Desamortización de Mendizábal: Transformación Agraria y Liberalismo en España

Este texto, de naturaleza jurídica, es un fragmento de la Primera Ley General de Desamortización, cuyo autor es Juan Álvarez de Mendizábal, exiliado en Inglaterra y relacionado con la banca internacional. Esta ley fue aprobada por la regente Ma Cristina, en nombre de su hija Isabel.

El texto es de orden público, dirigido al pueblo y, principalmente, a la Iglesia. La finalidad del texto es la puesta en venta mediante subasta pública de los bienes expropiados a las organizaciones religiosas, siendo un texto crucial para entender el desarrollo del liberalismo español y la evolución del sistema de la propiedad agraria.

Contexto Histórico

Este texto se inscribe en plena transición entre el absolutismo de Fernando VII y el liberalismo de Ma Cristina, un período marcado por conflictos bélicos, como la Primera Guerra Carlista, e institucionales, como las diferencias entre progresistas y liberales, y los pronunciamientos.

Ideas Fundamentales del Texto

La idea principal del texto es la puesta en venta, mediante decreto, de los bienes expropiados a las órdenes religiosas extinguidas un año antes, con el objetivo de transferir estas tierras a la propiedad privada.

Además, se critica a las manos muertas o propiedades de la Iglesia infrautilizadas, proponiendo la nacionalización de estos bienes y su subasta para obtener ingresos para España y facilitar la recepción de préstamos.

Artículos Clave

  • Art. 1: Declara en venta las tierras de corporaciones religiosas y las atribuidas a la Nación española.
  • Art. 2: Excluye de la venta pública algunos edificios destinados al servicio público o conservación de artes, publicando una lista de los mismos.

Definición de Desamortización

Una desamortización es la incautación por parte del Estado de tierras amortizadas para ser vendidas en subasta pública. Los bienes amortizados son aquellos con impedimentos legales para entrar en el mercado, como los bienes de la Iglesia (manos muertas), de la nobleza (mayorazgos) o de los municipios (bienes de propios y comunes).

Objetivos de la Desamortización

Esta desamortización buscaba resolver varios problemas. Los bienes inalienables constituían una parte sustancial de las propiedades agrarias, provocando una escasa competitividad y reduciendo la propiedad y la producción en una economía fundamentalmente agraria.

El objetivo inicial era incorporar estos bienes al mercado para aumentar la productividad y la producción, así como reducir la deuda pública del Estado, aunque este último objetivo desvirtuó los propósitos iniciales.

Antecedentes y Desarrollo

Aunque la desamortización se asocia principalmente a Mendizábal en 1836 y Madoz en 1855, sus inicios son anteriores. Los problemas rurales comenzaron a ser objeto de atención en el reinado de Carlos III, cuando el Consejo de Castilla intentó elaborar una Ley Agraria, que no se concretó debido a la oposición del clero y la nobleza.

Durante el reinado de Carlos IV también hubo un intento de desamortización, que con José I Bonaparte, como medida política, afectó al clero y la nobleza opuestos a los franceses.

En 1813, las Cortes de Cádiz propusieron el Decreto General de Desamortización, que no se aplicó debido al retorno del absolutismo, aunque admitía la deuda como forma de pago.

Durante el Trienio Liberal, en el reinado de Fernando VII, la desamortización afectó al clero regular y aceptaba vales de deuda.

Desamortización de Mendizábal

La desamortización eclesiástica de Mendizábal implicó la disolución de órdenes religiosas, excepto las dedicadas a la enseñanza y asistencia hospitalaria, y la incautación y venta de sus bienes. Sus objetivos eran financiar la Guerra Carlista y sanear la Hacienda, creando una clase de propietarios.

Desamortización de Madoz

Esta desamortización, en 1855, afectó a los bienes del Estado y municipales.

Consecuencias de la Desamortización

En general, la desamortización acentuó la estructura latifundista de la propiedad agraria. El proceso buscaba maximizar los ingresos y minimizar el tiempo de obtención, lo que favoreció a las clases acomodadas y la aristocracia, excluyendo a los campesinos necesitados y más preparados para cultivar la tierra.

La desamortización benefició a las clases altas y perjudicó a la Iglesia, los municipios y los campesinos, provocando revueltas en España durante el siglo XIX. En el ámbito político, solucionó parcialmente el problema económico de la Hacienda.

Conclusión

El texto refleja las intenciones y realizaciones liberales en la propiedad agraria. Sin embargo, el problema secular no fue resuelto por esta reforma, lo que llevaría a futuras desamortizaciones.

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