Describe la guerra de la independencia
Hemos de situar las causas de la guerra dentro del proceso general de crisis del Antiguo Régimen; y, más en concreto, en el final del reinado de Carlos IV y del gobierno de su ministro Manuel Godoy. Esto aceleró con la invasión de las tropas napoleónicas, que entraron en la Península en virtud de lo acordado en el Tratado de Fontainebleau (1807), así como por las abdicaciones de Bayona de 1808. No en vano, en estas últimas, Carlos IV y Fernando VII, renunciaron a sus derechos sobre la Corona española, pasando estos al propio Napoleón Bonaparte. Mientras se desarrollaban esos hechos, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación francesa el 2 de Mayo de 1808, sirviendo de ejemplo para otros sucesos similares en diversos puntos de España.La guerra se planteó en varios escenarios: la guerrilla, la resistencia de las ciudades –los “sitios”- y las operaciones militares del ejército anglo-español. De modo genérico, se puede decir que entre los españoles hubo dos bandos: una minoría que formaba parte de los llamados “afrancesados” o colaboracionistas, y una mayoría, los “patriotas”, opuestos a los planes de los Bonaparte.En el inició de la guerra, el ejército español derrotó a los napoleónicos en la batalla de Bailén (1808). Sin embargo, una contraofensiva dirigida por el propio emperador permitíó a los franceses ocupar casi todo el territorio peninsular; la excepción más destacada fue la ciudad de Cádiz. El desplazamiento, en 1810, de buena parte del ejército invasor a la campaña de Rusia, permitíó que las tropas anglo-españolas se reorganizaran y comenzaran a recuperar el terreno perdido. Como consecuencia de las derrotas de Napoleón en Europa, el avance de los “patriotas” se intensificó a partir de 1812, hasta el punto de vencer en Arapiles, Vitoria y San Marcial a los franceses, quienes acabaron siendo expulsados de suelo peninsular. En 1813, Napoleón se vio obligado a firmar el Tratado de Valençay, que supónía el final de la guerra y el retorno a España del rey Fernando VII.
Comenta las carácterísticas de la constitución de 1812
La revolución liberal que se inició durante la Guerra de la Independencia, contemplaba una convocatoria de cortes “generales y extraordinarias”. Finalmente estas se reunieron en Cádiz en 1810 y, tras año y medio de reuniones, promulgaron una constitución el 19 de Marzo de 1812 (día de san José), por eso se le conoce como “La Pepa”.Los diputados quisieron aunar la tradición española con el nuevo espíritu revolucionario liberal. De esta manera, los principios de la constitución vinieron a ser los siguientes:Afirmación de la soberanía nacional: el poder residía en la nacíón.División de poderes: el poder legislativo correspondía a las Cortes, de una única Cámara; el poder ejecutivo quedaba en manos del rey y del gobierno por él designado; y el poder judicial era independiente.Elección de los representantes en las Cortes por sufragio universal masculino.Reconocimiento de los derechos y libertades individuales, así como la igualdad ante la ley.La constitución apenas pudo aplicarse debido al contexto de la guerra y a que, con la restauración absolutista de 1814, quedó abolíó. Ahora bien, su espíritu y programa fueron una referencia durante la mayor parte del Siglo XIX. A su vez, se convirtió en un mito para el liberalismo universal y modelo para las revoluciones burguesas en Europa.
Detalla las fases de conflicto entre liberales y absolutistas durante el reinado de Fernando
En el reinado de Fernando VII cabe distinguir tres etapas: el Sexenio Absolutista (1814-1820), el Trienio Liberal (1820-1823) y la Década Ominosa (1823-1833). Cada una de ellas guarda relación con el régimen político imperante en el país, siendo clara manifestación de la lucha entre liberales y absolutistas que se vivía, no solo en España, sino en la Europa de la época.Como su nombre indica, el Sexenio Absolutista inaugurado en 1814, estuvo marcado por la supresión de la obra liberal de Cádiz. Este proceso ha de relacionarse con el régimen de la Restauración, impuesto por las potencias europeas en el Congreso de Viena (1815) tras la derrota de Napoleón Bonaparte y la Francia revolucionaria.Una vez finalizada la Guerra de Independencia y firmado el Tratado de Valençay (1813), Fernando VII regresó a España. Sin embargo, no aceptó las reformas liberales, sino que restauró el absolutismo y persiguió a quienes participaron en la obra legislativa de Cádiz. Como consecuencia de ello, se produjo el primer exilio de la España contemporánea, que afectó tanto a los afrancesados como a los liberales.Ahora bien, entre 1814 y 1820 hubo hasta ocho pronunciamientos militares de corte liberal, de entre los cuales terminó por alcanzar su objetivo el protagonizado por Rafael del Riego. De esta manera, Fernando VII no tuvo más remedio que jurar la Constitución de 1812 y formar un gobierno integrado por destacados liberales. Además del texto constitucional, en esta etapa se recuperó también parte de la obra legislativa de Cádiz.Esta breve experiencia liberal en España tocó a su fin en 1823 con la intervención de la Santa Alianza a través del ejército francés, los llamados Cien Mil Hijos de San Luis. Estos invadieron el país y, mediante la restauración de Fernando VII en su trono absoluto, pusieron fin al régimen surgido en 1820.Los primeros años tras la vuelta al absolutismo fueron de una acentuada represión política. Se exiliaron en torno a veinte mil liberales, entre los que se encontraba lo más selecto de las clases medias ilustradas y liberales. Ahora bien, al final del reinado de Fernando VII los más absolutistas se organizaron en torno al hermano del rey, Carlos María Isidro, mientras que los liberales apoyaron a la regente María Cristina, esperando así la posibilidad de implantar el liberalismo en España.