El Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931)
El gobierno de Carlos Ibáñez del Campo se extendió entre 1927 y 1931. Dispuso del apoyo de los militares y de los grupos de mayor recurso, pero tuvo un fuerte rechazo de los partidos políticos y del movimiento obrero. Aunque fue elegido democráticamente, actuó como un dictador, ya que pretendía reformar el país. Su programa de gobierno buscaba modernizar el país, enfrentando el rechazo del partido político y de la oligarquía. Para llevar a cabo sus reformas, se hicieron algunos cambios en el Código Penal y se dictó la primera Ley de Seguridad del Interior del Estado. Entre sus creaciones se encuentran:
- El Cuerpo de Carabineros.
- La Contraloría General de la República.
- La Dirección General de Educación.
- La Tesorería.
- La Fuerza Aérea de Chile (FACH).
- La Superintendencia del Salitre y el Yodo.
- La Dirección de Aprovisionamiento del Estado y la PDI.
Se pavimentaron calles y, en el plano económico, se realizaron una serie de obras públicas producto de préstamos extranjeros. En el plano educacional, se intentaron varias reformas. En el plano limítrofe, se resolvió el problema de Tacna y Arica en 1929. En los últimos años, se creó la COSACH. La crisis de 1929, originada por la caída de la Bolsa de Comercio de Nueva York, afectó terriblemente a Chile, generando quiebra de industrias, cesantía, fuerte inflación y una abultada deuda externa. Esto generó una agitación social que desembocó en protestas, huelgas, enfrentamientos y concluyó con la renuncia de Carlos Ibáñez en julio de 1931. Fue reemplazado por Juan Esteban Montero, su Ministro del Interior. Se mejoró la ciudad de Viña del Mar con una serie de construcciones, entre ellas el Casino, el Hotel O’Higgins, el Teatro Municipal y el Palacio de Cerro Castillo. También se pavimentaron calles, entre otras obras.
Origen de la Crisis de 1929
La crisis surgió entre el 24 y 29 de octubre de 1929. Se inició con la crisis de la Bolsa de Nueva York. Esta se originó porque la demanda de acciones se detuvo, lo que produjo una caída en el precio de las mismas. Esto es un proceso normal de la economía. La caída de los precios fue en picada: en tan solo tres semanas, las acciones bajaron 50 puntos del índice de Dow Jones. El precio de ellas siguió su descenso a mediados de 1932, cuando llegaron casi a un 25% del valor alcanzado en 1929. Entre 1929 y 1932, Estados Unidos tuvo pérdidas por unos 75 mil millones. De esta demanda, la crisis bursátil se transformó en una crisis de toda la economía. Las empresas productivas quebraron, dejando una secuela de cesantes. Estados Unidos era la primera potencia mundial, el principal acreedor y el principal consumidor de materias primas que se producían en otras naciones. La crisis provocó que las instituciones bancarias reclamaran sus créditos y que los importadores de Estados Unidos dejaran de comprar mercancías de otros países del mundo.
Recuperación en Chile
La crisis en Chile significó la pérdida de los mercados internacionales para sus productos de exportación. Como Estados Unidos no demandaba recursos naturales, los productos empezaron a acumularse en los puertos de embarque. Así, los trabajadores pasaban meses sin recibir sus sueldos y salarios. Muchas empresas empezaron a vender secciones con el fin de conseguir dinero. El sector productivo de nuestra economía más afectado por esta situación fue la industria salitrera, de la cual dependía el 70% de nuestra riqueza exportadora. De este modo, la crisis se generalizó rápidamente en Chile durante el año 1930. Entre 1929 y 1932, la cifra que indicaba todo lo que se producía en Chile descendió en un 40%. El salario real descendió casi en un 50% y la cesantía aumentó en un 20%.
Toda esta situación social y económica en Chile desencadenó una crisis política. En los primeros años del gobierno de Ibáñez (1927-1929), se invirtieron todos los recursos en obras públicas. Cuando en 1929 se presentó la crisis, el país tenía pocos elementos para enfrentar las consecuencias de esta. La industria más afectada fue la salitrera. El gobierno, a través de la COSACH, decidió comprar oficinas salitreras o hacerse cargo de las deudas, pero al poco tiempo las salitreras quebraron y el Estado no pudo recuperar los dineros. Así, el gobierno quedó desfinanciado. Al comenzar 1930, el malestar social aumentó y el gobierno no tenía dinero para crear algún programa social que mejorara las condiciones de vida de la gente más pobre. Esto estimuló a movimientos socialistas. Había poca falta de apoyo político en el gobierno y la persecución a los opositores. Este ambiente provocó que aumentara la oposición al gobierno. En junio de 1930, los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica colocaron un lienzo en el frontis de La Moneda con la palabra «LIBERTAD». La agitación continuó, llegando a momentos de mucha violencia, incluso la muerte de opositores. Ante este ambiente, el 26 de julio de 1931, Carlos Ibáñez renunció e, incluso, al no tener seguridad, viajó al extranjero. El gobierno quedó a cargo del Presidente de la Corte Suprema, quien llamó prontamente a elecciones.
En los próximos días, aparecieron dos candidatos:
- Arturo Alessandri, apoyado por agrupaciones obreras.
- Juan Esteban Montero, radical, abogado destacado, profesor de la Universidad de Chile, ministro en los últimos años del gobierno de Ibáñez, pero con poca experiencia política. Tenía el apoyo de casi todos los partidos políticos.
Al realizarse la elección, Montero recibió el apoyo de más del 60% de los votantes. Asumió en un momento de crisis social. Además, en el mes de septiembre de 1931, la escuadra se encontraba en Coquimbo y sublevó a los oficiales de la Marina. Apoyaban las peticiones del Partido Comunista y de algunas organizaciones obreras referentes a mejoras de sueldos (parecidas a la reforma agraria) y exigieron que el gobierno tuviera preocupación social. El movimiento fracasó, pero las molestias seguían aún. El gobierno tuvo la incapacidad de resolverlo, ocasionando que el 4 de junio de 1932 fuera sacado del poder, donde aparecieron interviniendo partidarios de Ibáñez y Alessandri. Al poco tiempo, este movimiento, que había sido dirigido por el coronel Marmaduke Grove, en los próximos cuatro meses, el país verá la presencia de cuatro gobiernos, entre juntas militares y gobiernos de civiles. Esta situación política es lo que se denomina Anarquía Política.
Anarquía Política y República Socialista (1932)
El primer gobierno, que se extenderá entre el 4 y el 16 de julio, se presentó como la llamada República Socialista y estará a cargo de una junta revolucionaria, entre ellos Puga, Matte y Dávila. Esta junta logró aplicar algunas medidas para buscar superar la crisis económica y mejorar las condiciones de vida de los sectores más populares. Entre sus medidas estuvieron ordenar la devolución de las herramientas y enseres que se encontraban retenidas en prenda (garantías), además de evitar que los arrendatarios que no podían pagar fueran expulsados de sus residencias. A pesar del beneficio social, algunas personas estuvieron en desacuerdo con la medida, ya que señalaban que el gobierno podía terminar con la propiedad privada. Y si bien el gobierno desmintió esa pretensión, planteaba una limitación al derecho de propiedad atendiendo a lo que llamaba «necesidades de la vida social». La duda continuó hacia la junta y Carlos Dávila realizó un autogolpe apoyado por fuerzas militares destinado a eliminar a sus aliados, quienes partieron al exilio (Marmaduke Grove). El nuevo gobierno se preocupó de que la población tuviera mejores bienes y servicios, para lo cual creó la Comisión General de Subsistencia y Precios, que le entregó grandes atribuciones al gobierno. A comienzos del mes de agosto, el gobierno de Dávila se comenzó a complicar, concluyendo con una parte del Ejército que lo obligó a renunciar.
Se formó una nueva junta de gobierno a cargo de Bartolomé Blanche. Este gobierno llamó a elecciones, pero una gran sublevación militar en Antofagasta, Coquimbo y Concepción obligaron a la junta a entregar el gobierno, asumiendo en forma provisional el Presidente de la Corte Suprema, Abraham Oyanedel, cuya preocupación principal fue dirigir la elección presidencial en el mes de octubre de 1932 y entregarle el gobierno al candidato vencedor, que será Arturo Alessandri.