Cronología del Siglo XIX en España

La desamortización fue una de las medidas adoptadas por el régimen liberal que causó mayor impacto en la economía española del siglo XIX. Significó un cambio esencial en el sistema de propiedad de la tierra.
Por desamortización entendemos la incautación estatal de bienes raíces de propiedad colectiva, bien eclesiástica o bien civil, que, tras la correspondiente nacionalización y posterior venta en subasta, pasan a formar una propiedad nueva privada. Con la desamortización sus poseedores los pierden, pasan al Estado, bajo cuyo dominio son ‘bienes nacionales’, y el Estado los vende a particulares. 2.

LAS DESAMORTIZACIONES


La herencia del Antiguo Régimen

La propiedad de la tierra, en la España del Antiguo Régimen estaba en manos de la nobleza y de la Iglesia. La nobleza, gracias a la institución del mayorazgo debía transmitir sus propiedades íntegras al primogénito. La Iglesia, por su parte, era propietaria de grandes extensiones de tierra como consecuencia de las numerosas donaciones. De esta forma, la tierra quedaba convertida en tierra de “manos muertas”. También los municipios eran propietarios de tierras: montes y baldíos, cuya utilización adoptó dos formas; tierras de “aprovechamiento común” por parte de la colectividad y tierras de “propios” que eran arrendadas a particulares que las cultivaban. Como resultado, la cantidad de tierra a la que se podía acceder como propietario había ido disminuyendo y encarecíéndose. 

Fases de la Desamortización

Este fenómeno antes de ser aplicado en toda su intensidad, tuvo una serie de precedentes:
a) Durante el reinado de Carlos III, cuando los ilustrados criticaban la amortización de bienes raíces y el ser la principal causa del atraso agrario.
b) Posteriormente con Godoy, en 1798-1808, cuando la política belicista y el crecimiento brutal de la deuda pública obligaron a iniciar una desamortización de bienes municipales y eclesiales.
c) Con el rey José I Bonaparte, entre 1808 y 1813. Su alcance fue muy limitado por la situación de guerra. 
d) Durante las Cortes de Cádiz se llevaron a cabo legislaciones que contemplaban la supresión de conventos y órdenes religiosas y la puesta en venta de sus propiedades. Estas medidas tuvieron corto alcance por su poca duración y por la situación de guerra.
e) La restauración del absolutismo en 1814 significó la devolución de los bienes vendidos a los frailes. Por último, en el Trienio Liberal volvieron a entrar en vigor las decisiones de las Cortes de Cádiz, pero en 1823 retornó el régimen absolutista, y Fernando VII obligó a restituir los bienes vendidos. Tras la muerte de Fernando VII es cuando los Liberales, pusieron en venta ingentes cantidades de tierra.
f) Mendizábal (1836). Tres fueron los objetivos que éste aspiraba a alcanzar, con sus leyes desamortizadoras: – Objetivo financiero: buscar ingresos para pagar la deuda pública del Estado y obtener recursos económicos para costear la guerra contra los carlistas. – Objetivo político: ampliar el número de simpatizantes al liberalismo. – Objetivo social: crear una clase media de campesinos propietarios.

El nombre de Mendizábal va unido a la desamortización eclesiástica. Así, en Julio de 1835 se decretó la supresión de conventos y monasterios que tuviesen menos de doce profesos, aplicándose sus bienes a la extinción de la deuda pública. El 11 de Octubre de 1835, Mendizábal promulgó un decreto mediante el cual se suprimía las órdenes religiosas. Otro decreto, promulgado el 19 de Febrero de 1836, se declaraban en venta todos los bienes de las Comunidades y corporaciones religiosas extinguidas que se calificarán como nacionales. El decreto fijaba la subasta pública como norma para realizar las ventas (previa tasación) como forma de pago se admitía el dinero en efectivo o los títulos de la deuda. Las fincas fueron tasadas por peritos de Hacienda y subastadas después, estas pujas fueron acaparadas por los inversores burgueses. Además, comprar era un excelente negocio: sólo se abonaba el 20% al contado, el resto se pagaba aplazado, y se admitían para el pago los títulos de deuda En total entre 1836 y 1844 se habían desamortizado el 62 % de las propiedades de la Iglesia. Entre las raras voces de los sectores progresistas que se opusieron a Mendizábal destacó la de Flórez Estrada que se declaraba partidario de la Desamortización, pero contrario al sistema propuesto por el ministro de Hacienda. Flórez Estrada volvíó a enlazar con el espíritu de los ilustrados: desamortizar para reformar la estructura agraria. Su propuesta era arrendar en “enfiteusis” por 50 años a las mismas personas que las estaban trabajando, con la posibilidad de renovación del contrato al expirar dicho plazo. Esta propuesta era ventajosa para el Estado, que no perdía la propiedad de los “bienes nacionales” y podía invertir el importe de las rentas en el pago de las deudas.


g) La segunda gran Desamortización fue iniciada, de nuevo con los progresistas en el poder (1854-1856). Con la Ley Madoz del 1 de Mayo de 1855, se hablaba de “desamortización general” porque se trataba ahora no ya solo de los bienes de la Iglesia, sino de todos los bienes amortizados del Estado y municipios. Con esta Ley se declaraban en venta todos los bienes pertenecientes a “manos muertas” que no lo habían sido en anteriores desamortizaciones. La finalidad de la Ley Madoz era fundamentalmente, la de obtener medios económicos para el Estado. Tampoco en esta ocasión aparece como una preocupación por parte de los progresistas el acceso a la tierra de los desposeídos. Los bienes desamortizados pasarían a propiedad de aquellos que más pudieran pagar por ellos. Es decir, se utilizó también el procedimiento de la subasta pública para su venta, No obstante, se introdujeron algunas mejoras técnicas en cuanto a la forma de pago, pues ésta sólo podría hacerse en metálico y en un plazo de quince años, con un descuento del 5% sobre los plazos adelantados, admitíéndose en algunos casos títulos de Deuda La Ley Madoz se desarrolló a gran velocidad y los ingresos fueron muy abultados. 

Consecuencias de la Desamortización /

Consecuencias económicas


• Favorecíó una considerable expansión de la superficie cultivada y de la producción agraria. Los nuevos propietarios, en general, no emprendieron mejoras, sino que se limitaron a seguir cobrando las rentas. • Esta expansión tuvo un efecto negativo: la deforestación. Talaron árboles de manera indiscriminada, para obtener un beneficio inmediato con la venta de leña y madera • No se cumplieron las expectativas económicas porque los fondos, tanto en metálico como en bonos de la Deuda pública, tardaron en llegar y se desvalorizaron. • La compraventa de tierras inutilizó un dinero que hubiera sido de vital importancia para poner en práctica la industrialización de España. 

Consecuencias sociales

No consiguió crear una amplia clase media agraria. § Los principales beneficiarios no fueron los antiguos trabajadores de la tierra. Los campesinos no pudieron comprar tierras y se acentuó el latifundismo en Andalucía y Extremadura. § Se asentaron campesinos empobrecidos en tierras no aptas para el cultivo en propiedad individual, y se empobrecieron los ayuntamientos En resumen: beneficiados, la nobleza terrateniente y la burguésía urbana. Perjudicados: la Iglesia, los municipios, los campesinos pobres y los jornaleros. 

Consecuencias políticas y culturales

La causa liberal gana apoyo provocando una escalada de tensiones entre la Iglesia y el Estado liberal. ü La desamortización produjo una gran pérdida y expolio de bienes culturales de los antiguos monasterios. Muchas obras arquitectónicas se arruinaron, y bienes muebles fueron vendidos a precios irrisorios y salieron hacia otros países. ü Consecuencias en el terreno urbanístico, cultural y religioso. En las ciudades la alta burguésía acaparó los mejores edificios, excluyendo a las clases medias.

Valoración del proceso desamortizador

En definitiva, no se aprovechó la ocasión para crear una clase media agraria que hubiera podido ser un factor de equilibrio en la nueva sociedad. La Desamortización se convirtió en una frustrada reforma agraria creando una oligarquía agraria llamada a ejercer por largo tiempo el poder político y económico en España. En Andalucía fue donde mas influencia tuvo el proceso desamortizador. La mala situación de los campesinos, se agravó, al tener que aceptar las condiciones impuestas por sus nuevos “señores”. La Desamortización fue, una ocasión perdida.

LOS CAMBIOS EN LA AGRICULTURA



El atraso agrario

Al iniciarse el Siglo XIX la agricultura estaba muy atrasada: se caracterizaba por ser una agricultura de subsistencia basada en el cultivo de cereales, usando unas técnicas agrícolas fundamentadas en la rotación trienal, utilizaba el arado romano y desconocía el uso de los abonos. El campo español estaba despoblado debido al exceso de trabajo, su escasa remuneración y la falta de reservas alimenticias. La agricultura necesitaba profundas y urgentes reformas que la sacaran de la situación de postración. 

Evolución de la agricultura

En el atraso agrario tuvo una influencia muy destacada la estructura de la propiedad de la tierra. Los propietarios de los grandes latifundios de Extremadura, Castilla y Andalucía tenían una gran oposición al riesgo y muy escaso interés por el cultivo eficiente de sus tierras. La población estaba en estado de subsistencia. Las diferencias entre propietarios y campesinos provocaron las movilizaciones campesinas en defensa de una reforma agraria que les permitiese el acceso a la propiedad de la tierra. En la Submeseta norte y en Galicia, los minifundios, unido a la mala calidad de la tierra obligó a emigrar a muchos campesinos. Hasta bien entrado el Siglo XX, el cereal, que contó con una gran protección arancelaria, fue el principal cultivo del campo español (+ 40% del total del producto agrario). La creciente población urbana se vio obligada a consumir alimentos a precios mucho mayores que los del mercado internacional. Y así, la renta disponible para demandar productos manufacturados fue menor. Otros cultivos, entre los que destacan la vid, el olivar y los cítricos, tuvieron una trayectoria más dinámica. La expansión de la viticultura durante el último tercio del Siglo XIX fue importante y mejoró la venta del aceite de oliva andaluz en los mercados internacionales. También aumentó la superficie de cultivo de la naranja. 

Participación de la agricultura en el crecimiento económico

El sector agrícola podía representar un papel importante en toda modernización económica, cosa que no ocurríó durante el Siglo XIX. En 1900 la población seguía siendo básicamente rural, había déficits alimentarios, no hubo exportaciones y el nivel de consumo era muy bajo. No hubo trasvase de capitales a otros sectores. Tampoco hubo transferencia humana hacia la industria y otros sectores. Hasta finales del XIX se mantiene en España el Régimen Demográfico Antiguo (alta mortalidad, analfabetismo, dieta pobre, desinterés de los gobiernos) 

CONCLUSIÓN

La desamortización constituyó la medida más revolucionaria entre las adoptadas por el gobierno liberal. Pero no fue suficiente, porque la agricultura española, muy atrasada, no fue motor para provocar una verdadera revolución industrial en nuestro país. Al atraso secular en las técnicas agrarias y a la lenta evolución de la producción durante el Siglo XIX, se vino a unir una desaprovechada oportunidad, la desamortización de la tierra, que pasó de manos eclesiásticas y municipales, a manos laicas y privadas, sin llegar a crear una verdadera clase media agraria, y aumentando las diferencias sociales entre una alta burguésía enriquecida y un campesinado cada vez más pobre.

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