14.4 CRISIS ESTADO LIBERAL, SEGUNDA REPUBLICA, GUERRA CIVIL
El bienio radical-cedista (1934-1936)A mediados de 1933, la relación entre socialistas y republicanos de izquierda se deterioro El motivo fue la insatisfacción de obreros y jornaleros socialistas, que exigieron a los dirigentes del PSOE una actuación más radical para hacer realidad los objetivos revolucionarios y mejorar las condiciones de vida del proletariado. El final del entendimiento entre republicanos izquierdistas y socialistas provocó la dimisión de Azaña y el adelantamiento de las elecciones generales, que se celebraron entre noviembre y diciembre de 1933.Los resultados dieron la victoria a la CEDA, y al grupo conservador de Lerroux, que iniciaron una alianza para desmantelar las reformas del gobierno anterior. Las decisiones adoptadas durante los dos años de gobierno radical-cedista fueron: Ley de amnistía para los participantes en el fallido golpe de Estado de agosto de 1932.Contrarreforma agraria: incremento exagerado de las indemnizaciones por expropiación; recorte del presupuesto dedicado al asentamiento de campesinos y devolución de las propiedades confiscadas.Concesión de subvenciones económicas al clero rural (contraviniendo la Constitución).Ralentización del programa de construcción de escuelas públicas.El nombramiento de generales antiizquierdistas en los puestos de mayor responsabilidad del Ejército./Estas medidas agravaron los conflictos campesinos y la confrontación entre los partidos derechistas y las organizaciones sindicales. Se anularon decisiones adoptadas por los Jurados Mixtos. Por su parte, los socialistas respondieron convocando una huelga en el medio rural que finalizó con 13 muertos, 200 heridos y centenares de jornaleros detenidos. La actuación gubernamental de la coalición radical-cedista también chocó con los nacionalistas, al impugnar reformas de la Generalitat o bloquear las peticiones autonomistas vascas. No obstante, la situación empeoró cuando el gobierno suspendió el Estatuto de autonomía de Cataluña tras los sucesos de 1934. Por otra parte, Azaña recuperó su popularidad a partir de 1935.La revolución de octubre de 1934.En octubre de 1934 los socialistas tomaron la decisión de unirse a comunistas y anarquistas para derribar al gobierno y conquistar el poder por medio de una insurrección. Largo Caballero logró imponer sus planteamientos en el PSOE y, estaba resuelto a emular a los bolcheviques rusos de 1917.Los coaligados interpretaron que la victoria electoral de las derechas en 1933 significaba el triunfo de los enemigos de la República y el final del régimen democrático, y temían la expansión del fascismo. Todo esto sirvió de justificación para la insurrección, que comenzó el 5 de octubre con una huelga general.
Madrid y Bilbao quedaron paralizadas durante casi una semana y en sus calles se produjeron continuos intercambios de tiros entre los obreros insurrectos y fuerzas del Ejército y la policía.En Cataluña, los nacionalistas de izquierda y los separatistas se sumaron al movimiento revolucionario y Companys proclamó el Estado catalán independiente. Sin embargo, el Ejército recuperó el control con facilidad, el Estatuto de autonomía de Cataluña quedó suspendido.En Asturias, entre el 5 y el 19 de octubre, obreros y mineros se adueñaron de extensas zonas de la provincia. Los revolucionarios asturianos destruyeron los registros de propiedad, incendiaron o dinamitaron 58 iglesias y asesinaron a 31 clérigos y a numerosos burgueses. Este levantamiento fue sofocado con gran brutalidad por tropas de la Legión trasladadas desde África y dirigidas por Franco.La revolución de octubre, dejó un balance de 2.000 muertos y 30.000 detenidos. Los dirigentes socialistas fueron encarcelados y Manuel Azaña -que se había negado a secundar la insurrección- permaneció tres meses en prisión acusado sin pruebas de haber encabezado la acción revolucionaria.El Frente Popular y las elecciones del 36A finales de 1935 se descubrieron varios escándalos de corrupción de dirigentes del PRR lerrouxista, y se rompió la alianza con los cedistas. El adelantamiento de elecciones se hizo inevitable.Los partidos republicanos de izquierdas y las fuerzas obreras –tras casi un año de contactos y deliberaciones- se presentaron unidos a las elecciones de febrero de 1936, como “Frente Popular”.Azaña e Indalecio Prieto previeron una alianza entre republicanos y socialistas, pero largo Caballero exigió la participación de otras fuerzas obreras.Finalmente, los grupos que se incorporaron al frente de izquierdas en enero de 1936 fueron Izquierda Republicana, Unión Republicana, el PSOE, el PCE; el Partido Sindicalista, el sindicato socialista
UGT y el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). En las cuatro provincias catalanas, la coalición se amplió con la inclusión de los catalanistas. El contenido del programa común: aceleración de la reforma agraria, impulso a obras públicas, lucha contra el desempleo, modificación del sistema fiscal; prestaciones estatales de seguridad social, inversiones en la enseñanza pública, restitución del Estatuto de autonomía de Cataluña y concesión de una amplia amnistía política a los participantes en el levantamiento revolucionario de octubre de 1934.La tensión y la agresividad predominaron durante la campaña electoral. Los líderes de los grupos derechistas-José María Gil Robles. José Calvo Sotelo y José Antonio Primo de Rivera no llegaron a concretar acuerdos, lo que facilitó la victoria del Frente Popular por escasos votos (4.654.116 contra los 4.503.505 de la derecha). Los frente populistas se impusieron en todas las ciudades de más de 150.000 habitantes y el índice de participación electoral alcanzó el 72%. Muchos anarquistas recomendaron a título personal el voto para la coalición de izquierdas.Tras el triunfo del Frente Popular, Franco y Gil Robles realizaron un intento para impedir el acceso al poder de la coalición izquierdista. Pero estas iniciativas fracasaron y Azaña fue nombrado jefe de gobierno. Como estaba previsto, el restablecimiento del Estatuto de autonomía de Cataluña y la puesta en libertad de los presos encarcelados por participar en la insurrección de octubre de 1934 fueron las primeras medidas adoptadas por el nuevo gobierno.Otra medida fue la aceleración en la aplicación de la Ley de Reforma Agraria. El nuevo gobierno impulsó la ilegalización de Falange y la detención de sus dirigentes por su responsabilidad en diversos atentados. Azaña decidió alejar de Madrid a los mandos del Ejercito vinculados con las tramas golpistas antirrepublicanas. El general Franco fue cesado como Jefe del Estado Mayor y enviado a Canarias, el general Goded a Baleares y el general Mola destinado a la comandancia de Pamplona.El 10 de mayo de 1936. Manuel Azaña, pasó a ocupar la Presidencia de la República en sustitución del anterior Jefe del Estado Niceto Alcalá Zamora. La presidencia del gobierno fue asumida entonces por Casares Quiroga, miembro de Izquierda Republicana y hombre de confianza de Azaña.La crispación política y social fue en aumento. Los dirigentes derechistas Gil Robles y Calvo Sotelo radicalizaron sus posturas y arremetieron desde el parlamento contra el gobierno, al que acusaban de impotencia por permitir que la anarquía se adueñase de España. Los problemas pronto desbordaron al gobierno, pues no encontró el apoyo de las organizaciones obreristas de izquierda que habían participado en la coalición frentepopulista y contribuyeron con su agresivo radicalismo a crear una situación de completa ingobernabilidad.Los conflictos ocasionados por los antagonismos sociales aumentaron de manera imparable. Se produjeron invasiones masivas de propiedades. Los enfrentamientos entre propietarios y obreros rurales llegaron a ser muy graves y violentos.Los tumultos y los desórdenes públicos también se extendieron por las ciudades, se multiplicaban las huelgas en el sector industrial. De nuevo, fueron incendiados o destruidos edificios eclesiásticos por todo el país.Aumentaron los atentados por la violencia de grupos de extrema izquierda y de extrema derecha. En poco más de cinco meses se contabilizaron casi 100 asesinatos políticos y otras 170 muertes violentas. El 13 de julio de 1936 fue asesinado del dirigente derechista José Calvo Sotelo.Una parte importante de mandos militares estaban firmemente decididos a derribar la República y acabar con el gobierno frentepopulista. La sublevación militar antirrepublicana se puso en marcha el 17 de julio y así comenzó la Guerra Civil.