Crisis económica de 2008

Origen: subida de los precios de las materias primas

El comienzo de la crisis económico-financiera global de 2008 se sitúa en el incremento de los precios de las materias primas durante la década de los años 2000. En enero de 2008, el precio del petróleo superó los 100 $/barril por primera vez, alcanzando los 147 $/barril en julio debido a fenómenos especulativos. El cobre también experimentó un aumento vertiginoso desde 2003, impulsado por la demanda de potencias emergentes como China e India. En enero de 2008, la cotización del cobre superó los 8000 $/tonelada, pero registró una caída abrupta de más del 50% en octubre. Materiales esenciales como el ácido sulfúrico y la soda cáustica vieron incrementados sus precios hasta un 600%.

Desencadenante: la crisis en EEUU

A mediados de 2007, se hicieron evidentes las dificultades originadas por las hipotecas subprime. A fines de 2007, los mercados de valores de Estados Unidos comenzaron una caída precipitada. El banco de inversiones Bear Stearns fue rescatado y vendido a JP Morgan Chase. Se produjo la quiebra del banco IndyMac, la segunda más grande en la historia del país. En septiembre de 2008, la bancarrota de entidades financieras como Lehman Brothers, la aseguradora AIG y las compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac agravaron la crisis. El gobierno estadounidense intervino inyectando 700.000 millones de dólares.

La expansión de la crisis por el mundo

La crisis se expandió al comprobarse que numerosas entidades financieras tenían fondos «contaminados» con hipotecas incobrables. Esto provocó una grave carencia de crédito y liquidez, afectando a la actividad económica global. Desde finales de 2008 y durante 2009, numerosos bancos fueron intervenidos y nacionalizados en Europa. Las autoridades inyectaron fondos y bajaron los tipos de interés, pero el mercado de crédito se inmovilizó por la desconfianza. Los gobiernos implementaron planes de gasto para evitar la caída del empleo, pero los déficits y la deuda se dispararon. Los bancos aprovecharon la necesidad de financiación de los gobiernos, imponiendo duras condiciones y reformas basadas en recortes del gasto social.

Crisis de la Eurozona de 2010

Causas

La crisis de la Eurozona fue causada por una combinación de factores: la globalización de las finanzas, las fáciles condiciones de acceso al crédito, los desequilibrios en el comercio internacional, las burbujas inmobiliarias, el debilitamiento del crecimiento económico, las decisiones de política fiscal y el rescate de instituciones bancarias socializando las pérdidas. La crisis reveló carencias en la eurozona, como la falta de integración política y económica, la falta de control de las cuentas públicas y la inexistencia de un instrumento para gestionar crisis.

Evolución de la crisis

a) La quiebra de Grecia y el plan de rescate

En 2009, Grecia reveló la magnitud de su déficit y deuda pública, superando los límites del Pacto de Estabilidad. Las agencias de calificación bajaron la nota de la deuda griega. La UE se enfrentó al dilema de rescatar a Grecia o permitir la intervención del FMI. En mayo de 2010, se aprobó un plan de rescate de 110.000 millones € y se creó el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF).

b) El rescate de otros países

Irlanda solicitó un rescate debido a la crisis de sus bancos, recibiendo 67.500 millones €. Portugal, con problemas de sobregasto y especulación, recibió un rescate de 78.000 millones €. Grecia obtuvo un segundo rescate de 109.000 millones € y una quita del 50% de su deuda.

c) Posible contagio a otros países

Italia y España fueron afectados por la crisis. Italia, con una alta deuda, adoptó medidas de ahorro. España, con problemas por la burbuja inmobiliaria, implementó medidas de austeridad y recibió un rescate bancario de 100.000 millones €.

d) Reforma del Tratado – nuevo Tratado

En 2011, se acordó un nuevo tratado para limitar el gasto y endeudamiento de los gobiernos.

e) El rescate de Chipre

Chipre solicitó ayuda en 2012, recibiendo 10.000 millones € en 2013.

f) El tercer rescate a Grecia

En 2015, Grecia aprobó un nuevo rescate de 86.000 millones € para evitar la quiebra.