El reinado de Carlos IV (1788-1808) marcó el inicio de la crisis del Antiguo Régimen en España. Esta crisis se manifestó en tres ámbitos principales: económico, social y político.
Crisis Económica y Social
La economía española sufrió graves problemas:
- Crisis agrícola: malas cosechas y caída de rendimientos.
- Malestar social: subida de precios de productos básicos.
- Epidemias: aparición de la fiebre amarilla.
Impacto de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa (1789) tuvo un profundo impacto en España:
- Freno a la política ilustrada de reformas.
- Censura e Inquisición para evitar la difusión de ideas revolucionarias.
- Ruptura de los Pactos de Familia y guerra contra Francia (1793-1795).
- Guerras contra el Reino Unido y derrota en Trafalgar (1805).
Crisis Política Interna
La crisis política se caracterizó por:
- Intervencionismo de Napoleón Bonaparte y sumisión de Manuel Godoy (valido de Carlos IV).
- Oposición del príncipe Fernando (futuro Fernando VII).
- Desamortización de tierras para afrontar la crisis financiera.
- Tratado de Fontainebleau (1807): entrada de tropas francesas en España con el pretexto de ocupar Portugal.
El Levantamiento Popular y la Guerra de la Independencia (1808-1814)
La política de Godoy y la presencia francesa provocaron el descontento popular:
- Formación del «partido antigodoyista» a favor del príncipe Fernando.
- «Proceso de El Escorial»: conspiración contra el rey.
- «Motín de Aranjuez» (1808): caída de Godoy y abdicación de Carlos IV en Fernando VII.
El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra los franceses. Napoleón obligó a Carlos IV y a Fernando VII a renunciar al trono en las «Abdicaciones de Bayona», cediéndolo a su hermano José I Bonaparte.
El Estatuto de Bayona y la Resistencia Española
Los franceses intentaron implantar un sistema político liberal en España mediante el Estatuto de Bayona (1808), redactado por ilustrados españoles. Este texto incluía una declaración de derechos y reformas liberales, pero José I carecía de autonomía al estar sometido a Napoleón.
La resistencia española se manifestó en:
- Victoria en la Batalla de Bailén (1808).
- Formación de guerrillas populares.
- Desembarco de un ejército inglés al mando de Wellington (1808).
El Fin de la Guerra y el Tratado de Valençay
La campaña de Rusia (1812) debilitó a las tropas francesas en España. Tras las batallas de Ciudad Rodrigo y los Arapiles, José I abandonó Madrid. La derrota francesa en Vitoria y San Marcial obligó a los franceses a retirarse.
Napoleón firmó el Tratado de Valençay (1813) con Fernando VII, finalizando la guerra y reconociendo a Fernando VII como rey de España.
La Revolución Liberal: Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Durante la guerra, se inició una revolución liberal en España. Existían dos poderes paralelos:
- José I, basado en el Estatuto de Bayona.
- Las Juntas de Defensa y el Consejo de Regencia, que convocaron las Cortes Generales y Extraordinarias en 1810.
En las Cortes surgieron tres tendencias:
- Inmovilistas: defensores del absolutismo.
- Jovellanistas: partidarios de un régimen intermedio.
- Liberales: defensores de la soberanía nacional y una constitución.
Triunfó la postura liberal. Las Cortes, con ayuda de nobles y dirigidas por liberales, se trasladaron a Cádiz.
La labor legislativa de las Cortes supuso:
- Ruptura con el Antiguo Régimen.
- Soberanía nacional.
- Igualdad ante la ley.
- Reformas, incluyendo la desamortización de bienes del clero.
El 19 de marzo de 1812 se promulgó la Constitución, conocida como «La Pepa«, basada en:
- Soberanía nacional.
- Derechos y libertades individuales e igualdad ante la ley.
- División de poderes.
- Religión católica como única.
- Sufragio universal masculino indirecto.
- Milicia Nacional.
- Monarquía moderada.
- Libertad económica.
El Reinado de Fernando VII (1814-1833): Absolutismo y Liberalismo
Fernando VII regresó a España en 1814. El «Manifiesto de los Persas», firmado por absolutistas, le animó a dar un golpe de Estado en Valencia, restaurando el absolutismo.
Los liberales fueron perseguidos, pero continuaron su lucha mediante pronunciamientos militares. En 1820, el pronunciamiento de Rafael de Riego triunfó, dando inicio al Trienio Liberal (1820-1823). Fernando VII juró la Constitución de 1812.
El Trienio Liberal y la Década Ominosa
Durante el Trienio Liberal, el liberalismo se dividió en:
- Moderados.
- Exaltados (más cercanos al pueblo).
El Trienio terminó con la invasión de los «Cien Mil Hijos de San Luis», un ejército francés que restauró el absolutismo de Fernando VII.
La «Década Ominosa» (1823-1833) se caracterizó por la represión política y el exilio de los liberales. Los intentos de reforma absolutista fracasaron.
La Cuestión Sucesoria y el Fin del Reinado de Fernando VII
La cuestión sucesoria enfrentó a:
- Carlos María Isidro (hermano de Fernando VII), apoyado por los absolutistas.
- Isabel (hija de Fernando VII), apoyada por los liberales.
Fernando VII derogó la Ley Sálica, permitiendo que Isabel heredara el trono. A su muerte en 1833, Isabel II fue proclamada reina, bajo la regencia de su madre María Cristina. Carlos María Isidro no aceptó esta decisión, dando inicio a la Primera Guerra Carlista (1833-1840). El reinado de Isabel II (1833-1868) supuso la consolidación del liberalismo moderado en España.