Conferencia «A las Mujeres» (1903) de Josep Prat: Un Reflejo de la Situación Femenina en España
Autor y Contexto
Josep Prat (Barcelona, 1867 – 1932), destacado sindicalista español, es considerado uno de los precursores del anarcosindicalismo. En 1903, pronunció la conferencia «A las mujeres», un valioso documento que nos permite comprender la situación de la mujer en la España de principios del siglo XX.
En 1902, Alfonso XIII accedió al trono. Los partidos dinásticos, tras la desaparición de sus líderes, experimentaron crisis internas. A pesar de ello, el sistema de turno se mantuvo. Una nueva generación de políticos, influenciada por el regeneracionismo, impulsó proyectos de reforma, aunque el miedo a una verdadera participación democrática mantuvo el falseamiento electoral. En 1903, el partido conservador implementó una reforma de la ley electoral y adoptó medidas económicas.
Diferencias entre Clases Sociales
Prat distingue claramente entre las mujeres de clase alta y las obreras. Describe a las primeras con una educación limitada, centradas en el matrimonio, la maternidad y la ostentación del poder económico del marido a través de la elegancia en el vestir. Las mujeres obreras, por otro lado, estaban atadas a largas jornadas de trabajo manual, mal remuneradas, mal alimentadas y en constante riesgo de enfermar.
La Carga Moral y la Falta de Derechos
Ambos prototipos de mujer, según Prat, sufrían la falta de conciencia de sus derechos. Esta ausencia se debía a la carga moral impuesta desde la niñez, una larga lista de deberes que anulaba cualquier atisbo de reivindicación.
La Mujer en la Sociedad Española: Una Ciudadana de Segunda
Restricciones Legales y Sociales
Hasta el último cuarto del siglo XX, con el breve paréntesis de la Segunda República, la mujer en España no fue considerada una persona y ciudadana independiente. Su dependencia y desigualdad respecto al hombre se manifestaba en todos los ámbitos: jurídico, político, social, laboral y educativo.
- Código Civil de 1889: La mujer casada no podía comprar, alquilar, vender, ejercer una profesión ni declarar ante la justicia sin permiso del marido. La infidelidad femenina era considerada adulterio y estaba penada, mientras que la masculina, si no era escandalosa, estaba permitida.
- Sufragio Femenino: La mujer no fue considerada ciudadana hasta 1931, con la Constitución que estableció el sufragio universal. Más de seis millones de españolas votaron por primera vez en las elecciones de 1933.
- División Sexual del Trabajo: Se consideraba a la mujer más débil que el varón, no apta para tareas que requirieran inteligencia o reflexión. Los hombres debían encargarse del mantenimiento económico del hogar, y las mujeres de la educación de los hijos y la organización doméstica.
- Autoridad en el Hogar: El Código Civil otorgaba la autoridad al marido, cuyas órdenes no podían ser desobedecidas por la mujer bajo pena de cárcel.
Influencia de los Valores Burgueses y la Iglesia
El papel de la mujer en la sociedad española del siglo XIX estaba determinado por los valores burgueses y la concepción católica y conservadora. A partir de 1868, aumentaron las demandas de mayor acceso a la educación para las mujeres. Las obreras, campesinas y jornaleras eran fuerza de trabajo, aunque se extendía el ideal de familia burguesa al conjunto de la sociedad.
Industrialización y Condiciones de Vida
La industrialización transformó la vida de las clases obreras: largas jornadas de trabajo, hogares precarios y sueldos insuficientes para cubrir las necesidades básicas.
Avances y Retrocesos en la Educación
La Ley Moyano de 1857 estableció la obligatoriedad de la escuela para niños y niñas entre 6 y 9 años, pero la escolarización total no se llevó a cabo. En 1930, el analfabetismo femenino era un 15% más elevado que el masculino.
Precedentes y Consecuencias del Feminismo en España
Primeras Reivindicaciones Feministas
Los primeros planteamientos del feminismo surgieron en el siglo XVIII. Durante la Revolución Francesa, asociaciones de mujeres demandaron la aplicación de la libertad, la igualdad y la fraternidad sin distinción de sexos. Estas ideas fueron ignoradas con la imposición del Código Civil de Napoleón, que consagraba la dependencia de la mujer.
Figuras Clave en la Lucha por la Igualdad
Las primeras mujeres que destacaron en la defensa de la mujer, como Teresa Claramunt o María de Echarri, centraron sus reivindicaciones en el ámbito laboral. A partir de 1918, se exigió el voto femenino como derecho, con figuras como Clara Campoamor o Victoria Kent.
La Igualdad de Género: Un Camino con Obstáculos
La igualdad de género llegó a España en 1931, pero tras el breve paréntesis republicano, el franquismo retornó al Código Civil de 1889. La Constitución de 1978 establece la igualdad de sexos en todos los ámbitos, como símbolo del sistema democrático.