Crisis de la Restauración (1917-1923)
A principios del siglo XX, la Restauración borbónica en España atravesaba una profunda crisis que se manifestó en diferentes ámbitos:
Crisis Económica
La Primera Guerra Mundial, pese a la neutralidad española, tuvo un impacto significativo en la economía. El crecimiento industrial favorecido por la guerra desembocó en una fuerte acumulación de capitales y un aumento descontrolado de los precios (inflación). Sin embargo, los salarios no subieron al mismo ritmo, provocando una caída del poder adquisitivo de los obreros y fomentando la agitación social.
Crisis Militar
El ejército español presentaba graves problemas estructurales, como un número excesivo de oficiales y una gran burocratización. Los ascensos se obtenían por méritos de guerra, lo que beneficiaba a los militares africanistas y a los favoritos del rey. La inflación también disminuyó el poder adquisitivo de los militares, aumentando el descontento. En este contexto surgieron las Juntas de Defensa, asociaciones de militares que reclamaban aumentos salariales y la antigüedad como criterio de ascenso. Las Juntas redactaron un manifiesto culpando al Gobierno de los problemas del ejército y del país, dándole un ultimátum. Además, solicitaron la formación de un gobierno de concentración que regenerase el país.
Crisis Política
En febrero de 1917, el presidente Eduardo Dato clausuró las Cortes y suspendió las garantías constitucionales. Esta situación provocó la convocatoria de una Asamblea de Parlamentarios, que acordó la formación de un gobierno provisional que convocara Cortes Constituyentes. Sin embargo, se produjeron detenciones de parlamentarios y el movimiento fracasó.
Crisis Social
La conflictividad laboral, motivada por el descenso de los salarios reales, llevó a la CNT y la UGT a firmar un manifiesto conjunto. En él, amenazaban con convocar una huelga general si el Gobierno no intervenía para controlar los precios. La huelga no finalizaría hasta que se formara un Gobierno Provisional que convocara Cortes Constituyentes. Estas peticiones fueron importantes porque, por primera vez, los obreros mostraban reivindicaciones políticas, uniendo sus aspiraciones a las de militares y parlamentarios. El conflicto duró varios días y la reacción del gobierno fue represiva, declarando la Ley Marcial y enviando al ejército a reprimir el movimiento. Los representantes del Comité de Huelga fueron condenados a cadena perpetua.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
En este contexto de crisis generalizada, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, protagonizó un golpe de Estado en septiembre de 1923, con el apoyo del rey Alfonso XIII. Se inició así la Dictadura de Primo de Rivera, que se puede dividir en dos etapas:
El Directorio Militar (1923-1925)
. se suspendieron las garantías constitucionales (Constitución de 1876), se disolvieron las cámaras legislativas, los partidos políticos y los sindicatos, además de reprimirse el obrerismo. Para liquidar el caciquismos e elaboraron el Estatuto Municipal y el Provincial Se creó un nuevo partido, Unión Patriótica (1924), formado por personalidades adictas al régimen. Además se organizó un nuevo Somatén En 1925, el ejército español desembarcó en la bahía de Alhucemas. Los rifeños, que acorralados se rindieron. Esta victoria colocó a Primo de Rivera en la cumbre de su prestigio.Con el DIRECTORIO CIVIL (1925-1930), se produjo la institucionalización del régimen. Los militares fueron sustituidos por civiles y se creó una Asamblea Nacional Consultiva (1927)con el fin de elaborar una constitución, pero el desarrollo de los acontecimientos impidió su realización. Durante esta fase, la actividad gubernamental se concentró en cuestiones de índole social y económica. La dictadura pudo prolongarse gracias a la bonanza económica. Se fomentaron las obras públicas y se concedieron grandes monopolios (CAMPSA, Telefónica),lo que favorecióendeudamiento del Estado. Respecto a la política social y laboral, se creó el Consejo Nacional del Trabajo. La oposición a la dictadura va ganando peso progresivamente: El desprestigio de Primo de Rivera iba en aumento, afectando a la imagen pública de la monarquía. A la crisis política se sumó la crisis financiera de 1929. En estas circunstancias, Alfonso XIII optó por retirar la confianza al dictador, que dimitió en enero de 1930. La dictadura había terminado.Tras la dimisión del dictador, el gobierno lo asume el general Berenguer, conocido como la “Dictablanda”. La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, catalanistas de izquierda y el PSOE acordaron la firma del Pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a dar una alternativa republicana a la monarquía En 1931 se constituyó el último gobierno de la Monarquía ,presidido por el Almirante Aznar, que asumió el compromiso de convocar elecciones. Las elecciones del 12 de abril dieron la victoria en la mayoría de las grandes ciudades a las fuerzas republicanas. Alfonso XIII dimitió yel 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República.