía el sistema de gobierno de turnos entre liberales y conservadores hasta principios del S. XX. Durante la regencia de Mª Cristina gobiernan: De 1885-1890 el Partido Liberal, aprobando leyes como la libertad de asociaciones, la ley electoral de sufragio universal, la libertad de prensa… En 1890 volvíó el Partido Conservador, aunque una crisis interna del partido permitíó la llegada de los liberales (Sagasta) en 1892. En 1895, tras la insurrección en Cuba, el gobierno vuelve a los conservadores (Cánovas). En 1897, Cánovas fue asesinado por un anarquista y en 1898, como consecuencia de la pérdida de las últimas colonias (<Desastre del 98=), el sistema entró en crisis y salíó a la luz su personalismo, descomponiéndose finalmente los partidos que lo formaban.

En conclusión, podemos destacar que la restauración de la monarquía borbónica y el sistema canovista basado en el turno pacífico de poder entre liberales y conservadores consiguió un período de estabilidad en España desde 1875 hasta 1898, año en el que se perdieron las últimas colonias y se iniciaría una crisis del sistema hasta su desaparición definitiva en 1923 con el Golpe de Estado de Primo de Rivera.

7 La restauración borbónica (1874-1902). Los nacionalismos

catalán y vasco y el regionalismo gallego. El movimiento obrero

Para el estudio de este punto, comenzaremos hablando de la situación política durante la Restauración Borbónica, que dio lugar al surgimiento de una serie de movimientos nacionalistas en Cataluña, País Vasco y Valencia, y regionalistas en Galicia y Andalucía. Y continuaremos con el movimiento obrero propulsado por la industrialización, y la aparición de movimientos como el anarquismo o el marxismo, que tuvieron una gran relevancia en la política española.

La restauración borbónica (1874-1902) se basó en el sistema político ideado por Cánovas del Castillo del turno de partidos posibilitado en la constitución de 1876 (Partido Conservador liderado por Cánovas y el Partido Liberal por Sagasta). Tras la muerte de Alfonso XII en 1885 se establecíó la regencia de María Cristina hasta 1902, en la que, con la firma del <Pacto del Pardo= se aseguraba el mantenimiento de ese turnismo de partidos. Durante esta etapa se produce una fuerte oposición al sistema por parte de otros grupos marginados políticamente como los carlistas y republicanos, y surgen además movimientos como el nacionalismo (catalán y vasco) y el movimiento obrero (socialismo y anarquismo).

En España aparecieron a lo largo del S. XIX movimientos nacionalistas (cuyo objetivo es la creación de un Estado nacional) y regionalistas (reivindican cierto grado de autogobierno pero dentro del Estado). Las causas de estos movimientos son culturales (surgen a imagen del risorgimento italiano, dándose una exaltación de la lengua, costumbres, manifestaciones culturales y límites territoriales), políticos (centralismo estatal, deseo de recuperación de los fueros e ideas republicanas federales) y económicas (industrialización catalana y vasca u proteccionismo económico).

En CATALUÑA , los Decretos de Nueva Planta de Felipe V hicieron que Cataluña y el resto de territorios de la corona de Aragón perdieran sus fueros. Durante el S. XIX se dio un importante crecimiento de la industrialización acompañado de un sentimiento nacionalista el cual se reavivó sobretodo en la burguésía. Así en 1830 surge la Renaixença , un movimiento intelectual, literario y político, basado en la recuperación de la lengua catalana. Vimos como en el sexenio democrático surge el federalismo (Pi i Margall), que en un principio solo reclamaba una cataluña más autónoma integrada en el conjunto de estados españoles, sin embargo, el primer gran impulsor del catalanismo fue Valentín Amirall , fundador del Centre Catalá (1882) para luchar contra el caciquismo y reclamar más autonomía para cataluña. En 1891 se fundaba la Uníó Catalá , y se redactaron las Bases de Manresa (1892), en las que se planteaba un régimen de autogobierno con instituciones propias. En 1901 se crea el primer gran partido catalanista, la Liga Regionalista (dirigida por Francesc Cambó con colaboración de Prat de la Riba. Fue un partido conservador, católico y burgués que defendía una política comercial proteccionista. En 1931 surgíó Esquerra Republicana favorable a la independencia catalana que subsiste hasta hoy en día.

En el PAÍS VASCO el nacionalismo está relacionado con la pérdida de los fueros tras la derrota del carlismo. En 1895 Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que reclamaba la independencia de Euskadi con la creación de un estado vasco basándose

en la pureza racial, que desemboca en un rechazo a los inmigrantes que habían ido a País Vasco para trabajar en la industria. También se basaba en el radicalismo religioso católico, así como la exaltación de la lengua y tradiciones culturales vascas. Al principio encontró escasos apoyos sociales por su radicalismo antiespañol, tradicionalismo agrario y limitación al entorno vizcaíno. Pero este evoluciónó hacia posturas más moderadas cuando Sabino Arana fue elegido diputado provincial por Bilbao en 1898, y empiezan a fundamentar una opción más conservadora.

El regionalismo gallego surge a raíz del movimiento cultural <O Rexurdimento=, que trataba de recuperar las tradiciones y la lengua gallega. A finales del S. XIX se transformó en un movimiento político con la Asociación Regionalista Gallega, dirigida por Manuel Murguía (esposo de Rosalía de Castro), que reclamaba la descentralización administrativa. En cuanto al nacionalismo valenciano , este defendía una comunidad lingüística y cultural valenciana. Y se dio un regionalismo andaluz en el que la Asamblea federal de Antequera llegó a redactar un proyecto de constitución federal sin mayores efectos.

Con el proceso de industrialización, la clase obrera se encontraba con unas condiciones laborales complicadas, lo que provocará en los años 20 y 30 del S. XIX movimientos luditas (destrucción de máquinas). A partir de 1830 surgen las primeras organizaciones obreras clandestinas. En 1840 se formó la Sociedad de Protección Mutua de los Trabajadores de Algodón para defender sus salarios, aunque fue prohibida en 1844. En el campo, a finales de la década de 1860 se ocuparon tierras en Andalucía, Castilla y Aragón , provocando malestar campesino ante las reformas liberales. Durante el sexenio democrático se asimilaron las principales corrientes ideológicas europeas (Marxismo y Anarquismo). En 1870 Fanelli llegó a España para organizar la sección española de la I Internacional. Un año después, Lafargue agrupó a las asociaciones marxistas. Tras producirse la división de la I Internacional en 1872, la sección española apoyó mayoritariamente a la tendencia anarquista. Las organizaciones obreras vinculadas a la I Internacional fueron declaradas ilegales en 1874.

El anarquismo es una ideología colectivista, anticlerical y revolucionaria basada en el rechazo de toda forma de organización estatal, la supresión de la propiedad privada (sociedad agrupada en comunas), la defensa de la libertad individual, defensa de los sindicatos. En 1911 se funda la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y la FTRE (Federación de Trabajadores de la Regíón Española). Los magnicidios marcaron a estos grupos (asesinato de Cánovas, atentado de Alfonso XIII…). El socialismo fue más moderado. En 1879 Pablo Iglesias funda en clandestinidad el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que defendía el fin de la soc. Capitalista mediante la revolución obrera para establecer una dictadura del proletariado, una soc. Sin clases y una propiedad colectiva. Sin embargo este evoluciónó a posturas reformistas (<socialdemócrata=). En 1888 se fundó el sindicato socialista de la UGT (Uníón general de trabajadores) centrada en la mejora de las condiciones laborales. En 1910 Pablo Iglesias fue elegido el primer diputado socialista del parlamento Español.

En conclusión durante el S XIX se dieron una serie de nacionalismos en España los cuales son de gran importancia hasta hoy en día, sobre todo el catalán, además debemos destacar ese movimiento obrero que consiguió grandes cambios y la creación del PSOE, un partido que perdura hasta la actualidad.

7 El problema de Cuba y la Guerra entre España y Estados

Unidos. La crisis de 1898 y sus consecuencias económicas,

políticas e ideológicas.

Para el estudio de este punto, comenzaremos hablando de los inicios de los movimientos de independencia de las colonias americanas para poder explicar después las Guerras Coloniales, empezando por Cuba y Puerto Rico, y acabando con la independencia de las islas Filipinas. Finalizados los conflictos, continuaremos explicando las consecuencias económicas, políticas e ideológicas que tuvo esta pérdida de las últimas colonias (<Desastre del 98=).

Durante el reinado de Fernando VII (1808-1833) la mayor parte de las colonias españolas en América consiguieron la independencia. Solo Cuba, Filipinas y Puerto Rico continuaron formando parte del Imperio español. Los aranceles españoles impedían a las colonias exportar sus productos, lo que fomentó el deseo de independencia. A finales del S. XIX los problemas coloniales incrementaron por el auge del imperialismo europeo, y sobre todo por el expansionismo de EEUU bajo la <Doctrina Monroe= (América para los americanos), que extenderá su influencia territorial sobre las posesiones españolas. Durante el gobierno de la Restauración se intentó mantener las posesiones de Ultramar, pero una crisis interna hizo que España acabase perdiendo todas las colonias y el país entraría en un profundo desánimo, conocido como el <desastre del 98=.

En 1868 comenzó el movimiento independentista de Cuba y PUERTO RICO con la Revolución de 1868, aunque sólo ofrecíó medidas liberalizadoras cuando los criollos buscaban constituirse como una República independiente. Se produjo una sublevación popular que dio comienzo a la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y concluyó con la Paz de Zanjón 1878, firmada por el General Martínez Campos. Con la que España se comprometía a conceder a Cuba cierta intervención en el gobierno interior de la isla. Por lo que algunos líderes como Maceo la rechazaron y siguieron luchando desde el exilio por la independencia, con el apoyo encubierto de EEUU. Entre 1879 y 1880 se produjo un levantamiento conocido como <Guerra Chiquita=. La calma se ,mantuvo hasta Febrero de 1895, momento en el que la Guerra vuelve a estallar al <Grito de Baire=, liderado por José Martí (líder del independentismo cubano y quién fundó el Partido Revolucionario Cubano), con otras figuras como Gómez y Maceo, quienes asumían el mando de la Guerra tras la muerte de José Martí. El general Martínez Campos trató de frenar la insurrección estableciendo un cordón sanitario en el centro de la isla e impidiendo los desembarcos de las expediciones de auxilio estadounidenses, pero ante su fracaso se mandó al general Weyler. Este, dividíó el territorio en tres zonas utilizando las llamadas < trochas = (caminos abiertos entre la maleza que servían para ir de unas zonas a otras) impidiendo el paso de los insurrectos de una zona a otra de la isla, y se concentró a la población en <compartimentos=, de forma que no podían ayudar a los guerrilleros. Así, entre 1896 y 1897 se inició una Guerra de desgaste con consecuencias muy negativas para los soldados españoles por las enfermedades tropicales y el clima, cuya novedad fue la intervención de EEUU, impulsada por la <Doctrina Monroe=, los intereses estratégicos (Canal de Panamá), por motivos económicos, y animada por una apasionada campaña de prensa desde EEUU. En 1897, tras el asesinato de Cánovas, el gobierno liberal de Sagasta concedíó la autonomía a Cuba, pero no fue suficiente. El presidente norteamericano

Mckinley interviene y envía en Enero de 1898 el acorazado Maire. A principios de Febrero se produjo la explosión del acorazado en la Habana (mueren más de 260 marineros). EEUU culpó falsamente a España y envió un ultimátum en el que exigía la retirada de Cuba en un plazo de tres días a cambio de 300 millones de dólares, a lo que España se negó. España no podía entregar la isla sin luchar, pero para EEUU fue un <paseo militar= y la flota del Almirante Cervera, tras permanecer situada en Santiago fue derrotada el 3 de Julio, y el 17 se rendía la ciudad. A finales de Julio las tropas desembarcaron en Puerto Rico.

En FILIPINAS, en los años 60 se empezó a reclamar la igualdad de derechos entre la administración española. En 1872 se produjo el Motín de Cavite, sofocado rápidamente por los españoles, pero continuaron las protestas con el movimiento de la propaganda, liderado por José Rizal creador de la Liga Filipina, aunque España siempre respondía con represión lo que hace estallar la insurrección en 1896. En 1898 estallaba la Guerra contra EEUU , quienes apoyaron a los insurrectos filipinos por intereses estratégicos y económicos, capituló en Agosto, pero un grupo de resistencia conocido como <los últimos filipinos= aguantó en la Iglesia de Baler hasta el 2 de Junio de 1899. El 10 de Diciembre de 1898 se firma la paz de París , por la que España cedía a EEUU Puerto Rico y la isla de Guam, y concedía la independencia de Cuba. En 1899 se vendíó a Alemania los archipiélagos de las Marianas (excepto Guam, las Carolinas y Palaos), poniendo fin al antiguo Imperio Español.

En cuanto a las consecuencias de las guerras coloniales, conocemos como la pérdida de las últimas colonias como <desastre del 98= por sus consecuencias económicas, políticas e ideológicas.

  • En primer lugar destacan las pérdidas personales como muertes y daños materiales.
  • En la economía , puesto que se produjo una deuda pública y un incremento de los precios, además de haber perdido los ingresos procedentes de las colonias.
  • La vieja presencia de ultramar se trató de sustituir con una mayor atención al Norte de África.
  • La crisis política fue inevitable, afectando al Partido Conservador, pero en especial al Partido Liberal de Sagasta. -El ejército también se desprestigió por la dureza de la derrota.
  • En el plano psicológico , el pueblo español vivíó la derrota como un trauma nacional.
  • Y en el aspecto intelectual , se desarrolló el Regeneracionismo (movimiento ideológico que defendía la urgente renovación de la vida política y social).
  • Dentro de la literatura , aparece la generación del 98, con avances como Unamuno o Baroja.

Para concluir el tema, debemos destacar que las pérdidas de estas colonias provocaron que España quedara en una crisis existencial, sumida en un periodo de pesimismo y decadencia.

8 Evolución demográfica y movimientos migratorios en el S.

El desarrollo urbano

Para el estudio del siguiente punto hablaré sobre las importantes transformaciones que se produjeron durante el S. XIX en la transición del Antiguo Régimen al nuevo régimen liberal, con los cambios demográficos, económicos y urbanos que se produjeron.

En cuanto la demografía, esta estuvo marcada por un crecimiento estable de la población frente al estancamiento general de siglos pasados, aunque igualmente lento a comparación con otros países Europeos (España se incorpora tarde a la industrialización). Este escaso crecimiento de la población es conocido como <régimen demográfico antiguo=, caracterizado por:

  • Un crecimiento moderado (10 millones en 1800 y 18 millones en 1900)
  • Resistencia de un régimen demográfico antiguo (salvo en Cataluña).
  • Altas tasas de natalidad.
  • Altas tasas de mortalidad, lo que provocaba un crecimiento vegetativo bajo. Aunque descendíó a lo largo del siglo por las mejoras de alimentación y los avances higiénico-sanitarios, salvo en momentos puntuales como epidemias. -La esperanza de vida no supera los 35 años de media Estas altas tasas de natalidad y mortalidad hacían imposible que se produjera un alto crecimiento de la población, esto se debía a tres causas:
  • Las crisis de subsistencias provocadas por escasez de alimentos (malas cosechas, clima)
  • Epidemias periódicas (cólera, tifus y fiebre amarilla).
  • Enfermedades infecciosas como la viruela, tuberculosis o sarampión.

Dentro de los movimientos migratorios , debemos destacar que estuvieron relacionados con los cambios económicos y sociales. Se dio una migración interna donde la mayor parte de la población (70%) trabajaba en el sector agrario y vivía en el campo, pero se inició un paulatino desplazamiento de la población del campo a las ciudades (<éxodo rural=) que sería más evidente en el siguiente siglo. La superpoblación rural fue provocada por el impacto del proceso desamortizador en el sector agrario, la mejora de los transportes y la búsqueda de una vida mejor en las ciudades. La tendencia fue el desplazamiento desde el norte hacia el sur y el abandono de la Meseta Central (salvo la ciudad de Madrid) para concentrarse en la costa mediterránea y atlántica meridional. Se iniciaba el estancamiento de los tradicionales centros agrarios y ganaderos del interior, frente a las nuevas ciudades emergentes como Madrid, Barcelona, Bilbao, centros industriales que demandaban mano de obra. Y también una emigración exterior , donde a finales del S. XIX aumentó el desequilibrio entre el incremento demográfico y las escasas oportunidades de trabajo, lo que llevó a muchos españoles a emigrar al extranjero. La constitución de 1869 reconocía el derecho a emigrar, lo que aumentaría estos movimientos. Esta emigración estaba relacionada con las malas condiciones internas, con la atracción de emigrar a nuevos ligares y con las relaciones emigrantes anteriores. Galicia, Asturias, Cantabria y Canarias fueron las regiones con más emigración hacia América, y en particular Argentina, México y Brasil, y desde Cataluña a Cuba por lazos comerciales. Cerca de un millón de españoles salieron a <hacer

las Américas=, lo que les permitíó enriquecerse. Muchos retornaron a sus lugares de origen tras hacer fortuna, los llamados <indianos=.

Respecto al desarrollo urbano , en España se dio un proceso de urbanización limitado por la lenta industrialización y la revolución agrícola. Hasta final del siglo, aún de forma muy desigual, crecieron ciudades como Barcelona, Bilbao y Valencia, mientras que otras como Zaragoza o Cartagena lo hicieron más lento. Aunque el nivel de urbanización se duplicó, no alcanzó las cuotas de los países industrializados europeos como Alemania. En 1830 menos de 10% de la población residía en ciudades, mientras que en 1900 la cifra era de 16% y las ciudades tenían más de 500 habitantes eran Madrid y Barcelona. La llegada de población procedente del campo (<éxodo rural=) obligó al desarrollo de infraestructuras (agua, alcantarillado, iluminación, empedrado de calles…). Las ciudades se quedaron pequeñas y fue necesario crear nuevos barrios para el alojamiento de la población. En estos procesos de reorganización urbana destacan los ensanches como el de Carlos María de Castro en Madrid o el de Cerdá en Barcelona. Estos ensanches impulsaron el negocio inmobiliario, y fueron imitados por otras ciudades como Zaragoza, Bilbao, San Sebastián o Valencia. Por todo ello, en la sociedad española del s. XIX se agudizan los contrastes sociales , acentuándose más las desigualdades entre las clases altas del resto del país, pero también entre las clases medias, los llamados trabajadores de <cuello blanco= (profesores, funcionarios, médicos…) y las clases populares.

8 La revolución industrial en la España del S. XIX. El sistema de

comunicaciones. El ferrocarril. Proteccionismo y librecambismo.

La aparición de la banca moderna.(como fuente) mapa ferrocarril

El crecimiento económico fue lento y desigual: se concentraba en la periferia industrial catalana, asturiana y vasca, y en los medios financieros de Madrid. El resto del país continuaba dominado por una economía agraria muy atrasada que dificultó por muchos años el despegue económico. La política proteccionista de los gobiernos frenó aún más la modernización.

La incorporación de España a la Revolución Industrial se produjo con un gran retraso respecto de otros países europeos del norte, aunque con un desarrollo equiparable al de otras economías mediterráneas y de Europa central. Las principales razones fueron: la inestabilidad política, la escasez de materias primas y fuentes de energía y la falta de capitales para invertir en la industria (los que hay se destinan a comprar deuda pública, tierras desamortizadas o a invertir en la bolsa, sólo en Cataluña y en el Norte la burguésía invertía en la industria, en el resto del país serán capitales extranjeros), la escasa demanda de productos industriales por la pobreza de gran parte de la población y las deficientes comunicaciones que dificultaban los intercambios comerciales.

El desarrollo industrial se concentró en País Vasco y Cataluña ya que se trataban de zonas costeras de fácil acceso al mar y cercanas a países más desarrollados. La industria textil catalana. Se localizó en Barcelona y se centró en la producción de tejidos de algodón. La prosperidad de este sector se debíó, fundamentalmente, a tres razones: – Su temprano despegue industrial, que se inició a mediados del s. XVIII con una importante producción manufacturera dedicada a la elaboración de indianas. – La iniciativa empresarial de la burguésía catalana, que supo modernizar sus industrias con la incorporación constante de nuevas máquinas (máquinas de vapor, selfactinas,máquinas de hilar), y nuevas técnicas de producción. Se trataba d

CSDAWSDS


6.2 Reinado Isabel II (1833-1868): Desamortizaciones Mendizábal y
Madoz. Sociedad estamental
Para el estudio de este punto, partiremos del reinado de Isabel II y la abolición del antiguo
régimen triunfando el modelo liberal burgués. Continuaremos hablando respecto a las
desamortizaciones, profundizando en sus antecedentes. Continuaremos analizando las dos
desamortizaciones que marcaron este reinado, por un lado la eclesiástica llevada a cabo
por Mendizábal y por otro lado la de Madoz, finalizando por una recopilación de los cambios
sociales que sucedieron, transformando una sociedad estamental en una de clases.
El reinado de Isabel II (1833-1868) supuso la liquidación del régimen señorial y a la
sociedad estamental y la abolición del Antiguo Régimen, triunfando el modelo liberal
burgués, configurándose un régimen político en el que las clases dominantes asumen la
dirección de Estado y establecen una ordenamiento jurídico y económico que va a hacer
posible el desarrollo capitalista y la estructuración social en clases.
Una de las medidas que se tomaron para posibilitar este cambio fueron las
desamortizaciones, que consistían en la expropiación de tierras y venta de estas mismas
por parte del Estado.
Sus antecedentes fueron los siguientes: Aquellas que llevó a cabo Godoy durante el reinado
de Carlos IV fundamentalmente de bienes eclesiástico, las que impuso José I Bonaparte
consistiendo en una confiscación de las rentas para los gastos de la guerra sin implicar una
supresión de la propiedad. También la supresión de los señoríos jurisdiccionales que
llevaron a cabo las Cortes de Cádiz, y durante el Trienio liberal llevando a cabo intentos
deshechos.
Pero a pesar de estos antecedentes podemos decir que el verdadero proceso de
desamortización se desarrolló a partir de 1837 en dos fases, a cada una de las cuales se las
conoce por el nombre del ministro que la puso en marcha; la desamortización de
Mendizábal y la desamortización de Madoz:
Por un lado, la desamortización de Mendizábal se inició en una etapa de gobierno
progresista y consistíó en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia por lo
que se la conoce como <Desamortización eclesiástica=. Sus objetivos fueron los siguientes:
sanear la hacienda, financiar la Guerra Civil contra los carlistas y convertir a los nuevos
propietarios en apoyos para la causa liberal.
Y por otro lado la desamortización de Madoz, aprobada por el Bienio Progresista que
pretendía desamortizar todo tipo de tierras, tanto de la iglesia como de los municipios.
Las consecuencias de ambas desamortizaciones fueron mayormente negativas puesto que
la estructura social no cambió, no hubo una reforma social, los efectos sobre los
campesinos y trabajadores fueron pésimos, se retrasó la industrialización , sin embargo se
redujo la deuda pública.

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