Crisis de la Restauración
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
El sistema político de la Restauración entró en crisis con el reinado de Alfonso XIII. La incapacidad de incorporar al sistema a los nuevos movimientos sociales y la influencia social y política que había alcanzado la Iglesia, generaron un descontento entre las clases populares e intelectuales, lo que provocó un aumento de los conflictos sociales y políticos, alimentados, además, por la guerra de Marruecos.
Así, la Semana Trágica de Barcelona (julio de 1909) fue un movimiento revolucionario en el que se entremezclan el anticlericalismo, el radicalismo obrero y el regionalismo. El detonante fue la guerra de Marruecos, en concreto el descontento provocado por la movilización de reservistas que debían sofocar una rebelión indígena en el Rif. Los sindicatos dieron orden de paro general como protesta. Los anarquistas se hicieron dueños de la ciudad varios días, y pronto se inició la quema de iglesias y conventos.
Esta revuelta fracasó por la falta de dirección y la desunión de las fuerzas implicadas. El Gobierno inició una dura represión: miles de personas fueron desterradas y condenadas a cadena perpetua o a muerte. Fue ejecutado Ferrer i Guardia, pedagogo anarquista y fundador de la Escuela Moderna, lo que provocó una condena internacional.
La Semana Trágica de Barcelona tuvo como consecuencias:
- La caída del Gobierno de Antonio Maura.
- El activismo de las organizaciones obreras.
- La crítica al sistema de la Restauración entre la opinión pública.
El desastre de Annual (1921)
El interés de España por Marruecos creció tras el “Desastre de 1898”, como una forma de mantener la idea de imperio y el prestigio exterior. En 1906 se celebró la Conferencia de Algeciras, por la que España y Francia pasaron a ejercer un protectorado sobre Marruecos. La zona norte (Rif), fue para España, pero fue contestada por los continuos ataques de los rifeños, organizados en cabilas. Se decidió entonces aumentar el número de soldados con reservistas, lo que provocó la Semana Trágica de Barcelona (1909). En 1912 Francia y España firman el Tratado de Fez, por el que se constituía formalmente un protectorado de ambas potencias sobre Marruecos, dando inicio al Protectorado Español de Marruecos (1912-1956).
En 1921 se produjo el Desastre de Annual: la ofensiva española del general Silvestre provocó la sublevación de una de las cabilas del Rif, liderada por Abd-el-Krim. Las tropas españolas se encontraron con el enemigo en Annual. Rodeados y superados en número, los españoles intentaron la retirada, que degeneró en una desbandada y en una auténtica masacre (12.000 muertos, incluido el general Silvestre). Las pequeñas fortificaciones españolas fueron cayendo una tras otra. La derrota creó un profundo malestar en la opinión pública y política. La exigencia de responsabilidades derivó en una investigación, el “Expediente Picasso” (1923), que dejaba en mal lugar a los mandos militares, al Gobierno, y quizás también al propio rey. Pero días antes de que se conocieran sus conclusiones, Primo de Rivera dio un golpe de Estado que impidió que el proceso concluyera.
Evolución del sufragio en España
Sufragio censitario
El sufragio censitario es el sistema electoral característico de los primeros momentos del régimen liberal, que significaba que sólo tenían derecho de voto los varones que disponían de un determinado nivel de riqueza. El Estatuto Real de 1834, las Constituciones de 1837, 1845, “Non nata” de 1856, y la de 1876 establecían el sufragio censitario, más o menos restringido, en función del talante moderado o progresista del partido en el gobierno.
Sufragio universal masculino
El sufragio universal es el sistema electoral en el que tienen derecho a votar todos los mayores de edad, sin distinguir condición social, y es propio del liberalismo democrático. Es el caso de la Constitución de 1812, en la que el sufragio era universal, pero masculino e indirecto; y de la de 1869. A partir de 1890 se estableció el sufragio universal masculino.
Voto femenino
La primera vez que votaron las mujeres en España fue en el plebiscito de 1926 convocado por el dictador Miguel Primo de Rivera, conforme al Estatuto de 1924 que concedía el voto y el derecho a ser elegidas a las mujeres que fueran cabezas de familia. Era un sufragio femenino restringido y la consulta no tuvo garantías democráticas. El proyecto de Constitución de Primo de Rivera de 1929 establecía el sufragio universal, incluido el voto femenino.
Finalmente, en la II República, tras el violento debate entre las diputadas Clara Campoamor (a favor) y las socialistas Victoria Kent y Margarita Nelken (en contra), en la Constitución de 1931 se estableció el sufragio universal para los mayores de 23 años, incluyendo el voto femenino. Las mujeres pudieron votar en las elecciones de noviembre de 1933.