Crisis y Colapso de la Unión Soviética: Un Análisis Histórico

Crisis de la Unión Soviética

Causas del Declive

A principios de la década de 1970 se hizo evidente que el bloque comunista no podía competir con el capitalista en un escenario de rivalidad económica. Estados Unidos ofrecía una imagen de prosperidad que contrastaba con las dificultades de la economía soviética. De igual forma, los países de Europa oriental no alcanzaron los índices de bienestar de los de Europa Occidental, y China estaba muy lejos del crecimiento industrial y tecnológico de Japón y otras economías de Asia oriental como Corea del Sur o Singapur. Los motivos que explican la crisis del modelo soviético fueron diversos, pero sobre todo destacan:

1. Falta de Reformas

El freno a las políticas puestas en marcha por Jrushchov llevó a la Unión Soviética a la etapa de inmovilismo en la que se frenó cualquier intento de reforma. Los líderes comunistas eran cada vez más ancianos y simbolizaban ese estancamiento.

2. Fracaso de la Economía Planificada

La baja productividad, los fallos de planificación, la brecha tecnológica con Occidente y los gastos en armamento arruinaron a las economías comunistas, lo que derivó en una situación de desabastecimiento y pobreza de la población.

Reformas de Gorbachov y sus Consecuencias

Perestroika y Glasnost

En 1985 accedió al poder Mijaíl Gorbachov, quien intentó frenar la crisis a través de un programa de reformas que tuvo dos líneas de actuación:

1. Reforma Económica (Perestroika)

Introdujo principios capitalistas para modernizar el sistema y mejorar el nivel de vida de la población.

2. Apertura Informativa (Glasnost)

Permitió una mayor libertad de expresión, lo que fue visto como la oportunidad para expresar el descontento social y para que surgieran protestas nacionalistas en el país. Esta apertura provocó la reacción de los sectores más conservadores del Partido Comunista, que en agosto de 1991 protagonizaron un intento de golpe de Estado liderado por Boris Yeltsin, presidente de la Federación Rusa. El golpe fracasó y se ilegalizó al PCUS. En diciembre se disolvió la Unión Soviética y se creó la Comunidad de Estados Independientes.

Transición en Rusia tras la Caída del Comunismo

El Ascenso de Putin

Rusia inició una transición al capitalismo mediante la venta de empresas que antes eran propiedad del Estado. Así se crearon gigantescas fortunas entre el círculo de colaboradores más próximos al presidente ruso Boris Yeltsin. En 1993, el descontento social y la oposición del Parlamento ruso ante un nuevo modelo de Estado provocaron una crisis política que Yeltsin enfrentó con la intervención del Ejército y la disolución del Parlamento. En el año 1999, Boris Yeltsin renunció al poder y fue sustituido por Vladimir Putin, un antiguo dirigente del KGB. Desde entonces, ha dirigido Rusia. Su política se ha centrado en tres objetivos:

1. Control Social

Se mantiene la institucionalidad democrática pero bajo un régimen autoritario que reprime a la disidencia y que viola de manera sistemática los derechos humanos.

2. Defensa de Intereses Estratégicos

Pretende mantener el control sobre el antiguo espacio soviético, lo que ha llevado a intervenir en zonas como el Cáucaso y Ucrania.

3. Recuperación del Prestigio

La amenaza militar y el poder energético del país son las claves para recobrar el papel internacional de Rusia como gran potencia.

La Transición en Yugoslavia

Conflictos Étnicos y Separatistas

Yugoslavia, un país multiétnico y con diversas religiones en el que la unidad había sido posible gracias al control ejercido por el Partido Comunista, vio cómo la transición hacia la democracia provocaba la aparición de reivindicaciones nacionalistas. Serbia pretendía mantener el país unido bajo la autoridad de Belgrado, al frente del gobierno serbio estaba el ultranacionalista Slobodan Milošević. En 1991, Croacia y Eslovenia proclamaron su independencia, y en 1992, Bosnia. El ejército y los paramilitares serbios de las distintas repúblicas iniciaron una guerra que tuvo en Bosnia su escenario más cruento. Finalmente, en 1995 se firmaron los Acuerdos de Dayton, que lograron una frágil paz a cambio del reconocimiento de una doble autoridad en Bosnia. El conflicto se reactivó en el año 1998 en la región de Kosovo.

El Fin de la Guerra Fría

El Papel de Gorbachov

En 1985, Mijaíl Gorbachov accedió al poder en la Unión Soviética. Su política internacional promovió el entendimiento entre las dos superpotencias y la paralización de la carrera de armamentos. Además, retiró las tropas de Afganistán y de los países de Europa Oriental a la vez que iniciaba reformas políticas y económicas. En 1989 se produjo la caída del muro de Berlín, que permitió la reunificación de Alemania al año siguiente. Este hecho simbolizó el fin del sistema bipolar tras la Segunda Guerra Mundial. En diciembre de 1989 se celebró la cumbre de Malta, en la que Gorbachov y el presidente estadounidense George H.W. Bush acordaron la firma de la Carta de París, que proclamó el final de su rivalidad, y de los tratados START, que redujeron los arsenales nucleares.

Reactivación de la Tensión (1979-1989)

Causas de la Reactivación

Desde 1979, el clima de entendimiento entre ambas superpotencias fue sustituido por una nueva etapa de tensión. Este cambio se produjo por una serie de factores:

1. Nueva Iniciativa Soviética

La crisis económica de la década de 1970 había afectado al liderazgo estadounidense. Los problemas políticos internos y la derrota en la guerra de Vietnam redujeron su prestigio internacional. La situación fue aprovechada por los soviéticos para incrementar su presencia en distintas zonas del mundo, como fue el caso de Afganistán, invadida en 1979.

2. Reacción Estadounidense

En 1981, Ronald Reagan llegó a la presidencia con un discurso centrado en la recuperación del liderazgo mundial. Para ello, intervino militarmente en distintas zonas y reactivó la política armamentista con la Iniciativa Estratégica de Defensa.

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