Crisis general de 1917
Fueron en realidad, tres revoluciones las que coincidieron de forma consecutiva entre los meses de junio y agosto, aunque no conectaron entre sí. Tras la crisis de 1917, la monarquía quedó en pie, pero quebrantada. La opinión pública despertó y el proletariado agudizó su conciencia de clase, y su fracaso táctico en ese año se convertiría en el preludio de una unión de la izquierda que culminó en 1931. La crisis del 17 se inició con un movimiento militar reivindicativo, fruto de la desigualdad del trato de los oficiales en Marruecos, con mejores sueldos y ascensos. A lo que se añadía la precariedad del material y el descrédito entre los militares del partido dinástico. Esta especie de sindicalismo militar se concretó en la creación de las Juntas de Defensa, que reclamaban el ascenso por antigüedad y un aumento salarial.
Las presiones de los militares provocaron la caída del Gobierno Liberal de García Prieto y la del conservador de Dato. Finalmente, el nuevo Gobierno aceptó gran parte de estas peticiones y promulgó la Ley del Ejército en junio del 18. En cuanto al panorama parlamentario, las cortes estaban cerradas. Un grupo de diputados constituyeron una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona y solicitaron la convocatoria de Cortes Constituyentes. El jefe de la Liga, Cambó, tuvo gran protagonismo en estos hechos. Cataluña pretendía transformar la organización del Estado, sustentándolo en un régimen de autonomías más de acuerdo con la realidad del país. Las fuerzas del orden público disolvieron la Asamblea, quedando la petición desatendida. Además, la convocatoria de una huelga general en agosto, debida en parte por el alza de los precios durante la 1ª Guerra Mundial, contó con el apoyo de la UGT, la CNT y el PSOE, además de sectores republicanos.
Golpe de Estado de Primo de Rivera
Causas:
- El fracaso y degeneración del sistema político del turnismo bipartidista dominado por una oligarquía caciquil, que había mostrado una clara incapacidad de democratización.
- La insostenible situación económica y social y el aumento de los conflictos desde 1917, con incremento del paro y la inflación.
- El creciente protagonismo del ejército en la vida política que ya se había manifestado en la crisis de 1917 con la formación de las Juntas de Defensa y agravado por el desastre de Annual, que incrementó el descrédito de políticos y militares.
- El auge de los movimientos nacionalistas que hacían temer, sobre todo a las clases más conservadoras.
- El contexto político internacional, caracterizado por la crisis de los sistemas democráticos y la emergencia de ideologías totalitarias de derecha.
Apoyos sociales:
Los partidos políticos recibieron el golpe de Estado con recelo y vacilación. El golpe de Estado fue posible, sobre todo, por la actitud de dos fuerzas: la burguesía y el movimiento obrero. La burguesía, especialmente la catalana, veía en la dictadura una forma de frenar a la clase obrera. Los obreros, en general, se mantuvieron tranquilos. Anarcosindicalistas y comunistas se prepararon para defender su existencia. En cambio, el Partido Socialista y la UGT pasaron de una actitud expectante.
Causas de la Proclamación de la Segunda República
Ante la falta de apoyos políticos, el Rey pidió la dimisión a Primo de Rivera. Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Berenguer, intentando volver al régimen anterior. Aunque los partidos dinásticos estaban desprestigiados y la situación económica cada vez era más crítica. En agosto de 1930 se firmó el Pacto de San Sebastián, apoyado por republicanos, nacionalistas y el PSOE. Se formó un Comité Revolucionario presidido por Alcalá Zamora para preparar la proclamación de la República. La CNT no se unió al pacto, aunque respaldó la conspiración. Tras el fracaso de Jaca, para proclamar la República, el nuevo jefe de Gobierno, Aznar, convocó elecciones municipales. Estas elecciones fueron interpretadas como un plebiscito sobre la monarquía por los partidarios de la República. Los resultados electorales dieron en la mayoría de las ciudades el triunfo a las candidaturas republicanas. El 14 de abril se proclamaba la Segunda República y el Rey se exilió a Italia.
Contexto Mundial:
- La Segunda República surge en un periodo de grandes tensiones sociales y políticas debida a la crisis iniciada en 1929 y el repliegue de las economías de los países. En Estados Unidos, el gobierno de Franklin Roosevelt llevó a cabo desde 1933 el New Deal, política económica que permitió el intervencionismo económico del Estado, con la que consiguieron paulatinamente la recuperación.
- Triunfo de los totalitarismos: El nuevo modelo de Estado que surge en el continente: el totalitario (nazismo de Hitler y fascismo de Mussolini) que cuestiona el equilibrio político europeo que surgió de la Primera Guerra Mundial. En ambos países se consolidan las dictaduras de un solo partido. Se controla la ideología y se persigue a ciertas minorías, en especial a los judíos. La Sociedad de Naciones es incapaz de coordinar actuaciones contra ellos. En 1936 se constituye el eje Roma-Berlín, una alianza entre el fascismo y el nazismo.
- En Japón, un nacionalismo agresivo emprende la expansión asiática.
- En la Unión Soviética continúa la dictadura del partido de Stalin.
- Las democracias europeas transigen con los regímenes totalitarios, con su rearme y con sus conquistas territoriales.
- Frente a la amenaza fascista, los partidos socialistas y comunistas europeos, con la aceptación de Moscú, proponen la formación de frentes populares.
Antecedentes de la Guerra Civil
Desde que se confirmó la victoria del Frente Popular se pusieron en marcha tramas conspirativas contra el nuevo gobierno, en torno a la UME dirigida por Sanjurjo, desde el exilio con apoyos muy diversos entre la oligarquía industrial, terrateniente y financiera. El gobierno tenía conocimiento de la situación, pero su reacción fue tímida. Fue un error destinar al General Mola a Pamplona, allí se entendió con los requetés, brazo armado del carlismo, y se convirtió en director de la conspiración. También los generales Franco y Goded fueron libres para conspirar hasta encontrar la ocasión. El 17/06/1936 la guarnición de Melilla se sublevó y declaró el estado de guerra en Marruecos. Desde Canarias, Franco voló a Tetuán para ponerse al frente del ejército de África. En pocos días, ante el fracaso del levantamiento en las principales ciudades de España, el enfrentamiento entre las fuerzas sublevadas y las leales al Gobierno se convirtió en una Guerra Civil. El levantamiento triunfó donde la derecha era fuerte, también lo hizo ante la falta de reacción del Gobierno, con el apoyo de activistas de derechas. Una vez sofocados los focos de sublevados, la República mantuvo el control de gran parte de España y la fidelidad de buena parte de la Guardia Civil y del Ejército, especialmente la Armada y la Aviación. En las semanas posteriores el frente se estabilizó y los contendientes se prepararon para una larga guerra.
Evolución Política y Situación Económica de los Bandos Durante la Guerra
Zona Republicana:
En la España republicana, los primeros meses de guerra, el poder residía en los comités de los municipios o barrios, controlados por CNT, UGT o por los partidos políticos. Los sindicatos asumieron el protagonismo en la gestión económica. Estos consideraban que era el momento de adaptar las teorías anarcosindicalistas o socialistas a la realidad de un país en que el pueblo había hecho frente a un levantamiento militar y habían conseguido el triunfo de la revolución. En Cataluña, la CNT, el sindicato anarquista, participaba en el Comité Central de Milicias Antifascistas y en el Consejo de Economía de Cataluña. En cada empresa la autogestión la ejercía un comité obrero. Se igualaron los sueldos de todos los trabajadores. Resultaba difícil transformar esta economía pues se practicaba una economía de guerra volcada al apoyo de los frentes. En Madrid se notaba más el peso del gobierno central frente al poder sindical en la dirección de la industria. En las tierras del centro y del sur en poder de la República, la colectivización agraria se había iniciado de forma espontánea. La revolución política en el bando republicano de septiembre de 1936 a mayo de 1937 la formó el socialista Largo Caballero con representantes de las fuerzas del Frente Popular. Se incorporaron también cuatro ministros anarquistas. Se consiguió recuperar el poder de las fuerzas políticas y sindicales. En esta etapa se concedió la autonomía al País Vasco. En el bando republicano había un claro enfrentamiento ideológico entre comunistas y anarquistas y comunistas trotskistas. Los comunistas conquistaron el poder, dominaron en el ejército y eliminaron a su adversario político. Se restableció el orden público, se unificaron esfuerzos para continuar la guerra y se disolvieron los organismos anarquistas. La presión comunista logró la dimisión de Largo Caballero que fue sustituido por Juan Negrín, el último representante del gobierno, que desarrolló una política de resistencia ante el enemigo.
Zona Nacional:
Tras la muerte de Sanjurjo, la dirección del alzamiento militar la ejercía una Junta de Defensa Nacional, pero en realidad cada general ordenaba lo que quería en su zona. La necesidad de un mando único para dirigir la guerra, llevó a los generales rebeldes a proclamar a Franco jefe de Estado. Su primera medida fue crear una Junta Técnica del Estado. En abril del 37 Franco promulgó un decreto de unificación por el que creaba un partido único al estilo fascista italiano, llamado Falange Española. Franco era el jefe de este partido. Con esta medida confirmaba su poder absoluto. En enero de 1938 Franco forma su primer gobierno en Burgos. Franco contará también con el apoyo de la Iglesia.
Costes Humanos y Consecuencias Económicas y Sociales de la Guerra
La Guerra Civil dividió a la sociedad española en dos bandos irreconciliables. En la zona insurrecta se instauró un régimen político inspirado en los fascismos europeos de la época, en contra de todos los ideales republicanos. Mientras que en la zona republicana se mantuvo la legalidad democrática. La guerra fue el hecho más traumático que vivió la sociedad española en su historia. Para muchos historiadores, la guerra civil constituyó un capítulo precedente de la 2ª Guerra Mundial. A comienzos de la guerra se constituyó un Comité Internacional de No Intervención que resultó ineficaz. En el aspecto militar la participación de ambos bandos fue importante y en el bando franquista decisiva en los primeros días de la guerra. Además, la ayuda recibida en este bando fue de unidades, mientras que en el bando republicano la masa de voluntarios fueron de forma individual o en pequeños grupos, con la excepción de los pilotos y tanquistas rusos. El ejército franquista obtuvo la ayuda de Hitler y Mussolini, sin la cual no hubiera ganado la guerra. Los republicanos obtuvieron el apoyo de la URSS y de Francia, además de las brigadas internacionales. Las democracias occidentales propiciaron un Comité Europeo de No Intervención. El gobierno republicano propuso a la Sociedad de Naciones la retirada de combatientes extranjeros de ambos bandos en septiembre de 1938. En noviembre las Brigadas Internacionales abandonaron España.
Las Consecuencias de la Guerra:
3 años de guerra dejaron una profunda huella en la infraestructura y en muchas actividades económicas, pero causaron sobre todo pérdidas humanas y dejaron una sociedad dividida entre vencedores y vencidos. Además de los muertos en guerra y de las víctimas civiles de los bombardeos que ambos bandos practicaron, hay que sumar las represiones al ocupar las ciudades enemigas. En ambos bandos se mantuvieron personas escondidas ante posibles informadores que saldaran las venganzas personales en ejecuciones políticas. Al concluir la contienda se produjo una nueva herida, la de los exiliados a Francia, México y Argentina.