La Constitución de 1812: Un Hito del Liberalismo Español
Características de la Constitución de 1812
Proclamada el 19 de marzo, la Constitución de 1812 fue la obra legislativa más importante de las Cortes de Cádiz. Este texto constitucional reflejaba la voluntad política de la nación y sometía a todas las personas e instituciones a su autoridad.
De carácter liberal, la Constitución enunciaba los principios básicos del liberalismo político, proclamando la soberanía nacional y los derechos de los ciudadanos, como la igualdad, la libertad y el sufragio universal masculino. Establecía el habeas corpus, un procedimiento jurídico que protegía a los ciudadanos de arrestos arbitrarios.
La Constitución también definía la separación de poderes como un sistema de vigilancia y garantías políticas:
- El poder legislativo recaía en el rey y las Cortes, elegidas por sufragio universal (con restricciones censitarias en la elegibilidad).
- El poder ejecutivo recaía en el rey, encargado de gobernar.
- El poder judicial recaía en los tribunales de justicia, encargados de vigilar el cumplimiento de las leyes.
Además, se sentaron las bases de una administración territorial centralizada que pretendía suprimir los fueros, un aspecto que explicaba ciertos matices antiliberales.
Trascendencia de la Constitución de 1812
La Constitución de 1812 tuvo una importante trascendencia por varias razones:
- Escogió los principios del liberalismo como base del sistema político.
- Sirvió de base para elaborar posteriores constituciones en España.
- Influyó en las constituciones de países iberoamericanos.
La Independencia de las Colonias Americanas
Causas del Proceso de Independencia
A principios del siglo XIX, España mantenía íntegro su imperio americano. Sin embargo, diversos acontecimientos históricos llevaron a un proceso revolucionario que culminó con la independencia de la mayoría de sus colonias en el primer cuarto del siglo.
Los criollos, hijos de españoles nacidos en América, desempeñaron un papel crucial en este proceso. Aunque eran una minoría, constituían la base dominante en América. Demandaban mayor libertad y liberalismo, inspirados por la Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos. También buscaban mayor libertad comercial e independencia económica de la metrópoli española.
La derrota de Trafalgar frente a Inglaterra y la invasión del ejército napoleónico debilitaron a España, situación que América aprovechó para independizarse. Se formaron juntas de gobierno como organismos de poder autónomo, coincidiendo con la Guerra de la Independencia en España.
Desarrollo del Proceso de Independencia
Tras la derrota de los franceses, se esperaba que España tuviera mejores condiciones para hacer frente a los movimientos independentistas. Sin embargo, la inestabilidad política, los problemas económicos y la actitud absolutista del rey Fernando VII favorecieron la extensión definitiva de la independencia.
Argentina proclamó su constitución, Simón Bolívar proclamó la independencia del Virreinato de Nueva Granada tras una serie de victorias frente a los españoles e intentó crear la Gran Colombia, un estado equivalente a Estados Unidos en América, pero fracasó. José de San Martín realizó campañas desde Argentina en Chile, Uruguay y Perú.
Estos eventos debilitaron a España y consolidaron la independencia de las colonias americanas.
El Carlismo: Absolutismo vs. Liberalismo
Definición del Carlismo
Con la muerte de Fernando VII, surgió un conflicto sucesorio debido a la eliminación de la Ley Sálica, que prohibía reinar a las mujeres, y la promulgación de la Pragmática Sanción, que permitía la sucesión de su hija Isabel II, perjudicando a su hermano Carlos.
Esto llevó a las Guerras Carlistas, un enfrentamiento entre absolutistas (carlistas) y liberales (isabelinos).
Ideas y Apoyos del Carlismo
Los carlistas eran partidarios del Antiguo Régimen, mientras que los liberales defendían el liberalismo político, el constitucionalismo, la soberanía nacional, los derechos individuales y la separación de poderes.
Los carlistas dominaban en el medio rural, especialmente en Navarra y Vascongadas, donde se defendían los fueros antiguos que estaban siendo atacados por la idea liberal de unificar el país administrativamente. Contaban con generales de prestigio y llegaron a poner sitio a la ciudad de Bilbao.
Fin de la Primera Guerra Carlista
La guerra finalizó con el Abrazo de Vergara, un encuentro entre el jefe carlista Maroto y el jefe liberal Espartero. Este acuerdo supuso la derrota de los carlistas a cambio de mantener los fueros navarros y vascos. Algunos jefes carlistas, como Cabrera, no aceptaron el acuerdo y continuaron la contienda hasta 1840.
Como Isabel II era menor de edad, su madre María Cristina ejerció la regencia hasta que Isabel II fue declarada mayor de edad a los 13 años.