Crisis del Antiguo Régimen y Primeros Intentos de Revolución Liberal (1788-1833)
El Reinado de Carlos IV
En 1788, Carlos IV sucede a su padre en el trono español. Se establece el despotismo ministerial, donde el poder real recae en el primer ministro, no en el rey.
El Impacto de la Revolución Francesa
El reinado de Carlos IV estuvo marcado por el estallido de la Revolución Francesa en 1789, generando preocupación en España debido a la proximidad y parentesco entre ambos monarcas. La política exterior española, tradicionalmente aliada con Francia (Pactos de Familia), atravesó tres fases:
- Neutralidad
- Guerra
- Alianza
Prevención y Neutralidad (1789-1792)
Con el Conde de Floridablanca como primer ministro, España adoptó una actitud de vigilancia y neutralidad hacia Francia. Se implementaron medidas como:
- Inspección de correspondencia procedente de Francia
- Prohibición de publicar noticias sobre Francia
- Restricciones a estudiantes que viajaban al extranjero
- Control de extranjeros
- Revitalización de la Inquisición
Ascenso de Godoy y Guerra con Francia
Por influencia de la reina María Luisa, Manuel Godoy ascendió a primer ministro en 1792. La radicalización de la Revolución Francesa y la abolición de la monarquía llevaron a Godoy a intentar salvar la vida del rey francés Luis XVI. En 1793, Francia declaró la guerra a España. La guerra finalizó con la Paz de Basilea (1795), donde España recuperó territorios conquistados y cedió la isla de Santo Domingo a Francia. Godoy recibió el título de Príncipe de la Paz.
La Alianza con Francia Revolucionaria
La Paz de Basilea marcó el inicio de una nueva fase de amistad entre Francia y España. En 1796, se firmó el Tratado de San Ildefonso, que revirtió los Pactos de Familia y enfrentó a España con Inglaterra y Portugal, principales enemigos de Francia.
La rivalidad con Inglaterra tuvo graves consecuencias para España, incluyendo ataques a barcos españoles. La derrota franco-española en la Batalla de Trafalgar (1805) marcó el declive de España como potencia marítima.
El Motín de Aranjuez
En 1807, Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau con Napoleón, permitiendo el paso de tropas francesas por España para conquistar Portugal. La presencia de tropas francesas generó sospechas, y Godoy intentó trasladar a la familia real a Andalucía. En marzo de 1808, estalló el Motín de Aranjuez, fomentado por el príncipe heredero Fernando, opuesto al poder de Godoy. Carlos IV se vio obligado a destituir a Godoy y abdicar en favor de su hijo Fernando VII, quien buscó la ayuda de Napoleón para recuperar el trono.
La Guerra de la Independencia (1808-1814)
Antecedentes de la Guerra
La Guerra de la Independencia fue una resistencia armada del pueblo español contra la ocupación francesa. Los hechos de Bayona, donde Napoleón atrajo a Carlos IV y Fernando VII y los obligó a abdicar en favor de su hermano José Bonaparte, desencadenaron la guerra. El 2 de mayo de 1808, el pueblo madrileño se levantó contra las tropas francesas, siendo reprimido con dureza.
Los Bandos en Conflicto
La Guerra de la Independencia fue una guerra de liberación contra un invasor extranjero y una guerra civil. Un sector de la población española aceptó la legitimidad de José Bonaparte (afrancesados). El territorio se dividió en dos:
- La España de José Bonaparte: Territorio ocupado por el ejército francés, con apoyo de afrancesados (sirvientes, oportunistas, ilustrados) que buscaban una modernización gradual de España.
- La España de la Insurrección: Territorios no dominados por el ejército francés, luchando en nombre de Fernando VII. Contaban con el apoyo de rebeldes nacionalistas y dos grupos ideológicos: liberales (que buscaban una monarquía constitucional) y absolutistas (partidarios del retorno de Fernando VII como monarca absoluto).
El Desarrollo de la Guerra
La Reorganización Política de los Territorios No Ocupados
En los territorios donde triunfaron los rebeldes, se crearon juntas locales y provinciales. La necesidad de coordinación llevó a la creación de una Junta Suprema Central, que asumió la dirección de la guerra. En 1810, la Junta Suprema Central traspasó sus poderes a un Consejo de Regencia establecido en Cádiz, encargado de convocar las Cortes.
Las Fases del Conflicto Bélico
La España de José I contaba con el ejército napoleónico, mientras que los rebeldes contaban con la ayuda del ejército inglés y la guerrilla popular. La guerra se dividió en tres fases:
- Hasta noviembre de 1808: Etapa de euforia de la resistencia española, con victorias como la Batalla de Bailén.
- Desde noviembre de 1808 a enero de 1812: Napoleón dirigió campañas militares en España. Destacan la participación militar de Inglaterra y la aparición de la guerrilla popular.
- 1812 al final de la guerra: El imperio napoleónico enfrentó problemas en Europa. En España, los rebeldes y el ejército inglés tomaron la iniciativa, presionando a los franceses a la retirada.
En 1813, se firmó el Tratado de Valençay, donde Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España.
Las Cortes de Cádiz (1810-1813)
El Primer Intento de Revolución Liberal Burguesa
Durante la Guerra de la Independencia, se buscó sentar las bases para la modernización de España. Las Cortes de Cádiz, convocadas por el Consejo de Regencia, representaron el primer episodio de la revolución liberal burguesa. Los liberales lograron que la convocatoria no se realizara por estamentos, sino como una asamblea única con voto individual. La elección de diputados se realizó mediante el voto de varones mayores de 25 años. Las Cortes de Cádiz establecieron principios liberales opuestos al Antiguo Régimen:
- Soberanía nacional
- División de poderes del Estado
- Poder legislativo en las Cortes
- Elaboración de una Constitución
El objetivo de la revolución liberal burguesa era crear un nuevo modelo de sociedad basado en:
- Libertad económica: Abolición del régimen señorial y liberación de la propiedad y el trabajo.
- Igualdad jurídica: Abolición de los privilegios feudales y consideración de todos como ciudadanos iguales.
- Sistema político parlamentario y constitucional: Abolición del poder absoluto del rey y elaboración de una Constitución.
El resultado fue la promulgación de leyes y decretos, especialmente sobre liberación económica y social. La labor más importante fue la promulgación de la primera Constitución española en 1812, que puede considerarse como tal, a diferencia de la Constitución de Bayona de 1808 otorgada por José I Bonaparte.