Contexto Histórico de la Constitución de 1812
El texto que nos ocupa es una fuente primaria de naturaleza jurídica y temática política. Sus autores son los diputados reunidos en las Cortes Constituyentes, que promulgaron la primera Constitución Española. Este documento se convirtió en la base ideológica del movimiento liberal contra el absolutismo. Va dirigida a la Nación en su conjunto y al rey Fernando VII en particular.
Características Generales del Periodo
- Política: Nos encontramos en los momentos finales del Antiguo Régimen y los comienzos de la Revolución liberal burguesa. Coexisten dos programas políticos: el de José I Bonaparte y su carta otorgada de Bayona, y el de las Cortes de Cádiz, plasmado en la Constitución de 1812.
- Economía y Sociedad: Se vive una profunda crisis económica que se remonta a finales del siglo XVIII, agudizada por la Guerra de la Independencia y sus consecuencias. La sociedad evoluciona desde el modelo estamental hacia una incipiente sociedad de clases.
- Cultura: Asistimos al final del movimiento ilustrado y el Neoclasicismo, que darán paso al Romanticismo.
Ideas Principales del Texto Constitucional
- Soberanía Nacional: Se establece que la soberanía reside en la nación.
- Integración Territorial: Todos los territorios y habitantes de la monarquía se integran en la nación española.
- Protección de Derechos: Se busca proteger los derechos de los ciudadanos.
- Derechos Fundamentales: Se reconocen derechos básicos como la libertad y la propiedad.
- Obligaciones Fiscales: Todos los ciudadanos, en función de su capacidad económica, están obligados a contribuir mediante el pago de impuestos.
- División de Poderes: Se establece la separación de poderes como principio fundamental.
- Monarquía Constitucional: Se instaura una monarquía constitucional como forma de gobierno.
- Religión: Se establece la religión católica como la única permitida.
Características Políticas del Liberalismo en el Siglo XIX
El liberalismo es la corriente ideológica predominante del siglo XIX, que se extiende a todos los ámbitos de la vida, especialmente a la economía y la política.
El liberalismo económico, basado en las ideas de Adam Smith, propugna la libertad de empresa, de comercio y la no intervención del Estado en los asuntos económicos.
El liberalismo político, fundamentado en las ideas de la Ilustración, se opone al absolutismo, pero no necesariamente aboga por la democracia.
En conjunto, el liberalismo del siglo XIX propugna las siguientes ideas:
- Supresión del Antiguo Régimen.
- Aceptación de la monarquía, existiendo dos corrientes: los constitucionalistas (que otorgan mayor poder al rey) y los parlamentarios (que defienden la preeminencia de las cámaras legislativas).
- Promulgación de una Constitución elaborada por las Cortes Constituyentes.
- Separación de poderes, con especial importancia del poder legislativo, ejecutivo y judicial.
- Elecciones mediante sufragio censitario.
- Libertad de empresa, supresión de gremios, etc.
A mediados del siglo XIX surge el liberalismo democrático. Entre los diputados de las Cortes de Cádiz existían notables diferencias sociales e ideológicas, ya que la mayoría pertenecía a las clases altas.
De estas diferencias surgieron tres corrientes ideológicas:
- Absolutistas: Defendían la pervivencia del Antiguo Régimen.
- Reformistas Ilustrados: Pretendían limitar el poder del rey, pero sin eliminarlo por completo.
- Liberales: Partidarios de las ideas liberales. Fueron estos últimos quienes lograron imponer su sistema político y proclamaron rey a Fernando VII.
La Guerra de la Independencia (1808-1813)
Las disputas entre Carlos IV y el príncipe Fernando eran continuas. Fernando participó activamente en intrigas para derrocar a Godoy del gobierno y a su padre del trono. Tras un intento fallido y un breve destierro, finalmente logró su objetivo. Napoleón, aprovechando la inestabilidad política, invadió la península en 1807. Mediante engaños, logró el destierro de los Borbones en Bayona y colocó en el trono a su hermano, José Bonaparte. El 2 de mayo de 1808 estallaron los levantamientos populares antifranceses en Madrid, frente al Palacio Real, cuando Napoleón intentó trasladar al infante Francisco de Paula, el último miembro de la familia real, fuera de España. La guerra se extendió rápidamente por todo el territorio español. Los franceses sufrieron una importante derrota en Bailén. Este conflicto tuvo un carácter tanto civil (enfrentamiento entre patriotas y afrancesados) como internacional (participación de potencias extranjeras).
Se distinguen tres fases en la Guerra de la Independencia:
- Primera Fase (1808): Se producen los primeros levantamientos antifranceses y la significativa derrota francesa en Bailén.
- Segunda Fase (1808-1812): Napoleón se traslada a España al frente de un gran ejército y dirige una exitosa campaña de expansión.
- Tercera Fase (1812-1813): Napoleón se ve obligado a retirar tropas de España para hacer frente a otros conflictos en Europa. Los españoles, apoyados por el ejército anglo-portugués del general Wellington, expulsan a los franceses en 1813.
Las consecuencias de la guerra en España fueron devastadoras: un elevado número de muertes, hambre y una profunda crisis económica.
Extremadura en las Cortes de Cádiz y la Guerra de la Independencia
Las noticias de los levantamientos llegaron rápidamente a Extremadura. En Badajoz, un grupo liderado por José María Calatrava se sublevó y constituyó la Junta de Defensa de Badajoz. En Cáceres y Plasencia se crearon Juntas Locales de Defensa. Estas juntas se unieron para formar la Junta de Extremadura, que asumió la administración y organizó un ejército para controlar los puentes y poblaciones ante posibles invasiones. Este ejército extremeño participó en batallas contra los ingleses en territorio extremeño. La Guerra de la Independencia provocó en Extremadura la pérdida de ganado, cosechas, pueblos y un gran número de muertes. En las Cortes de Cádiz participaron doce diputados extremeños, entre los que destacan dos figuras clave: Diego Muñoz Torrero y Manuel María Fernández Golfín.