5:La Restauración es el sistema político ideado por Antonio Cánovas del Castillo quien creía en la existencia de unas “verdades básicas” indiscutibles, porque formaban parte de la propia Historia, entre estas destacaba la “monarquía legítima”, encarnada por la dinastía borbónica, a esta “verdad básica” se unían otras como la propiedad privada o la unidad de España. Con estas ideas se creó el sistema de la Restauración o canovista, caracterizado además por su conservadurismo y un parlamentarismo liberal “no democrático”. Todo esto fue bien recibido por los conservadores que pensaban que la monarquía devolvería la estabilidad política, económica y social al país, siendo este objetivo, el de la estabilidad, el principal del canovismo.Para el funcionamiento de este sistema se necesitaba un nuevo marco legal, así se elabora la Constitución de 1876, en parte inspirada en la de 1845 por tanto su carácter es conservador, de manera que defiende los valores tradicionales. Cánovas dotó a la corona de importantes poderes, además eran incuestionables al considerar la monarquía anterior a la propia Constitución: nombraba al presidente y a los ministros, pero con el respaldo de las Cortes, tenía iniciativa legislativa y derecho de veto, por último podía disolver el Parlamento, carácterística del moderantismo español más conservador. Las Cortes estaban compuestas por dos cámaras: el Congreso de los Diputados, en principio elegido por sufragio censitario y a partir de 1890 universal, y el Senado, compuesto por senadores vitalicios elegidos por la corona y entre los mayores contribuyentes del país. En cuanto a la religión se establece la confesionalidad católica del Estado, aunque se permiten otras religiones,pero sin manifestaciones públicas. Por último, en cuanto a la declaración de derechos es similar a la de 1869, pero no se fijan en la Constitución, donde se recoge sólo lo elemental, sino que se remite a leyes ordinarias posteriores. El sistema canovista se basaba en tres pilares fundamentales como lo eran la corona, el ejército y la alternancia pacífica de los dos partidos dinásticos. Como ya hemos visto en la Constitución de 1876, la corona es una institución incuestionable, siendo el árbitro en la vida política, debiendo garantizar el entendimiento y la alternancia en el poder de los partidos políticos. El segundo pilar era el ejército, para alejarlo de la vida política, se establece la supremacía del poder civil sobre el militar, el rey se convierte en símbolo y cabeza visible del ejército. Además la Restauración va a traer el fin de los conflictos bélicos: en cuanto a la guerra Carlista, el general Martínez Campos sometíó en 1876 los últimos puntos de Cataluña que no reconocían a Alfonso XII como rey, así se acaba finalmente la guerra y el pretendiente Carlos VII se va al exilio. A consecuencia del conflicto se abolíó definitivamente el régimen foral con lo que vascos y navarros pagan los mismos impuestos y realizan el mismo servicio militar, no obstante el gobierno establecíó conciertos económicos ventajosos con ellos al concederles cierta autonomía fiscal. Para solucionar el conflicto cubano se envían más tropas, la mezcla de actuación militar más negociación pone fin a la guerra con la firma de la Paz de Zanjón, se promete una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud y reformas políticas-administrativas, pero su posterior incumplimiento marcará el inicio de nuevos conflictos.El tercer pilar, los partidos dinásticos, se alternaban en el poder en un “turno pacífico” y renunciaban a los pronunciamientos para acceder al gobierno, por lo que la estabilidad del régimen fue considerable, pero marginaba a republicanos, nacionalistas, socialistas, etc. La alternancia en el poder se daba sólo entre los dos partidos dinásticos, el Conservador de Cánovas, que unía a los sectores más conservadores y tradicionales, y el Partido Liberal Fusionista de Práxedes Mateo Sagasta, que reuníó a antiguos progresistas, unionistas y exrepublicanos moderados. Ambos partidos tenían muchas carácterísticas comunes, defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y el Estado unitario y centralista. Y aunque gobernaban, eran partidos de minorías, ya que su base social eran las élites económicas y clases acomodadas, no obstante había más terratenientes entre los conservadores y más profesionales entre los liberales. En su actuación política, los conservadores eran mas inmovilistas y hacían una mayor defensa de la Iglesia y del orden social, mientras los liberales eran partidarios de un reformismo progresista y laico. Pero ambos eran muy parecidos cuando ocupaban el poder, ya que existía un pacto tácito de no promulgar una ley que el otro partido tuviese que derogar al llegar al gobierno. Para asegurar la estabilidad, decidieron hacer un “turno pacífico” para acceder al poder, así no dudaron en manipular las elecciones. El funcionamiento era el siguiente: el partido que ganaba las elecciones recibía del rey el encargo de gobernar, pero si perdía credibilidad, para que las críticas no afectaran a todo el sistema, el rey llamaba al partido de la oposición a formar gobierno, este convocaba las elecciones y las ganaba por medio del fraude electoral. El proceso electoral se controlaba desde el Ministerio de Gobernación, donde se elaboraba la lista de los candidatos que tenían que ganar por cada provincia, se añadían algunos más para dar sensación de democracia, esta lista se daba a los gobernadores civiles de cada provincia que se reunían con los alcaldes y caciques que se ponían en acción.