La Consolidación del Régimen Franquista: Autarquía, Desarrollismo y Transformaciones Sociales
La Autarquía (1939-1959)
La no intervención de España en la Segunda Guerra Mundial la distanció de los planes europeos de recuperación, dejándola aislada. En el periodo posterior a la Guerra Civil, los esfuerzos internos se dirigieron hacia la reconstrucción del país, al tiempo que se implementaba una política de racionamiento para cubrir necesidades mínimas. Tras la Guerra Civil, España adoptó un modelo de desarrollo interior llamado autarquía, cerrando sus fronteras a la entrada de mercancías, servicios y capital extranjero. Esto se vio condicionado porque España no había participado en la Segunda Guerra Mundial, pero tenía afinidad política con los países derrotados, por lo que se vio aislada políticamente.
El desarrollo de esta política se basó en la convicción de que la economía española tenía los recursos necesarios para la producción, sin tener que depender de otros países, para satisfacer todas las necesidades sociales y lograr el desarrollo económico. Este proteccionismo fue acompañado de una fuerte intervención estatal, tanto en el establecimiento de precios como en la participación en la industria a través del INI (Instituto Nacional de Industria). Esta política económica estaba destinada al fracaso, ya que España no poseía suficientes recursos y no permitió el desarrollo de negocios para el crecimiento de la economía española. Los empresarios se beneficiaron por la prohibición de sindicatos y huelgas. La clase trabajadora vio reducido su poder. La autarquía aumentó las desigualdades sociales y supuso un empobrecimiento general.
Esto llevó a un cambio de estrategia formulado en el Plan de Estabilización de 1959. En 1958, tras unas primeras medidas para atajar el alza de precios y el déficit, España entró en el FMI y en el Banco Mundial. La reforma económica, financiada por estos y EEUU, se aprobó en 1959. Era un Plan de Estabilización que pretendía liberalizar la economía mediante la supresión de trabas burocráticas, la reducción de salarios y de dinero en circulación, el recorte del gasto público y la apertura de la economía española a inversiones internacionales. Querían sentar las bases para el crecimiento económico y la industrialización que unieran a España con la economía mundial. Los resultados fueron que, a partir de 1969, se relanzó la economía, creciendo rápidamente, sobre todo el sector industrial y el de servicios. La modernización afectó a la sociedad, provocando éxodo rural y despoblamiento, entre otros.
La llegada de inversiones extranjeras y la dependencia del exterior se contrarrestó por la llegada del turismo, las inversiones extranjeras a largo plazo y las remesas de dinero que enviaban los emigrantes.
Los Planes de Desarrollo (1964-1975)
Entre 1964 y 1975 se llevaron a cabo tres planes de desarrollo económico. Provocaron un crecimiento de la economía, aumentando el PIB (más del 7%). Esos años se conocen como desarrollismo.
Evolución Política en los Años 60
En esta década hubo una ausencia de cambios importantes, aunque surgieron elementos que posteriormente tuvieron gran trascendencia:
- La renovación de la Iglesia católica en el Concilio Vaticano II propició el alejamiento de la Iglesia y el régimen franquista. Las tensiones fueron crecientes.
- Resurgimiento de las tensiones nacionalistas y aparición del terrorismo de ETA.
- Aumento de los conflictos laborales. Las reivindicaciones obreras y las huelgas fueron pasando poco a poco de cuestiones laborales a la denuncia política.
- La respuesta del régimen a cualquier disidencia fue muy represiva.
- El régimen aplicó pequeños cambios legislativos que no cambiaron su esencia dictatorial: la Ley de Prensa de 1966, aunque levantó algo la presión de censura, no fue significativa. La Ley Orgánica del Estado de 1966, última de las leyes fundamentales del movimiento, no trajo cambios de interés.
- Forzado por su avanzada edad, Franco tuvo finalmente que designar a un sucesor: Juan Carlos de Borbón, con título de rey.
Cambios Sociales
Durante la primera etapa de la dictadura franquista (1939-59), la sociedad española sufrió un retroceso respecto a la época republicana. Desde 1959, vivió transformaciones profundas. A finales de los años 60, la sociedad era mayoritariamente urbana. España entró en la sociedad de consumo y apareció un incipiente Estado del bienestar. También se produjo el progreso de la laicización y el retroceso definitivo del poder ideológico de la Iglesia. Este proceso de modernización cambió la mentalidad, en lo que tuvo mucho que ver el propio desarrollo económico y el contacto con los turistas.
Pero la modernización trajo problemas: el éxodo del campo a la ciudad y las migraciones al extranjero produjeron desequilibrios demográficos y económicos entre unas regiones y otras, y entre el campo y la ciudad. Los salarios eran aún bajos y los servicios públicos deficientes, entre otros.